México concluye el año con más de 130 mil solicitudes de asilo de migrantes

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La Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) seguirá respaldando a México para hacer frente al fenómeno migratorio, que este año se disparó de manera exponencial, en el caso de las solicitudes de condición de refugio, hasta 130 mil, casi un 100 por ciento más respecto a 2019 y 200 por ciento al año pasado, que ponen a nuestro país en una especie de olla de presión, reconoció el representante de este organismo, Giovanni Lepri.

Dijo, sin embargo, que México debe reforzar sus acciones para contar con un presupuesto suficiente para los trabajos que realizan instituciones como la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (COMAR) o el Instituto Nacional de Migración (INM), así como programas con alternativas para los migrantes que deseen quedarse a vivir aquí, como ocurre con la comunidad haitiana.

“Entonces, pensamos que hay tres situaciones que deben ir al mismo tiempo: financiación de la COMAR por parte del estado, una institución más fortalecida con oficinas territoriales; segundo, los procedimientos de análisis de los casos deben ser más ágiles y siempre decimos justos y rápidos y no al revés. La tercera parte es que se propongan alternativas para un flujo migratorio mixto donde cubra una variedad de necesidades”.

Al hacer un balance del fenómeno migratorio y de refugio en México, Lepri, quien asumió el cargo en agosto pasado, recordó que recientemente firmaron un convenio con la COMAR para apoyar con 230 plazas para nuevo personal que ayude a agilizar los tiempos de respuesta a los peticionarios de refugio, aunque estos apoyos económicos no serán permanentes, aclaró.

“Las necesidades han crecido mucho más de cuánto haya crecido la capacidad de la COMAR, entonces para nosotros ahí hay dos puntos fundamentales: uno, la intención es seguir apoyando a la COMAR, pero nosotros tenemos financiación que depende de los apoyos voluntarios de gobiernos y de los privados. Además, como estamos hoy, la COMAR requiere más capacidad para responder a esta situación que se está enfrentando”

Respecto al tema de los migrantes haitianos que han demandado refugio en México, destacó la decisión del gobierno de autorizar su traslado fuera de Tapachula, Chiapas, hacia otras ciudades, lo que vino a abrir una válvula de escape a esa presión que se tenía. Sin embargo, las alternativas de trabajo deben cumplirse para esos grupos y para los que permanecen en la Ciudad de México para evitar que esos flujos lleguen a la frontera norte.

“Si las personas terminan yendo por el territorio sin tener apoyos como proyectos de integración o posibilidades de estabilizarse, el riesgo es que terminen todos en la frontera norte. De hecho, Mexicali y Tijuana nos están diciendo que los albergues están rebasados por la llegada de haitianos y entonces es un poco reactivo y ojalá- crucemos los dedos- que el efecto positivo de quitar un poco de presión a Tapachula no termine siendo un efecto negativo de vuelta para atrás.

“No la tiene para nada fácil, México no la tiene para nada fácil, pero hay que reconocer las decisiones que se han tomado en medio de un contexto complicado”, señaló el representante de ACNUR.

HASTA 100 MIL EMPLEOS

Giovanni Lepri explicó que a la fecha han apoyado a 305 migrantes con traslado y capacitación para lograr emplearse en el estado de Coahuila, pero a partir de las gestiones que pudieran realizarse en entidades como Jalisco, Aguascalientes, Nuevo León, Puebla, Querétaro, San Luis Potosí y Guanajuato, habría más de 100 mil empleos disponibles para estos migrantes que por alguna razón abandonaron su tierra de origen en Centroamérica.

Explicó que el programa piloto que propuso el pasado 17 de diciembre la ACNUR en conjunto con la Organización Internacional para las Migraciones al Gobierno de México, a través de la Comisión Intersecretarial de Atención Integral en Materia Migratoria, tiene como primera fase que algunas familias haitianas que no han solicitado asilo formen parte del Programa de Integración Local de ACNUR, vigente desde 2016, para que sean reubicadas en ciudades del centro y norte del país donde tienen mejores oportunidades de acceso al mercado laboral, a la vivienda, a la salud y a la educación.

En tanto, la OIM estará encargada de identificar los perfiles de las personas elegibles para incorporarse al programa piloto, de acuerdo con lo que determine la autoridad migratoria. También, se brindarán cursos de español y se facilitará la emisión de documentación que compete al Instituto Nacional de Migración.

“Así, en vez de congestionar la COMAR con gente yendo a buscar un documento que certifique que son solicitantes de asilo mejor busquemos una alternativa que evite desgastar a la COMAR, ponerla en riesgo de colapso y que responda a necesidades de personas que no necesariamente son refugiados, pero que podrían quedarse en México bajo otro estatus migratorio”

Excelsior

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