Un irrespirable “clima de negocios” – Por Carlos Pagni

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Un irrespirable “clima de negocios”

Por Carlos Pagni

La sociedad argentina camina lentamente hacia las elecciones, hacia lo desconocido. No hay ningún candidato, ningún equipo de campaña que tenga una imagen medianamente segura de lo que va a pasar el domingo que viene. Aún en el Gobierno, donde tienen -por el hecho de ser gobierno- una capacidad operativa mayor sobre la opinión pública y sobre la imagen que nos vamos formando de las cosas, dicen que hay dos grupos de encuestas: por un lado, unas en donde está primero Javier Milei, le sigue Sergio Massa con el 34%, 31%, 30% o 28%, y después Patricia Bullrich con 25 o 27%, son las encuestas que, en general, paga el Gobierno; y otro grupo de encuestas que dan todo empatado. Aún en las primeras -dice la gente que está en el corazón del oficialismo- si uno mira bien los números, las tendencias, la cantidad de votantes potenciales que tiene cada candidato, advierte que el final está abierto. Sobre todo, el final para la disputa Massa-Patricia Bullrich, que es una subpelea dentro de la pelea general, si damos por sentado que se va a repetir que Milei va a ser el más votado el próximo domingo. La pelea estaría, entonces, entre Massa y Bullrich para ver si alguno de los dos logra salir segundo y forzar un ballotage para el 19 de noviembre.

En esta atmósfera de gran incertidumbre, lo desconocido adquiere rasgos más dramáticos por la situación económica. Anoche, en el programa de José Del Rio por LN+, estuvo Alfonso Prat Gay, que suele ser muy prudente en sus expresiones. “Estamos a las puertas de una hiperinflación”, dijo. Cuando se mira esa descripción de la dinámica económica y se observa a la clase política que va a estas elecciones, la incertidumbre política se vuelve más inquietante, le pedimos más respuestas a una política que no da muchas respuestas.

La incertidumbre, la volatilidad, la disparada de las variables económicas hacia niveles de mayor desorden, están garantizados. El gran problema es que vamos a tener que ir a una estabilización, un ajuste que lo hará un gobierno o lo hará la realidad. La pregunta es cómo, no qué. ¿Cómo se logra corregir una situación tan angustiante? La pregunta es por la gobernabilidad, por la capacidad de la política para intervenir en el proceso y ponerle racionalidad. Esto es así desde hace tiempo y, más aún, desde el 13 de agosto cuando se realizaron las primarias, luego de que Milei, un fundamentalista ciego del mercado, ganó en primer lugar. Sale en segundo lugar una fuerza con dos exponentes, Patricia Bullrich y Horacio Rodríguez Larreta, los dos promercado; ahora reunidos de nuevo por la convocatoria de Bullrich para que Larreta sea, eventualmente, su jefe de Gabinete. Los dos están unidos a la idea de que en el centro de la organización económica debe estar la iniciativa privada y que todo este desastre macroeconómico hay que ordenarlo rápido. Tercero, salió Massa, que es la versión destartalada pero más ortodoxa de lo que puede ofrecer Unión por la Patria. No es un candidato surgido de Soberanxs, es decir, del ala más dura, de izquierda.

Al día siguiente de ese resultado que debería ser aplaudido por los mercados, el precio de los bonos se derrumbó y el precio de los papeles que cotizan en la Bolsa, en dólares, se plancharon. El mercado contestó negativamente a una oferta política que, conceptualmente, le sería muy afín. Esto sucede porque se duda de la capacidad que tengan esos políticos para hacer lo que proponen, lo que prometen. El problema es la política. Para eso Bullrich convoca a Larreta y ahora convoca al equipo de Larreta, para decir que si hay alguien que cree que hay un déficit de gobernabilidad, esto que se ofrece es Juntos por el Cambio, es un club unido. Inclusive, con la posibilidad de que Macri se transforme en alguien que proyecte a ese gobierno al exterior, como ella dijo. “Si no me votan a mí, voten al equipo, voten al partido, a esta coalición que da orden, que tiene candidatos a gobernadores exitosos, que va a tener diputados más o menos suficientes, que sabe cómo es la maquinaria que tenemos que administrar”. Enorme signo de interrogación que pesa sobre Javier Milei, que gusta y es votado porque no tiene nada que ver con la política. Acá está el gran dilema de Milei. Porque después le piden gobernabilidad, pero sin casta. No hay gobernabilidad sin casta. El problema de la oferta de Milei es la ingobernabilidad objetiva, hacia afuera.

