Descubriendo a Belice – Álvaro Verzi Rangel

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Los conceptos vertidos en esta sección no reflejan necesariamente la línea editorial de NODAL. Consideramos importante que se conozcan porque contribuyen a tener una visión integral de la región.

Por Álvaro Verzi Rangel*

El 21 de septiembre de 1981, Belice obtuvo su independencia y adoptó una nueva Constitución que establece a Belice -apretada en Cetroamérica entre México y Guatemala, de cara al Mar Caribe-, como una monarquía constitucional y una democracia parlamentaria. “Nuestro país es históricamente parte del Caribe, pero geográficamente somos América Central”, recuerda el primer ministro John Briceño.

Belice,  hasta entonces parte de Guatemala, arribó al autogobierno en julio de 1963, quedando establecido que el siguiente paso sería la independencia, lo que condujo a la ruptura de relaciones diplomáticas entre Inglaterra y Guatemala. La situación se hizo    más tensa a raíz de la visita a México, en 1964, de George Price, primer ministro de Belice, con el fin de solicitar ayuda económica para su país. El entonces presidente mexicano, Adolfo López Mateos, se mostró dispuesto a colaborar con Belice y expresó su solidaridad con la causa independentista beliceña.

En enero de 1972 el servicio de inteligencia británico descubrió que Guatemala y El Salvador preparaban una invasión conjunta de Belice para el mes de febrero. A raíz de la concentración de tropas guatemaltecas en la frontera, Inglaterra envió el portaviones Ark Royal y situó 3.000 soldados cerca de la frontera. Guatemala protestó de inmediato argumentando que sus tropas no estaban destinadas a invadir Belice sino que su función consistía en cooperar con México en sus actividades contra la guerrilla.

Sin embargo, sólo dos años después, el presidente electo de Guatemala, Eugenio Laugerud, anunció nuevamente la intención de reintegrar Belice a Guatemala a toda costa.

Recursos

Belice, miembro de la Comunidad del Caribe (Caricom) y del Sistema de Integración Centroamericana (Sica), cuenta con una amplia variedad de recursos naturales, que han sido explotados por siglos. La geografía del país presenta una gran diversidad de climas, paisajes y ecosistemas, lo que permite la extracción de materias primas como minerales, madera, petróleo y gas natural.Asimismo, la biodiversidad es rica en especies animales y vegetales, muchas de ellas endémicas.

La explotación de los recursos naturales de Belice ha sido clave para el desarrollo económico del país, pero también ha generado controversias y debates en torno a la sostenibilidad y la protección del medio ambiente.

Belice produce alrededor de 1028 barriles de petróleo por día en el año 2021, lo que lo ubica en la posición sexagésima sexta (66ª) en el ranking mundial de producción de petróleo. Además, cuenta con reservas de petróleo de alrededor de 6700000 barriles para el año 2022, lo que lo sitúa en la posición octogésima primera (81ª) en el ranking mundial de reservas de petróleo. A pesar de estas cifras, Belice no es conocido por ser una región productora de petróleo, ya que su principal fuente de recursos naturales son sus bosques y su biodiversidad.

Varios depósitos de metales y minerales han sido descubiertos en Belice, como oro, bauxita, baritina y casiterita, aunque no en cantidades comercialmente viables. Existe una pequeña cantidad de oro aluvial, extraído legalmente en la mina Ceibo Chico Creek, ubicada al oeste del país, cerca de la frontera con Guatemala.

Las principales exportaciones de Belice son Azúcar en bruto ($91,9M), Plátanos ($47,7M), Barcos de pesca ($32M), Crustáceos ($20M), y Cerveza ($18,9M), exportando principalmente a Estados Unidos ($67,4M), Reino Unido ($66,9M), Omán ($28,7M), Guatemala ($28,3M), y Italia ($25,9M).

País de la Comunidad Británica

Como país miembro de la Commonwealth, el jefe de estado es el Rey Carlos, quien es representada en Belice por la Gobernadora General, Froyla Tzalam, quien actúa de acuerdo con la asesoría del Gabinete o de algún ministro, bajo la autoridad general del Gabinete, excepto en aquellos casos en que la Constitución u otra ley determine que lo hace con la asesoría de cualquier persona o autoridad o bajo su propio juicio.

Las funciones del Poder Ejecutivo se ejercen por intermedio de un gabinete integrado por el Primer Ministro, el Viceprimer Ministro y otros Ministros a quienes el Gobernador General, actuando de acuerdo con la asesoría del Primer Ministro, asigna carteras de responsabilidad.

El Poder Judicial, integrado por la Corte de Magistrados, la Corte Suprema, la Corte de Apelaciones y el Comité Judicial que, si bien estuvo durante años radicado en el Consejo Privado en Londres, ha pasado hace algún tiempo a la Corte de Justicia del Caribe como última instancia de apelaciones. Para interpretar las leyes y dictar sentencias, el poder judicial de Belice utiliza en gran medida jurisprudencia británica y la de otros Estados Caribeños miembros del Commonwealth.

