Por qué Bolivia se ubica entre los tres países de la región con menos recuperados de Covid-19

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Bolivia entre los tres países de la región con menos recuperados de coronavirus

Bolivia está entre los tres países del continente sudamericano con menor cantidad de enfermos que supera el coronavirus.

Las tres naciones de esta parte del continente americano en las que el número de personas que contraen el COVID-19 es abismal respecto al número de sanadas son: Brasil, en primer lugar, donde (hasta el lunes) se reportó más de 1.1 millones de enfermos de COVID-19 y solo 5.857 sanados; Ecuador, en segundo, con más de 50 mil contagiados y solo 5.040 que superaron el mal; y Bolivia, en tercero, con más de 26.600 enfermos y 5.857 recuperados.

“Poco menos que la cuarta parte” se sana de coronavirus en Bolivia, eso es lo que dicen las cifras, según una lectura hecha por el médico y director de la Escuela Técnica de Salud, Miguel Ángel Delgado.

Hay países como Uruguay donde el 92% de los contagiados sanó o Perú, donde el 55.8% se recuperó.

Algunos de los factores que, en criterio de Delgado, inciden para que Bolivia esté en la lista de los tres peores es la “baja respuesta del sistema sanitario”. Esto se dio, especialmente, cuando empezó a propagarse la enfermedad, pero ahora que se habilitaron algunos centros de aislamiento y hospitales, es posible que la cifra mejore.

Otra causa para que no haya mucha gente que venza al virus es la asistencia tardía al hospital. Muchos aguardan a que su sintomatología empeore para reportar que tienen coronavirus.

Esto, según Delgado, hace que el proceso de sanación tome más tiempo. Y es que en casos menos complejos, una persona con COVID-19 permanece hasta 18 días internado. Pero, si el enfermo ingresa a terapia intensiva, le tomará al menos 28 días salir del hospital.

Opinión


Afrontar la Covid-19 cuesta mínimo $us 500 y puede llegar hasta 10 mil

El coronavirus sacudió la economía de los países de muchas formas, una de ellas es el costo que cada paciente representa para el Estado. Se estima que el presupuesto mínimo necesario es de 500 dólares por persona enferma, pero puede alcanzar los 10 mil dólares en caso de requerirse terapia intensiva.

Cuando la persona acude a un hospital público, es el Estado el encargado de erogar los recursos para la recuperación de un paciente. En Bolivia se tiene el Sistema Único de Salud (SUS), que cubre los gastos en un 90 por ciento, indicaron las autoridades en salud.

Lo primero en lo que se invierte en el paciente sospechoso de coronavirus es en la prueba. Realizarla tiene un costo aproximado de 100 dólares, según los laboratorios que la realizan.

Desde que da positivo a Covid-19 hasta la última verificación de recuperación, se hacen cuatro pruebas por persona. Es decir, son 400 dólares por paciente.

“Se hace la primera prueba de diagnóstico. Luego de 14 días, viene la primera prueba de control. Si da positivo, se debe esperar a la siguiente para ver que sea negativa, igual es luego de 14 días, y, finalmente, la cuarta prueba de control que debe ser negativa para que se dé por recuperado a un paciente”, explicó el responsable de Vigilancia Epidemiológica del Servicio Departamental de Salud (Sedes) Cochabamba, Rubén Castillo.

En cuanto una persona da positivo, comienza un tratamiento sintomatológico. Es decir, al no existir medicamentos que certifiquen la cura total, se recetan diferentes drogas según los síntomas que presenten, explicaron médicos tratantes.

Uno de estos medicamentos es, por ejemplo, la Azitromicina. Se trata de una tableta que cuesta aproximadamente 5 bolivianos cada una. La receta dura aproximadamente dos semanas y, de acuerdo al peso, edad y otros factores del paciente, se receta la cantidad, explicó Castillo.

La situación se complica cuando el paciente debe ingresar a terapia intensiva. Cada jornada que la persona pase en esta unidad tiene un costo entre 800 y mil dólares. En las clínicas, puede costar un poco más.

“En la terapia intensiva se hace uso de medicamentos que inducen al coma y permiten que la persona esté conectada al ventilador, además de otros fármacos para el normal funcionamiento del cuerpo, pese a estar en este coma”, dijo Castillo.

Estos fármacos son bastante caros y son cubiertos casi en su totalidad por el SUS; algunos no. Cuanto más tiempo pase una persona en terapia, es mayor el costo por paciente. En los casos de coronavirus, la gente suele estar entre 14 y 30 días conectada a los ventiladores mecánicos, según datos de los Sedes.

Lo lamentable es que sólo el 10 por ciento ha logrado salir de la terapia intensiva y recuperarse del coronavirus. El restante falleció en esta unidad.

Estos costos varían cuando la persona recibe plasma hiperinmune, pues cada unidad tiene un valor de 200 bolivianos por todos los insumos y reactivos que se necesitan para la donación. El problema en este caso es que muy poca gente de la recuperada, que puede hacerlo, se acerca a hacer la donación.

