Bolivia: Familiares de las vìctimas de las masacres de Sacaba y Senkata denuncian impunidad

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Familias denuncian impunidad por masacres en Bolivia tras golpe

Familiares de las víctimas de las masacres de Senkata y Huayllani  en Sacaba (noviembre de 2019) han vuelto a protagonizar una vigilia frente al ministerio de Justicia de Bolivia, nueve meses después de los hechos, ante la inacción del Gobierno de facto.

La protesta pacífica se realiza en la jornada en la cual la ONU ha hecho público un informe sobre las violaciones de los derechos humanos en las semanas que siguieron  al golpe de Estado contra Evo Morales (el 10 de noviembre de 2019), entre los cuales se citan las matanzas de Senkata y Huayllani.

La vigilia de este martes frente a la sede del Ministerio de Justicia exige el cumplimiento de un decreto gubernamental referido a la ayuda humanitaria para los familiares de las víctimas, así como la identificación de los autores de los asesinatos, violación a los derechos humanos, juicios extrajudiciales y masacres, incluyendo la de Senkata.

Estas protestas se vienen sucediendo hace varias semanas, y en ellas, el representante de las víctimas, David Inca, ha denunciado que el Gobierno de facto «no ha hecho nada en estos 9 meses para identificar a los autores de los masacres».

Los manifestantes expresan que «como pueblo tenemos Derecho a la Memoria, no podemos olvidar que nuestras hermanas y hermanos [que] fueron violentamente reprimidos por los policías y militares cómplices del Golpe de Estado», en referencia a los hechos en los cuales murieron al menos 35 personas y decenas de heridos.

Telesur


Murillo reta a Bachelet: Muertos en Sacaba y Senkata no fueron por bala militar ni policial

Por Rubén Atahuichi

El ministro de Gobierno, Arturo Murillo, desafió a la alta comisionada de la ONU Michelle Bachelet a visitar Bolivia a comprobar que las muertes ocurridas en Sacaba y Senkata en noviembre del a{o pasado no fueron ni por bala militar ni policial.

“Yo quiero decirle a la señora Bachelet, con el mayor respeto y cariño, la invito a Bolivia; que es muy fácil hablar desde lejos cuando no se conoce la realidad. La invito a venir a Bolivia a revisar todos los exámenes forenses de todos los muertos en Senkata y en Sacaba”, dijo el funcionario en rueda de prensa la mañana de este martes.La posición de Arturo Murillo sobre las observaciones de Michelle Bachelet. Video: Roberto Guzmán

En ocasión de la presentación del informe de la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos (OACNUDH) sobre la crisis postelectoral de 2019, la expresidenta de Chile, en su condición de jefa del organismo, expresó su preocupación sobre la ausencia de esclarecimiento de los hechos de 2019, que sucedieron a la renuncia del entonces presidente Evo Morales y la llegada al poder de Jeanine Áñez.

“Me preocupa profundamente que, nueve meses después, aún no ha habido rendición de cuentas por las muertes en Sacaba y Senkata, ni para la mayoría de las muertes ocurridas en el período cubierto por nuestro informe”, dijo el lunes Bachelet.

En su “Informe sobre la situación de DDHH con posterioridad a las Elecciones del 20 de octubre de 2019”, el organismo de derechos humanos de la ONU concluyó que en la fase postelectoral de 2019 “la conducta del Estado ante la crisis trasgredió los estándares internacionales de derechos humanos”.

Según el registro periodístico, en la represión militar-policial de Sacaba, el 15 de noviembre, y Senkata, el 19 de noviembre, murió una treintena de manifestantes. Entonces, las Fuerzas Armadas ejecutó sendos operativos al amparo del Decreto Supremo 4078, que las eximía de eventuales procesos penales.

Murillo insistió en que las muertes en ambos hechos fueron ajenas a las fuerzas represivas del Estado. “Si se toma esa molestia la señora Bachelet, se va a dar cuenta de que todos los muertos fueron asesinados por sus compañeros; no hay ni un solo muerto, gracias a Dios, por la Policía ni por los militares, ni con bala policial ni con bala militar”, dijo.

Esa versión ya la había expresado Murillo el 15 de noviembre de 2020. Y en la noche del 19 de noviembre, cuando ocurrió la masacre de Senkata, como llamó la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), el ministro de Defensa, Luis Fernando, dijo a los medios de información que el Ejército no disparó ni un solo cartucho.

Murillo aclaró este martes que “la mayoría de los muertos son con bala en la nuca, en la espalda, en el costado”. “Yo hasta ahora no conozco una bala que se haya fabricado (para) que se dé la vueltita para entrarte por la nuca; no conozco. En un enfrentamiento, los tiros son el pecho, en la cara; son de frente”, aseguró.

Al respecto, el informe de la OACNUDH señala que “no hubo reportes de miembros de las fuerzas de seguridad que hubieran muerto o resultado heridos por armas de fuego durante estas protestas”.

“A la fecha, no se ha responsabilizado formalmente a nadie por las muertes ocurridas durante las protestas en Sacaba y Senkata”, reclama el documento.

Al contrario, el Ministro de Gobierno, cuestionó la presunta inacción de Bachelet en el conflicto de principios de agosto, cuando la Central Obrera Bolivia (COB) y el Pacto de Unidad propiciaron bloqueos en el país, que, en criterio del Gobierno, impidieron el paso de oxígeno medicinal y medicamentos necesarios para pacientes de COVID-19 en La Paz, Oruro y Cochabamba.

