Asambleísta exiliada en México Gabriela Rivadeneira llama a la unidad del progresismo para «restablecer la democracia»

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Gabriela Rivadeneira, junto a sus colegas Soledad Buendía y Carlos Viteri, se encuentra en calidad de exiliada política en México desde la semana pasada. Luego de haber permanecido 87 días en la embajada de México en Ecuador, Rivadeneira conversó con Pichincha Universal sobre su situación personal, jurídica, las perspectivas electorales, entre otros aspectos.

Es momento de la unidad progresista

Una vez que se acerca la campaña electoral y las definiciones en ese contexto, la expresidenta de la Asamblea Nacional señaló que es momento de una adecuada unidad entre los sectores progresistas para lograr el objetivo de recuperar la patria.

“Es un momento en el que el país necesita un gran acuerdo nacional, pero de verdad no el del supuesto dialogo de la ternura del presidente Moreno, sino de sectores progresistas, sectores que  están preocupados por lo que esta pasando en realidad en el país, en este año en la que ya la definición de candidaturas será clave y que un acuerdo tiene que ayudarnos a restablecer la democracia y el debido proceso en el país. Creo que es momento de unidad de un llamado a la conciencia a no bajar la guardia, sino a la conciencia necesaria para establecer acuerdos que permitan reestabecer el país que todos queremos y por el que hemos muchado tantos años”.

11 de octubre recibió el “despido” de la Asamblea

Gabriela Rivadeneira comentó que el 11 de octubre recibió su aviso de salida del Seguro Social con lo que, prácticamente, la Asamblea Nacional la despidió, también a sus compañeros. El título de asambleísta quedó, pero sin ningún tipo de derecho material.

No abandonaron el cargo, salieron por buscar protección política

Respecto a la posibilidad de que la Asamblea Nacional les despoje, a ella y a sus compañeros Soledad Buendía y Carlos Viteri, de la calidad de legisladores, Rivadeneira advirtió que deben pensarlo muy bien, después de lo que pasó con la exlegisladora Sofía Espín, que generó un precedente que obliga a la Legislatura a ser cuidadosa en las medidas que adopte.

“Nosotros no hemos abandonado el cargo; nosotros hemos tenido que salir, de manera obligada, de nuestro país, (porque) el Gobierno central obligó a tomar esta determinación de buscar protección política”, apuntó.

Insistió en que no hay la figura legal para que el Parlamento Nacional los destituya. Sin embargo, denunció que desde el mes de octubre del año anterior no tienen ningún tipo de reconocimiento material, que por derecho tiene un parlamentario.

Calificó la detención de su padre como “vil, injusta y cobarde”

Gabriela Rivadeneira, asambleísta de la Revolución Ciudadana, exiliada en México dijo que este atropello es un invento más de quienes por su odio son capaces de todo.

“Esta detención arbitraria es producto de una denuncia puesta hace 10 meses por el ministro del MIES , Iván Granda, pareja sentimental de la ministra María Paula Romo, principal responsable de la brutal represión de octubre pasado”.

Agregó que coincide con su partida hacia México a donde acudió en calidad de exiliada política después de más de 2 años de persecución y acoso.

“Después de 10 meses justo el día que salgo de Ecuador hacen esta burda acusación, se metieron con mis hijos, con mi familia y hoy de la manera más cobarde con mi padre de 61 años de edad con serios problemas de salud, un hombre generoso, quienes le conocen saben de su calidad humana y sus principios éticos, ese es mi padre del que me siento orgullosa del cual pido disculpas porque se y lo saben todos de lo que hoy está sufriendo es resultado de no haber claudicado en mis condiciones y militancia como principio de vida..”

La detención de mi padre es vil, injusta y cobarde. Se equivoca el gobierno si cree que vamos a dejar de batallar en la trinchera de la justicia y la libertad.

