Iván Duque, presidente de Colombia: «El régimen dictatorial de Venezuela protege en su territorio a grupos terroristas»

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Iván Duque: «Venezuela tiene que poner fin a la connivencia con el terrorismo»

El presidente colombiano protagoniza un encuentro con EL MUNDO en el que advierte contra los populismos asegurando que «las políticas de odio, la posverdad y la mentira son la receta del fracaso de un país» y poniendo al chavismo como ejemplo «del sabor que tiene esa receta».

En la última entrevista que publicamos en EL MUNDO con usted el pasado mes de junio, nos dio este titular: «En Colombia hay políticos que quieren capitalizar el caos y cabalgar el odio». Eran los momentos del bloqueo, las movilizaciones y los disturbios. Hoy, el candidato izquierdista Gustavo Petro lidera algunas de las encuestas de cara a las elecciones presidenciales del año que viene. ¿Qué consecuencias tendría para Colombia y todo el continente político que el país cayera en manos del populismo?

Yo separaría esa pregunta en dos. La primera parte es que estamos viviendo en el mundo en general mucha polarización y tensiones políticas y se ven muchas veces políticos que quieren catapultar sus aspiraciones en la destrucción, el caos y el fracaso. Lo segundo es que estamos todavía en un momento bastante prematuro para hacer cábalas electorales. Yo no voy a hablar de un candidato en particular, pero sí de una forma de hacer política: la política que se basa en el odio, la posverdad, la mentira, en tratar de dividir al sector privado de los trabajadores… Ésa es la receta del fracaso, y quien quiera saber el sabor de esa receta sólo tiene que mirar a Venezuela. Sabemos que todos los que han sido áulicos del socialismo del siglo XXI pueden producir grandes desastres. Por ahora yo estoy concentrado en sacar adelante nuestra economía, que crezca; estamos sacando la agenda social más ambiciosa de este siglo con la matrícula universitaria gratuita, estamos avanzando en los programas de empleo para los jóvenes… De ahí que no me detengo a hacer cábalas electorales, pero sí tengo claro que la política del odio no es la alternativa para Colombia.

Colombia afronta uno de los éxodos humanitarios más importantes del planeta por su vecindad con Venezuela. ¿En qué momento están las relaciones con Venezuela? ¿Siente que por parte de España y de la comunidad internacional tiene respaldo suficiente su país?

Las relaciones entre Colombia y el pueblo venezolano son fraternas, son solidarias, y la mayor demostración de ello es que nuestro país ha acogido a 1,8 millones de emigrantes y además abrimos un estatus de protección temporal. Ya tenemos 1,4 millones de migrantes que se han registrado con reconocimiento biométrico. Eso es histórico desde el punto de vista de la política migratoria en América Latina. Es una muestra muy clara de solidaridad y atención. En cuanto a las relaciones con la resistencia democrática, la Asamblea Nacional y el gobierno interino, también nosotros hemos sido aliados, como lo han sido otras 50 naciones. Lo hemos hecho buscando la construcción de la democracia. Respecto a la relación con la dictadura, no hay ninguna, porque además la hemos denunciado a la Corte Penal Internacional. Y quiero dejar planteado este símil: si uno está viviendo en un departamento y el vecino de al lado todas las noches golpea a su esposa y a sus hijos y se oyen los alaridos, el dolor, los abusos, la última cosa que uno puede hacer es saludar al día siguiente al vecino como si nada estuviera pasando. Esa conducta hay que denunciarla y nosotros lo hicimos en la Corte Penal Internacional, a la vez que, adicionalmente, hemos trabajado con otros países para que venga un reverdecer en la democracia en Venezuela. Y eso me permite decir con claridad: que haya conversaciones en México entre el gobierno interino y la dictadura me parece que está bien, pero lo que tiene que estar claro es que el objetivo a lograr debe ser que rápidamente haya elecciones presidenciales libres y con una estricta supervisión internacional para que el pueblo venezolano pueda darle fin a una dictadura que hoy es la peor que hayamos visto en los últimos años en América Latina y el Caribe.

¿Cuál es su opinión sobre el respaldo político de España para el final del chavismo?

España ha sido una nación solidaria. Yo he tenido la posibilidad de aproximarme siempre a las autoridades del reino de España en varios frentes. En la atención a los migrantes como gobernante me he sentido acompañado por el Rey Felipe, por el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, por la cancillería, por los ministerios, por las agencias de cooperación. Yo creo que lo que nos tiene que unir a quienes defendemos la democracia y las instituciones es ejercer toda la presión internacional necesaria para que cese la horrible noche de la dictadura en Venezuela y se construya un camino de acuerdos a partir de una democracia transparente, efectiva y obviamente con unas elecciones que tengan la más alta supervisión internacional. Cualquier solución que perpetúe la dictadura sólo va a traer más crisis migratorias, más crisis social y algo que también ha sido tenebroso, y es que el régimen dictatorial de Venezuela protege en su territorio a grupos terroristas que le han hecho mucho daño a países como el nuestro y son parte de redes internacionales de terrorismo.

Este mes de agosto se cumplieron cinco años de los Acuerdos de Paz que alcanzó el presidente Santos. Usted, en su momento, fue muy crítico hacia esos acuerdos. Le quiero preguntar por el balance. Es cierto que las FARC se han disuelto y es cierto también que se mantienen activas algunas disidencias terroristas (usted mismo sufrió un intento de atentado), hay una violencia vinculada a los cultivos de coca y el país asiste profundamente dividido a la impunidad para algunos de esos grupos. ¿Qué balance hace del resultado de esos acuerdos de paz, y sobre todo cómo enfrenta esa nueva realidad de la violencia y el narcotráfico?

