Tensión en Guatemala | Masiva marcha, represión y un extraño incendio en el Congreso

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Un incendio premeditado y gases lacrimógenos esperaban a una manifestación pacífica

El Congreso amaneció con toneles con agua y varios extintores contra incendios en el pasillo que conecta a la entrada de dicho edificio sobre la novena avenida de la zona 1. Esta vez, un grupo de supuestos manifestantes -que más perecían agentes del Estado- vestidos de negro y con unos bates con mango de goma y punta de metal pudieron trepar hasta la cornisa de las ventanas (que están a una altura de unos 150 centímetros), quebrar los vidrios, ingresar e incendiar la antesala de la oficina de la Dirección Legislativa, el Salón del Pueblo y el pasillo en donde se ubican los retratos de los presidentes del Congreso. Hasta el hemiciclo no llegaron, tampoco a las oficinas de los directivos, mismas que están inmediatas al lugar que fue incendiado.

Todo sucedió frente a agentes de la Policía Nacional Civil que resguardaban una de las puertas. El grupo que logró tal acción no se encontró con el muro de fuerzas antimotines que días antes había evitado el paso de cualquier persona, para que los diputados pudieran aprobar tranquilamente uno de los presupuestos más opacos de la historia.

Las llamas tuvieron el tiempo suficiente para arrasar con algunos archivos y documentos que estaban en la entrada de la Dirección Legislativa, un escritorio, unos sillones de los pasillos y algunos retratos de diputados.

El incendio se registró frente a la presencia de agentes de la Policía Nacional Civil.

Mientras esto ocurría sobre la novena avenida de la zona 1, la columna de manifestantes que iniciaron su recorrido sobre la 18 calle y sexta avenida ya tenían al menos media hora de haber llegado a la Plaza de la Constitución. Ahí, todo transcurría en paz, ajeno a cualquier disturbio. La renuncia de los diputados y el Presidente, el veto al Presupuesto 2021 y la molestia por la falta de apoyo a las comunidades afectadas por las tormentas eran las principales consignas.

“Nos acaban de informar que hay un grupo que está generando problemas en el Congreso. Les pedimos por favor que no nos involucremos, no caigamos en la trampa, gritaban algunos desde la tarima colocada frente al Palacio Nacional de la Cultura.

Dos horas antes de la cita prevista en la Plaza de la Constitución, el mandatario Alejandro Giammattei aseguró por su cuenta de Twitter que sostenía reuniones para presentar reformas al Presupuesto aprobado el miércoles pasado. Pero su mensaje no tuvo ningún efecto en la manifestación que llegó puntual frente al Palacio.

Los gases lacrimógenos fueron lanzados contra personas que protestaban pacíficamente en la Plaza. Varios niños fueron afectados.

Después todo fue gas y enfrentamiento

Tras el incendio en el Congreso, los agentes de las Fuerzas Especiales de la Policía empezaron a lanzar gas lacrimógeno. Los cordones de agentes de la Policía se extendían y se replegaban constantemente sobre las calles aledañas a la sede del Legislativo. Una acción que permitía que los grupos de manifestantes se acercaran varias veces a dicho edificio para luego ser repelidos y perseguidos con gases lacrimógenos hasta la esquina de la séptima avenida y octava calle de la zona 1, a unos cuantos metros de la Plaza de la Constitución.

El operativo de la Policía continuó hasta las 17:00 horas, cuando varias personas que manifestaban frente al Palacio debieron retirarse ante la caída de bombas lacrimógenas que los antimotines lanzaron frente al Portal del Comercio y que cayeron cerca de la fuente que se ubica a la mitad de la Plaza.

Los agentes antidisturbios y manifestantes frente al Congreso de la República.
Varios manifestantes fueron golpeados y arrastrados por los agentes de la PNC.

El Ministerio de Gobernación no respondió a la pregunta sobre el porqué esta vez los cordones policiales no bloquearon las calles aledañas al Congreso como en otras ocasiones, y por qué razón lanzaron gases lacrimógenos en el lugar donde las personas se manifestaban de forma pacífica.

El viernes por la noche la Policía Nacional Civil, por medio de sus redes, había pedido a los ciudadanos denunciar cualquier acción contra el patrimonio o violencia durante la manifestación que se realizaría ayer sábado.

Heridos, detenidos y advertencias

Los enfrentamientos entre policías y un grupo de inconformes continuó hasta las 19:00 horas.

