Argentina | Los detenimientos políticos y sociales – Por Matías O. Feito

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Los conceptos vertidos en esta sección no reflejan necesariamente la línea editorial de NODAL. Consideramos importante que se conozcan porque contribuyen a tener una visión integral de la región.

Los detenimientos políticos y sociales

Por Matías O. Feito*

 

primero nos creíamos inmortales, después empezaron a matarnos,

ahora nos morimos solos

Germán García

 

Cuando ni las síntesis heredadas, ni las formulaciones novísimas nos sirven como prismas para observar y analizar el movimiento de lo social. Cuando el abandono de la transformación social asimismo abandona los marcos teóricos, que nos conducen a fracasos tras sujetos de la reforma. ¿Dónde poner la mirada de nuestra reflexión-voluntad?

Al pensar los medios, objetivos y metas en las luchas políticas y sociales intentaremos instalar la mirada en un aspecto de la dimensión poder: los detenimientos.

Nuestra primera localización entre las aporías de fracciones burguesas, contradicciones internas al sistema que se anulan desde una perspectiva catastrófica (destrucción mutua).

La condición rota de la hegemonía: debilidades constructivas

La ofensiva de 1976 en Argentina es un punto de inflexión en el proceso de construcción de hegemonía del capital financiero tras décadas de luchas inter-burguesas y llegando a instrumentalizar el aniquilamiento físico y moral como medio aberrante en la “acumulación originaria” de nuestra territorialidad social. Esta paz de cementerios marcó a fuego el devenir de una salida democrática de características particulares donde no podemos dejar de registrar su consolidación en la resolución de la guerra de Malvinas y las crisis hiperinflacionarias de 1989-1990.

Y aun así las luchas y protestas de la clase obrera se hilvanaron desde la soledad de esa misma hegemonía. El movimiento de diciembre de 2001 a nivel nacional desembocó en una insurrección popular compuesta de torrentes que discurrieron durante todo el período anterior. Lo desencadenado continúa abierto.

Las formas ideológicas liberales que se afirman en los agrupamientos políticos, con mayores caudales electoral en 1983, son consecuencias de aquellas relaciones sociales que construyó el aniquilamiento de la dictadura cívico-militar. Aún continúa primando en las percepciones de los hechos políticos y sociales el corte dictadura-democracia, división que oculta una transición donde priman continuidades en el ordenamiento económico social. Nos dan información de un mismo momento contrarrevolucionario para las luchas de la clase obrera y el campo del pueblo desde donde nos preguntamos por una política de salida.

En la actual situación política marcada por la radicalización de la aristocracia financiera, un “ir por más”, incluso al reinstalarse en situaciones políticas que parecían desfavorables a sus intereses, cada discurso teórico dominante, al relatar un alineamiento político-ideológico en los hechos políticos y sociales lo hace desde los repertorios construidos desde 1983. A diferencia, a diferido de las ausencias, de vacíos en las propuestas de cuadros políticos donde emergen los fenómenos morbosos.

Tres hechos de distintos caracteres como el intento de asesinato de la actual vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner en Argentina, el resultado electoral en Chile del “no apruebo” y el peso electoral de Bolsonaro en la elección a presidente en Brasil (primera vuelta) se manifiestan como consecuencias de detenimientos políticos y sociales que operan en las últimas semanas en la región.

Una acción directa y dos momentos electorales tienen características claramente distintas desde los procesos que los constituyen. Sólo nos abstraeremos como ejercicio exploratorio para señalar las consecuencias para el movimiento de lo social. Tienen en común que los efectos políticos afianzan posiciones de fuerzas sociales reaccionarias en los tres territorios donde sucedieron.

¿Detenimiento de qué movimiento?

Nuestra hipótesis para Argentina es el reintento de construcción del partido del orden en la recreación de una zona gris del reformismo burgués donde se articulan negocios económicos y políticos en la direccionalidad de los intereses de la aristocracia financiera. Esta hipótesis, supone el acercamiento de posiciones entre fracciones de los actuales grandes agrupamientos políticos. Su realización requiere desalojar intereses y personas que expresan alineamientos diferentes a la direccionalidad mencionada. Por eso, la implementación de golpes de mano (desalojo de funcionarios y cuadros políticos) como tecnología política es factible y no pueden sorprendernos entre los repertorios de las repúblicas burguesas.

La incógnita optimista se plantea sobre el lugar de la fracción política del “kirchnerismo”: ¿afuera o adentro? ¿repliegue ordenado a determinadas localidades? ¿tregua que proteja las posiciones en el sistema institucional tras repertorios discursivos que desarman intelectualmente desde 1983?

Advertimos los peligros de un proceso de soldadanización en el orden existente que implican a aquellos participantes de la alianza social en el gobierno. Esta advertencia no sólo son contradicciones internas en un agrupamiento político sino el desplazamiento a posiciones más conservadoras para la defensa y mantenimiento de los principales pilares de gobernabilidad. Entre estos desplazamientos podemos localizar enunciados y convocatorias del actual embajador de EEUU en Argentina. ¿Acciones que fragilizan?

La constelación de fragmentos y fragmentos de organizaciones del campo del pueblo apagan sus brillos al no llegar a tomar la fuerza necesaria para las metas que enuncian. Estas líneas de fragilidad son datos para la reflexión-voluntad de las prácticas militantes.

Lo que llamamos detenimientos remite a las acciones que la burguesía día a día obstaculiza, frena o inhibe. Lo sacrificado desde “arriba” son determinados comportamientos políticos que hacen a una de las fuentes de la construcción de hegemonía, curiosamente de la misma manera nos da información de sus debilidades constructivas, de vulnerabilidades que sólo podemos encontrar desde las luchas políticas y sociales. Un doble vínculo.

