Colombia | Así fueron las masivas marchas en todo el país a un año del paro nacional

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Paro nacional en Bogotá: una jornada pacífica que de nuevo cerró con violencia

Multitudinarias marchas, que no se aplacaron con los aguaceros, fueron paisaje en una docena de puntos de encuentro en Bogotá. La jornada de manifestaciones, muestras artísticas y ollas comunitarias se realizaron este jueves 28 de abril para conmemorar un año del paro nacional de 2021, que permeó en su momento las principales ciudades del país.

Como ha sido costumbre en los últimos años de protestas y marchas, en el día se caracterizaron por ser pacíficas (salvo un acto vandálico contra Transmilenio) y desarrollarse en el marco de lo que las autoridades señalaron como “buen comportamiento de promotores y asistentes”. Sin embargo, al caer la tarde, luego de que las movilizaciones empezaran a disiparse, comenzaron los disturbios en inmediaciones de la Universidad Nacional.

Esto lo sintió la ciudad. Según reportes de la Secretaría de Movilidad, los capitalinos que retornaban a sus casas se vieron afectados. El cierre de estaciones de Transmilenio, los plantones en vías como la calle 26, la avenida Caracas y la avenida Suba, obligaron a los usuarios a caminar por varios minutos. Al cierre de esta edición, y tras la entrega de un segundo parte, las autoridades indicaron que al único foco de enfrentamiento llegaron unidades del Esmad para garantizar el orden y restablecer la movilidad.

Jornada pacífica

La primera concentración se dio en inmediaciones del Parque Nacional, en donde se convocó a una asamblea popular para socializar los motivos que tenían los ciudadanos para adelantar las marchas de esta jornada. Entre ellos se expusieron la exigencia de una reforma agraria integral, la poca garantía para la permanencia de los grupos étnicos en sus territorios, el alto costo de vida y la defensa de la naturaleza. Entre las 10:00 a.m. y el mediodía, grupos entre 20 y 50 personas se concentraron en las instalaciones del Ministerio de Trabajo, el parque Pórtico (Suba), la Cancillería, la Secretaría de Gobierno, la Registraduría, la Universidad Pedagógica, la Universidad Distrital (sede Vivero y Kennedy), la Fiscalía, la Defensoría del Pueblo y el Ministerio de Trabajo.

Allí, tras varios minutos de bloqueos, los grupos fueron avanzando para integrarse con las otras movilizaciones que, muchas de ellas, intentaron llegas hasta la Plaza de Bolívar, en el centro de la capital. A pesar de que sobre el mediodía llovía en por lo menos cuatro localidades de Bogotá, entre ellas por donde se desplazaban los manifestantes, estos no mermaron su paso y siguieron rumbo a los puntos de concentración.

En la tarde, uno de los hechos que empañó la jornada fue la destrucción de por lo menos seis puertas de Transmilenio, a manos de tres personas, quienes quedaron grabadas en las cámaras de seguridad. “La jornada se ha desarrollado en tranquilidad con la excepción de tres vándalos que afectaron estaciones de en la avenida Caracas. Están individualizados, se presentó denuncia y se abrió noticia criminal en Fiscalía”, señaló el secretario de Seguridad, Aníbal Fernández de Soto.

Debido al daño en los vidrios de las puertas, las estaciones Profamilia, Calle 39, Calle 45, Recinto Ferial y Centro Memoria dejaron de funcionar de manera parcial, para evitar que los usuarios se vieran afectados. Horas más tarde, tras el paso de las movilizaciones, el tránsito volvió a la normalidad.

Para las 5:00 p.m., y en el marco de una multitudinaria concentración frente a la Universidad Nacional, sobre la entrada de la calle 26, se vivieron los primeros enfrentamientos entre algunos manifestantes y la Fuerza Pública. La situación comenzó cuando uniformados del Esmad hicieron presencia en la zona y algunos manifestantes comenzaron a lanzar piedras y objetos contundentes contra los uniformados.

En el intento por repeler cualquier tipo de agresión, unidades de Derechos Humanos, que hacían presencia en el sitio, controlaron los enfrentamientos, momento en el que una de estas personas habría sido agredida por los mismos policiales. Pese a que el presunto abuso de autoridad no trascendió, sí generó un disturbio mayor. Fue así como desde que empezó a caer la tarde la zona se convirtió en un campo de batalla.

Pasadas las 6:30 p.m. la confrontación fue controlada, por lo que la movilidad por la calle 26 se restableció en ambos sentidos. El reporte preliminar de este choque entre encapuchados y unidades del Esmad reporta la agresión contra varios uniformados, un manifestante herido y, de acuerdo con Derechos Humanos; al menos ocho detenidos. Al cierre de esta edición se reportaron bloqueos en otros puntos de la ciudad.

