Sebastián Sabini, senador uruguayo: “La crisis hídrica tiene como principal responsable a la desinversión del gobierno”

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Sebastián Sabini, senador uruguayo: “La crisis hídrica tiene como principal responsable a la desinversión del gobierno”

Por Elisa García, de la redacción de NODAL

Sebastián Sabini es senador de Uruguay por el Movimiento de Participación Popular (MPP)- Frente Amplio y es integrante de la Comisión de ganadería, agricultura y pesca de la Cámara de Senadores. A propósito de la emergencia hídrica que atraviesa el país, dialogó con NODAL sobre sus principales causas y consecuencias, qué reclamos y necesidades manifiesta la sociedad y cuál es la respuesta por parte del Estado hasta el momento, así como algunas posibles soluciones.

¿Cuáles cree que son las principales causas de esta grave crisis hídrica que atraviesa Uruguay? ¿Y cuáles son las consecuencias?

La crisis hídrica tiene como principal responsable a la desinversión que llevó adelante el gobierno de Lacalle Pou. Lamentablemente, esto se ha vivido en las áreas más sensibles del Estado, en salud, educación, vivienda, en la caída de las jubilaciones y los salarios. Particularmente, en el ente regulador del servicio de agua potable (OSE) hubo una disminución de la plantilla de más de mil trabajadores y una desinversión que ronda los 40 millones de dólares anuales.

La consecuencia de esa desinversión es que Uruguay hoy no tiene herramientas para enfrentar esta crisis hídrica que lógicamente tiene causas de características medioambientales también. Estamos viviendo una de las sequías más importantes de la historia de nuestro país, y fue la falta de previsión del gobierno y la falta de medidas a tiempo la que nos llevó a esta situación en la que no tenemos agua potable. Por ejemplo, proyectos como la represa de Casupá, que estaban prontos a ser ejecutados, fueron desestimados por un criterio partidista y con una mirada privatizadora.

¿Qué acciones se están llevando adelante desde los diferentes sectores de la sociedad? ¿Cuáles son los principales reclamos?

Hay una movilización social muy importante en relación al agua, al cuidado del agua, en particular al reclamo de que no se considere un bien mercantilizable, es decir, que el agua no se venda. Nuestra Constitución establece que el agua es un bien público y, por lo tanto, debe ser tratado como tal y no puede ser privatizado. En el Parlamento, desde la bancada de oposición llevamos adelante una interpelación en la que planteamos tanto al Ministerio de Salud como a las propias autoridades de OSE las consecuencias negativas que está teniendo la política del gobierno, donde no se está asegurando a la población el acceso al agua potable con una ausencia del Estado muy importante en medidas como reducir la carga impositiva al agua embotellada o asegurar el acceso a agua potable a los sectores más sumergidos. Entendemos que el gobierno tiene que tomar medidas. La situación es crítica, es dramática en la medida que hasta las propias empresas privadas están planteándole al gobierno justamente esta ausencia que nosotros notamos y que la población también, porque hoy cada vez tiene que gastar más recursos para acceder a un derecho elemental como es el agua potable.

¿Cuáles son las respuestas del Estado hasta el momento?

Las medidas que tomó el gobierno son insuficientes y tardías. Dijeron que traerían una desalinizadora en una semana. Ya pasó más de un mes y medio y esa máquina desalinizadora no aparece. Se tomaron medidas muy específicas para algunos sectores de ingresos más bajos pero sin asegurar al total de la población el acceso al agua potable, y medidas de restricción que básicamente lo que nos están provocando es que no se pueda utilizar el agua más que para bañarse y para cocinar, pero con factores de riesgo para las personas con hipertensión y para la primera infancia. Por lo tanto, las respuestas del gobierno hasta ahora no sólo son insuficientes, sino que son tardías y  producto de la falta de previsión . Ya el año pasado sabíamos que iba a ser un verano sumamente seco, sin lluvias y con las represas que están hoy en un mínimo histórico.

¿De qué manera se puede solucionar la problemática?

En primer lugar, hay que poner al Estado al servicio de la infraestructura pública para asegurar en un futuro el mejor represamiento del agua dulce que tenemos en nuestro país, en donde el 95% de lo que llueve se escurre hacia el mar. Entonces, tenemos una disponibilidad hídrica muy importante, es decir, en Uruguay no es que no haya agua, en Uruguay el agua está, pero la dejamos correr. En segundo lugar, tienen que existir políticas mucho más potentes desde el punto de vista impositivo para asegurar el acceso a agua embotellada a la población, a toda la población, no únicamente a los sectores más desprotegidos. Y, en tercer lugar, es necesaria una fuerte inversión desde el ente especializado en la materia.

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