El sistema educativo de Paraguay, entre los peores del mundo – Por Celso Guanipa Castro

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El sistema educativo de Paraguay, entre los peores del mundo

Por Celso Guanipa Castro, especial para NODAL *

Según Unicef, en Paraguay, seis de cada 10 niñas y niños se ven forzados a abandonar la escuela, aun cuando el sistema educativo paraguayo ha realizado importantes esfuerzos en las últimas décadas para garantizar el acceso a la educación: se amplió la cobertura en todos los niveles del sistema educativo y se extendió, desde el año 2010, la obligatoriedad y gratuidad de la educación inicial y media.

Este progreso del país aún deja de lado a niños y niñas que ingresan tarde al sistema educativo, que fracasan reiteradamente, que no encuentran experiencias educativas que les permitan desarrollar sus capacidades y que viven situaciones de discriminación. En muchos casos, a estas situaciones escolares se suma el agravio de vivir en la pobreza.

Un millón 100.000 menores de entre 5 a 14 años van a clases en instituciones dependiente del sistema publica de educación primaria. La educación paraguaya atraviesa una prolongada crisis que ubica al país entre los peores del mundo en nivel educativo. La crisis se manifiesta en la falta de mínima infraestructuras hasta llegar al propio sistema, que demuestra ser totalmente desfasado, a consecuencias de la mala gestión y la corrupción.

El derecho de la educación se ve contemplado en el artículo 28 y 29 de la Convención sobre los Derechos del Niño: todos los niños, niñas y adolescentes deben tener acceso a una educación gratuita y de calidad, sin tener que hacer frente a las dificultades económicas. Se trata de un derecho fundamental que debe ser brindando a toda la niñez y adolescencia de forma gratuita y de calidad, más aún cuando se trata de la educación de quienes debieran ser en un futuro no muy lejano los protagonistas del cambio.

El periódico local ABC señala que actualmente de 1.509.226 estudiantes matriculados, el 77% pertenece al sector oficial, un 59% de los estudiantes no culmina la educación media.
La inversión en educación en Paraguay no alcanza el 7% del Producto Interno Bruto (PIB), tal como recomienda la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), la inversión ronda el 5% con todos los aportes provenientes del Fondo Nacional de Inversión Pública y Desarrollo (Fonacide) y la cooperación internacional.

Mientras tanto, el Ministerio de Educación y Ciencias (MEC) utiliza el 85% de su presupuesto (más de 6,4 billones) para pago de salarios y de este presupuesto sólo invierte el 7% en calidad educativa. Esta situación no es una novedad. A más de dos décadas los estudios internacionales sobre educación sitúan a Paraguay en los últimos lugares a nivel mundial. En 2019, Paraguay ni siquiera aparece entre los peores del mundo en el ranking de nivel educativo y en 2018 ocupó los últimos lugares como el peor entre los peores del mundo en la evaluación realizada por el Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos para el Desarrollo (PISA-D), solo a frente de tres países africanos. A nivel de Latinoamérica, no ocupa el último lugar por la situación que enfrenta Haití.

La calidad del sistema educativo se refleja en el alto porcentaje de deserción escolar. En la actualidad, la deserción escolar en general es de 59 en 100 alumnos, es decir de 100 alumnos que iniciaron la primaria 59 no terminan la educación secundaria básica. Pero, al analizar las cifras en educación escolar arroja números aún más preocupante.

En la educación primaria, la deserción escolar es de 40 en 100. La pobreza asociada a un modelo autoritario, herencias de la dictadura, son las principales causas de deserción escolar. En Paraguay, la cobertura escolar abarca aproximadamente el 85% de niños/as en edad de ingresar al sistema educativo. Es el país latinoamericano con peor tasa de matriculación.

En 2020, lejos de mejorar todo indica que la situación va a empeorar. El Ministerio de Educación y Ciencias (MEC) como solución al problema para optimizar recursos decidió cerrar 1.579 aulas, en secciones de la Escolar Básica, la Media y Educación para Adultos. Esta medida, afectará a familias de escasos recursos y privará el derecho a educación a muchos niños/as, principalmente de zonas rurales, en que diariamente estudiantes recorren decenas de kilómetros para llegar a la casa de estudios más cercana.

Esta medida parece descabellada desde cualquier punto de vistas en un país en que la media es de 50 alumnos por aulas o en donde niños/as dan clases bajo árboles o en aulas improvisadas de carpas proveídos por el MEC, donde la temperatura fácilmente alcanza los 45 grados durante la mayor parte del año.

En los últimos días, el nivel educativo del Paraguay presentó tristes evidencias. El propio MEC había redactado y distribuido a instituciones escolares materiales didácticos repletos de errores ortográficos y gramaticales, con transgresión de reglas básicas de escritura de la lengua española.

El gobierno derechista deslindó responsabilidades y justificó que la impresión de 526.600 cuadernillos y de 40.650 guías docentes no costó ni una moneda al pueblo paraguayo, ya que fue financiada por la Unión Europea.

*Periodista y politólogo paraguayo, asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la).

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