“Reitero que se tiene el derecho de manifestar conforme la ley. Pero tampoco podemos permitir que se vandalice con la propiedad pública o privada. Al que se le compruebe su participación en estos hechos delictivos le caerá todo el peso de la ley”, expresó el mandatario Giammattei en un tuit, luego que se conociera que una estación del Transmetro sobre la octava calle de la zona 1 había sido incendiada.

Varias denuncias por redes sociales y videos de diferentes medios mostraron cómo un carro lanzagua afectaba a ciudadanos que caminaban sobre la sexta avenida para luego ser atacados y arrastrados por agentes de la Policía.

También hubo ataques a integrantes de medios de comunicación.

El Organismo Judicial informó que 40 personas ingresaron anoche a la carceleta, trasladados por la PNC luego de generar disturbios y daños al patrimonio.

La vocera del Hospital Roosevelt informó que dos personas ingresaron a la emergencia con lesiones en los ojos, debido al impacto de bombas lacrimógenas. Mientras que el Hospital San Juan de Dios atendió a 14 personas que sufrieron lesiones durante la protesta.

Concentraciones en seis departamentos

En plazas y espacios públicos de Alta Verapaz, Petén, Chiquimula, San Marcos y Quetzaltenango se realizaron manifestaciones en apoyo al movimiento en la ciudad capital para pedir la renuncia del presidente Alejandro Giammattei.

Alta Verapaz

Varias personas se hicieron presentes en la Plazuela Central de Cobán, a pesar de las condiciones climáticas, para manifestar pacíficamente. Exigieron la renuncia del alcalde de Cobán, Leonel Chacón, del presidente Alejandro Giammattei y del Gobernador, por discriminar al alcalde de Carchá.

Chiquimula

Manifestantes llegaron al parque Central de la ciudad de Chiquimula para mostrar su descontento y exigir al Presidente que vete el decreto del Presupuesto 2021. Pedro Morales, uno de los manifestantes, dijo que ahora Guatemala está más hundida en deudas, y el país está afectado por más pobreza y desnutrición. La sociedad civil y la Universidad de San Carlos fueron quienes convocaron a esta manifestación.

San Marcos

Sindicatos, estudiantes universitarios y ciudadanos salieron en una marcha pacífica que recorrió las calles de San Marcos y San Pedro Sacatepéquez, como rechazo a la reciente aprobación del Presupuesto 2021. Durante la caminata, los manifestantes se dirigieron a la calle 29 de Junio de la zona 2 de San Pedro Sacatepéquez, donde está ubicada la casa del diputado del partido Vamos Guillermo Cifuentes, donde quemaron cohetes y pintaron las puertas.

Petén

Pobladores de Petén bloquearon desde tempranas horas los principales ingresos a municipios para protestar contra el gobierno. Vecinos exigen la renuncia del presidente, Alejandro Giammattei, el gobernador de Petén, Luis Burgos Segura, y diputados del distrito de Petén, Eduardo Montepeque, Edgar Reyes Lee, César Fion y Gabriel Barahona.

También se realizó una manifestación de un grupo de estudiantes del Centro Universitario de Petén, de la Usac, en la entrada a Santa Elena, Flores y un bloqueo en el puente de Machaquilá, en Poptún.

Quetzaltenango

Frente a la Municipalidad de Quetzaltenango, en el parque Centroamérica, pobladores respaldaron manifestaciones contra el gobierno. En horas de la noche, se reportaron enfrentamientos entre la Policía y manifestantes. Seis personas fueron detenidas.

Huehuetenango

En el parque Central de Huehuetenango, se reportaron disturbios. Manifestantes derribaron la puerta de la Municipalidad. La Policía Nacional Civil (PNC) llegó al lugar.

El Periódico


MP investiga incidentes en las protestas, se reportan 40 arrestos de manifestantes

El Ministerio de Gobernación (Mingob) compartió un listado de 33 personas que fueron arrestadas en la zona 1 por “alterar el orden público”.

El Ministerio Público (MP) informó que el personal fiscal investiga los incidentes ocurridos durante la manifestación que fueron reportados durante la jornada y ante denuncias interpuestas.

El ente investigador señaló que para cada caso, trabajarán en los indicios recabados, respetando las garantías procesales y en apego a la ley. La entidad asegura que su personal actúa con objetividad, imparcialidad y garantizando el respeto de los derechos humanos.

