Colombia | Petro confirma acercamientos con Venezuela pero por ahora no se reunirá con Maduro

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Pese a que hay acercamientos con Venezuela, Petro no se reunirá con Maduro

Aunque la Cancillería ya tiene acercamientos con Venezuela para restablecer las relaciones diplomáticas, el presidente Gustavo Petro aseguró que, por ahora, no se reunirá con Nicolás Maduro.

Desde la Casa de Nariño, el presidente Petro aseguró que el gobierno trabaja en una ruta del restablecimiento para las relaciones con Venezuela

Aunque la Cancillería ya tiene acercamientos con Venezuela para restablecer las relaciones diplomáticas, el presidente Gustavo Petro aseguró que, por ahora, no se reunirá con Nicolás Maduro.

Desde la Casa de Nariño, el presidente Petro aseguró que el gobierno trabaja en una ruta del restablecimiento para las relaciones con Venezuela

«Tienen que restablecerse las relaciones, comerciales, culturales, sociales, familiares e incluso las militares de todo tipo son comisiones que ya existían, ya existía una institucionalidad que se creó durante décadas y que ahora hay que volver a reconstruir para que se ponga en marcha todo el proceso de normalización», dijo.

El mandatario aseguró que el proceso podría tardar dos meses y que una vez se complete nombraría al embajador.

Caracol


Maduro ordenó restablecimiento de relaciones militares entre Colombia y Venezuela

El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ordenó al ministro de Defensa, Vladimir Padrino López, que «de inmediato» se busque restablecer las relaciones militares con Colombia.

De acuerdo con lo manifestado por Padrino López, la orden de Maduro es que de manera inmediata él se ponga en contacto con el ministro de Defensa colombiano, Iván Velásquez, para que se lleve a cabo este cometido.

«He recibido instrucciones del comandante en jefe de la FANB (Fuerza Armada Nacional Bolivariana), Nicolás Maduro, de establecer contacto de inmediato con el ministro de Defensa de Colombia para restablecer nuestras relaciones militares», indicó Padrino López a través de la cuenta de Twitter del departamento de prensa de la Fuerza Armada.

​La orden de Maduro se da en el marco de las recientes declaraciones de él y del presidente de Colombia, Gustavo Petro, quienes han manifestado su deseo de que las relaciones entre ambas naciones se retomen con prontitud.

Incluso, este martes se ha asegurado que el presidente venezolano visitaría Colombia en los próximos días para, precisamente, dialogar con su homólogo colombiano sobre cómo serán las relaciones entre ambas naciones ahora que Petro asumió el poder.

Cabe recordar que el pasado domingo, luego del acto de posesión presidencial de Colombia, el mandatario venezolano felicitó a Gustavo Petro por asumir el poder y, además, reiteró su disposición a reconstruir la relaciones que han estado rotas por años de tensiones.

«Tiendo mi mano al pueblo de Colombia, al presidente Gustavo Petro, para reconstruir la hermandad sobre la base del respeto y de amor entre los pueblos», dijo Maduro en un video grabado desde su residencia en Caracas y publicado en sus redes sociales.

El País


El primer consejo de ministros de Petro: hasta la medianoche y sin celulares

Los ministros llegaron a la Casa de Nariño cerca a las seis de la tarde, la hora de su primera reunión con el nuevo presidente, Gustavo Petro. Pero el presidente no estaba. Su agenda estaba retrasada y les pidieron esperarlo.

Mataron el tiempo hablando entre ellos. Algunos habían sido compañeros en otros gobiernos (como José Antonio Ocampo y Cecilia López, de Hacienda y Agricultura), y volvían a encontrarse en la mesa de 20 puestos del Salón del Consejo de Ministros.

Otros también se conocían, pero no en buenos términos. Alejandro Gaviria, el ministro de Educación, quedó al lado de Carolina Corcho, la ministra de Salud, una de sus mayores críticas. Corcho fue designada, justamente, para rehacer de cero el sistema de salud que Gaviria defendió en el gobierno de Juan Manuel Santos.

Por protocolo, los ministros de Educación y Salud van juntos en la mesa. Ambos se sentaron casi sin dirigirse durante las seis horas, incluyendo las dos que pasaron esperando a Petro.

A tres sillas de ellos estaba Alfonso Prada, el ministro del Interior. Prada pasó parte de ese primer día de gobierno en el Congreso, hablando con los partidos aliados para asegurar su apoyo a las reformas del Ejecutivo, en especial la tributaria. Continuó con esa gestión mientras esperaban al presidente en la sala de ministros. Habló sobre todo con Catalina Velasco y Mery Gutiérrez, de Vivienda y TIC, dos de las ministras cuyas hojas de vida fueron enviadas por los partidos tradicionales (el Liberal y La U).

