Ecuador | Así serán los cierres de campaña de Arauz y Lassso de cara al balotaje del domingo

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La campaña se cierra en Quito y Guayaquil

A las 23:59 de hoy concluye la campaña de la segunda vuelta de las elecciones, y empieza el silencio electoral. Andrés Arauz (Unes) y Guillermo Lasso (Creo-PSC) tuvieron 24 días para captar votos, de cara al balotaje de este domingo.

Cada presidenciable pudo acceder a USD 562 194 del fondo de promoción electoral, para programar franjas en prensa, radio, televisión, medios digitales y vallas.

Por la pandemia del covid-19, el Consejo Nacional Electoral (CNE) solo autorizó caminatas y caravanas, con aforo reducido.

Ayer, Arauz sumó respaldo del Frente Nacional Social Demócrata y de la Red de Institutos Técnicos en el sur de Quito. Por la tarde, hizo su cierre de campaña en Guayaquil.

Lasso, en cambio, estuvo en el Reloj Solar Quitsato, en Cayambe, visitó el Santuario de El Quinche y encabezó una caravana en chiva por el centro y sur de la capital.

Arauz cerrará hoy su campaña en Quito y Lasso lo hará en Guayaquil.

La presente campaña electoral ha sido compleja por la pandemia del covid y dos testimonios retratan las vivencias del proselitismo.

Jhajaira Urresta, quien perdió un ojo en el paro de octubre del 2019, es una de las caras nuevas de Unes.

César Monge, director de Creo, tuvo que combinar su tratamiento contra el cáncer y la campaña. Ambos cuentan cómo vivieron esta fase durante la segunda vuelta.

Testimonios

‘Esta campaña permitió una unificación mucho más fuerte’
Jhajaira Urresta /
Asambleísta electa de Unes
“Hay que reconocer lo duro que ha sido llevar una campaña, por primera vez, con limitaciones, con enfermedades biológicas, con pandemia, pero también con limitaciones políticas. Aun así nosotros hemos abastecido todo el territorio ecuatoriano con el mensaje de esperanza, justicia, verdad y reparación. Ese es nuestro compromiso.

Con el compañero Andrés (Arauz) hemos hecho visitas, con nuestro contingente, y sobre todo hemos dado apoyo y respaldo a los compañeros, a las víctimas, a los familiares que han perdido a sus seres amados, no solo en el paro nacional de octubre (del 2019), sino también durante la pandemia. Y eso a nosotros nos llena de regocijo.

Yo, como Jhajaira Urresta, he recorrido 22 ciudades, el compañero Andrés ha participado de estas visitas y de muchas más, a escala nacional. Dentro de las 22 ciudades están los epicentros donde los compañeros cayeron en el mes de octubre y también donde, durante la pandemia, los índices de mortalidad han sido muy altos. Ha sido gratificante el hecho de estar en territorio y satisfacer ese pedido de justicia que nos une a todos los ecuatorianos.

Durante la precampaña algunos de los compañeros se contaminaron y estuvieron dentro de sus domicilios. Pero en la primera y segunda vuelta de la campaña, debido a los cuidados, a los contingentes que hemos organizado, no hemos tenido ningún contagio ni, gracias a Dios, ninguna muerte. Hemos promulgado el mensaje de cuidado, llevando material de bioseguridad como mascarillas, alcohol, gel.

En la campaña de segunda vuelta tuvimos la participación de los compañeros que fueron candidatos, de los compañeros asambleístas y de la militancia en general. La segunda vuelta para nosotros, como Unión por la Esperanza, permitió una unificación mucho más fuerte”.

‘Hicimos una campaña bastante responsable, muy personal’
César Monge /
Director Nacional de Creo

“Para nosotros esta campaña de segunda vuelta fue muy personal, mucho más intensa territorialmente, estuvimos prácticamente en todo el territorio nacional y fue una campaña muy alegre, positiva y creo que eso ha generado una respuesta en la ciudadanía, que se puede ver en las encuestas favorables a Guillermo (Lasso).

Lo más complicado, sin duda, ha sido mantener el cuidado y la responsabilidad de saber que atravesamos un momento sanitario complicado. Que debemos tener mucho cuidado en el manejo de los eventos para asegurarnos que la salud esté por encima de la política, creo que finalmente eso se ha conseguido.

