Manuel Villacorta, candidato a la presidencia: “En Guatemala, todas las instituciones del Estado están cooptadas”

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Manuel Villacorta, candidato a la presidencia: “En Guatemala, todas las instituciones del Estado están cooptadas”

Por Javier Tolcachier para FCINA*

Faltan muy pocos días para las elecciones generales en Guatemala, en las que se elegirán presidente y vicepresidente, 160 miembros del Congreso, 20 diputados al Parlamento Centroamericano y los alcaldes y concejos de los 340 municipios del país.

Estos comicios vienen precedidos por múltiples irregularidades, como la proscripción de candidaturas, el encarcelamiento de periodistas y la persecución a fiscales a cargo de investigaciones contra la corrupción.

Para hablar de todo esto y entender mejor el panorama social y político actual de Guatemala, el Foro de Comunicación para la Integración de NuestrAmérica (FCINA) invitó a dialogar al candidato a la presidencia Manuel Villacorta, del partido Voluntad, Oportunidad y Solidaridad.

A continuación, los conceptos sobresalientes de la entrevista.

Agenda prioritaria para el futuro gobierno

Los desafíos son inmensos por la degradación a la que se ha llegado. Tratar de preservar la escuálida democracia de Guatemala, luchar por resguardar los Derechos Humanos, hoy profundamente vulnerados y tratar de instituir un verdadero Estado de Derecho. Por otra parte, el combate a la pobreza y la creación de miles de empleos a través de generar condiciones adecuadas para inversiones que paguen impuestos y salarios dignos para los trabajadores. Asimismo, ampliar la posibilidad de políticas públicas fortaleciendo a un Estado hoy inexistente. Junto a Honduras y Haití el presupuesto del Estado guatemalteco no supera el 12% del PIB. Finalmente, defender los recursos naturales y el medio ambiente, frente a la devastación que provocan compañías del agronegocio y transnacionales mineras.

Impacto social Deuda externa

El presupuesto total del Estado es muy bajo, unos 8000 millones de dólares, de los cuales 60-65% se van en funcionamiento, pago de salarios, etc. Tan solo un 15% es lo que el gobierno tiene para inversión directa, salud, educación, infraestructura vial, y otras, pero de ello, la mitad se queda en el bolsillo de los corruptos. El resto del presupuesto se usa para el pago del servicio de deuda. El actual gobierno de Gianmattei ha tenido mayores recursos pero endeudó al país como nunca, deuda que ya ha alcanzado alrededor del 35% del PIB. Deuda que no paga la clase política corrupta, sino el campesino, el habitante pobre, es inhumano lo que ocurre. Deuda que además ha sido mal negociada, a plazos cortos y con altas tasas de interés.

Trataremos de frenarlo, de no recurrir a más endeudamiento externo, rescatar recursos a través de la lucha contra la corrupción, contra la evasión y elusión fiscal que son enormes, contra el contrabando, para contar con un fondo que nos permita invertir en necesidades sociales.

Cooptación de la justicia e intento de disciplinamiento de voces disidentes

El crimen organizado busca siempre cooptar tres grandes instancias: el sistema de justicia, las fuerzas de seguridad y los medios de comunicación. No hablamos aquí solo de aquel grupo de narcotraficantes, sino del gran empresariado. Desde la transición a la democracia, no se ha logrado establecer instituciones fuertes. Mientras funcionó la CICIG (Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala), tuvimos grandes avances en la lucha contra la corrupción y el pueblo vivió con mucha alegría ver presos a ex presidentes, funcionarios, empresarios o ver develado el financiamiento ilícito de los partidos políticos. Al llegar al gobierno Jimmy Morales, como buen títere de los grandes poderes, se expulsó a la Comisión, con lo que comenzó un proceso de retrocesos. Así, periodistas de investigación, defensores de derechos humanos y fiscales anticorrupción se quedaron solos y tuvieron que enfrentar el acoso de un poder reaccionario y en algunos casos, abandonar el país.

