Gabriela Rivadeneira, dirigente política ecuatoriana: «Necesitamos repensar qué tipo de democracia queremos»

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Por Hector Bernardo

 

En una extensa entrevista con Contexto, Gabriela Rivadeneira, dirigente de Revolución Ciudadana, ex presidenta de la Asamblea Nacional de Ecuador y destacada referente política, habló de su exilio forzado en México, la persecución judicial en América Latina, el rol de los medios hegemónicos de comunicación, la crisis judicial y carcelaria en su país y la necesidad de repensar la democracia y el Estado.

A continuación, el video con la charla completa y un extracto con las frases más destacadas de la entrevista:

La traición de Lenín Moreno

«El problema es que, ganando las elecciones en 2017, fuimos absolutamente traicionados».

«Como fuerza política, como patria, como América Latina, como la región, todos apostamos por el triunfo presidencial de Lenín Moreno, en ese momento candidato por la Revolución Ciudadana».

«Ganamos la elección presidencial, ganamos la mayoría parlamentaria, pero a los pocos meses [Moreno] mostró un viraje conservador, neoliberal profundo».

«Retornó al país el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial, la USAID (Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional), y lo digo porque con la Revolución Ciudadana estas agencias habían sido expulsadas de nuestro país por temas de soberanía».

«Los medios de comunicación monopólicos volvieron a tomar control de la política nacional».

«Todo ello, más la recesión económica, cero inversión, el sobreendeudamiento, crisis carcelaria, crisis de salud, etc., hizo que nosotros rápidamente marquemos una distancia y una ruptura definitiva con el presidente Moreno».

«Entonces quedaron dos facciones, la del Gobierno, donde se quedó mucha gente que había militado y que había sido incluso dirigente de la Revolución Ciudadana, en el Gobierno de Correa, y, por otro lado, nosotros, que pasamos, bajo la conducción de Rafael Correa, a formar el ala del ‘correísmo’, que ya casi la oposición ha hecho de esta palabra una categoría política en el Ecuador».

«Allí empezó toda una suerte de persecución judicial. Rafael Correa tiene sentencia por ‘influjo psíquico’, que es una locura donde se cuente, realmente no hay explicación para este mamotreto judicial que hicieron con el caso ‘Sobornos’, que más o menos parte de lo mismo que partió Odebrecht con Lula o con Cristina [Fernández de Kirchner] en Argentina. Es decir era el mismo formato. Jorge Glas, nuestro vicepresidente, fue apresado durante cuatro años y medio, ahora recobró parcialmente su libertad, gracias a un habeas corpus que ahora está siendo apelado y está en proceso judicial nuevamente».

El exilio forzado

«En mi caso, y el caso de otros compañeros y compañeras, fue que en octubre de 2019, donde se levantó una gran movilización político-social en Ecuador, de la que además la dirigencia del correísmo decidió mantenerse a un lado, porque era una expresión absolutamente social y ciudadana, pues ‘fuimos los responsables’ según el Gobierno de turno y nos acusaron tanto por instigación como por rebelión. Mi caso judicial es por ‘instigación’, todavía sigue abierto, siendo una locura realmente, ya que no hay por donde sostener o justificar este caso. Ya debió haber sido archivado hace muchísimo tiempo, pero lo mantienen abierto. Acá en México debí acudir al menos tres veces a la fiscalía mexicana por cooperación internacional».

«El caso de rebelión, por el que fueron muchos de nuestros compañeros apresados, algunos de ellos ejerciendo funciones públicas, ahora pasaron por un proceso de amnistía general en el Ecuador y pudieron recobrar su libertad hace muy poco tiempo».

«Así se reduce este gran cuento que resulta en estos cinco años de traición, de retroceso, profundización del neoliberalismo en el Ecuador a través de la herramienta del lawfare».

«Aquí en México no soy la única, somos varios los compañeros y compañeras que estamos en condición tanto de asilo como de refugio, entre ellos nuestro compañero Ricardo Patiño, ex canciller de la República, varios exministros, exasambleístas».