El covid-19 nos obligó a replantear el tipo de eventos que realizamos, ver el aforo, el enfoque, pero al final del día me parece que más allá del tema de las restricciones, es cierto que coincidió con la estrategia de campaña, una campaña muy personalizada que facilitó de alguna forma mantener estos cuidados que eran necesarios dada esta situación.

Los resultados de la primera vuelta plantearon un reto, que fue cubierto de alguna manera con una estrategia de ampliar el panorama de los temas que trataba la campaña. Nos sentamos para hablar e incorporar de manera más explícita temas que no necesariamente se tocaron de manera pública en la primera vuelta.

Fue un reto importante cumplir con responsabilidad lo que demanda el escenario sanitario. En nuestro caso creo que lo hemos cubierto con éxito, hemos tenido un cuidado especial por la situación que atraviesa el país y coincidió con nuestra estrategia que apuntó por eventos mucho más personalizados, a ciudadanos y causas específicas que eran importantes para la campaña.

Creo que hicimos una campaña bastante responsable, midiendo las restricciones y aforos, que eran absolutamente necesarios”.

El Comercio


Lasso cierra campaña en la Mitad del Mundo y Arauz fue a Guayaquil

Penúltima jornada de campaña. Los candidatos Guillermo Lasso y Andrés estuvieron en Pichincha y Guayas, aunque en horas diferentes. Los dos explotaron sus redes sociales con sus propuestas y mensajes de última hora.

Los presidenciables concentraron su esfuerzo de la penúltima jornada de campaña en las provincias más grandes del país: Pichincha y Guayas.

Guillermo Lasso, representante de la alianza de derecha Creo-PSC, escogió la Mitad del Mundo para cerrar su campaña en la Sierra; Andrés Arauz, candidato auspiciado por el correísmo, encabezó una caravana en Guayaquil.

Al mismo tiempo, sus redes sociales mantuvieron una incesante actividad. Lasso aprovechó para insistir en su mensaje de unidad y cambio. Arauz informó de los últimos apoyos que recibió su candidatura como del Parlamento Laboral Ecuatoriano o el Frente de Becarios.

Lasso recorrió Quito en un chiva

Por la mañana, Guillermo Lasso, líder del movimiento Creo encabezó un evento en el Reloj Solar Quitsato, en la Mitad del Mundo, como un “símbolo del encuentro”, dijo.

Dijo que, tras 14 años de gobiernos que se dedicaron a dividir, “necesitamos encontrarnos unidos”. “Confío en que podemos cambiar el país”, dijo el presidenciable.

“No he ingresado a la política para acumular honores, ni riquezas, ni para perseguir a otros, ni para ganarle una discusión a nadie“, aseguró.

Por la tarde, a bordo de una chiva recorrió el centro histórico de Quito.

Arauz encabezó caravana en Guayaquil

“Todo 1”, “Gracias a nuestra militancia, gracias hermanos y hermanas. Vamos a vencer” repetía, micrófono en mano, en candidato correísta mientras saludaba a los guayaquileños. Y recordando a su mentor, Rafael Correa, desempolvó un viejo eslogan: “Hasta la victoria siempre”.

La denominada Caravana de la Victoria recorrió las principales calles de Guayaquil desde las 17:00. Arauz estuvo acompañado por Pierina Correa, asambleísta electa de ese movimiento.

“Este es nuestro momento”, dijo cuando la caravana llegó a la calle Machala. Lo que no hizo el movimiento correísta fue cumplir con las medidas de bioseguridad recomendadas: sus simpatizantes no guardaron el distanciamiento social.

Primicias


Los ecuatorianos acuden a las urnas entre la apatía y la desconfianza

Los candidatos presidenciales Andrés Arauz y Guillermo Lasso, en su penúltima jornada de campaña de cara al balotaje, deberán lidiar el domingo con la indiferencia, la desconfianza y el hartazgo de unos votantes a quienes sólo les preocupa la salud, el trabajo y la educación.

Ecuador acude a las urnas en segunda vuelta de los comicios del 7 de febrero para elegir al sucesor del Lenín Moreno, que dejará el poder el 24 de mayo tras una única legislatura, y lo hace en unas difíciles circunstancias marcadas por las crecientes restricciones de la covid-19.

