Alberto Fernández tras el acuerdo con los acreedores: “Estamos entrando al mundo dignamente”

Foto: Radio Mitre
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Alberto: «Hoy estamos volviendo a entrar al mundo dignamente»

El presidente Alberto Fernández afirmó que el acuerdo por la deuda con los bonistas «es el resultado del esfuerzo de todos en el Gobierno» y sostuvo que el país «está volviendo a entrar al mundo dignamente», en un guiño a la frase que hizo famosa el expresidente Mauricio Macri.

El mandatario aseveró al dar una entrevista a C5N que está «satisfecho» con el acuerdo por la deuda con los bonistas y dijo que el arreglo fue producto de «una lógica correcta y y una estrategia adecuada».

«Estoy satisfecho, era necesario resolver el problema de la deuda, que era una fuerte limitación, para poder proyectar el futuro», evaluó sobre el acuerdo.

«Lo mejor que nos ha pasado como Argentina es que estamos entrando al mundo dignamente. Esto quiere decir que no nos peleamos con los acreedores. Nunca fuimos a pelear, fuimos pedirle resolver un problema, del cual éramos totalmente ajenos», insistió.

Además, destacó que «en los objetivos finales» dentro del Gobierno no hay «diferencias». «Esto que hemos logrado es el resultado de todo un Gobierno», remarcó.

“Agarramos al país en default virtual. Empezamos con muchas ganas y a poco de andar nos encontramos con que la pandemia cayó sobre nosotros. Ahí sentimos que sobre llovido, mojado», dijo y agregó: «Fue todo tan complejo, tan difícil, porque el escenario de la pandemia complicó todo».

«El objetivo era que Argentina asuma nuevos compromisos pero que de ningún modo comprometan el crecimiento futuro y que no incluyan ajustes», explicó.

Papa Francisco

Sobre el papel del Papa en este asunto, afirmó: «Voy a estarle eternamente agradecido al papa Francisco, porque en silencio nos ayudó muchísimo. Voy a estarle eternamente agradecido a López Obrador, porque le pedí que intercediera ante Larry Fink, y no solo habló en privado, sino que contó públicamente lo que le había pedido».

«Cuando me puse más duro con la negociación, hubo dos personas que me dijeron ‘mirá el contexto y ablandate un poco’. Una fue Cristina, y el otro fue Lavagna», contó el mandatario.

Se refirió al multimillonario ahorro producto del acuerdo: «Cuando decimos ‘ordenamos la deuda’, lo que decimos es que todo el dinero que no pagamos en intereses, lo vamos a usar para lo obra pública, para la infraestructura».

Guzmán

El jefe de Estado relató cómo se resolvió el último paso de las negociaciones: «A las cuatro menos cuarto de la mañana Martín me mandó el acuerdo. Hoy, cuando vino a Olivos, lo abracé, rompí la cuarentena, lo admito. Él fue muy importante y tuvo que soportar un montón de cosas».

«Tuve que aclarar que nuestro único negociador era Martín Guzmán. Siempre aparecía alguien diciendo que era negociador nuestro y empantanaba todo. Tuve que soportar que dijeran que su suerte estaba echada y que era inminente su renuncia. Nadie confía más en él que yo», contó y agregó: «Yo creo que con Martín tuve una buena idea. Estoy muy contento de no haberlo traído. Él no es un hombre de la política, pero supo interpretar muy bien mi demanda desde la política: tenemos que lograr un acuerdo pero que no lo pague la gente».

Alberto se refirió a la polémica por sus palabras sobre que no tiene ningún plan económico: «Los dos últimos planes económicos que escuché fueron de Prat Gay y de Dujovne. El de Prat Gay, el día que dijo que iba a salir del cepo y que no iba a subir la inflación. Terminó con 40 puntos de inflación. El segundo plan fue el que apareció Dujovne».

Pandemia

«Estamos en pandemia. Aumentar el gasto es lo que recomendó el FMI y lo que hizo el Banco Central Europeo y la FED de EEUU, con la diferencia de que emitimos pesos y no somos parte de la UE ni tenemos acuerdo monetario con EEUU», explicó el Presidente sobre la coyuntura mundial.

