Argentina: el Banco Central presentó su guía para el uso del lenguaje inclusivo

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El Banco Central de la República Argentina (BCRA) reconoció al lenguaje inclusivo como “una herramienta eficaz” y un “recurso válido en las comunicaciones, expedientes, formularios, documentación y producciones de la institución”, por lo que elaboró una guía para usarlo.

El texto que aprobó el Directorio, informó el organismo, “permite adoptar en los textos un lenguaje inclusivo, acorde con el plexo normativo nacional e internacional vigente”, detalló la directora Betina Stein. En un comunicado, el BCRA detalló que el cambio usa “promover una comunicación que evite sesgos de género y expresiones sexistas, que no reproduzca estereotipos o situaciones de discriminación y que visible todas las identidades de género”. El objetivo último, con el uso y la incorporación del inclusivo, “es paulatinamente migrar de la masculinización del lenguaje a la interpelación de todos los géneros”.

La guía, elaborada e impulsada por dos gerencias del organismo (la de Comunicación Estratégica y la de Promoción de Políticas de Género) consiste en “ejemplos concretos, sugerencias y recomendaciones” para la redacción de los documentos. Además, “ofrece opciones para nombrar colectivos y grupos, para expresar cargos y posiciones, ejemplos sobre el uso de artículos y pronombres, formas impersonales y recomendaciones sobre el uso de imágenes”.

El texto, al que tuvo acceso este diario, contempla sugerencias para el “uso del genérico universal” (con opciones para nombrar colectivos y grupos sin invisibilidad), el “uso de abstractos” (para cargos y posiciones), el de artículos y pronombres (“para expresar generalizaciones o grupos”) y los modos de usar el femenino en cargos, títulos y ocupaciones.

Además, la guía ofrece recomendaciones para el uso de imágenes, que contempla las dificultades habituales con las que se encuentran quienes trabajan en instituciones públicas y muchas veces, por ejemplo, deben recurrir a bancos de imágenes, algo en cuyo caso sugiere “evitar las imágenes de la primera página” que se ofrece, porque “suelen contener las imágenes más estereotipadas”. En términos generales, recomienda “visibilizar la diversidad”, puesto que “hay muchos tipos de personas”: para ello, propone “usar imágenes que muestren diferencias de géneros, color de piel, estaturas, fisonomía culturas, edades”. También, “presentar personas en roles diferentes a los tradicionales, para evitar estereotipos de género”, al mismo tiempo que evitar la jerarquización de imágenes, es decir, procurar “un equilibrio numérico y de tamaño entre imágenes de distintas identidades de género”.

El texto se presenta como “un documento de trabajo colaborativo”, que además es “permeable a la incorporación de otras expresiones y términos”. “Usar lenguaje inclusivo para evitar sesgos de género, expresiones sexistas, invisibilizar géneros no binarios, la reproducción de estereotipos o situaciones de discriminación es un proceso de aprendizaje constante”, advierte el texto.

La aplicación de la Guía “nos va a estimular a buscar y a encontrar nuevas maneras de expresarnos, incluyendo y respetando en la redacción de textos que, como los informes, dictámenes o normas suelen ser muy estructurados y rígidos”, detalló Claudia Berger, Vicesuperintendenta de Entidades Financieras y Cambiarías. “La incorporación del lenguaje inclusivo es una pedagogía feminista de reconocimiento que impacta en la hegemonía del lenguaje sexista constructor de segregaciones, jerarquías y violencias. Con esta política estamos generando ámbitos de trabajo más igualitarios y previniendo violencias, especialmente, la vulneración del derecho a la identidad de género”, señaló por su parte María Celeste Perosino, gerenta de Promoción de Políticas de Género, Resguardo del Respeto y Convivencia Laboral.

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