El elefante en la habitación – Por John Saxe-Fernández

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Por John Saxe-Fernández *

La amenaza y el uso de la agresión unilateral por Estados Unidos son operados en su manifestación más riesgosa para la paz mundial usando instrumentos bélicos o sanciones económicas, como en la decisión de Trump de invadir a Venezuela, revelada al inicio del mandato cuando dijo a sus asesores: ¿por qué no estamos en guerra con Venezuela si tiene todo ese petróleo y está en nuestra puerta trasera?

La decision es reiterada en La habitación donde sucedió, el libro de John Bolton (NY, 2020) o las sanciones económicas contra Irán, Cuba y Nicaragua o los aranceles al acero y zinc de Canadá y México. En materia de agresión bélica, Estados Unidos acusó a Afganistán e Irak de terrorismo por el 11/S sin dato alguno.

Luego bajo falsas acusaciones de que Irak poseía y desarrollaba armas de destrucción masiva desató lo que ha sido y es un torrente militarista después de los no aclarados ataques del 11/S ( Interdisciplina, Vol 8/N.15, 2018) logrando y esgrimiendo autorizaciones en 2001 y 2002 del Senado para el uso de la fuerza militar (AUMF, por sus siglas en inglés), violando toda norma internacional: las Convenciones de Ginebra, la Carta de Naciones Unidas, su Consejo de Seguridad, etcétera.

La acusación de 2003 contra Irak la presentó el ex secretario de Estado Colin Powell en discurso ante la ONU. En entrevista en ABC News con Barbara Walters, Powell dijo sentir dolor por haber recibido datos falsos y que su discurso en la ONU es una mancha perdurable en mi carrera.

En 2017 el senador republicano Ron Paul presentó una enmienda con aval demócrata, a la Ley de Defensa Nacional que se encarga de presupuestar el gasto militar a ser ejercido en 2018, para finiquitar esas autorizaciones que (textual) autorizan usar toda la fuerza necesaria y apropiada contra aquellas naciones, organizaciones o personas que el presidente considere han planeado, autorizado o cometido o ayudado en los ataques terroristas que ocurrieron el 11 de setiembre de 2001

O que han dado abrigo a tales organizaciones o personas (ibid). Hasta ahora ningún documento o pista señalan a Afganistán o Irak, aunque en unas 16 páginas desclasificadas del informe de la Comisión Legislativa que investigó el 11/S se menciona otros responsables.

Después de 16 años de guerras y carnicerías, al presentar su iniciativa, Ron Paul exclamó: “Estoy de pie, oponiéndome a una guerra no autorizada, no declarada e inconstitucional. Lo que tenemos ahora es básicamente una guerra ilimitada a ser librada en cualquier momento y en cualquier sitio del orbe… nadie con una pizca de honestidad intelectual cree que estas autorizaciones permiten las guerras que estamos librando en siete países”.

El asunto no es menor. El orden de magnitud histórica y política del 11/S lo captó y me lo anunció, en la mañana del 12 de septiembre de 2001, el historiador Juan Brom Offenbacher de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM. En palabras que todavía resuenan me dijo: cualquier semejanza (del 11/S) con el incendio del Reichstag de 1933, no es coincidencia.

En este contexto, que incluye imperdonables pérdidas de vidas y profundas tragedias familiares y comunales en Afganistán, Irak, Libia, Siria, Líbano, Somalia, Sudán e Irán, me estremecen todavía más las palabras de Brom y de Paul así como la impunidad ante las revelaciones de Bolton.

Pero, claro, siempre hay más. Mucho más. Bolton fue asesor de seguridad nacional de Trump y también estimuló y atestiguó la unilateralidad de las sanciones económicas contra Irán y los aranceles al acero y zinc de Canadá y México.

En el año en que Richard Nixon fue obligado a renunciar, y que ya era perceptible el deterioro hegemónico del país, el Congreso aprueba una extravagante sección, la 301 de la Ley Comercial de 1974, que autoriza al presidente a aplicar sanciones económicas unilaterales por motivos de seguridad nacional contra otras naciones cuando la sabiduría presidencial detecta violaciones a las normas comerciales o cuando le venga en gana. Trump utilizó la 301 en medio de las negociaciones del T-MEC.

Acaso los unilaterales aranceles ¿no fueron para agilizar para EU concesiones en la negociación del T-MEC? En fechas más recientes las amenazas arancelarias que reaparecieron en Canadá ¿fueron para ahuyentar a Justin Trudeau de la Casa Blanca acostumbrando a mexicanos y algunos académicos de allá y acá a la bilateralidad desde el arranque del arreglo trilateral?

¿Síntoma mórbido del pánico a lo que huela a multipolaridad en América del Norte? ¿El tiburón a solas con cada sardina? El anexionismo de Estados Unidos es de larga data. Es parte de un entramado imperialista, de hegemonía en crisis con síntomas mórbidos bélico-comerciales en medio de la trágica gestión del nacionaltrumpismo y su supremacismo blanco paralizados ante el Covid-19 y una imparable multipolarización.

Coincido con el canciller Muñoz  Ledo: La movilización electoral pacífica de la 4T es la vía histórica ante el elefante.

*Doctor en Estudios Latinoamericanos de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Autor de diversos libros y artículos publicados en América Latina, Canadá, Estados Unidos y Europa. Columnista de La Jornada


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