Henning Jensen, rector de la Universidad de Costa Rica, denuncia ataques a la autonomía universitaria en la región

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Desde la Reforma de Córdoba no se vivían ataques a la autonomía como en este momento: Henning Jensenv

La epistemofobia, que es la desvalorización del conocimiento, está presente y actúa contra las universidades.Las universidades son instancias en las que potencialmente se hace una lectura crítica de la realidad y se busca la descolonización del saber.

La Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería (FILPM 2020) fue motivo para la presentación del libro Autonomías bajo acecho, editado por la Unión de Universidades de América Latina y el Caribe (UDUAL), la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y Siglo XXI Editores. El volumen es resultado del seminario “2019, año de autonomías: reflexiones sobre la universidad y su papel en la transformación social”, llevado a cabo en agosto de 2019 en el marco de la conmemoración del 90 aniversario de la autonomía de la UNAM y de los 70 años de la fundación de la UDUAL.

A la presentación acudieron Henning Jensen, rector de la Universidad de Costa Rica (UCR) y expresidente de la UDUAL, así como Roberto Escalante, secretario general de la UDUAL, quien abrió la conversación a partir de una narrativa histórica de las autonomías en México, las cuales datan de principios del siglo XX, siendo la Universidad Autónoma de San Luis Potosí la primera en alcanzar dicha garantía constitucional en 1923. Posteriormente, la Universidad Nacional lo haría en 1929.

La búsqueda y posterior consecución de las autonomías (de acuerdo con Escalante, cada país tiene su propio concepto y jurisprudencia) es “una historia que podemos narrar”. En la actualidad, en otras partes del mundo, existe preocupación en las comunidades académicas y en la sociedad por contar con una institución que opine sobre la complejidad, es decir, por tener universidades autónomas de los poderes fácticos.

La autonomía universitaria es un valor básico y fundacional de la institución universitaria.

Ha existido un consenso acerca del hecho de que las universidades, como instituciones que cultivan conocimiento, deben gozar de independencia, libertad y autonomía para regirse. Asimismo, son un espacio de reunión fuera del alcance de los poderes fácticos que contribuyen al desarrollo de un conocimiento pertinente y relevante para sus entornos sociales. De acuerdo con Henning Jensen, la autonomía apunta hacia el Ethos científico, el cual ha sido característico de la generación de conocimiento durante largos trayectos de la historia y que es universal.

A pesar de que las autonomías en América Latina y el Caribe parten de los postulados de la Reforma de Córdoba de 1918, se conciben de manera distinta en cada país. No obstante, las vincula el principio de libertad para generar conocimiento. Y, de acuerdo con Jensen, “la autonomía es un rasgo de evolución cultural, una conquista para la Humanidad entera”.

Nunca antes de la Reforma de Córdoba se había vivido un ataque a la autonomía universitaria como en este momento.

Jensen mencionó que la transformación del Estado implica el abandono de las prestaciones sociales que se incorporaron durante la Posguerra. En virtud de la privatización del capital financiero, los avances sociales fueron lesionados, entre ellos la Educación Superior. El proceso de desmontaje de los derechos conquistados a lo largo de la historia alcanzó recientemente a las universidades, las cuales se han convertido en un factor adverso a esas tendencias.

En un momento en que el capital financiero es ubicuo y las innovaciones se encuentran agrupadas en consorcios multinacionales, Jensen afirmó que la “autonomía de la universidad se convierte en un factor político adverso, donde la epistemofobia, es decir, la desvalorización del conocimiento, está presente y actúa contra las universidades, ya que devienen instancias de potencial emancipación”. Las universidades son instancias en las que se hace una lectura crítica de la realidad y se busca la descolonización del saber.

La autonomía, práctica libre del conocimiento y de la actividad social, se convierte en un elemento que no es aceptado para las tendencias privatizadoras que penetran todos los resquicios de la sociedad.

Finalmente, el expresidente de UDUAL aseveró que el acecho al cual están expuestas las universidades latinoamericanas busca la apropiación de sus funciones. Al ser creadoras y diseminadoras de conocimiento científico y tecnológico que puede ser comercializable, “las universidades se convierten en grandes emprendimientos productivos”. Desde una perspectiva económica, la autonomía es un valor negativo para quienes persiguen intereses privados.

Las iniciativas que existen en América Latina y el Caribe para limitar o abolir la autonomía significarían un golpe muy duro para la institucionalidad, ya que se debilitaría la democracia. Para ello, es necesario defender la autonomía, de lo contrario “se perdería un valor muy importante para nuestros países y culturas”, reconoció Jensen.

Roberto Escalante, comentó acerca de la actual política del presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, quien a través del programa “FUTURE-SE” ha emprendido una ofensiva en contra de las universidades federales y estaduales, principalmente las paulistas. Cabe destacar que estas últimas son las mejor posicionadas ya que representan el 80% de la investigación de Brasil. En este sentido, la transgresión a la autonomía se realiza a través de recortes financieros que afectan la investigación, la contratación de profesores o el pago de servicios. Por otro lado, Escalante aseveró que en Brasil, quienes decidan estudiar filosofía, sociología, arte y demás disciplinas humanistas tendrán que costearlo por sí mismos, puesto que esas disciplinas no generan riqueza.

Roberto Escalante, coordinador del libro.

Las universidades autónomas han procurado todas las ciencias, incluidas las ciencias sociales y las humanidades, porque no “se puede concebir el desarrollo de una sociedad en su conjunto sin el valor del pensamiento filosófico”, subrayó.

Autonomías bajo acecho es coordinado por Leonardo Lomelí Vanegas, secretario general de la UNAM, y Roberto Escalante y concentra las colaboraciones de Adrian Acosta Silva, Waldo Albarracín, Carlos Alvarado Cerezo, Jorge Calzoni, Enrique Fernández Fassnacht, Juan Eulogio Guerra, José Tadeu Jorge, Sara Ladrón de Guevara, Gerónimo Laviosa, Renate Marsiske, Dolly Montoya, Humberto Muñoz, Imanol Ordorika, Galo Naranjo, Miriam Nicado, Emma Polanco, Ricardo Rivero, Iván Rodríguez, Ramona Rodríguez, Marcial Rubio, Rossana de Souza y Paulo Speller.

Luis Fernando Rodríguez Díaz

Fotografías: Cecilia Cruz Ocampo

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