Chile | El gobierno ratifica que no firmará el Acuerdo de Escazú

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Contexto NODAL
El Acuerdo Regional sobre el Acceso a la Información, la Participación Pública y el Acceso a la Justicia en Asuntos Ambientales en América Latina y el Caribe Acuerdo de Escazú es un tratado originado en 2012 y firmado en 2018 cuyo objetivo es garantizar la implementación plena y efectiva de los derechos de acceso a la información ambiental, participación pública en los procesos de toma de decisiones ambientales y acceso a la justicia en asuntos ambientales, así como la creación y el fortalecimiento de las capacidades y la cooperación, contribuyendo a la protección del derecho de cada persona, de las generaciones presentes y futuras, a vivir en un medio ambiente sano y al desarrollo sostenible. Si bien lo firmaron 22 países, solo 9 lo ratificaron. Chile impulsó y lideró el Acuerdo de Escazú, pero no lo firmó.

Gobierno ratifica que no firmará Acuerdo de Escazú y justifica decisión con 4 argumentos en escrito

Este martes el Gobierno ratificó que no firmará el “Acuerdo Regional sobre Acceso a la Información, la Participación Pública y el Acceso a la Justicia en Asuntos Ambientales en América Latina y el Caribe” conocido como el “Acuerdo de Escazú”.

El tratado considera principios como la información ambiental, la participación de todos los involucrados en la toma de decisiones, y dar protección a defensores ambientales. El pacto entrará en vigencia el 26 de septiembre.

Previamente, el canciller Andrés Allamand había dado a conocer la postura negativa del Gobierno para subscribir al acuerdo afirmando que “es inconveniente para Chile”.

Dentro de los planteamientos del Gobierno para no subscribirse, está que “el Tratado no entrará en vigencia hasta que consiga la ratificación de al menos 11 países de América latina y el Caribe, situación que, a la fecha, aún no se materializa”.

“Desde un punto de vista técnico, el Acuerdo contiene normas que, conforme a su tenor literal, podrían ser eventualmente interpretadas como auto ejecutables, y otras que, pese a contemplar reenvíos a la legislación doméstica, generan o podrían generar debate sobre su aplicación en virtud del control de convencionalidad. En efecto la aplicación de los principios, definiciones y disposiciones generales del Acuerdo sumado a su carácter supra legal, abre una incertidumbre grave respecto a la normativa de fondo aplicable”, señala el documento dado a conocer esta jornada.

En esta línea, se afirmó que “el Gobierno de Chile considera inconveniente la suscripción del Acuerdo de Escazú, atendida la ambigüedad y amplitud de sus términos, su eventual autoejecutabilidad y la obligatoriedad de sus normas que prevalecerían por sobre la legislación medioambiental interna, todo lo cual generará una creciente judicialización de los procedimientos ambientales y, planteará un cuadro global de grave incertidumbre jurídica”.

Así, se indicó que “expone al país a demandas ante Tribunales Internacionales por problemas de interpretación de estas nuevas regulaciones. Finalmente, hay que agregar que el Tratado no admite reservas y que establece diversas obligaciones ambiguas para el Estado de muy compleja implementación.”

De esta forma, justificaron su decisión con 4 puntos:

(i) El Acuerdo introduce una serie de principios no definidos que condicionarán nuestra legislación ambiental.
(ii) El Acuerdo podría implicar cambios inciertos en nuestra legislación, dada su autoejecutabilidad, generando incertidumbre jurídica.
(iii) El Acuerdo introduce obligaciones para el Estado ambiguas, amplias e indefinidas, que dificultan su cumplimiento.
(iv) El Acuerdo expone a Chile a controversias internacionales por la aplicación directa de sus normas y el carácter ambiguo de las mismas.

Tras conocerse los dichos de Allamand donde se dio a conocer que Chile no firmaría el acuerdo, distintos partidos de la oposición emitieron un comunicado, donde llamaron al Gobierno a firmar el acuerdo antes de la fecha límite e indicaron que el pacto “es una respuesta a la situación que enfrenta la población de las zonas de sacrificio. La larga lucha de las organizaciones de Puchuncaví-Quintero sería distinta si pudieran contar con toda la información de manera transparente”.

