Pepe Mujica en México: «No importa ser de derecha, izquierda o centro, hay que ser latinoamericano»

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Pepe Mujica: “No importa ser de derechas, izquierdas o centro, hay que ser latinoamericano”

El ex Presidente de Uruguay José Mujica aseguró este martes en su visita a México que el futuro de Latinoamérica pasa por unirse frente a la globalización y al poder del mercado creando una “patria común”, ante lo que consideró una nueva época de “neocolonización”.

“Por el pisoteo de nuestra historia, por las impotencias, por una América mendicante, cenicienta, sumisa y que no tiene coraje de darse valor a sí misma. No importa ser de derechas, izquierdas o centro, hay que ser latinoamericano”, dijo Mujica en una conferencia magistral ofrecida en la sede de la Secretaría de Relaciones Exteriores de la Ciudad de México.

El político explicó que la globalización supone un reto porque los nuevos actores dominantes no son los Estados, sino las compañías transnacionales, un escenario ante el que solo vale “cambiar el pensamiento”.

Para adaptarse al nuevo paradigma, el antiguo mandatario reconoció que Latinoamérica parte con desventaja “porque consiguió su independencia cuando el mercado mundial se estaba gestando” y va con 300 años de retraso.

El próximo siglo, o nos agarra unidos o nos agarra vencidos”, alertó este referente izquierdista en un llamado para crear “un paraguas común” cuyo objetivo sea defender los intereses de toda la región.

Mujica puso como ejemplo el caso de Europa, un territorio que “con sus contradicciones, lenguas y heridas, de todas maneras, lleva un proceso de juntarse”, pese a que haya algunas “zancadillas, ‘brexits’ y nacionalismos”.

El uruguayo destacó también el caso de Asia, algo distinto, ya que, en ese continente los gobiernos “no se ponen de gestores, sino de aliados” de las compañías para sacar ganancia.

“El Estado suele estar presente en todas las empresas como inversor. Reconoce la mayor eficiencia del sector privado en la capacidad de gestión, pero transfiere al sector privado la seguridad del amparo del Estado”, advirtió.

El dominio del mercado se ha consolidado como “la nueva religión”, sostuvo Mujica, quien subrayó que ello se ha debido a la cultura de consumo que ha generado la mercadotecnia, una “ciencia que no estaba a la vista en el tiempo de Karl Marx o Adam Smith”.

“Cada vez que se abre una televisión, un periódico o una radio tenemos un bombardeo subliminal. El consumismo no es una deformación secundaria, es una cuestión esencial de este capitalismo que necesita a muerte que seamos compradores compulsivos y caigamos en la confusión que ser es tener”, denunció.

José Mujica finalizó su ponencia con una reflexión sobre el odio y el fanatismo en este nuevo tiempo, un fenómeno al que “todos estamos continuamente expuestos” y contra el que “debemos luchar”.

“El fanatismo es exactamente lo contrario a la libertad. Es el camino corto de la aparente eficiencia. No hay lugar a la duda, no hay lugar a la vacilación. No tiene piedad, es imperioso. Y genera odio”, subrayó

Frente a esa ola de odio, el Presidente de Uruguay de 2010 a 2015 defendió “olvidarse de las ofensas, de las heridas y las mataduras”, para ser felices y así “aprender a vivir en la libertad de odiar para tener la libertad de querer”.

Sin Embargo


Como nadie en AL, México ha cultivado la atención a migrantes y asilados: Mujica

El expresidente de Uruguay José Mujica aseguró este martes que México sigue cultivando una cultura de atender a los inmigrantes y a los asilados, y agradeció por ello.

Al acompañar al secretario de Relaciones Exteriores mexicano, Marcelo Ebrard, en el Encuentro Latinoamericano México ante los extremismos: el valor de la cultura ante el odio, Mujica señaló que históricamente México ha establecido «un escalón civilicitario» de comprensión y tolerancia en el mundo.

«Primero que nada, tengo que agradecerle en ustedes a lo mucho que nos ha dando el pueblo mexicano, son cientos mis compatriotas que alguna vez recalaran aquí por seguridad, por pan, por trabajo, y como nadie en América Latina este país ha cultivado el atender a los inmigrantes y a los asilados, estableciendo un escalón civilicitario muy alto de comprensión y tolerancia en el mundo, y no es de hoy, es de siempre, es de su historia», dijo Mujica al iniciar su intervención.

Las declaraciones se dan algunas semanas después de que el expresidente de Bolivia Evo Morales llegara a México en calidad de asilado político. Este lunes, Mujica se reunió con él en la Ciudad de México.

n su discurso, Mujica dijo que «a nueva época hay que renovar el pensamiento» y reconoció que la globalización es inevitable.

«Pienso que los latinoamericanos tenemos un desafío por delante, el mundo que va a venir no es el mundo en el que yo vivo… El mundo de los jóvenes, que los hemos convocado a la vida, por los cuales intentamos luchar por un mundo mejor, es un mundo que va a tener que enfrentar una realidad donde los latinoamericanos atomizados no existimos. Si los latinoamericanos no comenzamos a tener conciencia de nuestra pequeñez, no nos ubicamos», argumentó.

Resaltó también que el papel de América Latina es luchar por «una integración en la que la voluntad política es fundamental».

«No puedo pasar por México, por la Cancillería de México, y no decir esto, por las dimensiones, por la historia de México, por lo que le han quitado, por lo que le han robado, por el pisoteo de nuestra historia, por las impotencias, por una América mendicante, cenicienta, sumisa y que no tiene el coraje de darse valor a sí misma. No importa ser de derecha, de izquierda o de centro, es que ser de América Latina es tener la capacidad de soñar. Concuerdo: el siglo que viene nos agarrará unidos o vencidos», dijo Mujica.

El uruguayo también lanzó una crítica hacia el fanatismo, que, dijo, es lo contrario a la libertad y a la tolerancia.

«La libertad es el espíritu abierto para aprender de otros, la libertad es el reconocimiento de la humildad, de lo poco que sabemos y de lo mucho que ignoramos, y el fanatismo es absolutamente lo contrario, no hay lugar a dudas, a vacilación, no hay que tener compasión», resaltó.

Por ello, señaló, hay que luchar por liberarse del odio, pero es una lucha en la que hay que usar la conciencia, pues, dijo, todos los seres humanos estamos a un paso de caer en actitudes fanáticas.

«La lucha contra el fanatismo es la misma lucha contra el odio, es una lucha permanente a la que estamos expuestos, y tiene que seguir una pauta de nuestra propia vida y de nuestra propia manera de comprometernos con la realidad», afirmó.

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