El candidato de Trump se convirtió en el primer presidente del BID que no proviene de América Latina

2.214

Eligen como presidente del BID al candidato de Trump

Mauricio Claver Carone se convirtió este sábado en el primer presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) que no proviene de un país de América Latina y el Caribe, en el marco del rechazo de varias naciones del continente al candidato propuesto por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.En una reunión realizada de manera virtual, Claver Carone, uno de los asesores de seguridad nacional del mandatario estadounidense y conocido por sus posturas contra Cuba, Nicaragua y Venezuela, fue electo con el respaldo de 23 países de las Américas, que representan el 66,8% de votos a favor, con un 31,23% de abtenciones.

En redes sociales se manifestaron diferentes voces en abierto rechazo a la designación de Claver Carone a la presidencia del BID, luego que su candidatura no alcanzó el consenso en el BID en al menos dos ocasiones.

«Vergüenza mundial!!. El asesor del peor presidente de la historia de EE.UU. se instala el primer presidente no latinoamericano del BID. Y con la venia de varios gobiernos sumisos de América Latina se comete un gran pecado político”, escribió Ruta Kritica en un tuit.

Claver-Carone sucederá al colombiano Luis Alberto Moreno a partir del 1 de octubre por un periodo de cinco años para dirigir la organización con sede en Washington.

A la candidatura del diplomático se opusieron varias naciones y exmandatarios de Latinoamérica, sin embargo Gobiernos como el de Colombia, Paraguay, Uruguay, El Salvador y Ecuador apoyaron al asesor de Trump.

«Por primera vez en la historia se elige un presidente del BID estadounidense, espacio que por tradición mantenía Latinoamérica.16 países se abstuvieron de votar, pero sumaban apenas 33.2% del capital», escribió el exmandatario de Ecuador, Rafael Correa.

«La prepotencia de Trump rompe una tradicion historica del BID al imponer un presidente no latinoamericano derrota de los pueblos latinoamericanos que a traves de sus gobiernos no logran la unidad necesaria para defender sus intereses comunes», escribió Juan Carlos Zabalza en Twitter.

TeleSUR


¿Quién es Mauricio Claver-Carone, el nuevo presidente del BID?

Mauricio Claver-Carone, el flamante presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), es conocido en Washington por ser un operador político inflexible en su etapa como lobbista contra el Gobierno de Cuba. Para justificar su llegada al BID, el hombre de 45 años aseguró que el hecho de haber nacido en Estados Unidos es precisamente una oportunidad “mágica” para profundizar los nexos del panamericanismo y que su elección permitirá que el BID sea más visible en el país que aporta mayor capital al banco.

De padre español y madre cubana, Claver-Carone nació en Miami y creció entre Madrid y Orlando, otra ciudad de Florida (Estados Unidos), y posteriormente se trasladó a Washington para cursar sus estudios de Derecho y convertirse en jurista y abogado.

En la capital estadounidense asistió a las universidades de Rollins College, donde se graduó de su licenciatura con magna cum laude; a la Universidad Católica de América, egresándose de un doctorado también con mención especial; y a la Universidad de Georgetown, centro en el que se licenció de un máster en Derecho Internacional y Comparado.

Este currículum académico le abrió las puertas del Departamento del Tesoro de Estados Unidos como asesor legal sobre las leyes bancarias y operaciones de titulización y, más adelante, sobre asuntos internacionales.

El próximo paso de su carrera fue el de director ejecutivo de Estados Unidos en el Fondo Monetario Internacional (FMI), cargo que ocupó hasta entrar en septiembre de 2018 en la administración de Donald Trump como consejero para Latinoamérica.

Su nombramiento atrajo más atención al recrudecimiento de la política estadounidense exterior hacia Cuba, después de que Trump endureciera las restricciones de comercio y viajes a la isla.

Marcado perfil político contra Cuba y Venezuela

A lo largo de sus estudios y vida laboral antes de entrar en la Casa Blanca, Claver-Carone hizo todo lo posible por mostrar su rechazo a los Gobiernos de Cuba, en primer lugar, y Venezuela, más tarde: creó el blog “Capitol Hill Cubans” y el programa de radio “De Washington para el Mundo”; escribió artículos críticos en numerosos medios, como el The New York Times o el The Wall Street Journal; y fundó el grupo de acción política US-Cuba Democracy PAC.

El objetivo de ese “lobby”, según su propio sitio web, era “promover una transición incondicional en Cuba a la democracia” y el mercado libre, mediante el lobby para oponerse a leyes que pudieran “financiar la maquinaria represiva de la dictadura cubana”.

Al llegar a la Casa Blanca en 2018, el miamense conectó rápidamente con la línea dura que promovía el entonces asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca, John Bolton, hacia Venezuela y con su argumento de que el Gobierno cubano ayuda a mantener en el poder a Maduro.