Alberto insistió: «La economía se dio vuelta. Esa economía que defendieron los ortodoxos a rajatabla, lo único que mostró es que apareció un virus y se cayó a pedazos».

60 medidas económicas

El mandatario habló del plan pospandemia: «Las 60 medidas ya están hechas y pensadas. Lo que estamos discutiendo es como eso puede repercutir mejor en las provincias».

«Lo que he propuesto es que dividamos la argentina en seis grandes regiones. Centro, Cuyo, NOA, NEA y Patagonia. He creado una sexta que es el AMBA. Entonces estamos viendo como cada una de las 60 medidas pueden repercutir mejor en cada una de ellas», explicó sobre el plan y sumó: «Estamos viendo medidas para que las economías regionales funcionen bien. Las medidas son todas de incentivo a la producción. Tienen distintas formas: desde lo impositivo hasta créditos blandos».

Giorgieva

«Kristalina Georgieva ha sido muy importante. Si bien cuando llegué me encontré con un país defaulteado y en recesión, cuando quisimos ponerlo en marcha, llegó la pandemia. Dentro de tanto malo, gracias a dios que en el FMI estaba Georgieva», aseveró.

También habló del proyecto del impuesto a las grandes fortunas y dijo que Máximo Kirchner está tabajando en eso: «Nadie ha retrocedido con eso, pero en el medio tuvimos problemas. No estamos haciendo ni mas ni menos lo que ha hecho el mundo».

«Yo imagino una negociación fructífera con el FMI, básicamente por lo que me transmitió Georgieva. Ella entiende lo que le pasa a Argentina», sostuvo.

Contó una anécdota: ‘“Lo que le pido es que nos deje hacer las cosas a nosotros porque nos va a ir mejor que si las hacemos como ustedes quieren'», le dije a Georgieva la primera vez que hable. Ella vivió en la Bulgaria comunista, con todas las carencias de la Unión Soviética. Es una mujer muy sensible al problema social. No es una economía ortodoxa sino muy sensible a todo esto».

Justicia

El presidente se refirió a la reforma judicial y al estado de la Justicia: «Llevo años escuchando a todos que la Justicia es pendular que actúa de acuerdo al sistema de turno. Si eso era cierto, Alberto hubiera llamado a los jueces diciéndoles que disparen para otro lado. Quienes se benefician con esta reforma, se benefician los funcionarios que se fueron. Lo único que les garantizo es que serán los jueces los que hagan justicia».

«Yo no voy a hacer lo que hizo Macri, porque yo la vi sufrir a Cristina. Me preocupa que pase lo de Boquín y que un fiscal procesado (Stornelli) siga siendo fiscal. Hay distinta vara. Lo único que hice fue mandar una ley al Congreso», repasó.

También sumó: «En algún momento tenemos que ponernos a pensar cómo funciona la Justicia. Va más allá de cómo funciona la Corte. Un jubilado que ve sus derechos conculcados y llega a la Corte, es muy importante cómo funciona la Corte».

Oposición

El mandatario habló de su relación con los principales representantes de la oposición, en particular los de Juntos por el Cambio. «Siempre fui enemigo del discurso único, así que admito las disidencias. Pero ahora tengo que gobernar y en una pandemia no vengamos con debates políticos. Ahora lo que me preocupa es la salud de los argentinos. Qué me voy a poner a discutir política. Además, también creo que la política no es tirarse insultos sino tirarse ideas. Es debatir y confrontar posiciones. La política se degrada cuando recurre a la justicia. Nunca fui amigo de esa lógica».

Jubilados

«Le pedí a Massa que apuremos lo de la fórmula en el Congreso. También hablé con Raverta. Quisiera que la formula la resuelva el Congreso. Ya hay proyectos en análisis en una comisión especial», ahondó sobre la fórmula automática de subas.

Tarifas

«No es un tema que tengamos en mente de ahora a fin de año. Con el tema de naftas tenemos un problema que estamos hablando con YPF pero las tarifas eléctricas y de gas hasta fin de año no van a tener cambios», adelantó.