Restricciones como el toque de queda desde las 20.00 horas que serán aliviadas durante el fin de semana, aunque las autoridades han extremado precauciones.

LA POBLACIÓN INDIFERENTE

Un escenario que supera a buena parte de la población, que si no fuera por la multa que arrastra el absentismo confiesa que ni llegaría a la urna.

“Yo por los 40 dólares, de otra ni voy. ¡Ni voy!”, insistía a Efe un espontáneo conductor de Uber que hace varios meses perdió su trabajo como piloto de una aerolínea local en una de las provincias costeras del país.

Como él, miles de ecuatorianos que han visto cómo sus condiciones de vida se han desplomado a raíz de la pandemia, y que desde hace ya más de una década arrastran una desconfianza crónica hacia lo político. La corrupción ha podido con ellos.

“¡Que termine con la corrupción y ayude a tanta gente que se quedó sin trabajo, y educación para los niños!”, pide Consuelo Curillo al próximo Gobierno, sea cual fuere.

Con una cola de cientos de quiteños a sus espaldas en el Registro Civil, donde esperan tramitar su cédula de identidad antes del domingo, confiesa que este domingo votará nulo porque no cree que “vayan a traer una buena situación para Ecuador”, ni confía en el sistema electoral porque “ha habido mucha corrupción y estafa en votos”.

“Tengo muchas dudas, muchas preocupaciones porque de la manera que se realizó la primera vuelta no garantiza nada la democracia”, apuntaba por su parte Walter Salas, un quiteño de clase media que hacía cola y que votará nulo por la misma razón.

La inmensa mayoría de los consultados asiente con ellos en un país crispado desde hace años por la rivalidad política entre “correístas” y “anticorreístas”, con sospechas mutuas de lo que pueda ocurrir el domingo.

Desde luego, el fraude no lo descartaba nadie, pese a que el actual gobernante ni siquiera está en liza.

DOS VISIONES

Por la presidencia compiten Andrés Arauz (36), en representación del “correísmo”, versión ecuatoriana del Socialismo del Siglo XXI, y Guillermo Lasso (65), exponente del conservadurismo liberal.

El pasado 7 de febrero, en primera vuelta, Arauz ganó el escrutinio con el 32,72 % de los votos, en tanto que Lasso se adjudicó la segunda posición con un 19,39 %, apenas 32.000 votos por encima del tercero, Yaku Pérez, que denunció fraude.

Atrás han quedado las demandas para la apertura de urnas de Pérez y su partido Pachakutik, que aseguran que “ninguno de los dos inspira confianza” y por ello instan al “voto nulo” a sus seguidores.

Más de 1,8 millones de votantes que pueden resultar cruciales en el balotaje, y a los que Arauz y Lasso les han dedicado no pocos esfuerzos desde que, a mediados de marzo, comenzó la campaña para esta segunda vuelta.

Hoy, en uno de sus últimos mítines, Lasso acudió al Reloj Solar de Cayambe, uno de los reclamados sitios como “Mitad del Mundo” alrededor de Quito. Hay al menos otros dos.

“Hemos querido estar aquí, en la Mitad del Mundo, como símbolo del encuentro, como símbolo de todo lo que nos une como ecuatorianos”, apeló el líder de la alianza Creando Oportunidades-Partido Social Cristiano (CREO-PSC).

Desde ahí reconoció la “angustia” de la ciudadanía en el último tiempo, en la que consideró “la peor crisis de toda su historia” en el plano sanitario, económico e incluso de valores.

“Todos estamos angustiados por nuestra salud, por la falta de empleo, la economía, la inseguridad y el futuro”, afirmó tratando de captar sus últimos votos de una masa indecisa que algunos expertos elevan hasta el 20-25 % de los algo más de 13 millones de votantes convocados.

PANDEMIA Y HAMBRE

En una jornada que los dos candidatos han dividido entre Quito y Guayaquil, las dos principales ciudades del país, ambos han afinado sus mensajes e instado a un voto efectivo para influir en el rumbo del país.

Arauz comenzó en Quito con un acto de adhesión pública a su candidatura por parte del Frente Nacional Social Demócrata y un acuerdo con la Red de Institutos Técnicos y Tecnológicos Superiores de Ecuador, para terminar por la tarde con el cierre de campaña en Guayaquil. Mañana se espera que lo haga en la capital.

