José Antonio Kast: ¿Qué hay detrás del presunto ascenso del candidato republicano? – Por María Luisa Cisternas

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Por María Luisa Cisternas

El ascenso de la ultraderecha es un fenómeno que ha ocurrido en varias regiones del mundo. Emblemático fue el caso del republicano Donald Trump en Estados Unidos y en el continente, el gobierno del Partido Social Liberal representado por Jair Bolsonaro. En Europa este avance se ha evidenciado en el Este, en países como Hungría y Polonia mientras que en Alemania y España se han abierto paso en las instituciones del Estado los integrantes de la AfD y VOX, respectivamente.

En Chile el fenómeno lo encarna el candidato José Antonio Kast. Las encuestas electorales de los últimos meses tales como el sondeo Cadem han ubicado al republicano en la Pole Position de la carrera presidencial. Por otro lado la fuga de los respaldos de Chile Podemos Más hacen proyectar en una segunda vuelta al competidor del Frente Social Cristiano en desmedro de Sebastián Sichel.

Dado que la fiabilidad de las encuestas tipo Cadem están en entredicho y que el escenario electoral aún está, como se ha señalado constantemente este año, bastante líquido, cabe preguntarse cuáles son los factores que revestirían de competitividad al contendor.

En conversación con nuestro medio, el académico del Instituto de Asuntos Públicos de la Universidad de Chile, Felipe Agüero, señaló que la causal más clara de la ventaja que ha obtenido el republicano estos últimos meses es la caída de Sichel. La seguidilla de errores cometidos por el ex ministro de Desarrollo Social y el descontento de la propia coalición con su candidato fue abonando las condiciones para se comenzará a mirar con mayor interés a Kast, explicó.

“La derecha llegó a Sichel a pesar suyo porque veía con horror, con temor de que la cosa se le escapaba de las manos por el poder que estaban adquiriendo las posiciones transformadoras y entonces vio que aquí tenía un candidato que podía hacer un contrapeso apelando al centro, pero como eso terminó con tantos errores yo creo que la propia derecha pensó, ‘bueno aquí tenemos que volver a nuestros principios fundamentales y reencontrarnos con nosotros mismos, lo que somos, lo que siempre hemos sido’”.

En ese mismo sentido, el analista político y académico de la Facultad de Filosofía y Humanidades y de la Universidad de Chile, Ernesto Águila, sostuvo que el declive de Sichel permitiría a Kast monopolizar el 20 por ciento del rechazo.

“Es una cifra importante para pasar a segunda vuelta. No para ganar la presidencia, pero si tú ya aglutinas un 20 por ciento de la votación, pensando que los que pasan de primera a segunda vuelta van a andar por un 30 (por ciento), o sea son cifras que ya dan cuenta de un crecimiento súper importante”, señaló.

Otro de los segmentos que se está viendo magnetizado por la narrativa del republicano fuera del oficialismo partidario son los estratos populares. Según el desglose de la última encuesta de Pulso Ciudadano, el 21,3 por ciento de los adherentes del candidato pertenecen al segmento D y E, vale decir, personas con ingresos alrededor de 500 mil y 300 mil pesos. Una tendencia que no es nueva a juicio de Agüero en la medida que esto conecta con lo que era la “UDI Popular y la UDI de las poblaciones”.

“Son sectores que son muy sensibles a todo el tema de la migración, que lo ven como una amenaza y que el propio candidato atiza esas impresiones, apelando a eso tiene un apoyo de esos sectores también”

“Por otra parte que hay ciertos valores un poco conservadores en las cuestiones de orientación sexual, por ejemplo, que también tienen una cierta apelación en parte de esos estratos y hay grupos que tienen un sentimiento nacionalista que Kast recoge y que tiene un atractivo para ese sector. Las personas que defienden el prestigio de las Fuerzas Armadas también van a esa dirección”.

Al respecto Pablo Rodríguez, cientista político del Instituto Libertad plantea que el control de la inmigración, de delincuencia y el eje de la seguridad en general “son discursos que le caen perfecto a una figura como Kast y probablemente por eso le va bien en las encuestas. Probablemente si estuviéramos en una discusión distinta, de derechos sociales, pudiera ser que se movieran mejor otros candidatos, la centro izquierda por lo general”, indicó.

