Chile | Militares detenidos reconocen violaciones a los DDHH en la dictadura y acusan un “pávido silencio” de sus superiores

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Violadores de DDHH presos en Punta Peuco acusan “pávido silencio” de 33 años de sus superiores

A través de una carta enviada al diputado Gonzalo de la Carrera, con fecha 7 de septiembre de 2023, presos recluidos en el centro de detención Punta Peuco marcaron un punto de inflexión en el debate sobre la dictadura, a 50 años del Golpe de Estado, abordando su responsabilidad en un período oscuro de la historia, pero acusando un “pávido silencio” de sus superiores.

La declaración firmada por 27 de los 134 internos en el penal para criminales de lesa humanidad, transmitida a través de la abogada Javiera Steger Vidal, destaca la ocasión del aniversario de la independencia del país y el homenaje al Ejército, “siempre vencedor y jamás vencido”, para resaltar la importancia de su mensaje.

“Sentimos el patriótico deber de señalar a nuestros compatriotas que si bien cumplimos sentencias judiciales que han emanados de un sistema procesal que fue desechado por injusto e inquisidor, lo hacemos con la dignidad y el estoicismo propios de un soldado”, comienzan señalando los militares condenados.

En un gesto sin precedentes, los prisioneros reconocieron que muchas de sus acciones en ese período produjeron violaciones a los derechos humanos, atribuyendo esto en parte a una formación que priorizaba la obediencia sobre el respeto por sus adversarios. Sin embargo, subrayaron que este reconocimiento no debe ser interpretado como una justificación, sino como un intento de comprensión.

“Reconocemos que, en el cumplimiento de nuestros deberes y en la forma como lo entendíamos en esa época, muchas de nuestras acciones produjeron violaciones a los derechos humanos, con graves consecuencias. A no dudar, ello fue reflejo de una formación que daba más importancia a la obediencia que al respeto por el que se consideraba adversario, lo que se cita como dato para su comprensión y no como justificación”, agregan.

La declaración de los oficiales reclusos en Punta Peuco apunta hacia los subalternos, incluyendo suboficiales, soldados conscriptos y empleados civiles, quienes, según argumentan, cumplían órdenes de sus superiores basadas en la legislación militar vigente de la época. En este sentido, los prisioneros instaron a la sociedad civil y al poder político y judicial a considerar medidas jurídicas o administrativas que permitan a estos subalternos volver a reunirse con sus seres queridos.

“Asumida dicha realidad, con la misma firmeza y dignidad, expresamos nuestra congoja por quienes, siendo el eslabón más bajo y más débil de la cadena de mando -nos referimos a suboficiales, soldados conscriptos y empleados civiles- hoy tengan como único futuro terminar sus dias en prisión por cumplir las órdenes de sus mandos, según lo consagraba la legislación militar vigente”, remarcan.

Asimismo, los presos de Punta Peuco lamentaron que haya transcurrido un lapso de 33 años sin que sus superiores hayan asumido la responsabilidad de sus órdenes, lo que ha resultado en la prolongada prisión de sus subalternos. En este contexto, los prisioneros se ofrecieron a asumir la responsabilidad de sus actos como una respuesta al “pávido silencio” de aquellos que no han reconocido su participación en los hechos de la época.

“A la sociedad civil le pedimos el apoyo y la comprensión para hacer realidad el anhelado sueño de una justicia ‘justa’ para nuestros subalternos”, declaran.

En su cierre, quienes se definen como “oficiales subalternos de antaño, jóvenes soldados que cumplimos las órdenes de nuestros superiores en aquellos aciagos días que vivió nuestro país hace 50 años y durante todo el gobierno militar”, juran lealtad a la “patria y a nuestras instituciones”.

El diputado Gonzalo de la Carrera acusó recibo de la carta e incluso la leyó desde el Congreso junto a la diputada Gloria Naveillán. “Espero haber sido un puente para contribuir a la reconciliación nacional”, señaló el parlamentario.