Más influencia con la presidencia del BID

Su nuevo cargo de presidente del BID es uno de los más influyentes de la región, ya que implica tener un contacto regular con los jefes de Estado de Latinoamérica y el Caribe para manejar una cartera de unos 13.000 millones de dólares al año en préstamos y garantías.

Cabe destacar que el jurista que presionó durante años contra Cuba y Venezuela desde dentro y fuera del Gobierno de Estados Unidos se convirtió en el primer estadounidense en ser elegido para presidir el BID en sus 61 años de historia.

De esta manera, la diplomacia estadounidense suma una victoria a menos de dos meses de unas elecciones presidenciales muy reñidas en Estados Unidos en la que Trump se juega su reelección como presidente frente al demócrata Joe Biden.

En este sentido, Claver-Carone significa para la presidencia de Trump un contrapeso a la agresiva entrada de los préstamos de Pekín en América Latina. Sin embargo, el funcionario estadounidense puede enfrentar problemas en el frente interno por las divisiones partidarias en el Congreso estadounidense, encargado de aprobar los fondos destinados al banco.

Página/12


Lo que se gana, a pesar de la derrota en el BID

Por Alfredo Serrano Mancilla

 

El vaso siempre se puede ver medio lleno o medio vacío. La votación para presidir el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) tiene múltiples lecturas, y todas son necesarias para entender la complejidad del momento geopolítico que vive el mundo, y muy especialmente América Latina. Limitar el análisis a una única conclusión, “ganó Trump y perdió la región”, sería cometer un craso error por desconocer los infinitos matices que caracterizan el actual escenario en disputa.

He aquí 5 puntos clave a considerar:

  1. Aunque el BID es un ente político de carácter supranacional, su votación para presidirlo no obedece al criterio de “un país, un voto”, como ocurre en la mayoría de los organismos internacionales (salvo en el FMI, que tiene similitud al BID). La lógica es menos democrática: se vota según su estructura accionarial. Por ejemplo, Estados Unidos cuenta con el 30% de los votos.
  2. La votación fue a favor de Mauricio Claver-Carone, exresponsable de temas del hemisferio occidental en el Consejo de Seguridad Nacional y asesor especial de Trump en esta materia. Obtuvo el 66,8% del capital accionario, es decir, logró tener un 36,8% adicional, derivado del apoyo de otros países.
  3. La primera anomalía histórica de esta votación fue que el candidato no tuvo apoyo unánime. Enfrente se encontró con una nutrida oposición, conformada por 16 países (33,2% del capital accionario), que acabó absteniéndose. Esto ocurre gracias al rol protagónico y creciente de la nueva gran alianza geopolítica regional, conformada por Argentina y México, que había propuesto una posición diferente, sólida y no subordinada ni sumisa a las directrices de Estados Unidos (como así también sucediera en la última elección en la OEA).
  4. Otra anomalía histórica de esta votación es que Estados Unidos propuso su propio candidato sin respetar los usos y costumbres de la institución, que hasta el momento siempre había permitido que la Presidencia fuera ocupada por América Latina. Trump rompió esta tradición, seguramente para tener más poder y presencia en una región que no tiene bajo control. Necesitaba dar este “golpe en el tablero” para compensar otros fracasos en su política exterior para América Latina: su fallido Grupo de Lima, su desapercibido Guaidó, su inexistente Prosur y su desaparecida Alianza del Pacífico.
  5. Estados Unidos ha pretendido usar esta votación, una vez más, para instalar la mayor “zozobra” posible al interior de América Latina. Más específicamente, el objetivo era romper el bloque Argentina-México, que incomoda -y mucho- al presidente Trump, porque le evita gobernar a sus anchas en toda la región. El clásico “divide y vencerás” era otro de los grandes propósitos en esta estrategia de Trump para el BID. Creyó que podría “condicionar” la posición de México en esta decisión, así como la de Argentina, aprovechándose del proceso de negociación que este país tiene actualmente con el FMI. Pero no. No ha sido posible afectar la estrecha relación que tienen Alberto Fernández y AMLO, a pesar de todos los intentos hechos por las usinas conservadoras y sus ecos mediáticos. En definitiva, “lo que no mata, te hace más fuerte”. Y esto es lo que va a pasar en el bloque geopolítico que no ganó: saldrá reforzado gracias a la demostración de una posición conjunta, digna y firme ante el todopoderoso Estados Unidos, que además contó con el apoyo de otros países de América Latina y Europa.

Trump gana, pero bien sabe que no se queda con todo. Sólo se queda con lo que ya tenía: gobiernos que hace tiempo decidieron subordinarse, y que en este momento están en graves problemas por la incapacidad de garantizar estabilidad y paz puertas adentro. Y al otro lado se consolida otro gran espacio geopolítico, soberano, que no rompe relaciones con Estados Unidos, pero no obedece ordenes.

En geopolítica, dos no es igual que uno más uno. América Latina sigue en disputa o, como diría Álvaro García Linera, está en empate catastrófico, a pesar de la votación en el BID a favor de los intereses de Trump.

CELAG


 

Más notas sobre el tema