Asimismo, afirman que se trata de “la última oportunidad que tiene este gobierno de demostrar su compromiso en la defensa de los derechos a la participación de la ciudadanía y liderazgo internacional en la crisis climática y ecológica”.

Durante este martes, el presidente Sebastián Piñera dio un discurso en la 75° Asamblea General de la ONU. Dentro de los temas que tocó, se refirió a la situación medio ambiental del mundo, poniendo especial énfasis en el cambio climático y como es un deber mundial hacer frente a éste, refiriéndose al derretimiento de los glaciares y a la labor de Chile en esta materia, asegurando que el país es uno de los pioneros en la región en tomar medidas con un foco ambiental.

Allamand y Escazú

Más tarde, el canciller Allamand realizó un punto de prensa donde reiteró: “El Gobierno en definitiva ha resuelto no suscribir este acuerdo”.

“En cuanto a la suscripción del acuerdo y a la ratificación, solo hacer presente que hasta ahora no se completan ni si quiera los 11 países que son necesarios para que el tratado entre en vigor”, sostuvo.

Agregó que “en distintos países, como por ejemplo, México, Perú, Colombia, la propia Argentina, se está realizando también un análisis muy a fondo”.

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Rechazo de La Moneda a firmar Acuerdo de Escazú saca ronchas: Greenpeace y oposición aseguran que el Gobierno «engañó» al país

El Gobierno zanjó el tema: no firmará el Acuerdo de Escazú. Incluso, este martes entregó una serie de argumentos en la comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Diputados para justificar la no suscripción del tratado, dichos por el canciller Andrés Allamand y la ministra de Medio Ambiente, Carolina Schmidt. Pero lejos de cerrar el flanco, abrió otro de críticas, principalmente de grupos ambientalistas y parlamentarios de oposición.

A la cabeza de éstas está Greenpeace, cuyo director nacional Matías Asún aseguró que con esta decisión, «se confirma que el gobierno del Presidente Piñera ha engañado al país haciéndonos creer que los temas medio ambientales están en el centro de su agenda. No es así y hoy ha quedado ratificado con la intervención del Canciller».

«El gobierno promovió y lideró el acuerdo de Escazú que hoy decide no firmar, el gobierno expuso el acuerdo de Escazú como argumento para conseguir la sede de la COP25. Bueno, resulta todo fue un engaño. Una publicidad engañosa que finalmente hoy se sincera. Sentimos la decepción de quien ha sido engañado por largo tiempo”, agregó.

Opinión similar compartió Sebastián Benfeld, Champion de Escazú por la Cepal y líder de campaña Escazú Ahora Chile: «Nos indigna profundamente la decisión del Gobierno de Sebastián Piñera de no firmar el acuerdo por los DDHH y el medio ambiente más importante de los últimos 20 años. Las respuestas formuladas por el Canciller dan cuenta de su incapacidad de dar con argumentos reales que justifiquen su decisión para no firmar el tratado que su propia cartera escribió durante más de 6 años».

«Es inaceptable que mientras en Naciones Unidas el Presidente habla de avanzar hacia un desarrollo sostenible y proteger los DDHH, en su propia casa siga postergando la entrega de soluciones concretas a quienes sufren en carne propia las consecuencias de una institucionalidad ambiental deficiente», añadió.

«Esto es un portazo en la cara para los más de 60 jóvenes que impulsamos la campaña ‘Escazú Ahora Chile’, a las más de 20 mil personas que hoy exigimos que no se nos deje fuera de este importante acuerdo y, en definitiva, a todos quienes estamos convencidos de que es urgente tomar medidas concretas para frenar el avance de la crisis climática y ambiental en nuestro país.

Piñera, Allamand y Schmidt pasarán a la historia como los responsables de que todo Chile se convierta en una gran zona de sacrificio el día de mañana», explicó.

«Nos apena que finalmente nuestras autoridades hayan preferido escuchar a los contaminantes y no a las personas», finalizó, recalcando que «nos queda claro que la política de este gobierno es dar certezas a las industrias que destruyen nuestro planeta e incertidumbre a las personas que habitamos este territorio. Simplemente esto es decepcionante».