Conviene hacer una acotación relevante. Este lunes habló el Papa, Jorge Bergoglio. En una semana electoral, le dio una entrevista a Bernarda Llorente, la presidenta de Télam, en la que habla de distintos temas de la vida pública internacional y local. Habla de la posibilidad de venir a la Argentina, no lo nombra a Milei, pero habla de “la ilusión, errónea, de los jóvenes […] que buscan salvadores o mesías ilusorios”, que vienen a traer una solución individual, como si fueran magos. Bergoglio sostiene que “de las crisis se sale en un movimiento o en una operación colectiva”. Y asegura: “Salimos entre todos”. Para que la crisis sea una forma de crecimiento. Importante declaración del jefe de una institución en la que algunos miembros celebraron misa en contra de Milei, con pronunciamientos muy expresos, y con una campaña contra ese candidato a lo largo de toda la peregrinación a Luján que se celebró hace pocas semanas. La incógnita de la gobernabilidad estructural que significa Milei.

Massa tiene otro tipo de problema con la gobernabilidad que no tiene que ver con la capacidad de operar sobre la escena, sino con lo que está detrás suyo. Y hay que reconocer, será por los brasileños que tiene de asesores, será por Antoni Gutiérrez Rubí, que lo aconseja desde su plataforma española, será por la propia habilidad de Massa, lo cierto es que ha logrado ocultar ese problema. Por ejemplo, que el primer candidato a diputado nacional de la provincia de Buenos Aires que lleva Unión por la Patria votó en contra del acuerdo con el Fondo que el mismo Massa gestionaba siendo presidente de la Cámara de Diputados: es Máximo Kirchner. Massa ha logrado -sin mucho esfuerzo porque ella lo hace como parte de su propia estrategia- que desaparezca Cristina de la escena. En las crónicas de todos estos días no aparece Cristina Kirchner como factor. Massa ha logrado que no esté en escena Alberto Fernández. A regañadientes por parte de Alberto. Uno de los mejores tuits que hubo este fin de semana era una broma que decía: “Alberto Fernández, si estás entre nosotros, da tres golpes”. Pero todas estas contradicciones Massa las trae detrás. Son las contradicciones por las que hay que indagar y preguntar si un día, eventualmente, llegará a ser poder. Porque toda la carga de conflicto que encierra Unión por la Patria está ahí, disimulada a propósito de una campaña electoral donde lo único que importa- y esto Massa lo tiene clarísimo- es ganar.

En este contexto de gran incertidumbre política aparece un episodio técnico importantísimo: la Comisión de Juicio Político finalmente emitió un dictamen, se impuso la opinión del kirchnerismo en contra de la Corte para promover el juicio político. Ese dictamen es un hecho muy importante, no solamente por lo que significa ahora sino por lo que va a significar en el futuro inmediato. Ese dictamen va a ir a la Corte, los ministros deberán hacer o no su descargo -alguno probablemente no lo haga- van a cuestionar la legitimidad de todo el proceso, y una vez que suceda, se vota el dictamen definitivo: es muy difícil pensar que no lo gane el kirchnerismo. A partir del momento en que la Comisión tiene un dictamen definitivo, la apertura del juicio político a la Corte dependerá de que se forme una mayoría en la Cámara de Diputados. Es una mayoría especial, de dos tercios, difícil de conseguir. Pero la Corte pasa a estar pendiente de que haya esa mayoría. Después, para remover a la Corte se necesitan otros dos tercios del Senado. Es muy difícil, casi imposible, que eso se produzca.

