Paraguay: críticas y protestas contra el nombramiento de un empresario en el Conacyt

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Estudiantes exigen salida de Felippo del Conacyt

La movilización congregó a estudiantes de la Facultad de Medicina y de la Politécnica de la Universidad Nacional de Asunción (UNA), además de jóvenes de otras universidades. Investigadores que forman parte de programas del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) los acompañaron.

El senador Enrique Salyn Buzarquis (PLRA) también participó de la manifestación. Dijo que la decisión del presidente Mario Abdo Benítez, de nombrar a Eduardo Felippo como ministro presidente de Conacyt, era errónea y de contenido político- ideológico. Señaló que duda, por ejemplo, de que con Felippo al frente del consejo se puedan investigar las consecuencias del uso de agroquímicos. Aseveró que el Gobierno debe rever la decisión y que un investigador debería estar al frente de esta institución.

Los universitarios pidieron que Felippo dé un paso al costado y en su reemplazo sea nombrado un académico o un investigador. Igualmente reclaman una reestructuración del consejo, que tiene poca representación de científicos y universidades, dijeron.

El investigador José Carlos Rodríguez señaló que Eduardo Felippo viene “trancando” hace tiempo la provisión de fondos para trabajos de investigación.

El electo ministro de Conacyt, Eduardo Felippo, representa ante el consejo a la Unión Industrial Paraguaya (UIP). Ayer, en conversación con ABC Cardinal, reiteró que “lo que se debe hacer es manejar las necesidades y administrar (al Conacyt) como un ministerio, como una empresa”. Admitió que si llegan dos proyectos, uno del área social y otro de la salud, apuntaría a beneficiar al segundo porque traería más beneficios “tangibles”.

Eduardo Felippo fue electo ministro del Conacyt el 20 de diciembre. El presidente de la República, Mario Abdo, defendió ayer su decisión: “Estamos en democracia, tenemos que ser tolerantes. Los que más hablan de democracia son los menos tolerantes. (…) Yo pido que respeten y me den la oportunidad de que asuma yo riesgos. Yo confío en el señor Felippo, esa es la terna que recibió el Poder Ejecutivo y de esa terna yo creo que él es el más calificado”, dijo.

ABC


Lo tangible y lo intangible para el Conacyt

POR DR. ANTONIO L. CUBILLA (*)

Las ciencias naturales y biológicas se valen de instrumentos y técnicas precisamente para ahondar en lo intangible, aquello que no se ve con los ojos, las bacterias, los hongos, los virus, las moléculas, los átomos. Estas dimensiones del mundo físico, químico y biológico están más allá de lo observacional, donde el ojo y el microscopio ya no son suficientes. Este problema preocupaba a emblemáticos filósofos y críticos culturales post modernistas como Bruno Latour y en ese sentido nuestro presidente está en muy buena compañía.

Respecto a su interpretación de lo intangible, aquello que se aprehende con preguntas, palabras, reflexiones, plasmadas en papelitos, y atribuible a las ciencias sociales, representa justamente lo contrario de lo que afirma. Porque así como las ciencias físicas, naturales y biológicas ahondan en lo no perceptible con el razonamiento o con técnicas o con equipos en la búsqueda primaria de mecanismos íntimos de la normalidad y de las patologías, las ciencias sociales se ocupan de la realidad misma en toda su tangibilidad. La misma está representada por estudios sobre la pobreza, la educación, la ética, el género, la economía, la historia, la antropología, la epidemiología, el aborto, etcétera, etcétera, es decir de lo que es muy tangible y que con la simple observación y reflexión y anotación se generan hipótesis, teorías y nuevos conocimientos tan necesario en este país donde abundan los problemas sociales.

Resumimos diciendo que el campo de lo intangible pertenece más a las ciencias duras y el campo de lo tangible más a las ciencias blandas.

Esta dicotomía en maneras de hacer la ciencia también explica un aspecto muy criticado en nuestro medio por personas bien intencionadas del mundo jurídico, político y empresarial aunque ignorante del funcionamiento del proceso científico, cuando critican que en la ciencias sociales se gasta más en salarios que en las ciencias más duras, donde se gasta menos en este rubro y más en equipamientos, lo primero está mal y lo último está bien, aluden. Con el atrevimiento propio del ignorante implican malversación cuando se investiga y gasta dinero en temas que no son de su agrado. La explicación es el menor costo básico en las ciencias sociales, menos dependiente de equipamientos costosos como en biología y la falta de institucionalización de la mayor parte de la actividad de sus científicos que deben recurrir a las ONG y lo contrario ocurre en las otras ciencias, más institucionalizadas, con mejores salarios y más dependientes de equipos caros.

Por lo antedicho es que veníamos insistiendo en la necesidad de un científico al frente del Conacyt, para evitar estas (para los científicos) peculiares interpretaciones del fenómeno de la investigación científica por parte de no profesionales en el área, que pueden resultar en la implementación de políticas científicas inadecuada.

(*) Instituto de Patología e Investigación

ACB


Eduardo Felippo es nuevo ministro del Conacyt

Ayer trascendió el Decreto 3124, del 20 de diciembre, por el cual el presidente de la República, Mario Abdo Benítez, nombra como nuevo ministro-presidente del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) a Bernabé Eduardo Felippo, representante de la Unión Industrial Paraguaya (UIP) ante el organismo. Él reemplaza a Luis Alberto Lima, quien presidía el ente desde 2013.

Días atrás, investigadores que forman parte de programas del Conacyt protestaron contra la terna de candidatos que el consejo entregó a Abdo por no tener entre los postulantes a ningún científico. El más resistido por los manifestantes era precisamente Felippo.

Los investigadores afirman que para presidir el Conacyt es necesario conocer de procesos científicos y tener vínculos con la investigación. Felippo, por su parte, había dicho que lo importante es saber de administración, ya que, para él, “Conacyt es una empresa, un ministerio, hay que administrar”.

El investigador Marcello Lachi, del Centro de Estudios y Educación Germinal, dijo que la decisión de Mario Abdo Benítez cuadra dentro de las medidas tomadas en un año y medio de gobierno, en el cual “hizo cosas muy dañinas para el país”.

Lachi afirmó que “Felippo será presidente de un consejo científico, en lucha contra los científicos”. Aseguró que continuará “la lucha entre la libertad de investigar y la sumisión a intereses particulares. No hay otra batalla, nosotros seguiremos peleando, es la supervivencia”.

El investigador explicó que antes los proyectos que se presentaban eran analizados por científicos del exterior y luego el Consejo definía los fondos, pero desde hace un año y medio, el grupo liderado por Felippo pretende analizar el mérito de cada proyecto. “Para eso tenemos científicos extranjeros. El Consejo no analiza el mérito de los proyectos; debe planificar, fortalecer la ciencia”, señaló.

US$ 20 millones estancados

En la convocatoria de 2018, más de mil proyectos de investigación se presentaron en el Conacyt con intención de conseguir financiación. Luego de una revisión hecha por científicos internacionales, quedaron 400. Sin embargo, los US$ 20 millones que tiene a disposición Conacyt alcanzan solo para apoyar 126 trabajos. En medio de discrepancias dentro del Consejo por el modo de hacer la selección, los proyectos beneficiados no fueron elegidos aún.

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