A esto se suma que algunas personas encontraron un negocio y hacen la venta de forma ilegal. Las autoridades en salud llaman a la conciencia de la población. Observan que si el Estado invirtió más de 500 dólares en la recuperación de alguien, esta persona debería apoyar con la donación del plasma.

El director del Programa Nacional de Sangre del Ministerio de Salud, Ignacio Alurralde, dio a conocer las características de los donantes de plasma sanguíneo hiperinmune: deben ser pacientes recuperados que en 14 días no presenten síntomas de Covid-19, también se deben someter a una prueba molecular negativa reportada al banco de sangre.

Una vez identificado el donante, se abre un historial clínico con un examen físico de presión arterial, peso y talla, para descartar problemas respiratorios, circulatorios y gastroenterológicos. Además que los donantes dan su consentimiento.

50 bolivianos una pastilla del fármaco Ivermectina. Es un medicamento que fue presentado como una ayuda a enfrentar la enfermedad, pero nada está comprobado.

LA VENTA DE PLASMA ES UN DELITO PENAL

El Ministerio de Salud y la Sociedad Boliviana de Hematología elaboraron un protocolo científico para la utilización de plasma hiperinmune donado por pacientes recuperados. Además, sobre la venta ilegal de plasma, indicaron que la cartera de Estado recibió denuncias, sobre las ofertas a través de las redes sociales.

Ante esta situación, el Ministerio de Salud recordó que la venta de plasma sanguíneo es ilegal y está tipificado en el artículo 216 del Código Penal como un delito contra la salud pública.

DIPUTADA PROYECTA LEY PARA DONACIÓN DE PLASMA

REDACCION CENTRAL

La diputada de Unidad Demócrata, Shirley Franco, elabora un proyecto de ley que presentó ante la Asamblea Legislativa y plantea la donación de plasma hiperinmune para tratar a personas con Covid-19.

Franco señalo que no se trata de una obligatoriedad de donación; al contrario, se busca generar incentivos para que los pacientes recuperados donen.

“Que se curaron de la Covid-19 y también quieren donar plasma, pues como un incentivo para esa donación puedan acceder a descuentos de hasta tres meses en sus facturas de servicios básicos, vale decir, agua, luz y telecomunicaciones”, aseveró.

Franco indicó que este proyecto de ley tiene como finalidad alimentar la solidaridad de las personas para que se salven vidas.

La transfusión de plasma acelera el proceso de recuperación de un paciente con coronavirus. Esto podría ayudar a salvar vidas y evitar el colapso del sistema sanitario.

Sin embargo, sólo un 30 por ciento de los recuperados tienen la posibilidad de donar, pues el resto tienen enfermedades de base, son adultos mayores o menores de 18 años. Por tanto, las autoridades en salud piden que quienes sí pueden donar lo hagan y no caigan en la venta del plasma.

Se recuerda que esta acción está penada con uno a 10 años de cárcel.

La Prensa


«Busco plasma», la última esperanza ante el coronavirus en el país

«Se necesita con urgencia donante de plasma», «Buscamos con urgencia plasma hiperinmune» y un sinfín de mensajes similares inundan las redes sociales en Bolivia, por familias desesperadas en encontrar una donación que salve a sus enfermos de covid-19.

El anuncio de la autorización del uso de plasma de quienes superen el coronavirus para salvar a contagiados desató primero ofertas de venta de sangre por miles de dólares, algo ilegal, y ahora un goteo de llamados de los familiares para encontrar un donante como último recurso para sus enfermos.

Muchos esperan el milagro a las puertas de bancos de sangre como el de Santa Cruz, la ciudad más golpeada por la pandemia, mientras otros buscan la solidaridad a cambio de alimentos, invitaciones en restaurantes, descuentos en supermercados y hasta cursos virtuales gratis.

SOLIDARIDAD FRENTE A NEGOCIO

«Es una forma de retribuir aquel trato que tuvieron esas personas cuando fui paciente», declaró Wilder Mamani, que tras superar la enfermedad es ahora donante.

El joven consideró que «esa gente que está vendiendo plasma hace mal, porque muchas familias en nuestro país son de escasos recursos, es aprovecharse de esa situación ante la desesperación».

Esa angustia es la que refleja el rostro de Magnun Rojas, que pide con un cartel plasma a la puerta del banco de sangre, para un familiar enfermo, cuya salud es delicada en una unidad de cuidados intensivos.

«Toda la familia, por todas las formas, en redes sociales» y a la puerta por donde pueden llegar potenciales donantes, buscan angustiados el plasma, relató este hombre de mediana edad.

Pero es difícil encontrarlo, porque muchos donantes llegan acompañados del receptor, mientras el tiempo corre en contra, pues «el médico no da mucha esperanza» y los familiares están «dispuestos a hacer todo» con tal de conseguir una donación salvadora, confesó.