Pero hay una amenaza para una Corte que, a la larga, debe ser la que convalide o no el proceso de estabilización económica que se proponen realizar los candidatos a presidente, si es que llegan. Porque a cada movida del Poder Ejecutivo, habitualmente, le responde una medida cautelar y todo eso termina en la Corte. Lo supo Mauricio Macri con el problema tarifario, lo supo Carlos Menem con las privatizaciones. Vamos de nuevo, como siempre que hay un programa de estabilización en curso, a los tribunales -no los penales sino los contenciosos administrativos- y, al final del camino, a la Corte que es un jugador importantísimo. Esa Corte va a estar en esa situación de la amenaza permanente por parte de la mayoría peronista que pueda conseguir el peronismo en el Congreso. Esta es una novedad muy importante para todo lo que viene si se piensa en los niveles de incertidumbre con que está cargada la escena argentina.

Sin duda -y de esto tal vez no nos enteremos públicamente-, el próximo gobierno, en alguna negociación con la Corte escuchará de sus miembros que le digan que lo primero que quieren es que desconsidere, que de por terminado el proceso y se vote en contra ese dictamen en el Congreso.

Este es el panorama sobre el cual se está produciendo algo que va más allá de lo anecdótico. Es imposible sustraerse al colorido del drama que es el estallido de la corrupción en la provincia de Buenos Aires. Ese episodio tan bizarro y lleno de color ocurrido en Marbella, donde la modelo Sofía Clerici apretó enter y mandó las fotos de su relación con Insaurralde en el yate “El Bandido” a través de Instagram, desató un reguero que produce un incendio que es muy difícil de controlar en la provincia de Buenos Aires. Porque, al correr el velo de la corrupción y del enriquecimiento delirante de Martín Insaurralde, provocó que en otros lugares de la política bonaerense y en otros distritos, sobre todo en el conurbano, haya gente que diga “yo también voy a contar porque lo mío es igual, mi intendente está en la misma, el jefe político al que conozco es un caso muy parecido al de Insaurralde”. Por viajes, por evolución patrimonial, por todas las características que tiene el caso, que cada semana va agregando episodios, pruebas y pormenores que lo vuelven infinito. Infinito hacia el submundo.

La concejal radical del Partido de la Costa Evangelina Cordone presentó una denuncia en el juzgado del doctor Ernesto Kreplak, que es el juez federal de Lomas de Zamora que investiga a Martín Insaurralde. La concejal le dice al juez que investigue el patrimonio, los movimientos del diputado Juan Pablo de Jesús, exintendente del municipio de La Costa, como hermano de Insaurralde, probablemente la persona más íntimas en el mundo de la política. Le está sugiriendo que, si tira de esa piola, se va a encontrar probablemente con más propiedades y más testimonios de lo que ha sido la expansión patrimonial de quien fue hasta hace muy poco el jefe de Gabinete de Axel Kicillof. Esta conexión entre Insaurralde y De Jesús hizo que Cordone le presentara a Kreplak una cantidad de propiedades que serían de De Jesús, que es diputado de la provincia de Buenos Aires. De la Legislatura de Chocolate, presidente de la Comisión de Presupuesto y Hacienda. Dejó de serlo para ser el vicejefe de Gabinete de Insaurralde, para ser parte de su equipo y del equipo de Kicillof. Ahora estaría en uso de licencia porque Kicillof se ha propuesto desarmar todo ese aparato que le habían impuesto desde el Instituto Patria y desde La Cámpora cuando perdieron las elecciones de septiembre de 2021.

La concejal Cordone le dice al juez Kreplak que mire bien porque se detectaron 61 bienes inmuebles donde solo cuatro de esas casas suman cuatro millones de dólares, según los cálculos de la concejal. También le dice que debería mirar algunas sociedades como la Sociedad Areknaz y la Sociedad Varoujan SRL. Además, asociaciones civiles armadas por De Jesús en el municipio de la costa como Acción de la Costa, La Nazarena, porque podrían ser figuras jurídicas creadas para lavar dinero. También le dice que ponga el ojo en el country Costa Esmeralda, el preferido de los políticos bonaerenses, no solo los del municipio de la costa, y que ponga el ojo en propiedades en España, a donde De Jesús viaja muy frecuentemente acompañado a su esposa, Alexia Toumikián, que es, como Jesica Cirio y Clerici, modelo.