“Como institución encargada de la persecución penal velaremos siempre por el estricto cumplimiento de la ley por lo que hacemos un llamado a confiar en la labor de la institución y privilegiar la paz y el diálogo”, indicó el MP en un mensaje publicado en twitter.

El Ministerio de Gobernación (Mingob) compartió un listado de 33 personas que fueron arrestadas en la zona 1 por “alterar el orden público”. Los aprehendidos se encuentran en la Torre de Tribunales.

De acuerdo con el Organismo Judicial, la cifra de arrestos asciende a 40.

El Periódico


Vicepresidente Guillermo Castillo pide a Giammattei que renuncien los dos y acentúa la diferencia entre ambos

La crisis en el Ejecutivo se acentuó este 20 de noviembre cuando el vicepresidente Guillermo Castillo le pidió al presidente Alejandro Giammattei que ambos presenten su carta de renuncia.

En una explosiva declaración luego de una reunión con Giammattei y testigos, Castillo dijo que no comparte muchos asuntos dentro de la administración y no se le consultan, con lo que considera que junto a Giammattei no está cumpliendo la promesa de llevar las riendas del país. “Con mucha claridad le he manifestado al presidente que las cosas no están bien”, afirmó Castillo, que reconoció que tiene “poca comunicación” con el gobernante. “Fui elegido vicepresidente y juntos -con Giammattei- prometimos llevar las riendas conforme a la población lo requería, sin embargo, no ha sido como se esperaba”, señaló.

Aseguró que le ha pedido al gobernante vetar el presupuesto de 2021 porque tiene anomalías, devolverlo al Congreso para que sea modificado. En caso no fuera aprobado usar el de 2020 y buscar readecuaciones en enero del próximo año y apelar a la eficiencia, transparencia y austeridad para no tener más endeudamiento, pero no ha sido escuchado.

Castillo fue más allá. Hizo público que le ha pedido a Giammattei que sea desintegrado el Centro de Gobierno, dirigido por Miguel Martínez, quien dice dar seguimiento a las prioridades del Ejecutivo, porque el presidente coordina directamente con los ministros de Estado y por tanto esa estructura no solo es costosa sino que no abona al Ejecutivo.

También apuntó contra los ministros. Castillo dijo que le ha pedido a Giammattei que juntos evalúen a los ministros, para separar a las “personas cuestionadas” (ya había pedido la destitución del ministro de Comunicaciones, Josué Edmundo Lemus).

Una solicitud fue tener más acercamiento con sectores sociales, escucharlos e involucrarlos más en la toma de decisiones. Insistió en que esas acciones se hagan juntos, “pero no hubo éxito”, lamentó.

Renuncia conjunta
Castillo sostuvo que le pidió a Giammattei “por el bien del país” una renuncia conjunta ante el Congreso porque quiere descartar “ideas sediciosas” de un golpe de Estado. Enfatizó que no renunciará. Tampoco quiere asumir el cargo (hablando de Giammattei y la Presidencia) de “alguien que posiblemente ha hecho mal las cosas” sino dejar el espacio para que una comisión de notables, entre cuyos integrantes podrían ser representantes de las iglesias católica y evangélica, para que el Legislativo nombre a sus sucesores que “oxigenen” el rumbo de Guatemala”.

Pero dio un beneficio de la duda a Giammattei y “rescatar” las acciones de Gobierno “si juntos nos sentamos y resolvemos los problemas del país sin revanchismos, de forma honesta y sin dañar al otro”, o caso contrario solo ve una solución en la renuncia conjunta.

Francis Maseck, secretaria de comunicación, dijo que la Presidencia no tiene comentarios sobre las solicitudes de Castillo.

Antes de la declaración de Castillo, el Comité Coordinador de Asociaciones Agrícolas, Comerciales, Industriales y Financieras (Cacif) pidió que, sobre el presupuesto, se busquen salidas técnicas que atiendan las preocupaciones. Esas soluciones, añadió, deben garantizar la transparencia y el uso eficiente de los recursos públicos para atender las necesidades de Guatemala en la “coyuntura tan compleja”. Sobre la marcha convocada por ciudadanos mañana 21 de noviembre, el sector privado pidió que las opiniones se expresen en un clima de respeto y civismo, conservando la paz y la tranquilidad del país.