Vicentin

Hacia el final de la entrevista Alberto Fernández se refirió a la polémica desatada por la intervención de la cerealera. «Vicentin es una prueba contundente del daño de los falsos dilemas. Es un tema que me venían hablando ante de asumir. Fueron los directivos que hablaron con Kulfas y le plantearon que estaban en un problema. Cuando asumí, todos me lo plantearon como un tema acuciante. Finalmente, cuando tomé cartas en el asunto me convertí en un expropiador serial que se quería quedar con empresas y con las casas de la gente».

«Estuvimos casi 60 días para que la justicia abra una puerta para que veamos lo que pasa al interior de la empresa y nunca lo pudimos lograr. En el mientras tanto pudimos ver que hay denuncias penales por los créditos, que están fuertemente cuestionados. También hay denuncias en EEUU sobre desvío de fondos a paraísos fiscales. Ahí me pasé a preguntar si la idea inicial de salvar la empresa y a los productores, sentí que todo se perdía y se convertía en un salvataje a los empresarios. Y lo que no quise hacer es que la idea de salvar a una empresa se convierta en un mecanismo de estatizar deudas privadas», explicó sobre el tema.

«Si hubiera querido expropiar, no hubiera buscado la peor empresa de todas», remató y habló de un proyecto para escindir YPF agro de YPF y así generar una empresa de referencia en el rubro.

Ámbito Financiero


Las 10 claves del acuerdo entre el Gobierno y los bonistas

Parecía lejano, sórdido y ominoso, pero finalmente llegó. El gobierno de Alberto Fernández, con un equipo conducido por Martín Guzmán, consiguió acordar una salida a gran parte de la deuda externa que el país tiene con los bonistas y buitres extranjeros de distinta calaña. Este marco complejo para la economía y las finanzas argentinas fue analizado por el Centro de Economía Política de Argentina (CEPA).

La deuda reestructurada asciende a unos 68.800 millones de dólares en stock de capital. En un informe, el CEPA resumió las principales claves del acuerdo.

Las 10 claves del acuerdo con los bonistas

1. La deuda reestructurada asciende a aproximadamente US$ 67.000 millones de stock de capital en lo referido a deuda de ley extranjera (tipo de cambio al 4 de agosto).

2. ¿Cuáles son los beneficios del acuerdo? En los primeros años, ahorra dólares y también pesos.

PERMITE DESPEJAR VENCIMIENTOS de los próximos años y con ello, recuperar una senda de crecimiento: si entre 2020 y 2024 vencían nada más y nada menos que US$ 63.692 millones por todo concepto (capital e interés, deuda pública y privada, ley local y extranjera), vamos a pagar sólo US$ 7.556 millones aproximadamente. Hay un alivio financiero de US$ 30.300 millones en los vencimientos de títulos bajo ley extranjera, producto de la reducción de la tasa de interés: de 7% que pagaba Macri, ahora se pagará 3,1% promedio. Si consideramos el tratamiento equitativo a la deuda en moneda extranjera bajo ley local, el ahorro en el período supera los US$ 37.000 millones.

DESCOMPRIME LA DEMANDA DE DÓLARES, importantísimo en una economía como la de nuestro país atravesado por la recurrente restricción externa.

Esto permite LIBERAR INGENTES RECURSOS FISCALES para atender la pandemia y para recuperar el consumo y la producción, y con ello el crecimiento económico. En el presupuesto 2019 los intereses de deuda alcanzaron el 21% del total de gastos.

3. Vale recordar que los bonistas arrancaron ofreciendo un acuerdo por US$ 92 de valor Presente Neto por cada US$ 100 de valor original de cada título a fin de 2019. En febrero los acreedores ya ofrecían U$S 75. En la primera oferta del Gobierno argentino, en abril de 2020, se propuso pagar U$S 40 y los bonistas allí contraofertaron US$ 65. La brecha seguía sin cerrarse. La última propuesta argentina: Martín Guzmán ofreció en mayo US$ 53 por título. Finalmente el acuerdo se cierra entre US$ 54 y US$ 55: LOS ACREEDORES REDUJERON SU OFERTA 70%; ARGENTINA LO MEJORÓ 35%.