Se trata de una trama cada vez más compleja de políticos que han entrado a la política para cambiar de vida. Que han encontrado en la política lo que, probablemente, no encontrarían en la vida empresarial, o en la vida profesional convencional: un camino mucho más rápido al enriquecimiento. Y un enriquecimiento que se va completamente de escala, más allá de lo conocido. Porque al mirar la información de la concejal Cordone, que habla de Juan Pablo de Jesús, y de su mujer, Toumikian, sigue llegando información sobre Insaurralde.

Surge una trama ligada con los negociados y hasta con el crimen organizado. Primero empresas de todo tipo, sobre todo vinculadas al sector eléctrico. A Insaurralde le atribuyen en Lomas de Zamora intereses en la empresa Servilum, que realiza el mantenimiento de todo el alumbrado público en, por lo menos, Almirante Brown y Lomas de Zamora. Esta empresa tiene proveedores. Uno de ellos se llama Jeluz de un señor Gustavo Lema, que se dedica al Turismo Carretera, pero auspicia también clubes de fútbol. Por ejemplo, Independiente, el club del macrista Néstor Grindetti. Además, también auspicia los programas de Jesica Cirio en Telefé, cuando viajaba a Europa a entrevistar a las mujeres de los jugadores de fútbol. La auspiciaron los casinos de Daniel Mautone, no solo el Victoria de Entre Ríos, también el de Mar del Plata, que está bajo la jurisdicción del exjefe de Gabinete Insaurralde. O sea que empresas reguladas por Insaurralde financiaban a su esposa en los programas de televisión.

También está muy próxima a Insaurralde la empresa Joma SRL. Viene de los nombres Joaquín Bronowiski y Martín Sgherza. Dos compañeros del colegio Balmoral, de Rodrigo Insaurralde, el hijo mayor del exintendente. Dicen que también puso mucho dinero en esta empresa de iluminación y artefactos eléctricos de Canning, y los que conocen la vida financiera de Lomas de Zamora, aconsejan prestarle atención a Gerardo Sgherza, el padre de Martín Sgherza, porque es un financista que maneja mucha plata de gente de la zona. Probablemente sea uno de esos financistas que anda buscando Massa, pero por otro lado, y no los encuentra donde los tiene que ir a buscar.

Todo esto puede sonar habitual si uno mira distintos municipios de la provincia de Buenos Aires. Pero hay algo menos habitual, que lo hemos mencionado varias veces, y que fue tratado por Hugo Alconada Mon en una columna de LA NACION. Se trata de una casa en un country de Ezeiza que está a nombre de Priscila Daiana Ferrante. Prima de Jesica Cirio. Ferrante sería pareja de Heber Ariel Russo. Este último fue juzgado y terminó en la cárcel de Ezeiza por lavado de dinero. Hay fotos de su detención en Ezeiza. Le realizaron en una zona de Lanús un allanamiento en un galpón de su empresa de construcción donde le encontraron más de 100 autos de alta gama. Después siguieron investigando y aparecieron varios yates y aviones, propiedad de todo tipo, sociedades en Miami y Gran Bretaña.

En ese allanamiento, entre los muchos autos que encontraron, identificaron uno de Jesica Cirio. Aparentemente Cirio fue quien le presentó a Russo a Martín Insaurralde. Él terminó preso en Ezeiza y allí terminó ligado con un par de presos de la banda de los Monos de Rosario. En Ezeiza le tocó estar con todo el mundo “K”. Compartió la prisión con Cristóbal López, Fabián de Souza, Amado Boudou. Pero a él lo trataban distinto. Mejor. Tanto que cuando lo fueron a buscar, ya había pasado mucho tiempo en su departamento de Puerto Madero, que no sabemos si no es el departamento que Jesica Cirio dice que nunca tuvo. Pero donde vivió con Insaurralde. En la torre Mulieris.

En la cárcel Russo explicaba a los demás que lo trataban distinto porque lavaba dinero para intendentes de la provincia de Buenos Aires, del conurbano, a través de empresas constructoras. No lo visitaba nadie en la cárcel, salvo Priscila, la prima de Jesica Cirio.