Prensa Libre


Presupuesto 2021, la gota que derramó el vaso

Todo pueblo tiene una esperanza por alcanzar, esta es, ser una sociedad que viva en paz y con bienestar para todas las personas. En Guatemala puede ser una utopía, pero siempre es una esperanza que cultivamos.

La aprobación del presupuesto general de la nación para el 2021, el pasado miércoles 18 de noviembre en la madrugada, por el Congreso de la República, dejó a la población estupefacta ante el atropello y el desprecio a las necesidades básicas de la población, priorizando renglones para nada urgentes y focos evidentes de clientelismo y corrupción.

Los diputados conocieron la propuesta de presupuesto apenas unos momentos antes de iniciar la reunión, con dictamen favorable de parte de la Comisión de Finanzas, también tramitado de forma exprés y sin permitir el debate, con una lectura ininteligible y veloz de parte del secretario de la Junta Directiva. Se puede decir que los diputados, tanto de la Comisión de Finanzas como en el pleno, no tuvieron la más mínima oportunidad para analizar la propuesta. A pesar de ello, la aprobación se hizo de inmediato, lo que evidencia que los votos emitidos fueron producto de negociaciones espurias y no de una discusión técnica y política.

Ciento veinticinco diputados, que en su inmensa mayoría desconocían el dictamen final de la Comisión de Finanzas, votaron a favor del presupuesto del 2021, el cual asciende a 99 700 millones de quetzales, uno de los más altos en toda la historia del país, si no se consideran las adiciones que los dos últimos obtuvieron.

Mientras se aumentaron recursos para «alimentos» y vehículos para los diputados –léase Junta Directiva y aliados–, se oficializó y amplió el presupuesto al Centro de Gobierno, se incrementaron fondos para los consejos de desarrollo, a manejar de manera discrecional por los diputados distritales oficialistas, y se redujeron fondos a la institución del Procurador de los Derechos Humanos, al combate a la desnutrición y a salud.

Pero los ingresos proyectados no tienen mayor respaldo, estableciéndose una meta fiscal inalcanzable, cubriéndose en buena medida con deuda pública, cuyo pago este año asciende a 36 % de ese presupuesto, y serán las próximas generaciones las que se verán obligadas a cubrirla.

El país ha entrado en una fase de crítica y rechazo a estas disposiciones que, avaladas por el presidente, han dejado de manifiesto que él es parte activa en este proceso de uso corrupto, desordenado y clientelista de los escasos recursos públicos. El vicepresidente Guillermo Castillo ha hecho eco a estas demandas y ha pedido al presidente el veto a ese presupuesto, agregando que, de no modificarse el comportamiento del gobierno, lo apropiado es que ambos renuncien, pues, afirma, estarían faltando a sus promesas de campaña.

Este fin de semana se han producido masivas e impresionantes movilizaciones pacíficas en distintas ciudades del país -aunque los medios de comunicación oficialistas solo cubrieron los actos vandálicos-, dejando en evidencia el rechazo que en pocos meses de gestión han merecido el Gobierno y el Congreso de la República. El contenido y forma de aprobación del presupuesto de ingresos y egresos del Estado para 2021 ha sido la gota que rebalsó la paciencia de una población que, además de sufrir la pandemia sin mayor control y apoyo del Estado, así como las consecuencias fatales de los últimos huracanes, nota que el régimen político y económico impuesto es ya insostenible.

El país solo saldrá de este torbellino de corrupción, demagogia y autoritarismo en el que lo ha sumido este pacto de corrupción e impunidad establecido entre la élite económica, el crimen organizado y los políticos corruptos si, cuanto antes, avanzamos en la constitución de un nuevo pacto social en el que intervengan pueblos indígenas, sectores populares, clases medias y burguesía progresista, dando paso a una sociedad justa y equitativa, en la que cada ciudadano y cada ciudadana tengan aseguradas las condiciones mínimas para una vida digna y saludable.

Alejandro Giammattei no salvará su mandato refugiándose en el apoyo oportunista y demagógico de alcaldes corruptos, mucho menos estimulando desbordes vandálicos como el sucedido contra el edificio del Congreso de la República, ni disolviendo las manifestaciones pacíficas a fuerza de gas lacrimógeno. Hora es que, quienes lo impusieron, lo llamen a la cordura, lo cual implica el paso trascendental de su renuncia.

Gazeta


 

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