Argentina | El 35° Encuentro Plurinacional de mujeres y diversidades dijo: “América Latina será transfeminista y popular” – Por Paula Giménez

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El 35° Encuentro Plurinacional de mujeres y diversidades dijo: “América Latina será transfeminista y popular”

 

Por Paula Giménez*

Contra todos los pronósticos, y contra los recursos y maniobras que emplearon los sectores conservadores provinciales y nacionales, se realizó entre el 8 y el 10 de octubre el 35° Encuentro Plurinacional de Mujeres, Lesbianas, Trans, Travestis, Intersexuales, Bisexuales y No Binaries (35 EPMLTTIBNB), en la provincia argentina de San Luis, ubicada al centro oeste del país.

No fueron suficientes el bombardeo mediático de deslegitimación, los recursos de amparo, el personal policial especialmente capacitado, las cercas de hierro, ni las puertas y ventanas selladas con chapas para proteger las iglesias, o el retiro de todas las figuras religiosas de los altares y los pedestales, para evitar que se realice esta nueva edición del mayor plenario feminista de Argentina.

“Qué momento, qué momento, a pesar de todo, les hicimos el Encuentro”, corearon por las calles las más de 100 mil personas para dar cierre a esta actividad que, este año, además del reclamo por los transfemicidios y por la aparición con vida de jóvenes y niñas desaparecidas, se pronunció firmemente en contra del intento de magnifemicidio de Cristina Fernández de Kirchner y por la libertad de Milagro Sala, que lleva más de 7 años presa.

Se sumó, además, el reclamo de las mujeres mapuche presas, luego del desalojo de una comunidad en la provincia de Río Negro dos días antes del Encuentro. Conflicto que desencadenó la renuncia de la primera Ministra de Mujeres, Géneros y Diversidad, Elizabeth Gómez Alcorta, quien expresó su desacuerdo con la prisión preventiva de 7 mujeres mapuche, entre ellas una Machi (de mucho peso en la comunidad, ya que concentra saberes milenarios sobre medicina ancestral). Su renuncia despertó el debate mediático, aprovechando para golpear nuevamente sobre un Ministerio que fue conquista indiscutible del movimiento feminista. Un debate que evitó ir al hueso del asunto: la responsabilidad central del Ministro de Seguridad, Aníbal Fernández.

¿Por qué transfeminista y popular?

Luego de años de discusión sobre quién es le sujete de los feminismos en nuestro país, el el Encuentro se definió Plurinacional y nombró este año y por primera vez de manera oficial a las diversidades. El movimiento transfeminista argentino abrió los brazos una vez más para seguir construyendo, de manera transversal y circular, con sus propias lógicas en las que no caben los esquemas tradicionales y verticalistas. Lo que no significa, claro está, abandonar las aspiraciones de construir poder para transformar todo lo que deba ser transformado. Al contrario: Este movimiento histórico, logró, en los últimos años, conquistar el derecho a la interrupción voluntaria del embarazo en el sistema público de salud, una lucha que se multiplicó en la región y se viralizó en las redes, llevando el pañuelo verde como insignia, que recoge con su emblema, el espíritu de la lucha que impulsaron las Madres de Plaza de Mayo en contra del terrorismo de Estado.

También se logró la Ley de Educación Sexual e Integral (2006); la Ley de cupo Laboral travesti-trans (2021), la Ley de Identidad de Género (2012), la Ley Micaela (2019) – que obliga la capacitación para los tres poderes del Estado con perspectiva de género-, la Ley de matrimonio igualitario (2010), la ley nacional de protección integral de las mujeres (2019), la ley de equidad de géneros en los medios de comunicación (2021), el cupo femenino en eventos musicales, la ley de paridad de género en ámbitos de representación política  (2017), el cambio de tipificación del delito de homicidio a femicidio (2012), la Ley Yolanda (2020), la Ley Nacional de Atención y Cuidado Integral de la Salud durante el Embarazo y La Primera Infancia (2021), entre otras.