Firman

    1. Jaime Torres Gacitúa
    2. Carlos Herrera Jimenez
    3. Iván Quiroz Ruiz
    4. Patricio Román Herrera
    5. Enrique Sandoval Arancibia
    6. Daniel Guimpert Corvalán
    7. Hernán Ramírez Hald
    8. Roberto Ampuero Alarcón
    9. Manuel Muñoz Gamboa
    10. Gerardo Aravena Longa
    11. Gerardo Godoy García
    12. René Villarroel Sobarzo
    13. Carlos Tapia Gallegillos
    14. Harodo Latorres Sánchez
    15. Raúl Quintana Salazar
    16. Manuel Provis Carrasco
    17. José Zara Holger
    18. Cristoph Willeke Floel
    19. Reimer Kohlitz fell
    20. Fernando Rojas Tapia
    21. Ricardo Álvarez Jalabert
    22. Vittorio Orvieto Tiplitzky
    23. Manuel Carevic Cubillos
    24. Juan Mancilla Díaz
    25. Arturo Silva Valdés
    26. Walther Klug Rivera
    27. Patricio Maraboli Orellana

Los casos de los más importantes

De todos los exagentes que firman el documento, el primero en reconocer su participación en las violaciones a los DDHH y pedir perdón por ellas fue Carlos Herrera Jiménez, exoficial de Ejército que fue parte de la Dirección de Inteligencia de dicha institución y de la CNI y que, entre otros hechos, fue el autor material de la muerte de Tucapel Jiménez, así como del transportista Mario Fernández.

En 1998 concedió una entrevista a La Tercera en la cual dijo que “si de algo sirve, de la forma más sincera y humilde, pido perdón a la sociedad chilena y en particular a las personas y los familiares de las personas que pudiesen haber sido dañadas por mi fanatizado proceder”.

De los demás firmantes, destacan los siguientes:

-El exoficial de Carabineros Iván Quiroz Ruiz, agente de la CNI, quien fue condenado a 10 años y un día por su responsabilidad en los homicidios cometidos en el marco de la “Operación Albania”, así como a 7 años como autor de los secuestros de dos personas (José “Pepe” Carrasco y Abraham Muskablit) luego del atentado en contra de Augusto Pinochet. Asimismo, fue condenado a 10 años y un día por su participación en el caso de cinco miembros del FPMR secuestrados en 1987.

Daniel Guimpert Corvalán: exoficial de la Armada, fue jefe de Contrainteligencia y miembro del Comando Conjunto. Entre otros casos, está condenado a 20 años de presidio, como autor de asociación ilícita y secuestro calificado, por el caso de tres personas desaparecidas entre 1975 y 1976, y a cinco años y un día por el secuestro de Carlos Contreras Maluje.

-Hernán Ramírez Hald: exgeneral de Ejército, fue condenado a 10 años y un día por el secuestro de un militante comunista (José Flores Araya), en 1974. También fue condenado a 800 días de presidio, como encubridor del homicidio de Tucapel Jiménez, debido a lo cual debió dejar el Ejército, pues se encontraba en servicio activo al momento de recibir dicha condena. Actualmente está querellado junto a Virginio Cartoni por parte del Consejo de Defensa del Estado, debido a la venta de equipos criptológicos al Ejército con sobreprecios, como informó El Mostrador.

-Manuel Carevic Cubillos: exoficial de Ejército, agente de la DINA. Fue condenado a 10 años y un día por el secuestro de también funcionario de dicha policía secreta, Rodolfo González Pérez; a 7 años y un día por el secuestro del profesor de la U. de Chile, Marcial Toro, y además enfrenta varias causas relacionadas con la “Operación Colombo”.

-Manuel Provis Carrasco: exbrigadier general de Ejército, entre otros casos en que está implicado, registra una condena de 10 años y un día por el homicidio del periodista Augusto Carmona, asesinado por la CNI en 1977. Además, está condenado a 15 años de prisión por su participación en la asociación ilícita que planificó el secuestro y homicidio del bioquímico que fabricaba gas sarín para la DINA, Eugenio Berríos.

-Arturo Silva Valdés: exoficial de Ejército, funcionario de la CNI, se encuentra condenado a 20 años por el caso Berríos. Silva fue escolta de Augusto Pinochet y a partir de 1994 fue jefe de seguridad de seguridad del dueño de El Mercurio, Agustín Edwards.

-Christoph Willeke Flöel: exoficial de Ejército y agente de la DINA, también llegó al grado de brigadier general. Fue condenado a 17 años en la investigación por la “Operación Cóndor” y también por el homicidio, en Buenos Aires, del excomandante en Jefe del Ejército, Carlos Prats, y su esposa, en 1974, por lo cual recibió 15 años y un día. Además, fue condenado a 10 años y un día como autor del homicidio de Lumi Videla, acaecido ese mismo año en Santiago.

-José Zara Holger: exoficial de Ejército, miembro de los “boinas negras” y agente de la DINA. También está condenado a 15 años por el crimen de Carlos Prats y su esposa.