El Espectador


Emergencia Humanitaria: ante la profunda crisis estructural y el genocidio continuado del Estado colombiano

De acuerdo con la declaratoria de Emergencia Humanitaria emitida y entregada el 27 de abril en la oficina de la Organización de las Naciones Unidas –ONU- en Bogotá, tras la movilización de diferentes organizaciones sociales en una caravana que recorrió el país desde el 25 de abril, se insistió en exigir al Gobierno Nacional que respete la vida y no estigmatice el ejercicio político y autónomo de las comunidades.

El centenar de organizaciones sociales, étnicas y campesinas acordaron que la profundización de la crisis estructural que vive Colombia ha llevado a más de 1500 líderes sociales a movilizarse, en una acción coordinada y legítima, para visibilizar y denunciar al Estado colombiano por el genocidio político en curso, la constante violación a los DD.HH. y el Derecho Internacional Humanitario -DIH-, así como la precariedad de la economía debido al “paquetazo neoliberal” y la militarización de los territorios.

Denuncian también, el tratamiento de guerra a la protesta y la movilización popular, la cual ha acrecentado la crisis impuesta por la élite económica y política, que “en el contexto de la militarización del país, el asesinato de líderes y lideresas sociales ha superado los 1300 casos (…) y un total de 323 excombatientes firmantes del Acuerdo de Paz asesinados”.

Al cumplirse un año del Paro Nacional 28A las organizaciones reiteran la responsabilidad del Estado en la muerte de más de 100 personas, durante las jornadas de protestas del 2021. Así mismo, también denuncian los más de 100 heridos graves por traumas oculares, los 60 casos de violencia sexual y los 129 casos de manifestantes desaparecidos –según la ONU-, en el período comprendido entre el 28 de abril y el 28 de mayo.

El documento emitido resalta que “la acción simbiótica entre militares y paramilitares y operaciones de bandera falsa (disidencias) contra las organizaciones sociales en las regiones ha dejado un saldo de, al menos, 22 líderes y lideresas sociales asesinadas”, registrados hasta febrero de 2022.

Por lo tanto, entre los propósitos de la Emergencia Humanitaria se busca el reconocimiento, legitimidad, solidaridad y acompañamiento humanitario y político a nivel nacional e internacional para el movimiento social y popular colombiano. Así mismo, el reconocimiento de los gobiernos propios y los mecanismos de autoprotección de las comunidades y adelantar acciones con acompañamiento nacional e internacional para la defensa de la vida, la libertad y la permanencia en los territorios.

La convocatoria reitera al pueblo colombiano, a los movimientos políticos de izquierda y progresistas del continente y el mundo, a profundizar la lucha y la movilización como la mejor manera de adelantar la solidaridad entre los pueblos.

Un año del Paro Nacional

Para el 28 de abril de 2021, el Comité Nacional de Paro (CNP) integrado por sindicatos y algunas organizaciones sociales, convocaron a un Paro Nacional, con movilizaciones masivas de diversos sectores sociales, étnicos, campesinos, obreros y juveniles, quienes elevaron un reclamo contra las políticas gubernamentales en más de 600 ciudades por casi dos meses, tratándose de una manifestación sin precedente en la historia del país.

Entre las razones de dicho descontento social se encuentran que para el 2020, la pobreza monetaria fue 42,5% y la monetaria extrema 15,1%, según el propio Departamento Administrativo Nacional de Estadística -DANE-, considerando a más de 26 millones de habitantes sin empleo de un total aproximado de 50 millones de habitantes.

Otra de las razones que incubó el Paro Nacional fue el manejo de la pandemia por covid-19, período que cerraron más de 509 mil micronegocios que, en el caso de Colombia, genera cerca el 80% del empleo y representa el 90% del sector productivo nacional.

Según analistas el gobierno de Iván Duque aprovechó la pandemia para profundizar su ajuste neoliberal, sobre endeudando al Estado llegando al 70% del PIB, concentrando el control total del Congreso, de los entes de control, de la Fiscalía y algunas cortes. Aunado a esto, la pérdida de más de 50 Billones anuales por la corrupción también generó la presión para el estallido social del 2021.

En este escenario de país, los más ricos duplicaron su riqueza mientras que los de menos posibilidades económicas entraron en las estadísticas del hambre, considerando que más de 11 millones de colombianos ya estaban en la pobreza absoluta, otros 20 millones perdieron sus empleos.

Colombia Informa

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