Es muy importante la relación de Russo, Insaurralde y la construcción. Porque cuando Cristina Kirchner llamó a Kicillof a El Calafate, muy preocupada porque veía derrumbarse su imperio con la derrota del 12 de septiembre de 2021 en todo el país y en la provincia, le dijo que iba a tener que tolerar que Insaurralde debía intervenir el distrito. Para Kicillof probablemente Insaurralde fuera lo peor, aunque ya le había dado el área de juego de su administración.

Insaurralde entró como un interventor en la provincia y tomó distintos lugares estratégicos como el Tribunal de Cuentas, donde tiene varios vocales. Además, tomó dos áreas estratégicas más en su llegada al poder: pidió Vialidad de la provincia y puso ahí al exintendente de Punta Indio, Hernán Y Zurieta; y Vialidad Nacional, donde puso a otra persona de su círculo más íntimo, Gustavo Arrieta, un hombre de Cañuelas que hoy es candidato al Parlasur en las listas de Massa. La esposa de Arrieta es la intendenta de Cañuelas. Esto quiere decir que no solamente Kicillof lo tiene a Insaurralde adentro a través de Y Zurieta, más allá de que se haya ido de la jefatura de Gabinete. Lo tiene adentro Alberto Fernández a través de Arrieta, que iba a ser una especie de representante de una liga de intendentes que terminaron peleados entre ellos seguramente por cuestiones “filosóficas”… Unos eran kantianos y los otros hegelianos. Uno era Insaurralde y el otro Alejandro Granados de Ezeiza. Algo pasó que a Granados lo dejaron afuera de ese reparto de poder y negocios.

En el juego quedó Omar Galdurralde, otra figura principal de Insaurralde. Pero cuando nos metemos en el organigrama del Instituto del Juego de la provincia no se animan a sacarlo a Insaurralde, sigue figurando que es el jefe de Gabinete. Allí aparece Galdurralde como el presidente del instituto que maneja la lotería de la provincia, que es el viejo lugar donde, por decirlo de alguna manera simpática, Insaurralde se formó: el mundo del juego, al lado de Jorge Rossi, quien manejaba el juego para Duhalde y que de un día para el otro renunció inexplicablemente a la intendencia. Dicen quienes lo escucharon que estaba cansado de “simular pobreza”. Tiene dos campos, asegura gente muy entendida de Lomas, de más de 5000 hectáreas en la provincia de Buenos Aires.

El jefe oficial de Lotería es Galdurralde y la vicepresidenta es María Laura García, de Massa, del Frente Renovador de General Conesa. Acá conviven Insaurralde y Massa. Nada más ni nada menos que en la administración del negocio del juego de la provincia. Como secretario ejecutivo está Carlos Gallo que viene desde varias administraciones, y es para los que entienden de la administración del juego, el que inventó todo.

Todo este escándalo terminó en un juzgado de Nueva York, porque hay un conflicto entre dos fondos y la provincia de Buenos Aires. Los fondos ganaron una sentencia, o sea una orden judicial para que la provincia les pague. Pero como la provincia no paga esa sentencia, como hacía Cristina con Kicillof como ministro de Economía al final de 2014 y 2015, un abogado llamado Dennis Hranitzky se presentó en la Justicia y pidió lo que se conoce como Discovery. Esto es un procedimiento que existe en el derecho procesal norteamericano por el cual uno puede pedirle a un juez que obligue a todas las instituciones en juego en esa causa a abrir todos los archivos: transparencia total. Privados y públicos. Desde los emails hasta la comunicación telefónica, mensajes de WhatsApp y la documentación. Esto lo pidió Bernardo Saravia Frías, el jefe de los abogados del estado durante el gobierno de Mauricio Macri, para que se conozca toda la operación YPF con los Eskenazi adentro. Pero, claro, cuando llegó Zannini dijo que no quería tanta transparencia y pidió achicar el Discovery a dos o tres pavadas. Por eso tenemos que pagar ahora la sentencia de 16 mil millones de dólares. Y quizás si se veía todo lo íbamos a ver al propio Zannini adentro, a Cristina, Néstor… Toda esa combinación horrenda que hubo entre el kirchnerismo y la familia Eskenazi para quedarse con el 25% de YPF.