El Mostrador


España retira condecoración Gran Cruz al Mérito Militar a Pinochet

El Consejo de Ministros de España retiró este martes la condecoración «Gran Cruz al Mérito Militar» concedida Augusto Pinochet en 1975, como parte de la conmemoración de los 50 años del Golpe de Estado de 1973 contra Salvador Allende.

La información la dio a conocer este lunes el jefe de Gobierno del país europeo, Pedro Sánchez quien manifestó que esta acción es un símbolo de reparación a lo que calificó como “una injusticia histórica”.

“Hace 50 años, la democracia chilena fue víctima de un ataque brutal que estremeció al mundo. Hoy, 11 de septiembre, es la hora de reparar una injusticia histórica. El Consejo de Ministros retirará mañana la Gran Cruz al Mérito Militar al dictador Pinochet concedida en 1975”, escribió Sánchez en la red social X.

Ante esta decisión del Consejo de Ministros de España, el presidente de Chile, Gabriel Boric agradeció la acción de España «por la memoria y la justicia».

“Gracias Presidente Sánchez. Por la Memoria y la justicia, pero por sobre todo por el futuro, para que nunca más. Un abrazo fraterno”, escribió Boric en la red social X como respuesta a su homólogo español.

De acuerdo con el diario El País, esta condecoración se impuso en la dictadura franquista en nombre del dictador Francisco Franco. En ese momento, la condecoración fue entregada en ese momento en una ceremonia en el edificio Diego Portales, en Santiago de Chile, de manos del jefe del Estado Mayor Central del Ejército español de ese momento, Emilio Villaescusa, en nombre de Franco.

Cuando entregó la condecoración, Villaescusa señaló que era “la máxima distinción del Ejército de Tierra en tiempo de paz”. Ante esto, en ese momento, Pinochet respondió con «profunda emoción» y añadiendo que siempre “había estado junto a España por razones de tradición, de afecto y por América”.

Recientemente, Argentina retiró las condecoraciones la Orden de Mayo y de la Orden del Libertador San Martín, así como sus insignias al dictador.

G5 Noticias


Desde el PC a republicanos: Senado logra inédita declaración de consenso sobre 1973

Por José Miguel Wilson

No fue un acuerdo formal ni hubo votación. Sin embargo, este martes el Senado logró materializar un inédito consenso desde el PC al Partido Republicano para formular una declaración común sobre el Golpe de Estado y el quiebre democrático de 1973.

El encargado de leer el texto consensuado fue el presidente de la Cámara Alta, Juan Antonio Coloma (UDI), quien tomó la palabra luego de un minuto de silencio por todos aquellos fallecidos el 11 de septiembre de 1973.
“A nombre de la mesa del Senado y con la adhesión de todas las bancadas parlamentarias representadas en los comités, quiero leer la siguiente declaración a propósito de los 50 años del 11 de septiembre de 1973: Hace cincuenta años nuestra democracia se quebró. Un proceso doloroso, cuyas heridas aún no se cierran y que significó para todos, de uno y otro sector, el mayor fracaso institucional de Chile en el siglo XX”, dijo Coloma dando inicio a la lectura del escrito que no contenía conceptos como “Golpe” o “dictadura” o menciones explícitas a “Augusto Pinochet” o “Salvador Allende”.
“Respecto del pasado, probablemente hay una sola verdad compartida: todos, en algún grado y de alguna manera, por acción u omisión, contribuyeron a la destrucción de nuestra convivencia. Es imposible pretender que tengamos una visión común de la historia, las causas del quiebre, el proceso que lo antecedió, las opciones de entonces y los años que sucedieron al colapso”, añadió.

El presidente del Senado señaló que en estos cincuenta años hay “un aprendizaje compartido” y mencionó valores como la democracia, el estado de derecho, el respeto absoluto de los derechos humanos y “la convicción que ningún proyecto de transformaciones profundas puede impulsarse sin el acuerdo mayoritario de la sociedad y que ninguna diferencia puede llevarnos a perder el respeto esencial que nos debemos como parte de un mismo país”.

“Nunca podemos tratarnos como enemigos, nunca la violencia es alternativa a la solución racional de los desacuerdos, nunca la dignidad del ser humano puede subordinarse a ningún objetivo político”, expresó.

“Podemos ser acreedores del pasado, pero siempre seremos deudores del futuro. Hemos sufrido los costos de la incapacidad de quienes, en el siglo XX, tomaron el camino equivocado de la intolerancia, la violencia y la ideologización”, dijo Coloma, quien añadió que “en ese objetivo, el Senado tiene un rol y una responsabilidad insustituible, cargar el pasado con madurez y mirar el futuro con responsabilidad”.