4. Aunque algunos medios adelantaron acuerdos en relación a cuestiones legales, lo cierto es que Argentina mantuvo su posición al respecto. Dice el comunicado “Argentina, SUJETO A LA OPORTUNIDAD EN QUE SE EVIDENCIE SU APOYO POR PARTE DE LA COMUNIDAD INTERNACIONAL EN SENTIDO GENERAL, ajustará ciertos aspectos de las cláusulas de acción colectiva en los documentos de los nuevos bonos”. Es decir, aceptará esos acuerdos siempre y cuando sean considerados como criterio general en las negociaciones de deuda actuales en el mundo. Lo que se discute aquí es que no haya tantas trabas para llegar a las mayorías de aceptación en futuras reestructuraciones

5. ARGENTINA LOGRÓ COMPRAR TIEMPO en los próximos 5 años e imponer la curva aplanada de vencimientos, que era el plato fuerte de la oferta original. Ver Gráfico debajo: en rojo los vencimientos sin canje (heredados) y en celeste los nuevos vencimientos.

6. A esta altura del partido ya nadie puede discutir la BUENA FE DE LA PROPUESTA ARGENTINA, que se mantuvo incluso frente al escenario de pandemia.

7. Para poner en valor: Ecuador está reestructurando su deuda a la par de la Argentina, por un monto sensiblemente menor (US$ 17.400 millones), con una oferta cercana a US$ 59 de Valor Presente. Es decir, nuestro país logra un acuerdo con una sensiblemente menor oferta a la del ejemplo que BlackRock quiso que se emulara.

8. Un comentario técnico importante: no esperen grandes modificaciones del ratio deuda/PBI, dado que cálculo se realiza considerando stock de capital de deuda y no hay grandes quitas al mismo, sino que la clave es reducción de intereses y extensión fuerte de plazos.

9. ¿Qué se puede esperar en el corto plazo para la vida cotidiana de los argentinos? Se puede aspirar (aunque sin muchas expectativas) a que se reduzcan las tensiones cambiarias por un tiempo. A la par, poder usar recursos para ATP, IFE, Jubilaciones y demás que apuntalen el ingreso popular sensiblemente afectado por la pandemia

10. ¿Se acaba la discusión de la deuda? No. Primero, hasta el 24/8 se seguirá discutiendo cuestiones puntuales de este acuerdo hasta el momento de la aceptación final del acuerdo. Pero además, porque resta discutir la deuda de UU$ 44.000 con el FMI y las condiciones del mismo, y esto es TOTALMENTE RELEVANTE para la economía de nuestro país. Esto volverá a poner en el centro de la escena la responsabilidad del organismo en la debacle económica, sobre todo durante 2018 y 2019.

Infonews


Mauricio Macri opinó sin vergüenza sobre la deuda: «Defaultear jamás puede estar bien» 

Por Werner Pertot

Desde distintos sectores de la oposición celebraron el acuerdo con los bonistas , aunque muchos plantearon también que hace falta un plan económico. Y le apuntaron al déficit fiscal. Mientras vacaciona en París, el ex presidente Mauricio Macri obvió su papel en el incremento de la deuda que se está renegociando y simplemente afirmó: “¡Finalmente se cerró! Defaultear jamás puede estar bien». Y retomó sus paseos en familia en el veranito europeo. Desde el radicalismo, también reconocieron el acuerdo, aunque el titular de la UCR, Alfredo Cornejo, aclaró que «pudo ser mejor». La izquierda repudió el entendimiento con los fondos financieros.

Según un estudio de la Universidad de Avellaneda, Macri dejó pagos de deuda por más de 200 mil millones de pesos a vencer durante el mandato de Alberto Fernández. También hizo trepar la deuda bajo tribunales extranjeros en un 158 por ciento (unos 40 mil millones extra) y la deuda con organismos multilaterales como el FMI, en un 241 por ciento (48 mil millones). Ajeno a todo esto, Macri se mostró conforme con el acuerdo desde sus polémicas vacaciones en París , pero aprovechó para levantar el dedito: «Defaultear jamás puede estar bien», aseguró el ex presidente, que continuó con sus paseos, con sus producciones de fotos para revistas favorables y –según esas mismas publicaciones– con la dificultad de encontrar una panadería abierta para comprarle algo dulce a su hija.

