Bolivia | Karen Longaric, canciller de facto: «Este es un gobierno heroico que está enfrentando un asedio»

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Por Janaína Figueiredo

Desde que fue nombrada canciller de Bolivia por el gobierno interino de Jeanine Áñez, la diplomática de carrera y profesora de derecho internacional Karen Longaric divide su tiempo entre el despido de los embajadores políticos vinculados al expresidente Evo Morales y el refuerzo de los vínculos con países considerados socios estratégicos -sobre todo, Brasil-, además de retirar a Bolivia de bloques regionales como la Unión de Naciones Suramericanas ( Unasur) y expresar su repudio al gobierno de México por permitir que Morales haga declaraciones políticas.

La canciller asegura que el gobierno de Áñez está haciendo «un esfuerzo titánico» para impedir que en el país se instale «el caos promovido por Morales» y que «en los próximos días serán convocadas nuevas elecciones».

-El gobierno interino todavía no ha sido reconocido por muchos países. ¿Qué piensan hacer para obtener ese reconocimiento?

Ya me reuní con todo el cuerpo diplomático que está en La Paz, y estaban todos los países, excepto Chile. Algunos reconocimientos fueron hechos directamente a la presidencia. Pero existe un reconocimiento manifiesto. Tenemos el apoyo de organismos internacionales y de importantes embajadas que mandaron notas de respaldo. China, Rusia, Estados Unidos, la Unión Europea, en fin… la verdad que ese tema no nos preocupa. La comunidad internacional es consciente de que este gobierno transitorio era necesario para poder hacer una convocatoria a elecciones y restaurar el Estado de Derecho y la democracia. El gobierno de Evo Morales era un gobierno que había habilitado su candidatura de manera inconstitucional y que habría sido reelegido a través de un fraude electoral. Lo que tenemos que transitar es difícil, pero el objetivo es absolutamente decisivo para el futuro de este país.

-La actuación de las Fuerzas Armadas y la represión, sobre todo en Cochabamba, han sido cuestionadas y suscitaron pronunciamientos de preocupación, por ejemplo, de parte de la alta comisionada para los Derechos Humanos de la ONU, Michelle Bachelet…

No puedo pronunciarme porque los informes de los relatores no fueron oficializados. Las circunstancias y las armas que se usaron determinarán las responsabilidades y cómo se dieron los hechos. Bolivia y, principalmente, La Paz están sitiadas por los movimientos de Evo Morales, que están intentando asfixiar a la sociedad civil. Lo que intentan hacer las fuerzas de seguridad es controlar a los movimientos agresivos. En este momento, por ejemplo, no tenemos nafta, faltan alimentos, y son esos movimientos que responden a Morales los que están provocando esto. Él dijo que haría un cerco y que ya veríamos cuánto aguanta la sociedad. Este es un gobierno heroico, estamos enfrentando un asedio, la violencia de grupos irregulares que buscan presionar y colocan a la población en una situación de crisis.

-Desde afuera lo que se ve es un país al borde de la guerra civil…

No, eso es lo que intenta mostrar Morales, ese es su propósito. A través de sus amigos, como Nicaragua, Venezuela y México, que le sirven de escenario político. Esta es una lucha titánica contra movimientos irregulares e inconstitucionales. La comunidad internacional debería apoyar esta lucha heroica para rescatar la democracia y realizar elecciones transparentes, de un gobierno que busca la unidad del país.

-¿Por qué el gobierno no convocó todavía a nuevas elecciones?

Porque el gobierno está enfrentando estos movimientos sociales tremendamente agresivos. La convocatoria a elecciones no va a tardar, será en los próximos días. Evo Morales quiere el caos, que las elecciones se demoren, pero eso no va a pasar. Será nombrado un Tribunal Supremo Electoral de alto nivel ético y las elecciones serán las más transparentes de la historia de este país. Vamos a llamar a la OEA, a la ONU y a la Unión Europea para que colaboren.

-¿Por qué un gobierno transitorio retiró a Bolivia de la Unasur y de la Alianza Bolivariana de las Américas (Alba)?

El Alba nunca existió. Fue un mecanismo político, no un organismo de integración. Es un foro político y este gobierno rechaza a los gobiernos dictatoriales; no puede compartir mesas de reuniones con países como Venezuela y Nicaragua. La Unasur fue abandonada por sus socios principales. Para que el tratado tenga vigencia eran necesarios al menos nueve países. No saldremos de los bloques serios. El Mercosur, en el estado en que esté, es importante para nosotros.

-¿Cómo ha sido la relación del gobierno interino con Brasil?

-Nuestra relación es excelente. Brasil fue el primero en reconocer a este gobierno. En pocos días de gestión, nos concentramos en temas urgentes, como la revisión de nuestro servicio exterior. Teníamos muchos embajadores políticos, y fueron retirados.

-¿Presentaron una quejar formal ante México por la actuación política de Morales en ese país?

-Claro que sí. Le expresé nuestro malestar a la embajadora y también el malestar del pueblo boliviano. La actitud de México de permitir que Evo Morales haga pronunciamientos desafiantes, amenazadores, en fin, todo eso genera mucha indignación en la ciudadanía.

La Nación

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