Sin embargo, justamente por su potencia transformadora, es que reconocemos en el movimiento un territorio fértil para la disputa. Allí emerge con fuerza el transfeminismo popular, capaz de producir interseccionalidades entre géneros, diversidades y clase, para potenciar la fuerza acumulada, a partir de la comprensión de que el heteropatriarcado se arraiga en un sistema económico, que para reproducirse hace uso de un aparato de acumulación/exclusión y en sus terminales extremas, de aniquilación.

El extractivismo, la explotación, la concentración, la financiarización y la dominación a través de mecanismos micro y macroeconómicos (como el crédito personal y las deudas externas) intentan doblegar la voluntad del movimiento feminista. A eso se suman los discursos de odio neofascista, la violencia extrema y el aniquilamiento, elementos de una ingeniería patriarcal y capitalista para disciplinar la lucha de feminismos y disidencias.

¿Por qué las derechas violentas, que ahora se multiplican por el mundo, ponen entre sus enemigos privilegiados al movimiento feminista y diverso? ¿Por qué se acumula el odio social hasta el punto en el que podemos ver por televisión cómo alguien gatilla un arma en la cara de la vicepresidenta argentina Cristina Fernández de Kirchner? ¿Será por el tamaño de la amenaza que representa esta mujer cuando le otorga dirección a un amplio movimiento popular de Argentina? “¿Qué sería el fascismo sino el anverso del capitalismo en descomposición?”, decía un meme que rodaba por las redes sociales en estos días.

Por otro lado, un feminismo blanco y liberal disputa el discurso dominante sobre el sentido y la práctica de la lucha feminista y disidente. Mujeres exitosas, profesionales y blancas que hablan de equidad, de paridad y de no violencia, pero que no están dispuestas a abandonar sus privilegios de clase dominante, y más bien tienden a maquillarlos con su discurso.

Sin embargo, en Argentina, hay un movimiento que se alza desde los barrios hacia las instituciones políticas, que se teje en las organizaciones libres del pueblo, que se organiza desde abajo, produciendo redes sororas, combativas y desobedientes. Pionero al anticipar lo que luego nombraríamos como pandemia macrista, que embistió contra el modelo productivo y de inclusión social que se sostenía en la Argentina hasta 2015.

Punta de lanza en el proceso de organización de la resistencia política a la ofensiva neoliberal del macrismo, por fuera y por dentro de todas las estructuras tradicionales de la clase obrera, logró impulsar planes de lucha que culminaron en un primer Paro Internacional en 2017 ¿Qué hay en estos métodos de lucha sino el autoreconocimiento como parte de la clase oprimida y explotada dispuesta a tomar la iniciativa?

En medio de la Pandemia de Covid-19, que nos arrastró al terreno de la virtualidad, donde cotidianamente invertimos una cantidad de horas similar a una tercera jornada laboral para producir información cuyo valor capitalizan otros, el movimiento feminista, popular y disidente, reconoció los visos de la triple explotación y comprendió la importancia de dar batallas en este territorio. Cuenta así con la capacidad de manifestarse a nivel mundial haciendo oír su voz materializada en consignas, para darle carácter universal a su lucha.  Así, la performance “El violador eres tú” representado por el colectivo «Las Tesis», en Chile, llegó a las antípodas del mundo, donde también aparecieron pañuelos verdes y consignas que universalizaron las luchas locales del sur global.

En este contexto, en el que la ofensiva del gran capital se despliega sobre las ya paupérrimas condiciones de vida de las clases subalternas, las mujeres y disidencias, desde un movimiento diverso y popular, tienen la potencia de coordinar luchas para romper con las relaciones capitalistas y patriarcales que moldean la sociedad, en pos de la verdadera y definitiva liberación de nuestros pueblos. Así lo reafirmó una de las consignas que quedaron resonando tras el paso del Encuentro: “América Latina será transfeminista y popular, o no será”.

*Licenciada en Psicología y Magister en Seguridad y Defensa de la Nación y en Seguridad Internacional y Estudios Estratégicos. Investigadora del Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE).

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