En ese sentido y en palabras de Águila, Kast “está construyendo más adhesión en la medida que, con mucha ayuda de los medios de comunicación, los clivajes que se tocan son el tema del desorden, de la violencia, de la migración, o sea mientras él ponga esa agenda tiene posibilidades de conectar con ciertos temores que hay en la población, con ciertos sentidos comunes”, explicó.

La concordancia entre la agenda pública y programas como el que levanta el candidato republicano pasan por una “natural convivencia entre los grandes medios y precisamente los intereses de los sectores de derecha, o de los sectores conservadores y empresariales” aseveró Hans Stange, académico del Instituto de la Comunicación e Imagen de la Universidad de Chile. Una relación que se entiende por la misma estructura de los medios, agregó.

“En Chile no hay ninguna ley por ejemplo que prohíba que los grandes medios sean de propiedad de conglomerados de otros tipos de empresas, que impida que un Banco sea no solo un avisador del medio sino también propietario de un medio. Lo mismo sucede con las empresas pesqueras, con las empresas mineras y los casos están a la vista como el conglomerado Saieh, Luksic (…) Y eso determina el modo de jugar las cartas en estos grandes medios en el sentido que no son medios imparciales, van a tender a un discurso conservador, porque es más importante mantener la unidad y la estructura social”.

Pese a las mentiras que han entrañado la narrativa del candidato, tales como la mortalidad que provoca la legalización del aborto o bien, la difusión de una ficha clínica falsa del candidato de Apruebo Dignidad para tratamiento de drogas, el discurso del competidor del Frente Social Cristiano no pierde efectividad. Al respecto Agüero hizo la relación con Donald Trump que pese a que se habían evidenciado en él conductas misóginas y que se levantaron en su contra denuncias de abuso sexual, “la gente estuvo dispuesta a perdonar”.

“Eso es lo que pasa en estas posiciones extremas que la gente está dispuesta a apoyar a su líder a pesar de todo y creo además que el comando de Kast, Kast mismo en su equipo son muy eficientes en el manejo comunicacional que incluye todo el aparato de redes sociales, el uso de bots que responden a gente de manera muy orquestada que emite comentarios y que reciben andanadas de respuesta de parte de estos dispositivos digitales que se han manejado con mucha eficiencia”, indicó.

La inclinación por discursos que apelan a la emotividad por sobre la racionalidad es un fenómeno propio de los países que han visto erosionada su democracia, al cruzar por condiciones de inestabilidad política, social y económica, afirmó Stange.

“Todas estas situaciones ocurren mediadas por crisis económicas como ocurrió en Estados Unidos o crisis políticas como ocurrió con el impeachment en Brasil, o por ejemplo en contexto de estallido social como ocurrió acá en Chile, entonces toda esa situación de crisis, de desconfianza en las instituciones, de baja participación, de percepción de aumento de la corrupción hace que la gente sienta desconfianza y miedo por lo tanto hay una disposición emocional”.

Lo anterior provoca que las personas no tengan la disposición de resolver los conflictos mediante el diálogo o que se atengan a los datos para efectos de tomar decisiones sino que responden a quienes puedan entregar “confianzas emocionales”, añadió.

A juicio de Agüero no es inesperado que exista un “mini backlash” una reacción al proceso de transformación que se dinamizó con el estallido social, que devino en la Convención Constitucional y en el ascenso de las fuerzas progresistas y de izquierda. En ese sentido señaló que hay alcances que son vistos con temor por algunas personas, una cierta cautela que rebota en la reacción hacia Kast. Un antecedente que entregó el académico y que caracteriza esta reacción es el triunfo de Trump en seguida del gobierno de Obama.

“Se dio este triunfo inesperado de un candidato afroamericano a la presidencia y eso generó su propia reacción en contra, que es visto como el susto al otro, el susto a que el blanco norteamericano vaya siendo desplazado por el poder de los afroamericano en alianza con los latinos, con inmigraciones que van creciendo y estableciéndose en Estados Unidos entonces hay un temor a una especie de nacionalismo blanco”.

Sin perjuicio de lo anterior, Agüero reparó en que aún hay que aquilatar el peso electoral real del candidato Kast, dado que por ahora su posicionamiento es de orden mediático, “muy producido y muy fomentado”, afirmó.

Radio U Chile

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