Su mensaje, el de la necesidad de restaurar un Estado en crisis al servicio de “las familias ecuatorianas”, sensible a los más pobres y no a los intereses de las empresas u organismos multilaterales con los que Ecuador se ha endeudado para poder salir del atolladero financiero del año pasado, en parte causado por gobiernos anteriores del correísmo y en parte por la pandemia.

Una crisis que ha precarizado notoriamente las condiciones de vida del ciudadano de pie.

“Que el Gobierno entrante dé prioridad a las vacunas para que la gente pueda salir adelante. Hay mucha pobreza, hay muchos mendigos en las calles, muchos niños trabajando. Si es que no se vacuna, solo se va a fomentar la pobreza y, puede ser, que el día de mañana estemos como Venezuela y la clase media desaparezca”, resume la joven quiteña Melanie Robayo.

El Diario


La trama de un fraude electoral en Ecuador

Estaría en marcha un intento de fraude para las elecciones del próximo domingo en Ecuador. Los actores claves, vías de ejecución y financiamientos ya están en proceso avanzado. Lo cuenta una fuente de la dirección del Consejo Nacional Electoral (CNE) en un encuentro en el sur de Quito. Su objetivo al hablar, explica, es lograr que la votación presidencial sea transparente y evitar una maniobra preparada por los dos hombres clave, aliados para las elecciones: Guillermo Lasso, candidato presidencial del partido CREO, y Jaime Nebot, líder del Partido Social Cristiano.

Los actores

La arquitectura del intento de fraude tiene cuatro niveles principales en el CNE, dice la fuente: la cúpula, los enlaces, las zonas medias y las delegaciones provinciales.

Lo primero, es decir la dirección, estaría bajo el mando de los dos hombres fuertes de la derecha ecuatoriana, que designaron a tres de los cinco consejeros. Lasso colocó a Enrique Pita en la vicepresidencia, Nebot a José Cabrera. En cuanto a la presidenta, Diana Atamaint, “llegó por organizaciones sociales, y al asumir como consejera hubo un pacto que se realizó en la casa de Nebot en isla Mocolí para que sea presidenta del CNE y respondió a él desde entonces”, explica la fuente, que, por razones de seguridad, pide guardar su identidad en reserva.

En segundo lugar, están los enlaces entre los consejeros, Lasso y Nebot. Se trata de dos hombres clave, externos a la estructura del CNE: César Monge, presidente de CREO, y Pascual del Cioppo, miembro de la dirección del PSC. “Son con los que se reúnen los consejeros, o los asesores que están debajo y ellos les pasan las directrices”, cuenta, con un organigrama que indica cada pieza y su rol.

En tercer lugar, cada uno de los asesores tiene consejeros que cumplen un rol central en la maniobra. Es el caso de Andrea Cárdenas y Christian Solis, quienes trabajan para Pita, Francisco Yépez y Valeria Grande, a las órdenes de Atamaint, Gabriela Zurita y Fidel Ycaza, quienes están bajo el mando de Cabrera. Una de las tareas que tienen es “ejecutar diferentes acciones en provincias como cambiar directores, personal técnico, sugerir nombres para que sean funcionarios, poner gente de Lasso en los sitios claves para el fraude”.

En la zona media, un rango más abajo, está la comisión técnica de procesos electorales y tecnologías de la información, que cumple un rol determinante. Allí se encuentran personas clave como Lucy Pomboza -quien es también directora nacional de procesos electorales-, Stalin Cardona y Esteban Montero. “Todos los directores nacionales y de las provincias están sometidos a informar y proceder de acuerdo a los lineamientos que dé la comisión”, explica, alertado por la inminencia de la implementación de un fraude estructurado, invisible, que le otorgue una victoria a Lasso.

Las vías

Ese conjunto de actores políticos, de dirección, enlaces y zonas medias llevarían adelante la preparación ya avanzada del plan de fraude que tiene previsto desarrollarse a través de dos vías: las mesas de votación y los centros de digitalización. El primer caso durante la jornada de votación y el segundo en el momento del recuento de los votos.