“Creo que sería importante decirle a la señora Bachelet qué opina de los casi 40 muertos que le debe el señor Evo Morales y el ‘socialismo del siglo XXI’ a nuestro país por los últimos 12 días de bloqueos, por falta de oxígeno. ¿Por qué no se pronuncia la señora Bachelet?”, refutó.

“Señor Bachelet, no se tape los ojos, mire con sus dos ojos. Bolivia necesita que haga todas las observaciones pero con total claridad, con transparencia y que no hagan campaña política”, insistió Murillo.

La COB y el Pacto de Unidad, que reúne a cinco grandes organizaciones sindicales y campesinas del país, protestaron contra la postergación de elecciones para el 18 de octubre definida con una resolución de sala plena por el Tribunal Supremo Electoral (TSE). Las protestas amainaron cuando la Asamblea Legislativa blindó la fecha de los comicios con una ley que, por su parte, la promulgó Áñez.

Radio Popular


Error de codificación revela otra falla fatal en análisis de la OEA en elecciones de 2019

Un importante error de codificación en el análisis de la Organización de Estados Americanos de las elecciones de octubre de 2019 en Bolivia demuestra otra falla fatal en ese análisis, negando nuevamente las afirmaciones de la OEA de que el fraude afectó los resultados.

El error se reveló la semana pasada después de que Irfan Nooruddin, un estadístico de la Universidad de Georgetown en Washington, DC, a quien la OEA había contratado para analizar los resultados de las elecciones, hiciera disponibles sus datos por primera vez. El economista del Centro de Investigación Económica y Política (CEPR), David Rosnick, notó que en los datos de Nooruddin, las marcas de tiempo se ordenaban alfanuméricamente, en lugar de cronológicamente. Este fue un error fatal para el análisis de la OEA, ya que sus alegaciones de “un cambio drástico y difícil de explicar en la tendencia de los resultados preliminares” dependían de la cronología de cuándo se informaron los votos. En su informe final de auditoría sobre la elección, la OEA indicó que las tendencias observadas en el conteo rápido inicial también se ven en el conteo oficial; esta conclusión se basa en marcas de tiempo ordenadas incorrectamente.

“La OEA no tenía una cronología real del recuento de votos de Bolivia, aunque hizo acusaciones de que hubo un cambio en la tendencia de los votos a lo largo del tiempo que sugería fraude”, dijo Rosnick.

El error de codificación significa que cada día procede de “01:00 a. M.” A “12:59 p. M.”, Lo que significa, por ejemplo, que Nooruddin consideró las actas con una marca de tiempo de “1:00 p . M.” Antes de las actas con la marca de tiempo a las “01:01 am ” del mismo día (21 de octubre). Esto hace imposible que Nooruddin y la OEA hayan podido analizar adecuadamente las tendencias de la votación a lo largo del tiempo.

Pedido de sellos de tiempo de Nooruddin para el 20 y 21 de octubre de 2020

Gerardo de Icaza, el Director del Departamento de Cooperación y Observación Electoral de la OEA, no ha dejado de alabar el trabajo de Nooruddin, incluso después de que el error se le señaló, twitteando : “@irfannooruddin es uno de los mejores estadísticos electorales en el mundo . Sus hallazgos sobre las recientes elecciones bolivianas se mantienen a pesar de las afirmaciones sesgadas y de aficionados que optaron por ignorar los hechos ”.

“Es bastante sorprendente ver que esto sale tan tarde con múltiples errores, pero tampoco es sorprendente dado que nadie ha podido replicar el análisis de Nooruddin hasta ahora”, dijo Jack Williams, investigador electoral del Instituto de Tecnología de Massachusetts, quien coautor del análisis de los resultados electorales de Bolivia publicado por el blog Monkey Cage de The Washington Post en febrero de 2020. “Es lamentable que haya sido necesario ocho meses para publicar el código estadístico con errores básicos, incluso cuando otros investigadores y periodistas lo pedían para determinar cómo El análisis de la OEA llegó a las conclusiones que hizo.

“Este increíble error dice mucho sobre la integridad del trabajo de la OEA al monitorear las elecciones y determinar si el fraude o las irregularidades podrían haber afectado los resultados”, agregó Williams.

“Que la OEA continúe defendiendo su análisis de las elecciones bolivianas, en lugar de reconocer sus errores, o admitir su deshonestidad en el sentido de que no tenía pruebas para afirmar que el fraude cambió los resultados de las elecciones de Bolivia, exige responsabilidad”, Dijo Rosnick. “Los formuladores de políticas en Estados Unidos y otros países miembros de la OEA deberían exigir respuestas”.

“Los países miembros también pueden querer evaluar si sus contribuciones a la OEA se están dando un buen uso”, agregó Rosnick. “La OEA se ha negado a responder preguntas de miembros del Congreso de Estados Unidos y los medios de comunicación sobre su análisis de las elecciones bolivianas y su papel en allanar el camino para un golpe militar en Bolivia. Todo el tiempo parecía obvio que tenía algo que ocultar, y ahora estamos comenzando a ver más pruebas de que la OEA nunca podría defender sus acusaciones contra las elecciones de Bolivia de 2019 ”.

La Resistencia

 


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