El detenimiento protege, defiende, debilidades constructivas allí mismo donde la aristocracia financiera busca realizar sus proyectos con más radicalidad. Las luchas políticos y sociales son la materia vibrante para el conocimiento de los instrumentos de dominio. Sin rebelión, no hay conocimiento

El doble vínculo: movimiento-detenimiento

Desde la década de 1980, las teorías de un sinfín de “nuevos” movimientos sociales emergieron en el campo académico. En simultáneo, era instrumentalizada una ofensiva ideológica desde la aristocracia financiera que impulso el “barrido” de la noción de clase social, para ello requirió de reducirla al comportamiento económico (desde la perspectiva económica que previamente impuso).

No estamos desvalorizando la diversidad de movimientos de protesta donde se proponen nuevas relaciones sociales desde la diferencia y la restitución de las condiciones históricas que producen esas injusticias en mujeres, pueblos originarios o capas pobres del proletariado. Estamos intentando localizar las contradicciones de la diferencia desde las conducciones, direcciones, orientaciones en relación al ordenamiento social (para incorporarse, para reformarlo, para transformarlo). Los juegos o rearticulaciones de muchas de las metas de los movimientos de protestas comprenden re-vinculaciones teóricas, producto de un desarme intelectual en las practicas osificadas en organizaciones sindicales y políticas, ahí en el propio campo donde más responsabilidad histórica debemos asumir para transformarnos desde nuestras prácticas militantes.

El movimiento de diferencias, de contradicciones, de oposiciones construidas históricamente por los cuerpos expropiados dan forma a procesos de enfrentamientos sociales. Desde aquellos enfrentamientos, confrontaciones, que nos precedieron, elegimos una herencia sin propiedad intelectual, donde la noción de clase social es formada y afectada desde los problemas de la conducción: qué hacer ante el orden social.

El mayor sacrificio en el campo político es hegemónico y consiste en el abandono de la transformación social, donde el momento democrático no es toda la arena de disputa, ni las protestas tras los efectos del orden social son toda la lucha.

¿Qué orden? El ordenamiento de los cuerpos y las cosas por la forma hegemónica del capital financiero. ¿Qué aguijón? El consumo problemático de los marcos teóricos sin preguntarse por la direccionalidad concreta en relación a ese orden. Quitar un aguijón a contramano de las modas o los sentidos comunes requiere de confianza en las fuerzas populares en la que nadie es formado.

El contenido del aguijón (Canetti) es la conservación de la orden. Para nosotros es la conservación del ordenamiento social que podemos encontrar en la reflexión-voluntad. Quitar el aguijón a un texto es un modo de lectura, quitar el aguijón a una fuerza es un modo de conducción. Lo que nos interesa instalar es una mirada desde la construcción de situaciones, desde la producción de relaciones sociales que detiene ciertos comportamientos. ¿Detenimiento de qué movimiento es? El intento de reorientar esa energía social a la clausura de una situación.

Entre lo político y lo social: detenimientos, correspondencias y transformaciones

El detenimiento hace referencia al momento de transformación política de la burguesía. No opera externamente, sino dentro del movimiento, de las acciones que enlazan. Un modo de cooptar y orientar, metabolizar, bajo su política los movimientos de oposición de obreros y otros sectores del pueblo.

Los procesos de enfrentamiento en el movimiento de lo social nos permiten desenmascarar las personificaciones de intereses y cuestionar las tecnologías políticas más complejas que producen comportamientos dependientes en nuestro propio campo. Los “sí”, la aceptación, los consentimientos están construidos de relaciones de fuerzas que producen efectos de “pseudo-necesidades” donde se aloja la detención.

¿Qué nos detiene a cada uno de nosotros para pensar la transformación social? ¿Dónde nos detenemos en las acciones que llevamos a cabo?

No esperar nada de arriba, es un modo de comprender las unidades y alianzas desde abajo. En la actual situación marcada por la radicalización de la aristocracia financiera nos parece una tarea impostergable repensar las formas de organización de nuestras luchas. Ahí donde la horizontalidad es desacralizada de los repertorios y prácticas militantes. Nos parece interesante la noción de “crisis de horizontalidad” de Catherine Malabou. En un momento histórico donde la llamada uberización instituye un modo de horizontalidad desde formas de organización del capital financiero. ¿Cómo diferenciarnos de esta carga instituida por las oligarquías sí compartimos espacios y rechazos al poder del estado?

Lo político y lo social desde los enfrentamientos nos permite hacer observable los detenimientos que analizamos como capacidad de reinstalación, pero también correspondencias entre ambos ámbitos de lucha que contornean oposiciones funcionales, oposiciones oficiales, o la posibilidad de transformación según cuál es la toma de posición ante los problemas del poder y la conducción.

Mientras los detenimientos funcionen, la hegemonía del capital financiero está rota entre grupos dominantes que pugnan por una nueva redefinición. ¿Qué sucede sí el detenimiento deja de contener a los de “abajo”?

La confianza en las fuerzas populares, en su experiencia contiene un proceso teórico-práctico. No es la democracia como deidad, son las luchas democráticas por influir, conquistar derechos, restituciones dentro del sistema. Como también su defensa donde nada está garantizado, aún menos un relevo progresivo por aquello que tan arduamente se legitimó y legalizó. Y un paso más de transformación social, sin esperar nada de arriba, sería un nuevo posible donde el detenimiento es transformado desde abajo. Un detenimiento para pensar política de masas.

 

*Investigador del Centro de Investigaciones en Ciencias Sociales (CICSO, www.cicso.org), Argentina, invitado por el Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (www.estrategia.la)

 

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