«Bueno, esto es lo que nos ha tocado vivir, pero eso no quiere decir bajo ningún punto de vista que nos quedemos quietos, así que seguimos batallando desde donde nos toque y esperamos que muy pronto sea nuevamente desde nuestra patria».

Crisis judicial y crisis carcelaria

«El sistema judicial está pasando por una crisis. Como todo en el Ecuador, lamentable y dolorosamente está en crisis».

«Tenemos una crisis carcelaria brutal. En lo que va de estos períodos [Lenín Moreno, Guillermo Lasso], van más de trescientas personas asesinadas en las cárceles. Recientemente hubo un último amotinamiento la semana pasada, en donde muchos dicen que son más de cuarenta y otros dicen que son hasta cien los asesinatos, y no han hecho absolutamente nada».

«Lo que me asombra brutalmente es la falta y la ausencia total de los organismos internacionales de derechos humanos. Si esto pasara mínimamente, ni siquiera en esta dimensión sino mínimamente en cualquiera de los Gobiernos progresistas o cuando nosotros fuimos Gobierno, hubiéramos estado ya con los cascos azules encima. Pero pasa en los Gobiernos neoliberales. Y como justificativos de estas crisis se refuerzas las alianzas con Washington».

Los medios

«Lastimosamente e históricamente, los medios de comunicación monopólicos son corporativos, y por ello actúan bajo intereses económicos absolutamente claros. En nuestro caso, la Revolución Ciudadana realizó la aprobación de la Ley de Comunicación en el 2013».

«Esos son de los temas que jamás nos los van a perdonar, porque obviamente lo que dijimos fue ‘zapatero a tus zapatos’, no pueden ser los gerentes o accionistas de la banca los dueños de los medios de comunicación en un país como el nuestro. Porque sino ocurre que toda esa élite económica genera los imaginarios que quieren que se generen socialmente a través de las pantallas y de las radios».

«Cuando los medios de comunicación se convierten en partidos políticos y esos partidos políticos con sus propios voceros están todos los días en las pantallas de televisión denigrando y deslegitimando a los procesos progresistas o de izquierda, terminan al final ganando ciertas batallas».

La democracia

«Ya no nos alcanza con la democracia liberal tal cual ha sido instaurada. Entonces, necesitamos repensar qué tipo de democracia queremos, qué tipo de Estado, que tipo de país queremos para que realmente se pueda promover un desarrollo diferente».

Doctrina Monroe vs. los procesos populares

«Desde la aplicación de la Doctrina Monroe en nuestro continente, estamos hablando de 1823 hasta la fecha, no hemos podido romper con una lógica de dominación hegemónica basada justamente en la supremacía de las élites económicas y cómo esto influye de manera directa en nuestros países».

«Cuando llegan al Gobierno, nuestros procesos progresistas buscan la transformación de esas relaciones de poder a través del ejercicio de gobierno y esa lógica se termina afectado, no solamente ese statu quo nacional, sino además se altera la configuración geopolítica».

«La primera década del siglo XXI trastocó la geopolítica. Eso es algo que con el lawfare trataron de romper y en un determinado momento lo lograron, hasta ahora que hay una nueva reconfiguración».

La esperanza

«Las mismas generaciones que crecieron con nuestras políticas, con políticas del bienestar, son las que ahora están sufriendo en carne propia lo que es no tener un Estado. Y son ahora esas generaciones, esos ciudadanos y ciudadanas, los que se están organizando nuevamente para recuperar los derechos que tenían».

«La disputa de los sentidos es algo que creo que nos hemos olvidado en los últimos años. No estamos disputando los sentidos, no estamos disputando las ideas, las propuestas, no estamos disputando el fondo de la estructura. Nos concentramos en nuestras luchas individuales cuando hay una lucha de clases que se vuelve a reivindicar porque el sistema y el neoliberalismo lo que ha hecho es, nuevamente, acrecentar esa gran brecha de desigualdad entre los que más han acumulado, incluso en los momentos de pandemia, y los que han retrocedido a estados de pobreza y extrema pobreza».

Diario Contexto

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