«Celebro que se haya llegado a un acuerdo con los acreedores y que la Argentina haya encontrado un esquema de pagos sostenible para el futuro de nuestro país que, a la vez, nos permita cumplir con nuestras obligaciones», planteó el jefe del gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta. «En este contexto adverso, el acuerdo es un buen primer paso para retomar la senda del crecimiento y el desarrollo.»

Mauricio no fue el único Macri que opinó. El intendente de Vicente López, Jorge Macri, también reconoció el logro del Gobierno. «Felicitaciones al Presidente y equipo por haber logrado el acuerdo por la deuda. Ahora es tiempo de recorrer el camino del desarrollo y empleo, generando ámbitos de acuerdo y consenso para poner a la Argentina de pie», escribió.

El senador Esteban Bullrich también compartió esa idea. “Era importante poder avanzar en el acuerdo y dejar el tema cerrado para poder dedicarle el tiempo a las otras áreas de la economía», indicó el dirigente del PRO. “Desde una oposición constructiva que apoyó la negociación con responsabilidad y más allá de las diferencias, corresponde aplaudirlo. Después analizaremos los detalles”, sostuvo Federico Pinedo, ex presidente provisional del Senado.

Desde el radicalismo, su titular Alfredo Cornejo usó un tono más duro: «Ya no hay excusa, se cerró el acuerdo de la deuda (que pudo ser mejor). El Gobierno ahora debe mostrar el plan económico para el día después de la pandemia. Queremos aportar a la salida de esta crisis que atraviesa el país», sostuvo el dirigente de un partido con experiencia previa al endeudamiento de Macri: fue parte de la Alianza, en cuyo gobierno se trabó el megacanje y el blindaje con el FMI, que culminaron en la crisis de 2001.

Otro radical, el titular del interbloque de Juntos por el Cambio, Mario Negri, se pronunció: “Celebro que el presidente, Alberto Fernández, y el ministro de Economía, Martín Guzmán, hayan logrado el acuerdo con los acreedores externos. Este es un paso importante para el país, ya que permite sentar una de las bases para mejorar el acceso al financiamiento para el gobierno nacional, las provincias y, también, para el sector privado”. Negri también reclamó que “el Gobierno explicite el rumbo económico y presente los lineamientos de su política para el corto, mediano y largo plazo. Posiblemente, la discusión del proyecto de Presupuesto Nacional 2021 que el Poder Ejecutivo debe enviar el Congreso el próximo 15 de septiembre, sea el ámbito apropiado para lograrlo”. «Si seguimos sosteniendo un déficit de 8, 9, 10 puntos del PBI, no nos va a servir», apuntó el diputado Ricardo Buryaile la dirección a seguir.

Desde la Coalición Cívica, su titular, Maximiliano Ferraro, afirmó que «desde el inicio de las gestiones apoyamos el proceso de reestructuración de la deuda porque lo importante era evitar un nuevo período de incumplimiento de nuestras obligaciones. Es auspicioso el acuerdo alcanzado, es el primer paso, una condición necesaria pero no suficiente, hacia una economía ordenada y con perspectivas de futuro». «Ojalá que sea el punto de partida para un consenso sobre la necesidad imprescindible de contar con cuentas públicas equilibradas, la única manera real de hacer sostenible la deuda. Despejado el horizonte financiero, esperamos la presentación de un programa económico que genere las condiciones para la recuperación de la dura recesión actual y el inicio de un período de crecimiento económico que el país no consigue sostener desde el año 2011″, indicó.

En tanto, ya por fuera de la coalición Juntos por el Cambio, el dirigente José Luis Espert sostuvo: “Es una buena noticia para el país que los que nos metieron en default con la deuda externa, nos hayan sacado de ahí. En el medio quedaron las típicas bravucanadas pedorras de nuestra política», ilustró. «Se cerró donde los acreedores querían. A años luz de lo que el gobierno deseaba”, interpretó.

