Colombia | Familiares por cifra de ejecuciones extrajudiciales: «Los 6.402 muertos no son un invento»

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‘Los 6.402 muertos por los falsos positivos no son un invento’

Días después, la hermana, en aquel hogar humilde de Soacha, contestó una llamada de Daniel que con dificultad le dijo que no podía cumplir la promesa a su mamá y luego se cortó abruptamente. Transcurrieron ocho meses hasta que doña Gloria se enteró de que el cadáver de su hijo yacía en el cementerio de Ocaña.

Sus palabras retumbaron en el auditorio en la Casa La Merced de Cali, donde la Comisión de la Verdad realizó el ‘Encuentro por la Verdad: Reconocimiento a las víctimas de ejecuciones extrajudiciales’, en el país.

Doña Gloria tuvo que enfrentarse a la realidad de los ‘falsos positivos’.

Desde entonces, como miles de familiares de las víctimas, empezó su lucha por encontrar justicia.

En esta lucha dijo que se ha encontrado con burlas “de que habían matado a jóvenes que no sabían ir al baño ni coger la cuchara. Pero, ¿por qué si eran seres humanos?“.

Las ejecuciones extrajudicial dejan, al menos, 6.402 personas asesinadas en el país, entre 2002 y 2008, y que fueron presentadas como bajas en combate por el Estado.

“A mí hermano se lo se lo llevaron con mentiras”, dijo Sildana Hernández. Se lo llevaron como a los demás jóvenes, “los disfrazaron de guerrilleros y los mataron vilmente”.

Se lo llevaron descalzo y por eso, ella, en un tributo se quitó sus zapatos en el auditorio ante familiares de víctimas de Orinoquía, centro-oriente, Antioquia, Eje Cafetero, Caribe y Sur Andina, las más afectadas.

Varios dolientes citaron los mandatos presidenciales de Álvaro Uribe y le dijeron a la senadora María Fernanda Cabal que “sus muertos no son un invento».

«Señora María Fernanda Cabal, los 6.402 muertos sí existen. No es como usted dice que no. Que son un invento de la izquierda. ¿Los mandan a estudiar por vagos? Ellos van al Ejército porque no tienen medios para ir a una universidad», dijo Luz Marina Bernal, del capítulo de víctimas de Bogotá.

“Yo parí a un hijo para la vida y él me parió para la lucha”, dijo Luz Marina Bernal, de Bogotá. “Soy la voz de una víctima que el Estado mató. Están reclutando a nuestros hijos para asesinar a otros más pobres, a los más fregados”.

«Yo no soy de izquierda, no soy goda ni cachiporra. Me mataron a mi hijo», dijo otra de las madres, quien cuestionó cómo alguien como la congresista puede salir al país a negar estas atrocidades contra un mínimo de 6.402 jóvenes.

Según la Justicia Especial para la Paz (JEP), estos crímenes de jóvenes humildes que fueron engañados con promesas de trabajo para que fueran a regiones apartadas en donde se les asesinó a sangre fría y luego vestidos con prendas militares para ser presentados como guerrilleros muertos en combate se presentaron en todo el territorio nacional entre 2002 y 2008.

Para Cabal, sin embargo, esto es una invención. “Eso enferma a la izquierda, porque necesitan crear una narrativa que destruya el honor de la Fuerza Pública, por eso se inventan 6.402 falsos positivos», dijo.

El padre Francisco de Roux señaló que estas historias desgarran el alma y no deben quedar en el olvido.

El comisionado Carlos Martin dijo: “Duele escuchar” y anotó que es fundamental reconocer la grave violación de derechos humanos. “La negación ha sido un modus operandi. La negación es un veneno para la sociedad y termina negando, siendo un dolor para las víctimas”.

Las ejecuciones extrajudiciales, explicó el comisionado Alejandro Valencia, consiste en asesinatos en los cuales es clara la responsabilidad del Estado, ya sea porque a través de agentes se le negó el derecho a la vida a algunas personas, o porque quienes cometieron los crímenes contaron con el apoyo de esos mismos agentes estatales.

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