Gioconda Belli, escritora nicaragüense: «Los que están siendo traidores a la patria son Ortega y Murillo”

1.908

Gioconda Belli, despojada de la ciudadanía de Nicaragua: “Los que están siendo traidores a la patria son Ortega y Murillo”

Por Ramiro Pellet Lastra

Gioconda Belli escribe y escribe. Lo hizo toda la vida. Es su arte, su oficio, su forma de estar en el mundo. Lo hace con sus poesías, con sus novelas, y también en las redes sociales, donde cuestiona con clase al régimen de Daniel Ortega y su mujer, Rosario Murillo, la pareja que controla y asfixia a voluntad a su querida Nicaragua.

Premiada en el mundo entero, con una extensa lista de distinciones internacionales que de por sí toma su tiempo leer, Gioconda Belli es una de las decenas de personas que fue despojada de su nacionalidad de un plumazo, por la suprema decisión del régimen que dirige su país.

El gobierno de Ortega primero expulsó a 222 presos políticos. Luego, la semana siguiente, le quitó la ciudadanía y confiscó los bienes a otros 94 nicaragüenses en el exilio, entre ellos Gioconda Belli, quien debió dejar Nicaragua en 2021 también por otra arbitrariedad emanada de la cumbre del poder.

En diálogo con LA NACION desde España, Belli dijo que los verdaderos “traidores a la patria”, la cláusula que usó el régimen para justificar el despojo de la ciudadanía, eran desde luego Ortega, Murillo y su banda de lugartenientes.

-Esta semana usted rompió su pasaporte durante un programa de televisión, en España. Fue un gesto que llamó mucho la atención. ¿Qué quiso representar exactamente?

-Pues mira, en Nicaragua hay seis millones de habitantes y la mayoría no tiene pasaporte. Eso no quiere decir que no sean nicaragüenses. Ellos [el régimen] están convirtiendo la nacionalidad en una cosa que ellos tienen la potestad de quitar o no, cuando eso está prohibido por la Constitución, prohibido por la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Entonces yo hice ese gesto para decir que este pasaporte no soy yo, este es un documento de viaje. Pero yo tengo mi registro, yo nací en Nicaragua, estoy registrada en el Registro Civil. No me pueden quitar la nacionalidad por decreto, y por eso lo hice, para decir que este pasaporte no me vale a mí la nacionalidad. Yo soy nacional de Nicaragua me quiten o no el pasaporte.

-Así que la nacionalidad es algo que se lleva en el corazón, no en un papel…

-Claro. Fue un acto de desafío. Yo soy nicaragüense porque amo Nicaragua, porque he vivido ahí toda mi vida, porque luché por la libertad de Nicaragua, porque tengo hijos nicaragüenses, o sea, tengo casa en Nicaragua, tengo perros en Nicaragua… tengo todo, mi vida entera. Todos mis libros tienen que ver con Nicaragua, he escrito poesía… pues mira, toda mi poesía está marcada por Nicaragua. Entonces es ridículo pensar que me van a quitar la nacionalidad quitándome el pasaporte nicaragüense.

-Como artista de la palabra, ¿qué le dicen las palabras “traidores a la patria” que usó el régimen?

-Son palabras muy fuertes que se han ocupado mucho, sobre todo en las dictaduras, para calificar a las personas que no hacen lo que los dictadores quieren que se haga. Yo no soy traidora a la patria, yo soy una persona crítica al gobierno y a la gestión de Daniel Ortega y Rosario Murillo. Y creo que los que están siendo traidores a la patria son ellos. Porque traicionar a la patria es no tratar a todas las personas con respeto, no cumplir las leyes, no cumplir la Constitución. Eso para mí es mucho más traición a la patria que ser crítica en uso de mis derechos democráticos a la gestión de un gobierno.

-¿Cada vez se pueden decir menos palabras en Nicaragua?