“A ellos los mueve el odio, a nosotros un enorme amor por nuestra Patria”, reiteró

Confirmado.net


Qué derechos otorga México a los asambleístas asilados de Ecuador

Los cuatro asambleístas correístas que se encontraban en la embajada mexicana en Quito lograron salir del país para dirigirse a la nación norteamericana luego del otorgamiento de asilo político.

El pasado jueves el canciller ecuatoriano José Valencia informó que se dieron todas las facilidades de salida hacia México tras otorgarse el salvoconducto respectivo.

«El Gobierno de México reconoce el respeto y la observancia (cumplimiento) al derecho internacional en materia de asilo que ha dado el Estado del Ecuador y agradece la institucionalidad de las autoridades de ese país durante todo el proceso», indicó la Secretaría de Relaciones Exteriores de ese país.

A mediados de octubre, la asambleísta Gabriela Rivadeneira ingresó a la embajada mexicana en Quito para ser protegida y resguardada por el gobierno mexicano. Dos días después de su ingreso también lo hicieron los asambleístas nacionales Soledad Buendía y Carlos Viteri, así como también al alterno Luis Fernando Molina y los cónyuges de los tres primeros.

En total nueve personas viajaron: Rivadeneira, su esposo Luis Flores y sus dos hijos; Buendía y su pareja Edwin Jarrín; Viteri y su esposa Tania Pauker y Molina.

De acuerdo con la Convención de Caracas sobre asilo diplomático ningún estado está obligado a entregar a otro o a expulsar de su territorio a personas perseguidas por motivos a delitos políticos. Además que «los gastos de este traslado y los de radicación preventiva corresponden al estado solicitante», ellos están prohibidos de practicar actos contrarios a la tranquilidad pública, ni intervenir en la política interna del estado.

El excanciller ecuatoriano José Ayala Lasso explica que en estos casos es el país que concede el asilo se responsabiliza en las consecuencias de esta decisión que implica mantenerlos en un estado de dignidad humana.

«No hay una norma específica en las convenciones sobre asilo que se relacione con el financiamiento de los gastos propios a la permanencia de un asilado en el país que le concede el asilo, pero se entiende que el país que le concede el asilo va a darle bien sea para trabajar y ganarse la vida, bien para por lo menos en una primera etapa mantenerles con un trato humano, digno y decente», refiere.

Según la Ley de sobre Refugiados, Protección Complementaria y Asilo Político de México se señala en el artículo 61 que podrá solicitar asilo político «todo extranjero que encuentre en peligro su vida, su libertad o seguridad por ideas o actividades políticas directamente relacionadas con su perfil público, y carezca de la protección de su país».

Mientras que el artículo 54 señala que la Secretaría de Relaciones Exteriores adoptará las medidas necesarias para brindar asistencia institucional y auxiliar a los refugiados para facilitar su integración en el país. El artículo 55 indica que esta cartera de Estado «podrá establecer convenios de coordinación con dependencias y entidades federales y locales, para que los solicitantes que se encuentren en estado de particular vulnerabilidad y los refugiados puedan recibir apoyos para atender sus necesidades inmediatas. Asimismo, podrá establecer mecanismos de colaboración con organizaciones de la sociedad civil y todas aquellas instituciones que puedan otorgar atención directa a solicitantes y refugiados».

En la misma legislación se determinan las razones por las que se les podría retirar el asilo político:

  • En los que se acredite que el asilado ocultó o falseó la información proporcionada
  • Por realizar actos en territorio nacional que constituyan un riesgo o amenaza para la seguridad nacional
  • Cuando existan razones fundadas para considerar que el asilado ha cometido un delito contra la paz, el crimen de genocidio, crímenes de lesa humanidad o crímenes de guerra de los definidos en los tratados internacionales de los que el Estado Mexicano sea parte o del delito de terrorismo, o
  • Cuando desaparezcan las circunstancias que motivaron su otorgamiento.

Los asilados también podrán renunciar a la protección de México o en caso de solicitarla en otro país se tomaría también como una renuncia de lo otorgado por el país norteamericano.

El Universo


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