El Poder Legislativo lo ejerce la Asamblea Nacional, que tiene carácter bicameral y que se compone por una cámara alta, el Senado (12 miembros), y una cámara baja, la Cámara de Representantes (31 miembros). Estos últimos son elegidos mediante sufragio universal cada 5 años. El bipartidismo es el rasgo fundamental del sistema político de Belice desde su independencia en 1981.

Por una parte, el Partido Democrático Unido (UDP), con Dean Barrow ha sido su
líder más destacado, obteniendo la victoria en las elecciones de 2008 y revalidándola en marzo de 2012 y en noviembre de 2015. En 2022 el líder del partido es Patrick Faber.

Por otra parte, el Partido del Pueblo Unido (PUP), que fue ganador de dos elecciones consecutivas, en 1998 y 2003, pero perdió las convocatorias de 2008 y 2012, ha vuelto al poder tras su victoria en las elecciones de noviembre de 2020. Se trata de un partido que nació del movimiento sindical en los años 50, reconvertido en una formación de centro. Said Musa, una de sus principales figuras, fue Primer Ministro de 1998 a 2008. Su líder es John “Johnny” Briceño.

Las elecciones de noviembre de 2020: se caracterizaron por una participación muy alta, (por encima del 81%), y en ellas el PUP obtuvo la victoria por un amplio
margen sobre el PDP. El clima general de participación en estos comicios contrastó con el reinante durante las elecciones municipales de 2018, que se caracterizaron por una abstención generalizada (de algo más de 114.000 posibles votantes censados, tan sólo participó un 45%, unos 52.000 beliceños).

Impacto pandémico

La crisis provocada por el Covid-19 está teniendo un enorme impacto en el sector turístico (que representaba en 2019 alrededor del 20% del PIB) y en la inversión extranjera. Esto es especialmente relevante para una economía tan pequeña (la población de Belice apenas supera los 400.000 habitantes), y por ende tan dependiente de factores externos, y en particular de la evolución de la actividad económica en Estados Unidos, de donde procede cerca del 70% de turistas que llegan al país y que marca en gran medida el flujo de remesas.

La economía de Belice también es muy dependiente de la evolución del precio de productos agrícolas como los cítricos, el banano o el azúcar, cuyas cosechas son muy sensibles a las condiciones climatológicas y a los desastres naturales, frecuentes en el país dada su ubicación geográfica.

La crisis del Covid-19 ha agravado además el problema de la deuda pública de Belice, desencadenando su cuarto proceso de reestructuración en los últimos 15 años. La caída del PIB en 2020 fue del 16,7%, tras haber crecido apenas un 1,8% en 2019, un dato muy modesto para un país con grandes necesidades básicas para su población (la renta per cápita en 2020 era de $3.762). El crecimiento en 2021 fue del 9,8% y en 2022 se estima que sea del 5,8%. La tasa de desempleo, por su parte, se redujo en 2021 desde el 13,7% hasta el 10,2%. En 2023 se espera un crecimiento del 2,3%.

En  2021 la inflación se situó en 3,3% y siguió creciendo en 2022 para superar el 6,7%. En 2023 se espera que pueda mantenerse por debajo del 5%. Como resultado de una política fiscal expansiva durante los primeros años del siglo XXI, la deuda pública de Belice creció rápidamente y condujo a un primer proceso de reestructuración en 2007.

En marzo de 2013, el Gobierno alcanzó un acuerdo con sus principales acreedores para una nueva reestructuración de la deuda. Tras un largo proceso de negociación, se aprobó una tercera reestructuración de la deuda en marzo de 2017. Pese a todo lo anterior, la deuda pública se situaba en 2019 por encima del 97% del PIB, y en 2020 alcanzó el 133,1%. Ello obligó a acometer un nuevo proceso de reestructuración a finales de 2021, que permitió reducir el ratio de deuda sobre PIB en 12 puntos porcentuales.

La deuda pública externa representaba en 2020 el 92% del PIB, y siguió aumentando en 2021 hasta el 88,1%, esperándose que comience una senda descendente que la situaría en 2027 en el 62%. En conexión con lo anterior, el déficit público se situó en 2020 en el 11,3%, frente al 3,5% de 2019 y el 1% de 2018. En 2021, se pudo recuperar para situarse en el 1,9%.

El déficit por cuenta corriente se redujo ligeramente en 2020, desde el 8% del PIB hasta el 6%. En el actual quinquenio, el Fondo Monetario Internacional espera que el déficit por cuenta corriente se estabilice, aunque en 2021 volvió a elevarse a más del 6,5%, pero en 2022 se situó en el 3,2

*Sociólogo y analista internacional, Codirector del Observatorio en Comunicación y Democracia y analista senior del Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la).

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