Guatemala: Mal manejo de la crisis sanitaria por Covid-19 – Por Factor Méndez Doninelli

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Por Factor Méndez Doninelli *

En Guatemala ante la Covid-19, el gobierno derechista del presidente Alejandro Giammattei, sigue improvisando sin saber a ciencia cierta cómo atacar con eficacia y eficiencia al virus silencioso, invisible y mortal.

Aunque existen protocolos de actuación del personal sanitario recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS), para enfrentar y manejar la pandemia de la Covid-19, después que hemos visto el ejemplo desastroso de otros países que no siguieron las recomendaciones establecidas .

Ahora que en Guatemala experimentamos un elevado número de contagios que crece todos los días, los guatemaltecos nos damos cuenta que dos meses después que se declaró el estado de calamidad por esta crisis sanitaria, los resultados no son satisfactorios ni mejores al contrario parece que hay una involución, que otra vez, estamos retrocediendo.

¿Por qué no hay hasta ahora, un plan para contener eventualidades de esta naturaleza y atender la elevada demanda humana que en este caso está generando la Covid-19? Es acaso que hubo falta de claridad por parte de los gobernantes, que no se dieron cuenta que lo peor estaba por venir, que ya en estos momentos tenemos un incremento exponencial de casos positivos que con seguridad van a rebalsar el débil sistema de salud del país.

Un ejemplo simple, el colapso anunciado de los hospitales nacionales destinados exclusivamente para atender pacientes positivos con Covid-19. Las camas agotadas, carecen de insumos, medicamentos y equipos de bioseguridad para protección del personal sanitario conformado por médicos, enfermeras, técnicos, auxiliares. En otros, el personal médico ha denunciado insuficiencia de personal, impago de salarios, mala atención de alimentación a los equipos sanitarios y falta de equipos de protección.

Ante el aumento de casos positivos, el presidente Giammattei en reciente mensaje a la Nación, no aludió al colapso de los hospitales nacionales ni tampoco al reclamo de los equipos sanitarios. Al contrario, mantiene vigente el toque de queda que ahora aumentó en una hora, (involución), decretó nuevas medidas restrictivas, cerró el país durante 72 horas contadas del viernes 15 al lunes 18 de mayo, significa que con contadas excepciones impide la libre locomoción de personas y de vehículos.

He sostenido antes, que el confinamiento está haciendo aguas entre la población, en particular los asuntos económicos y de subsistencia diaria. Siendo Guatemala un país donde abundan la pobreza y pobreza extrema, la mayoría de la Población Económicamente Activa (PEA) trabaja en el sector informal, por lo que el encierro obligatorio les impide generar ingresos necesarios para sobrevivir.

Estas condiciones aumentan la angustia y desesperación de muchos, que ya claman por ayuda y alimentos porque después de dos meses de emergencia, han agotado sus recursos y no han recibido ayuda o apoyo gubernamental.

A las anteriores condiciones negativas y adversas que no contribuyen al bienestar de las personas, su vida y salud, se agrega la total opacidad que mantiene el gobierno con relación al uso y gastos de miles de millones de quetzales que semanas atrás, aprobó el Congreso Nacional para atender las ingentes y urgentes necesidades que se desprenden de la emergencia sanitaria. Es inaceptable que, a estas horas, el personal sanitario reclame insumos, equipos de protección, medicinas y hasta mascarillas.

La opacidad es contraria a la transparencia y sugiere corrupción, el presidente Giammattei está obligado a rendir cuentas, es un deber constitucional.

* Maestro e investigador, consultor en Derechos Humanos y métodos alternativos de resolución de conflictos.


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