Lacalle Pou impulsará reformas en seguridad rechazadas en el referendúm del 27 de octubre

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Lacalle incluirá en la Ley de urgencia temas vinculados a la reforma “Vivir sin miedo”

Lacalle Pou y el futuro ministro del Interior, Jorge Larrañaga, participaron este miércoles 18 de diciembre de la conmemoración del 190 aniversario de la Policía Nacional.

En dicho marco, Lacalle Pou fue consultado por la prensa sobre el contenido de la Ley de urgente consideración, que enviará al parlamento en marzo de 2020.

Dijo que por el momento ha preferido tener precaución porque es un borrador que será presentado a los integrantes de la coalición multicolor, para que puedan opinar y modificar algunas cosas.

“Tengo la intención de que la opinión pública lo conozca, queremos un gobierno bien transparente, para que no se lleven sorpresas. Cada paso que demos lo vamos a comunicar. Es un proyecto de Ley extenso, con muchas prioridades y que no será presentado antes del 31 de diciembre”, dijo Lacalle Pou.

Al ser consultado si la Ley de urgencia contendrá aspectos de la reforma constitucional “Vivir sin miedo” -que fue rechazada en el plebiscito de octubre-, Lacalle respondió: “Exactamente la misma redacción, no. Pero temas vinculados, sí”.

Aunque prefirió no profundizar en cuáles serían tales aspectos.

Resultados negativos

Por otro lado, Lacalle Pou dijo que “a pesar de que el Ministerio del Interior tiene más presupuesto y más retribuciones, los resultados en seguridad pública son negativos”.

“Uruguay se tiene que comparar consigo mismo y no con los peores países. Todos sabemos de la insuficiencia de la seguridad pública, y los ciudadanos han cambiado sus costumbres en base a la seguridad pública”, sentenció.

LR21


Sindicatos de punta contra cambios de gobernanza de ANEP que planifica el gobierno electo

“Si se realizan los cambios anunciados, el año que viene va a ser de suma conflictividad y los años siguientes también”. Así lo avizora Javier Iglesias, integrante del Comité Ejecutivo de la Federación Nacional de Profesores (Fenapes), quien da por sentado que si la oposición modifica los cambios que promete llevar adelante en los organismos de la enseñanza, va a haber resistencia de parte de los sindicatos de la educación.

El gobierno entrante se propone modificar la gobernanza de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP). Los consejos desconcentrados (Primaria, Secundaria, Técnico Profesional, y Formación en Educación) pasarán a ser direcciones unipersonales y los directores de cada consejo pasarán a formar parte del Codicen, aunque en ese órgano los representantes docentes continuarán teniendo voz y voto.

Esa modificación estará incluida en la ley de urgente consideración, como también lo estará la eliminación de la exigencia de 10 años de experiencia en la educación pública para integrar órganos de gobierno de la ANEP, requisito establecido por la ley de Educación aprobada por el Frente Amplio en 2008.

«Tiene que ver con la tendencia que tiene el gobierno electo y sus aliados políticos de introducir en la gestión de la educación a gente que no ha estado relacionada en su carrera laboral a la educación pública», sostuvo Iglesias a El Observador en rechazo a la propuesta.

El presidente de Fenapes, Marcel Slamovitz, también fue crítico con el planteo del gobierno electo: «Eso de los diez años es para meter gente de la Universidad Católica fundamentalmente y tirar por la borda más de cien años de prestigio de la educación pública uruguaya».

En ese contexto, Iglesias dijo que lo planteado por el gobierno entrante es un «ataque». A su vez, señaló que desde Fenapes han “denunciado el vínculo” del gobierno entrante con «docentes de la Universidad Católica” y “proyectos privatizadores”.

Iglesias insistió en que existe una “concepción empresarial” del diseño institucional de la educación en el nuevo gobierno y se refleja en que se mantendrán los dos consejeros electos en el Codicen, pero se eliminarán los cargos de representación docente en todos los desconcentrados que pasan a ser direcciones unipersonales.

Por su parte, la presidenta de la Federación Uruguaya de Magisterio (FUM), Elbia Pereira, consideró que la eliminación de los consejos significa un «retroceso».

Camilo dos Santos

«El hecho que exista un director general en Primaria a nosotros nos causa mucha incertidumbre. ¿Cómo se imaginan gobernar un desconcentrado de la envergadura de Primaria con una sola persona? Nos parece inviable que se pueda llevar la gobernanza de esta forma. Es desconocer la administración», sostuvo Pereira.

Slamovitz, por su parte, comparó este modelo que se piensa implementar con el establecido en una institución de la última dictadura militar en Uruguay. «El Codicen que están planteando es una especie de Conade (Consejo Nacional de Desarrollo) de la época de la dictadura. Si bien (Pablo) Da Silveira dijo que se mantienen dos consejeros (electos por los docentes) en el Codicen, se eliminan en Primaria, en Secundaria», apuntó.

Pero el sindicalista no es crítico únicamente con las propuestas anunciadas sino con quienes las llevarán adelante. El presidente de Fenapes calificó al ministro electo como un «vocero de la educación privada» y afirmó que quién será presidente del Codicen, Robert Silva, tuvo en la década de los 90 una relación «represiva» con los estudiantes.

Leonardo Carreño

De todas formas, el presidente de Fenapes aún no quiere hablar de medidas de lucha y, aunque prevee conflictividad si se llevan a cabo las propuestas planteadas, está abierto al diálogo siempre y cuando no sean «imposiciones» como considera que fueron los anuncios de Da Silveira en entrevistas radiales.

El ministro entrante, que este jueves mantuvo una reunión de transición con la actual jerarca, María Julia Muñoz, prometió que así será. «Los sindicatos son una parte esencial del funcionamiento de cualquier sociedad democrática y como siempre en democracia hay que conversar. Creo que a veces la sospecha acerca de cosas que se quieren hacer o la atribución de intenciones se resuelven conversando y este —ya lo dijo el presidente— va a ser un gobierno dispuesto a conversar mucho», remató.

El Observador


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