En este momento, todas las instituciones del Estado están cooptadas. Estamos viviendo en una dictadura. Las cuatro cabezas del monstruo, los cuatro partidos principales se están repartiendo la elección y en sus listas hay muchos candidatos con procesos penales. Por el contrario se ha impedido candidaturas como la de la campesina Thelma Cabrera, del Movimiento de Liberación de los Pueblos, sin antecedente penal alguno y a través de argumentos espurios.

“La situación es muy difícil, pero como partido, hemos aceptado el desafío de enfrentarlos. Alguien tenía que hacerlo. Quizás seamos muy quijotescos, pero creemos estar rompiendo esa muralla. Si  bien según información con que contamos, ya estaríamos posicionados en uno de los dos primeros lugares, nos da temor el fraude electoral. Hay misiones de observación, pero no se los ha visto con el coraje suficiente para decir esto en público, son “políticamente correctos”. Pido el acompañamiento de las organizaciones de la sociedad civil, académicas, de investigación de toda América Latina para observar lo que en este momento está ocurriendo aquí”, concluyó Villacorta.

La actitud popular frente a la falta de una real democracia

Este es un tema que tiene que ver con la cultura política. En Guatemala se desmontaron las instituciones durante el conflicto armado. Por otra parte, 80% de la población es joven, menor a los 35 años, que se ha acostumbrado a vivir en condiciones precarias. El ciudadano se ha divorciado de la posibilidad de tener Estado, instituciones y tiene poca beligerancia en reclamo de sus derechos, a diferencia de otras juventudes de América Latina. A los jóvenes se los ha  tenido adormilados con una cultura del espectáculo. Los mayores, a su vez, ven la política con escepticismo porque no ha habido cambios. Nos preocupa el posible alto nivel de abstencionismo que pueda haber. Necesitaríamos una sociedad civil más activa, más exigente, más comprometida.

Hay una campaña impresionante pidiendo el voto nulo, impulsada por los mismos cuatro partidos corruptos para lograr triunfar a través del acarreo en poblaciones del interior. Es una batalla difícil que estamos dando contra el abstencionismo y el voto nulo y por una mayor participación. Hay un millón y medio de jóvenes en condiciones de votar y no están empadronados y el gobierno no hizo nada para fomentarlo porque no quieren un elemento distorsivo que les arruine su medición. Lo mismo con los cuatro millones de migrantes en el extranjero, a quienes no se estimuló para que puedan participar.

Segunda vuelta frente al peligro de candidaturas de extrema derecha

En Guatemala se viene configurando el fraude sistémico, distinto del fraude burdo que se produce solo el día de las votaciones. Esto empieza con las encuestas falsas de un medio corporativo, Prensa Libre, que se ha prestado a todos los gobiernos de turno. Su estrategia ha sido en las últimas elecciones poner primero a Sandra Torres, de UNE, que ya gobernó (ex esposa del ex presidente Álvaro Colom, que estuvo preso por corrupción), porque ella genera antivoto y colocan en segundo lugar a quienes ellos quieren que gane. Entonces le dicen a la gente, voten por ésta que nos va a salvar. Realmente, es indistinto, porque tienen cuatro candidatos, las “cuatro cabezas del monstruo”, Mulet (partido Cabal), terriblemente contaminado por el crimen organizado, Zury Ríos, (hija del dictador Efraín Ríos Montt) con esos antecedentes antidemocráticos, Conde, candidato del partido oficialista y a la Sra. Torres. Las mafias que gobiernan Guatemala pueden estar contentas con cualquiera de ellos. Al final se ponen de acuerdo. Por eso este medio y las cámaras empresariales ya dicen que el resto no cuenta, que el presidente saldrá de alguno de estos cuatro. Es una trampa, pero les está fracasando, el pueblo ya lo ve como una burla.

“La candidata mencionada en tu pregunta, (se refiere a Zury Ríos) va a tener una muy pobre performance electoral, tiene mucha campaña publicitaria, le sobra dinero, pero no va a llegar ni al quinto lugar. Por tanto no pasará a segunda vuelta ni podrá ser presidenta, teniendo además una limitación constitucional”, afirmó Villacorta.