El fraude en los centros de votación se puede realizar sobre la base de un hecho central: la tenencia en el CNE de alrededor de 600.000 papeletas electorales no declaradas, conseguidas antes de la primera vuelta electoral. La maniobra sucedió cuando tuvo lugar un error en la impresión de más de seis millones de boletas, lo que obligó a una nueva compra del papel de seguridad -regulado y adquirido en Canadá-, movimiento en el cual se produjo un excedente que no fue auditado. Eso significa que “pueden inyectar papeletas originales con papel de seguridad en diferentes provincias a favor de Lasso”, explica.

El mecanismo sería el siguiente: quienes están a cargo del diseño del fraude seleccionan las mesas a las cuales enviar las 600.000 papeletas excedentes, mesas que deben contar con determinadas características. Una es la ubicación: “es sobre todo en la ruralidad por la falta de control adecuado, y los recintos más grandes de las zonas urbanas, donde las organizaciones políticas casi nunca tienen la operatividad para llenarlo completo con un veedor en cada una de las mesas”. La otra característica es que en cada una de las mesas seleccionadas debe estar un coordinador que forma parte del fraude.

El objetivo, cuenta quien conoce el funcionamiento interno del CNE, es “sobrecargar” las mesas con las papeletas excedentes y no declaradas a favor de Lasso. Ese añadido de votos tendría su manifestación en la existencia de una mayor cantidad de votos respecto a la cantidad de electores. Ante ese escenario los coordinadores podrán optar entre dos posibilidades: reconocer el número total de papeletas en lugar del de votantes, o anular el excedente de votos respecto al de los electores. En ese caso los coordinadores, preparados como parte de la operación, quitarían ese total de votos a Andrés Arauz, quedando el candidato del correismo con menos votos de los obtenidos y Lasso con un agregado a través de las papeletas añadidas como parte del fraude.

La segunda vía de alteración de resultados programada estaría diseñada para darse en un recuento de votos de las actas. “La orden dentro del CNE es, primero, que gane Lasso. Segundo que si el porcentaje de votación es un empate técnico a favor de Lasso, el CNE va a publicar resultados inmediatos, y si el empate técnico es a favor de Arauz, no van a publicar y se va a definir en reconteo, y ahí van a cambiar los resultados”, afirma la fuente.

El mecanismo de fraude tendría, en este caso, el centro de acciones “en las delegaciones provinciales con gente y jefes de Lasso y Nebot puestos durante las últimas semanas» desde la dirección y zonas medias del CNE. Allí llegarán las denominadas actas escrutinio, que deberán ser escaneadas para ser contabilizadas por el sistema informático, siempre y cuando no existan irregularidades. Las mismas podrán ser de tres tipos: inconsistencias numéricas, es decir que el escáner no reconozca los datos del acta y sean actas ilegibles, problemas en las firmas, o una inconsistencia entre el acta escrutinio que tendrá el partido político y la que dispondrá el CNE.

“Hemos descubierto un sistema que consiste en poner mal la hoja para que el escáner no reconozca los puntos visuales, el acta pase a reconteo, y de forma manual, se inflen los votos”, afirma la fuente. El cambio manual podría ocurrir de varias maneras: adulterando la misma acta, que no tendrá papel de seguridad, o sustituyéndola por otra acta ya pre-impresa, que luego será escaneada y computada. Un acta, tiene un promedio de 280 votos -de un máximo de 350-, lo que significa que modificar mil actas equivaldría a adulterar alrededor de 280.000 votos. Ese engranaje cuenta, a su vez, con actores en la parte informática, como Laura Molina, encargada de “encofrar los reportes de las actas ilegibles”.

“Pueden modificar de 1.300.000 a 1.500.000 votos” con la combinación de los diferentes mecanismos de fraude, explica la fuente. El padrón en Ecuador es de 13.099.150 de votantes, de los cuales participaron 10.616.263 el pasado siete de febrero en la primera vuelta presidencial y legislativa.

Quien denuncia el dispositivo afirma que las piezas ya están listas para actuar y que la ejecución del plan significaría un fraude para impedir la victoria de Arauz. Las amenazas desde el poder electoral contra la candidatura de la revolución ciudadana no son nuevas. Ocurrieron desde la hora cero como parte de una estrategia política e institucional para impedir la participación, victoria y regreso del correismo al palacio presidencial de Carondelet. Este plan de fraude electoral representaría la última carta para intentar impedir la victoria de quien encabeza la mayoría de las encuestas.

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