Abajo, en la entrada de la carrera octava, los ministros que recién llegaban eran abordados por un corrillo de periodistas. Pero la prensa no reconocía a algunos de los más nuevos en la política, como la ministra de Minas, Irene Vélez, que pasó al frente de ellos sin que ninguno se le acercara. “¿Esa era la ministra? Que entren a Palacio gritando nombre y cargo, por favor”, dijo entre risas uno de los periodistas.

Algunos de los miembros del gabinete de Petro apenas podían sostenerse en sus sillas del cansancio. Uno, que pidió no ser citado, despertó a las 4 de la mañana ese lunes y llegó a la reunión después de más de 16 horas de trabajo. “Los nervios del primer día”, dijo.

A las ocho de la noche anunciaron la llegada de Petro. Pero antes una oficial de la Policía les pidió a los ministros que entregaran sus celulares. Pasó por cada puesto recogiéndolos. En un punto llegó a la silla de Iván Velásquez, el ministro de Defensa, el jefe civil de las Fuerzas Armadas. La policía le extendió la mano para pedirle el aparato.

Solo cuando todos estaban desconectados entró Petro. Los saludó con amabilidad y se sentó en el centro de la mesa para empezar la reunión.

La noche sin protocolos

El día anterior al consejo de ministros, el domingo, Petro se posesionó como presidente, y el ambiente en la Casa de Nariño era mucho menos formal. Después de los protocolos y las cámaras hubo una fiesta en los pasillos de la casa presidencial.

En la entrada del hall de Gobelinos (donde al día siguiente Petro dio su primera rueda de prensa junto al mandatario de Chile, Gabriel Boric), varias decenas de colaboradores bailaron canciones de reguetón de Bad Bunny.

La nueva primera dama, Verónica Alcocer, bailó fandango, rodeada de un grupo de músicos. Tenía el mismo traje inspirado en un vestido de novia que usó en la posesión, pero le agregó un sombrero vueltiao.

Atrás de Alcocer y los músicos había un mural que representa otra celebración presidencial, pero hace 200 años: la posesión de Bolívar en el Consejo de Angostura, pintada por Tito Salas en 1939.

Petro estaba feliz. En un punto de la noche un bachiller que presta servicio militar en el palacio se acercó al presidente. Le entregó una hoja con el puesto que le correspondía en la cena. Petro le sonrió, hizo un saludo militar con la mano en la frente y dijo: “Como ordene, mi soldado”.

El arranque del presidente Petro

Petro suele hablar poco en privado, pero tres de los asistentes coincidieron en que fue el protagonista de su primer consejo de ministros. Opinó de todos los temas: la tributaria, el Canal del Dique, la reforma política, y las relaciones con Venezuela. Es un estilo que no tuvo la última vez que ejerció el poder, como alcalde de Bogotá, cuando prefería guardar silencio y tomar nota en las reuniones.

“Estuvo activo, dando línea. Está feliz. En un punto yo ya estaba que sacaba la mano y él seguía animado”, dijo uno de los asistentes.

La reunión no tuvo una agenda concreta, más allá de la presentación que hizo el Ministro de Hacienda de la reforma tributaria. Petro les dijo a los ministros que todos tienen la responsabilidad de que la reforma sea aprobada y les pidió estar activos en los diálogos regionales.

Luego, cada ministro tuvo un espacio para hablar de sus proyectos. Algunos se extendieron más, como la ministra de Agricultura, Cecilia López y el de Comercio, Germán Urrutia. Otros apenas pronunciaron palabra: como la ministra de Minas, Irene Vélez y la de Salud, Carolina Corcho.

El ministro de Defensa, Iván Velásquez, fue particularmente silencioso. “Ese es su estilo, siempre ha sido así”, dijo uno de sus colegas.

Cada intervención era registrada por Laura Sarabia, la secretaria privada de Petro, que tomaba nota. Sarabia viene de ser la asesora de confianza de Armando Benedetti, y entre ambos manejaron la agenda de Petro en la campaña. En el consejo de ministros era la única con un computador y digitaba con la misma agilidad con la que hablaban los asistentes.

Antes de terminar, Petro le dijo a su gabinete que las reuniones serán todos los lunes a las 3 de la tarde, incluso los festivos, y que ninguno puede salir de la ciudad en esos días.

Luego se despidió, salió del salón y la oficial de la Policía les devolvió sus celulares a los ministros. Eran las 11:50 de la noche. Los más entusiastas se quedaron un rato más hablando y dejaron que los alcanzara la medianoche en la Casa de Nariño. La primera de muchas.

La Silla Vacía

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