Integración regional

En caso de acceder a la presidencia, nuestra política exterior apuntará fundamentalmente a la soberanía de los pueblos y el respeto al derecho ajeno. Nuestra relación con Canadá, Estados Unidos y México, nuestra zona de influencia en temas de seguridad y economía, ha de ser fraterna y aspiramos a mantener una relación muy armónica con todos los gobiernos de América Latina. Nos interesa mucho la consolidación de las democracias populares en la región.  No podemos incidir en las decisiones de los gobiernos y los pueblos. No obstante, en materia de derechos humanos, al tratarse de una categoría universal, estaremos atentos a lo que suceda y haremos nuestros mejores oficios para que ningún país de América Latina viva bajo autocracias, autoritarismos o dictaduras. Necesitamos un pacto en el que la vigencia de la democracia, más allá de las ideologías, no sea negociable, señaló Villacorta.

El candidato recordó en ese contexto la victoria de la Unidad Popular de Salvador Allende, quien reivindicó la posibilidad de llegar al poder por medio de elecciones democráticas.

“Quisiera sí lograr mayores niveles de unidad latinoamericana, porque tenemos una historia en común, una historia de sufrimiento, de dictaduras, de imposición, de explotación. Nunca seremos una región pintada de un solo color, de rojo o de blanco, pero sueño con una América Latina tolerante, inteligente, donde la prioridad sean nuestros pueblos, la democracia, los derechos humanos, para enfrentar los complejos retos que se vienen”, afirmó el entrevistado.

Medio ambiente y recursos naturales

Las empresas extractivistas actúan en Guatemala con total impunidad, debido a la clase política corrupta. No se cumplen procesos legales, ni reglas mínimas. No se realizan estudios de impacto socioambiental independientes, ni se efectúan las fundamentales consultas comunitarias. La industria minera deja apenas el 1% de sus ingresos para el Estado, se llevan recursos no renovables para afuera, dejando aquí una gran contaminación en los ríos y los lagos.

En su gobierno – asevera Villacorta – se dictará una moratoria inmediata a la renovación de licencias y se efectuará una revisión completa para garantizar que cumplan con los requisitos legales y estudios necesarios y una mayor proporción en los ingresos que obtiene el Estado. Vamos a defender los recursos naturales, porque son de las generaciones venideras.

Migración y acompañamiento latinoamericano

Se están yendo del país 1300 jóvenes día tras día. No hay empleo, no hay seguridad, no hay educación. Los riesgos y vejámenes a los que son sometidos en la travesía son enormes. Además, Guatemala es hoy un territorio de tránsito para muchos otros migrantes de Centroamérica o de Venezuela. Si logramos crear condiciones de desarrollo socioeconómico,  vamos a frenar en mucho la migración. Además, hablar con el gobierno hermano de México para hacer un mayor esfuerzo para proteger los derechos humanos de los migrantes y luchar por la regularización migratoria de los guatemaltecos que están en los Estados Unidos. Para ello, hacer frente común con Honduras, El Salvador y México para legalizar la situación de nuestros connacionales en el exterior. Por último, otorgar mayor decisión política a la comunidad migrante a través de sus organizaciones. Es un drama humano, se está rompiendo el tejido social. Quien se va, ya no regresa.

Finalmente, Manuel Villacorta se refirió a que Guatemala, a la inversa de otros países, no ha estado suficientemente presente en las agendas latinoamericanas y a la imperiosa necesidad de acompañamiento ante los grandes desafíos que enfrenta.

*Desde el Foro de Comunicación para la Integración de NuestrAmérica (FCINA) participaron de la entrevista colaborativa Vanessa Silva, de Diálogos do Sul; Jimena Montoya por el Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE); Olmedo Carrasquilla, de Radio Temblor Internacional por la Red Jubileo Sur/Américas; Paula Giménez desde Noticias de América Latina y el Caribe (NODAL), y Javier Tolcachier, de la Agencia internacional de noticias Pressenza.

Comunicación para la Integración

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