Al terminar sus palabras, sólo hubo aplausos desde las bancadas de derecha. Sin embargo, finalizada la sesión especial que convocó la Cámara Alta para reflexionar sobre los 50 años del Golpe, fue la propia senadora Isabel Allende (PS), hija del fallecido Presidente Salvador Allende, la que salió a valorar el clima de la jornada. “Quiero partir por reconocer esta iniciativa que apoyaron todos los comités unánimemente. Marca una pauta: el tono y la forma en que el Senado de Chile es capaz de expresarse”, dijo Allende, quien agradeció a los que intervinieron en la jornada.

En la ronda de discursos por bancadas, a nombre del PC intervino la senadora Claudia Pascual, quien recordó a los legisladores que fueron víctimas y prisioneros políticos. “Ningún error justifica un Golpe de Estado”, indicó la legisladora quien agregó que resulta “frustrante” que la derecha hoy diga que la intervención militar era “inevitable”.

A su turno, el senador y presidente de la UDI, Javier Macaya, cuestionó intentos por imponer una verdad oficial. Igualmente criticó al gobierno por no haber logrado convocar a un acto de unidad a todas las fuerzas políticas.

El senador PPD Ricardo Lagos Weber, en tanto, lamentó lo que definió como un “retroceso” de la derecha respecto de los avances en materia de reconciliación y reconocimientos que se habían dado desde 1990.

La senadora Allende, en tanto, fue mencionada en varias intervenciones, incluso de parte de algunos representantes de derecha, como el senador Evópoli, Luciano Cruz-Coke, quien se acercó a saludarla en señal de respeto a 50 años de la muerte de su padre.

Intensas tratativas

El contenido del discurso fue resultado de un proceso de conversaciones que involucró a todas las fuerzas políticas representadas en la Cámara Alta: la UDI, RN, Evópoli, la DC, Demócratas, el PPD, el PS, el FREVS e, incluso, el PC y el Partido Republicano.

Para afinar el discurso, hubo reuniones el lunes, el miércoles y el viernes de la semana pasada. En el último encuentro, realizado a las 19 horas del viernes, Coloma leyó un borrador que recibió el beneplácito de los presentes.

Según una versión, una bancada de izquierda pidió que la declaración no se votara ni quedara registrada como un acuerdo formal corporación, independiente de que al final quedara como un texto consensuado para ser leído por Coloma.

Además, los representantes de las bancadas acordaron una suerte de “pacto de silencio” y no referirse al tema con el fin de no poner en riesgo la declaración.

Mayoritariamente los distintos grupos del Senado cuestionaban en privado la falta de entendimiento mostrada por los diputados y la incapacidad de La Moneda de haber liderado una reflexión reposada de todas las fuerzas políticas sobre el quiebre democrático de 1973.

La idea, explican algunos senadores, era marcar un claro contrapunto con el ambiente de beligerancia de la Cámara, donde este lunes 11 volvieron a registrarse incidentes, luego de que los diputados UDI decidieran intervenir en un homenaje a Salvador Allende, pero realizando críticas al gobierno de la Unidad Popular (UP).

Sin embargo, hasta este martes en la mañana había preocupación en el Senado de que las tensiones políticas, el tono de ciertos actos conmemorativos y las mismas declaraciones de algunos senadores en medios de comunicación pusieran en riesgo la jornada de reflexión.

De hecho, algunos senadores de oposición estaban molestos por el tono del acto, que encabezó el Presidente Gabriel Boric, donde -a juicio de ellos- se hizo una apología de la UP.

“Los discursos en La Moneda dejaron en claro el ánimo revanchista”, dijo el senador, Iván Moreira (UDI), quien si bien se restó de la sesión del martes, precisó que ello no implicaba desconocer el texto leído por Coloma.

Frente al riesgo de que el clima se incendiara, este martes en la mañana, Coloma volvió a desarrollar algunas conversaciones tratando de apaciguar los ánimos.

Inicialmente para el acto de este martes, los comités del PS y el PPD habían pedido realizar un homenaje institucional a Allende. No obstante, este planteamiento fue desechado para no polarizar el ambiente.

De todos modos, se acordó que tras la declaración de Coloma, todas las bancadas pudieran hacer uso de la palabra por al menos cinco minutos. Y así ocurrió. Ello permitía que los senadores de izquierda igualmente pudieran alabar la figura de Allende, en su calidad de exsenador, expresidente del Senado y, además, padre de una senadora en ejercicio (Isabel Allende).

La Tercera

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