Críticas de la oposición

Desde la oposición también reaccionaron a esta decisión del Gobierno de Sebastián Piñera. A través de redes sociales -principalmente Twitter- se convirtió en tendencia el hashtag #EscazúAhora, donde los políticos se han volcado a cuestionar esta situación.

El diputado ecologista, Félix González ha sido uno de los más activos, ya que además de compartir los argumentos del Gobierno, dijo que «la razón real no la dicen: le da garantías a las comunidades por sobre los intereses empresariales y este es un gobierno de los empresarios».

«Son reiterativos y pobres los argumentos q entrega el gobierno para no firmar el #AcuerdoDeEscazú, cuando la verdadera razón es q este tratado le da más garantías a las comunidades por sobre las empresas contaminantes, y este es un gobierno de los empresarios», reiteró. Por eso, dijo que no descansarán hasta que se firme el acuerdo.

La diputada de Comunes, Camila Rojas, tuiteó: «Se confirma que @sebastianpinera fue a la ONU solo a mentir. Una vergüenza».

Su par del PL, Vlado Mirosevic añadió: «Un gobierno que se vanaglorió, hasta el final, con la #Cop25, pero que no le interesa firmar el #AcuerdoDeEscazú, habla más de ganancias cortoplacistas que de un real compromiso con el medioambiente y la gente».

La diputada y presidenta de RD, Catalina Pérez indicó, a través de la misma red social, que «es inaceptable que el mismo Gobierno que participó activamente en la promoción y redacción de este acuerdo histórico en América Latina se niegue a firmarlo. Hoy el ministro @allamand en comisión de RREE comunicará la decisión. Levantemos la voz».

«El @GobiernodeChile da razones -que a estas alturas parecen excusas- para no firmar Acuerdo de Escazú. Priorizar sector privado por sobre la protección del medioambiente es un grave error, y profundizará deterioro de nuestra diplomacia ambiental», criticó la diputada del FA Claudia Mix.

«El gobierno no puede realizar pomposos discursos de protección medioambiental y al mismo tiempo inventar pretextos de poca monta para no ratificar el Acuerdo de Escazú. No hay excusas», dijo Gael Yeomans.

El PS Jaime Naranjo agregó que esta decisión es un «gran retroceso y que perjudica la sustentabilidad ambiental y el desarrollo de la democracia y economía. Y para peor, la imagen internacional queda por el suelo y muy debilitada».

«Chile fue impulsor de Escazú y presidió cop25. Hoy decide no firmar acuerdo que contempla justicia, transparencia, información y participación. Papelón internacional, ante la soberbia y la desidia de quienes toman la decisión», tuiteó Carolina Marzán.

Gobierno descarta contradicción

El canciller Andrés Allamand aseguró que no existe ninguna contradicción entre la política ambiental del Gobierno y el rechazo a firmar el Acuerdo de Escazú.

«No hay ninguna contradicción, Chile mantiene una política ambiental fuerte y resuelta que se mantiene afirme», aseguró esta jornada.

«Nosotros tenemos un compromiso con la Comisión de Relaciones Exteriores y de Medioambiente de la Cámara de exponer el documento que ya ha sido publicado y ahí se exponen con lujo de detalles todos los argumentos en virtud del cual el Gobierno ha resuelto en definitiva no firmar este acuerdo», recalcó.

«Hasta ahora no se completan ni siquiera los 11 países que son necesarios para que el tratado entre en vigor. En distintos países, como México, Perú o Colombia y la propia Argentina, se está realizando un análisis muy a fondo del tratado», concluyó.

Posteriormente habló la ministra de Medio Ambiente, Carolina Schmidt, quien aseguró que el gobierno apoya y está “plenamente de acuerdo” con todos los fundamentos ambientales base del tratado, pero que “el problema es la forma en que quedó redactado”.

Según precisó, este acuerdo que ya fue ratificado por nueve países de la región “no admite ningún tipo de reserva” y que Chile ya cuenta con una “legislación ambiental pionera”.

“El problema de Escazú no está en las temáticas que aborda, el problema no está en el acceso a la información, no está en la participación ciudadana ni en la justicia. El problema está en la forma en que quedó escrito el texto final, la ambigüedad y la amplitud en que quedó”, agregó.

