El 20 de diciembre – La Estrella de Panamá

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Los conceptos vertidos en esta sección no reflejan necesariamente la línea editorial de Nodal. Consideramos importante que se conozcan porque contribuyen a tener una visión integral de la región.

La invasión del 20 de diciembre de 1989 no tuvo justificación alguna. Sin embargo, las circunstancias llevaron a un extremo que la opción que validó una gran parte de la población fue que un ejército extranjero (Estados Unidos) liberara al país de la dictadura de Manuel Antonio Noriega.

El 20 de diciembre de 1989 debe quedar en la historia como un hecho que jamás debe repetirse. Fue una humillación a nosotros mismos, porque como sociedad no pudimos resolver nuestros problemas. Y la pérdida fue para todos, como lo era también la dictadura. A la distancia, muchos ahora quieren demonizar la invasión y lavarle la cara a la dictadura, pero olvidan los momentos que vivía el país aquellos días.

Muchos de los que hoy cuestionan la invasión no piensan que se pudo evitar si la dictadura permitía la transición a un gobierno democrático. Pero no, la dictadura y sus adláteres civiles prefirieron invalidar las elecciones y reprimir.

Es exactamente lo que hacen Maduro y Cabello en Venezuela, país que deseamos tome el ejemplo panameño para que la solución hacia el reencuentro de la sociedad llegue de forma negociada y pacífica. Panamá sufrió y sufre, y las familias que pusieron los muertos aquella dolorosa fecha tienen todo el derecho de exigir duelo nacional. Y es que esas heridas nunca podrán cerrarse porque una invasión es lo más cruel que pudo pasar. Lo triste es que como país pasamos de una dictadura a una democracia, pero volvimos a caer en una plutocracia perversa, exactamente como la que tenía el poder cuando se produjo el golpe de Estado de 1968.

Parece que poco hemos aprendido en estos 30 años y eso es lo peligroso. ¡Hay que salir de este círculo vicioso!

La Estrella de Panamá

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