-Sí, mira, el exilio está lleno de periodistas. En esa lista de confiscados y de declarados traidores y apátridas y todo eso están los periodistas más importantes de Nicaragua: Carlos Fernando Chamorro… habían encarcelado a Cristiana Chamorro, a Pedro Joaquín Chamorro… o sea los Chamorro que eran los dueños de La Prensa, que era el periódico que fue por 100 años el más importante en Nicaragua. No solamente lo confiscaron, confiscaron las instalaciones, echaron preso al gerente, que acaba de salir entre estos 222 [enviados a EE.UU.]. Han confiscado todos los medios de comunicación y han silenciado a todos los medios de comunicación independientes.

-¿El régimen de Ortega está reforzando el discurso, la propaganda, a la par que refuerza la represión?

-Claro, porque ellos tienen todo un discurso, ellos manipularon el discurso después de 2018 cuando el pueblo los rechaza y se lanza las calles a rechazarlos y a decirles que se vayan. Ellos se volvieron desde ese momento vengativos y trataron de articular un discurso de que era el imperialismo. Porque el imperialismo lo tenemos muy adentro en Nicaragua, el antiimperialismo, desde Sandino, desde la guerra de la Contra durante la revolución. Pero los Estados Unidos durante todos estos años después han tratado de cooperar con Nicaragua. El mayor socio comercial de Nicaragua son los Estados Unidos.

-¿Cómo era esa relación con Estados Unidos?

-Tenían una relación muy buena con Ortega, le hicieron donaciones a la policía, al Consejo Electoral, y hasta 2018 cuando los Estados Unidos protestan por la matanza que estaba haciendo Daniel Ortega, es que entonces Ortega decide que va a echarle la culpa de lo que está pasando, y eso no es verdad. Esa fue una rebelión espontánea del pueblo nicaragüense, que protestó primero por una cosa de unos impuestos del Seguro Social y después porque empezaron a matar gente. Y la gente lo vio con sus ojos, se filmaron con los teléfonos los asesinatos de muchachos jóvenes y algunos heridos que cuando los llevaron al hospital les negaron la atención médica.

-Ortega tiene que haber hecho las cosas muy mal para perder casi todos los apoyos dentro del país y de los gobiernos extranjeros que medianamente lo avalaban…

-Ellos están gobernando sobre la base del control que tienen sobre las armas y la policía, y con un sistema judicial que no existe. La Justicia es un mamarracho ahorita en Nicaragua, obedece a las decisiones de esta pareja. El Partido Sandinista no existe tampoco, porque no funciona como partido. O sea que los que mandan son ellos dos, es un poder absoluto el que tienen.

-¿Qué le parece la decisión de la Argentina y otros países de ofrecer la nacionalidad a los nicaragüenses?

-Me ha llenado de gran alegría saber que Argentina, el presidente Alberto Fernández, le ha extendido la mano a todas estas personas que hemos quedado apátridas por culpa de este gobierno, y que le van a dar nacionalidad argentina. Eso fue importantísimo porque nosotros, yo por ejemplo tengo un vínculo enorme con Argentina, porque he leído a todos sus escritores, amo Buenos Aires, tengo muchísimos amigos, muchos argentinos estuvieron con nosotros en la revolución. Realmente tenemos vínculos importantes con Argentina, entonces eso me ha dado mucho gusto, me ha dado mucha alegría saber que Chile, Argentina, no sé si Colombia están extendiendo la mano a los que somos víctimas de estas dictaduras. Y creo que se abre un horizonte nuevo en América Latina en el momento en que los gobiernos lo que respetan son los derechos humanos y la ética, y no la inclinación ideológica de cualquier gobierno.

-¿Cómo ve a largo plazo la dictadura? En Twitter y otras declaraciones mencionó que estaba débil…

-Sí, se está debilitando, se está desprestigiando, cada día tiene que usar más el miedo para controlar, para poder existir en Nicaragua, y entonces están creando un país que es una cárcel de país.

-Cuando se endurece tanto hay posibilidad de que se rompa…

-Así es, yo creo que se va a romper, estoy convencida de que se va a romper. No sabemos cuándo, pero que se va a romper, se va a romper.

La Nación

Más notas sobre el tema