El Mostrador


Acuerdo de Escazú: Ministra del Medio Ambiente dice que decisión de no firmar el pacto se debe a “la forma en que quedó redactado” y por contener ambigüedades

Luego de que se conociera la decisión final del gobierno de no firmar el Acuerdo de Escazú -que fue argumentada en un documento de 12 páginas que fue adelantado por La Tercera- el canciller Andrés Allamand y la ministra Carolina Schmidt participaron en la comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Diputados que contó, además, con una amplia asistencia de parlamentarios de la comisión de Medio Ambiente. El objetivo de esta cita, que estaba programada desde hace varias semanas, era conocer la argumentación completa del Ejecutivo respecto de su no suscripción al pacto de democracia ambiental para América Latina, que podría entrar en vigencia este 26 de septiembre.

En la instancia y tras la intervención de Allamand, la ministra Schmidt aseguró que el gobierno apoya y está “plenamente de acuerdo” con todos los fundamentos ambientales base del tratado -que busca garantizar acceso a la información, a la participación y a la justicia en asuntos ambientales- pero que “el problema es la forma en que quedó redactado”. Según precisó, este acuerdo que ya fue ratificado por nueve países de la región “no admite ningún tipo de reserva” y que Chile ya cuenta con una “legislación ambiental pionera”.

“El problema de Escazú no está en las temáticas que aborda, el problema no está en el acceso a la información, no está en la participación ciudadana ni en la justicia. El problema está en la forma en que quedó escrito el texto final, la ambigüedad y la amplitud en que quedó”, agregó.

Asimismo, indicó que la decisión de no firmar el texto final de Escazú no fue una decisión de su cartera únicamente, sino que de todo el gobierno “sin excepción”. “Una decisión compleja basada en una análisis largo y profundo que busca cumplir con la obligación de que al comprometer al Estado de Chile se haga de forma responsable y prudente sin crear una incertidumbre jurídica”, dijo.

“Apoyamos la institucionalidad de nuestro país, la independencia y la seriedad de nuestros tribunales y la decisión soberana del Estado de Chile que establece que la firma de cualquier tratado internacional es de facultad exclusiva del Presidente de la República quien por sobre los intereses sectoriales, políticos o partidistas, debe cautelar el interés nacional y la soberanía de nuestro país”, agregó.

Por otra parte, y luego de haber sido cuestionados por algunos de los diputados presentes por el deterioro de la imagen internacional del país, el canciller Allamand indicó que “desde el punto de vista de su ambición y de sus aspiraciones ambientales” la proyección de Chile hacia el extranjero “está claramente consolidada”.

En el documento con su argumentación -que fue remitido al Congreso durante esta mañana- ambas carteras sostienen que para el país es “inconveniente la suscripción del Acuerdo de Escazú atendida la ambigüedad y amplitud de sus términos, su eventual autoejecutabilidad y la obligatoriedad de sus normas que prevalecerían por sobre la legislación medioambiental interna».

Esto, se agrega, «generará una creciente judicialización de los procedimientos ambientales y planteará un cuadro global de grave incertidumbre jurídica”.

La Tercera


Allamand descartó contradicción entre política ambiental y rechazo a firmar Acuerdo de Escazú

El canciller Andrés Allamand aseguró que no existe ninguna contradicción entre la política ambiental del Gobierno y el rechazo a firmar el Acuerdo de Escazú.

Ante las críticas que ha generado esta decisión, el ministro planteó que «no hay ninguna contradicción, Chile mantiene una política ambiental fuerte y resuelta que se mantiene afirme».

«Nosotros tenemos un compromiso con la Comisión de Relaciones Exteriores y de Medioambiente de la Cámara de exponer el documento que ya ha sido publicado y ahí se exponen con lujo de detalles todos los argumentos en virtud del cual el Gobierno ha resuelto en definitiva no firmar este acuerdo», recalcó.

Finalmente, Allamand recordó que «hasta ahora no se completan ni siquiera los 11 países que son necesarios para que el tratado entre en vigor. En distintos países, como México, Perú o Colombia y la propia Argentina, se está realizando un análisis muy a fondo del tratado».

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