DE LA VENTA ILEGAL A LA RECOMPENSA

El anuncio a mediados de mayo de que el Ministerio de Salud autorizaba el plasma hiperinmune en los tratamientos para pacientes, aunque de forma experimental y no para todos los contagiados, dio pie a las ventas de sangre, con ofertas de donaciones hasta por 3.000 dólares.

Algo ilegal en el país, por una ley que data de 1996, además de inalcanzable para muchas familias.

Y no sin polémica, pues el embajador de Ciencia y Tecnología, Mohammed Mostajo, advirtió del riesgo de contagio de enfermedades como el VIH, el sífilis o la hepatitis, y el Ministerio de Salud salió rápidamente a desmentirles.

Un donante puede ayudar a entre dos y cuatro enfermos, dependiendo de la dosis, pero cobrar por ello está prohibido en Bolivia y a los primeros casos de ofertas de venta las autoridades advirtieron con denuncias por atentado a la salud pública, penado con hasta diez años de cárcel.

Incluso se planteó en el Parlamento que la donación sea obligatoria por ley para quienes superen el covid-19, pero de momento quedó en solo una posibilidad.

Por el temor a la prisión o por lo que fuera, los anuncios de ventas dieron paso a recompensas como cenas gratis en restaurantes, cuotas cero en algún club de fútbol y descuentos en aseguradoras e inmobiliarias, entre todo un imaginario de premios no monetarios para los donantes.

«Me impactó la triste noticia de que la gente estaba vendiendo plasma», contó Manfred Roca, cuyo restaurante en Santa Cruz ofrece su plato estrella gratis a los donantes.

Este empresario lamentó también la desinformación, pues al principio había creencias erróneas de que donar plasma conlleva «que te sientas débil o te pasaba algo».

La suya solo un ejemplo de las innumerables iniciativas para donar sangre no a cambio de dinero, sino con un fin solidario, en un país en el que los contagiados de coronavirus han pasado del rechazo a ser vistos como potenciales salvadores.

El plasma ya salvó vidas en Bolivia en 1960 con la fiebre hemorrágica de San Joaquín y el país dio el paso ahora con el coronavirus tras hacerlo otros como China, Italia o Estados Unidos durante esta pandemia, que entre los once millones de bolivianos deja por ahora más de 700 fallecidos y de 23.500 contagios.

Correo del Sur


Trabajadores en salud masifican huelga de hambre en pedido de insumos de bioseguridad

Trabajadores en salud masificaron la huelga de hambre en puertas del Hospital San Juan de Dios de la ciudad de Santa Cruz y anunciaron que interpondrán un recurso legal para que sea la justicia quien determine sobre la situación del sector en cuanto a la bioseguridad de los nosocomios que atienden casos de Covid-19.

El dirigente de los trabajadores en salud, Robert Hurtado, aseguró que la falta de equipos de bioseguridad para los profesionales derivó en el contagio y deceso de Coronavirus de varios de sus colegas

“Vamos a presentar una acción popular, vamos a activar lo que en su momento le presentamos a la anterior fiscal para que venga a inspeccionar y que haga un informe”, afirmó.

La medida inició la pasada semana con alrededor de 25 trabajadores en salud en los ambientes del nosocomio, el sector exige a las autoridades nacionales y subnacionales insumos de bioseguridad y más espacios de aislamiento para los profesionales del área ante incremento de casos Covid-19.

Según informó Hurtado, hasta la anterior semana existían 300 trabajadores en observación a causa del virus y 12 decesos.

Radio Fides


Bolivia reporta 896 nuevos casos de COVID-19 y Cochabamba es el departamento con más decesos hoy

Bolivia registra 896 nuevos casos de COVID-19 y 26 muertos, de los cuales 11 corresponden a Cochabamba.

El Ministerio de Salud informó en su reporte diario que en Bolivia hay un total de 26.389 casos positivos de coronavirus.

La cifra de fallecidos este viernes es de 26, sumando un total de 846 decesos desde que se empezaron a registrar en marzo.

El reporte del Ministerio de Salud indica que la mayoría de los nuevos pacientes con COVID-19 está en Santa Cruz con 375 casos; Cochabamba es segundo con 163 casos; Beni es tercero tras reportar 106 nuevos pacientes; Chuquisaca cuarto con 81; Oruro, 76;  La Paz, 48; Tarija, 24; Potosí, 14; y Pando, nueve.

Por departamentos el número total de contagios se distribuye de la siguiente manera: Santa Cruz, 15.442; Beni, 3.785; Cochabamba, 2.775; La Paz, 1.966; Oruro, 675; Potosí, 560; Pando, 505; Chuquisaca, 382; y Tarija, 299.

Del total de los 26 nuevos decesos, en Cochabamba fallecieron 11 personas; en Beni, ocho; Santa Cruz, tres; Potosí, dos; La Paz, uno; y Chuquidaca, uno. En total, desde el primer caso de coronavirus en Bolivia han muerto 846 personas en Bolivia.

Los pacientes recuperados suman 6.300, las pruebas negativas llegan a 36.822 y se contabilizan 2.177 casos sospechosos de coronavirus.

Opinión


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