Desde la izquierda, repudiaron el acuerdo, de manera consistente con su planteo de no pagar la deuda. El dirigente Christian «Chipi» Castillo consideró que «La clase dominante festeja en pleno el arreglo con los «buitres», que legitima la estafa de la deuda macrista. La riqueza nacional seguirá llenando los bolsillos de los especuladores mientras se ajusta a los jubilados y laburantes. Solo el FIT-Unidad repudia la continuidad del saqueo». El diputado Nicolás Del Caño consideró: «No es casual que los dirigentes de Juntos por el Cambio también estén festejando junto a los especuladores de Wall Street. El pueblo trabajador no tiene nada que festejar».

Página 12


Guzmán: el acuerdo es «inclusivo y sostenible» y es necesario un nuevo entendimiento con el FMI

El ministro de Economía, Martín Guzmán, aseguró que el acuerdo de reestructuración de la deuda emitida bajo legislación internacional es «inclusivo y sostenible», al tiempo que consideró que el nuevo entendimiento que el Gobierno negociará con el Fondo Monetario Internacional (FMI) debe ser «bien distinto» al firmado en 2018.

En conferencia de prensa, y tras recordar que la Argentina se encontraba en una «situación de endeudamiento externo insostenible», con una «carga a la que el país no podía hacer frente», Guzmán afirmó que el acuerdo alcanzado con un grupo mayoritario de acreedores privados es «un paso muy importante en el proceso para tranquilizar a la macroeconomía argentina y comenzar a resolver la crisis transitada» desde 2018.

Nuestra expectativa es que se activen las clausulas de acción colectiva y que Argentina pueda resolver sus problemas de deuda de forma integral; obviamente seguiremos trabajando hasta el 24 de agosto, fecha en que cierra esta oferta, para lograr ese objetivo”

Según el titular del Palacio de Hacienda, el acuerdo de la deuda con los acreedores externos permitirá «quitarle al sector público la situación de asfixia» y «generar condiciones de certidumbre y previsibilidad».

El acuerdo con los acreedores externos implica para la Argentina una carga menor de deuda por US$ 42.500 millones durante los primeros cinco años, afirmó Guzmán, quien precisó que la negociación permitió reducir los intereses de un monto estimado en siete dólares promedio a tres dólares por cada US$ 100 en poder de los bonistas, junto con una reducción del capital del 1,9%.

Para el funcionario, el acuerdo de reestructuración de deuda que se alcanzó con los grupos mayoritarios de bonistas «implicó un esfuerzo importante de todas las partes», ya que «no existe un acuerdo perfecto», pero aclaró que «era necesario para darle una plataforma de despegue a la economía».

Por otra parte, indicó que las expectativas del Gobierno es que habrá «una participación muy alta» de bonistas en el canje de deuda.

«Nuestra expectativa es que se activen las clausulas de acción colectiva y que Argentina pueda resolver sus problemas de deuda de forma integral; obviamente seguiremos trabajando hasta el 24 de agosto, fecha en que cierra esta oferta, para lograr ese objetivo», señaló.

En otro orden, Guzmán, aseguró que el programa stand by que el FMI firmó con el gobierno argentino en 2018 «ha sido cancelado» y que «el siguiente paso es avanzar en un programa distinto que refleje aquello que la Argentina necesita».

Según Guzmán, la Argentina tiene prevista para los próximos dos años una carga de deuda con el Fondo Monetario Internacional que «no puede hacer frente», por lo que ratificó que «es necesario tener un programa» con el organismo para resolver los compromisos por US$ 45.000 millones

«El programa con el FMI es necesario porque Argentina no tiene la capacidad de pagarle al FMI en los términos establecidos», aseveró Guzmán, al tiempo que enfatizó también que ese entendimiento «será bien distinto» y con «premisas más sensatas sobre el funcionamiento de una economía» respecto al firmado en 2018.

Asimismo, remarcó que cuando asumió el gobierno de Alberto Fernández «enfrentaba una carga de deuda muy importante, mientras que el próximo gobierno enfrentará una situación muy diferente».

«No estamos trabajando para nosotros, sino para la Argentina, cuidando no sólo el presente sino el futuro del país», concluyó Guzmán.

Télam


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