Hay realidades que son innegables y la primera es que hace cinco años hubo un acuerdo con un grupo que eran las FARC, pero en Colombia seguíamos teniendo ELN, caparros, pelusos, puntilleros, grupos también asociados con el narcotráfico. De las FARC, hay un grupo muy importante de miembros que han entrado en un proceso de reincorporación a la legalidad y también se han presentado grupos disidentes, muchos de ellos protegidos en territorio venezolano y otros operando actividades de narcotráfico en el país y los estamos confrontando con toda la determinación. ¿Qué quiero destacar? Que en las cosas importantes de ese acuerdo en materia de reincorporación, nuestro Gobierno ha venido no solamente avanzando, sino avanzando con una interpretación propia avalada por la Corte Constitucional, que es la Agenda de Paz con Legalidad. Hace solo tres días el Defensor del Pueblo en Colombia publicó un reporte donde decía: «Se ha hecho más por la implementación en los últimos 36 meses que en los primeros 20 meses de desarrollo de los acuerdos». Hoy me siento contento de avanzar, primero, en que todas las personas en proceso de reincorporación tengan seguridad social, tengan salud y estamos avanzando con ellos hacia unas rutas de empleabilidad. Proyectos productivos individuales los hemos multiplicado por ocho frente a lo que recibimos. Proyectos colectivos, recibimos cero y hoy tenemos no solamente un grupo muy importante de ellos, sino que están vinculando estas unidades en cadenas productivas en el territorio. Y los planes de desarrollo con enfoque territorial, que son el corazón de este proceso. Hoy podemos decir que tenemos 16 planes en ejecución (recibimos dos); tenemos más de 200 millones de dólares en obras por impuestos aportados por el sector privado y tenemos más de 1.300 obras entregadas en esos 170 municipios que históricamente han sido los más golpeados por la violencia. ¿Que faltan cosas? Claro, porque eso está previsto para implementarse en 15 años. El balance se lo resumo de la siguiente manera: seguimos comprometidos con la Paz con Legalidad, pero también tenemos que reconocer que mientras haya coca y narcotráfico en Colombia, ése seguirá siendo un combustible de grupos armados y por ende los enfrentamos con toda la determinación. Y puedo también decir esto con mucha claridad: hemos alcanzado en tres años las menores tasas agregadas de homicidio en 30 años. Y en materia de secuestros, los delitos más tenebrosos que teníamos en Colombia, hemos llegado a las tasas históricas más bajas. ¿Eso qué demuestra? Que se construye paz con legalidad pero que se enfrenta también con verticalidad el terrorismo.

Mencionaba la vinculación de Venezuela, del régimen de Maduro con esas actividades terroristas, y yo quiero saber si para que Colombia pueda afrontar un futuro de esperanza en relación a la violencia, es necesario que desaparezca el chavismo.

Yo creo que lo necesario es que acabe la connivencia con el terrorismo, y claramente sabemos que allá el terrorismo ha tenido refugio y protección. Allá está Iván Márquez, allá está El Paisa, cabecillas tenebrosos de esas estructuras. También están Antonio García o Pablito, cabecillas del ELN. Y están con la anuencia de muchos sectores afines al régimen y que también se nutren de actividades ilegales como el narcotráfico o la extracción ilegal de minerales. Esto no es nuevo y es evidente, lo conocen muchos órganos de seguridad internacionales. Si tuviéramos realmente en Venezuela un Gobierno democrático, institucional y confiable enfrentando ese fenómeno, esto se hubiera acabado hace mucho tiempo. Pero ha sido esta retaguardia estratégica y este apoyo estratégico que han brindado durante años lo que ha mantenido vivo esos grupos en gran medida.

Estamos en España, señor presidente, y es inevitable preguntarle por el momento de las relaciones bilaterales entre Colombia y el Gobierno de Pedro Sánchez.

Yo creo que tenemos una relación muy buena. Y quiero destacar algo muy similar a lo que he dicho de la relación entre Colombia y EEUU: nuestra relación ha sido históricamente bipartidista, y lo digo por los Gobiernos que han estado al frente del Gobierno español en las últimas tres décadas.

Entiendo que nada interfiere en esa buena relación la presencia de miembros de Podemos en el Gobierno de España.

Yo soy respetuoso de los Gobiernos y mi rol no es cuestionar quiénes los integran. En política hay diferencias y hay posturas. Las mías son muy claras en muchos temas y aquí estamos ahora enviándole un mensaje al pueblo español: los Gobiernos representan la unidad de un país, aquí y en Colombia.

Siguiendo con las relaciones diplomáticas, ¿ha percibido algún cambio en la política de EEUU hacia Colombia o Latinoamérica desde que Biden está en la Casa Blanca?

El año entrante celebraremos los 200 años de relaciones bilaterales con Estados Unidos. Para nosotros es algo muy importante y estamos trabajando con la Administración Biden en muchos frentes, como el migratorio, donde fuimos pioneros en otorgar el estatus de protección temporal a los migrantes venezolanos, como Estados Unidos, que también ha hecho lo propio.

El Mundo


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