Este procedimiento de Discovery se aplicó en este conflicto entre los dos fondos y la provincia de Buenos Aires y se le pidió la información a una cierta cantidad de bancos por determinadas personas. Acá es donde viene todo un problema, porque piden por nombres y las instituciones financieras contestan por nombre. Dicen: “Acá hay un señor que se llama Fulano, que movió este dinero”, pero a lo mejor es otro Fulano, que vive en otro lugar. Por ejemplo, Ernesto Allaria, que está mencionado en el informe que le hacen al juez diciendo que es el titular de una sociedad financiera que movió plata de funcionarios de la Argentina, ahora puede decir: “No, yo moví plata de tres personas que se llaman como esos funcionarios, pero no son ellos: Ana María Bazán, Carlos Alberto Montana, Diego Benítez, son homónimos de los mencionados en la Justicia neoyorkina.”. La provincia de Buenos Aires se presentó, diciendo que mucha de la gente que aparece en ese Discovery son homónimos, y otros no. Son ellos. Habrá que ver.

Pero lo cierto es que esto estalló en un juzgado de Nueva York donde a la jueza le llegó esta semana la información de que, presumiblemente, hubo un arreglo en el divorcio de Insaurralde y Cirio por el cual este le habría pagado 20 millones de dólares para resolver la situación patrimonial y que esto lo habría negociado el abogado Fernando Burlando. Esto ya está en la Justicia americana además de estar en la de Lomas de Zamora.

La provincia de Buenos Aires se escuda en que es una extorsión que se publica justo cuando hay elecciones para hacerlos perder. Y si, quieren cobrar, porque tienen una sentencia a favor. La provincia dice también que no son bienes embargables. Es un tema interesantísimo porque la novedad de Dennis Hranitzky es que dice que no le importa si son bienes del Estado o no.

Él sostiene que esa gente, como se puede presumir que hace movimientos de dinero que no se corresponden con su condición de funcionario público, mueve plata del Estado. Ese es el argumento por el cual se termina en el Discovery metiendo a funcionarios y personas con sus movimientos patrimoniales, y financieros privados.

Esto es muy técnico, pero lo impactante es otra cosa. Un video de El Bandido recorriendo Lomas de Zamora. Le pedían a Insaurralde y Clerici que devuelvan la plata de Lomas. ¿Cómo terminó la marcha que se realizó el sábado? Con la Policía, que seguramente la mandó Insaurralde, para que esta gente no pueda seguir recorriendo la ciudad.

La política está llena de mal pensados siempre. Todo se tiñó de ese viaje a Marbella. Y hubo otro viaje este fin de semana en el día de la madre a la Isla Martín García. Soledad Quereilhac, la esposa de Axel Kicillof, publicó unas fotos en Instagram donde se lee: “Día de la madre con mis hijos y Axel en la Isla Martín García haciendo kayak y caminatas”. Sobre eso, cualquier analista de imágenes de campaña puede decir que es la contracara del viaje a Marbella, y que esto es la contracara de El Bandido. Un mensaje de Kicillof diciendo que estos son él, su esposa y sus chicos. Que la gente no se confunda, que él no es Insaurralde. A lo mejor es hilar muy fino. Pero es obvio que toda la dirigencia de la provincia de Buenos Aires, con Massa a la cabeza, está preocupadisima por lo que estalló en plena campaña electoral. Se quejan de lo que hace el juez en Nueva York para reclamar el derecho a cobrar una sentencia judicial, pero no hay tanta queja de lo que les hizo Insaurralde: corrupción, lavado de dinero y el armado de un poder judicial que, en gran medida, protege todo esto. Diríamos irónicamente, es un clima económico, de organización institucional mafiosa, que favorece la instalación de mafias. Si yo soy narcotraficante quiero ir a vivir ahí porque ya está todo armado, tengo al juez, tengo al financista que me mueve la plata, tengo a Russo que con la constructora lava el dinero, lo tengo a Insaurralde que hasta puede ser mi socio. Hay formas de organización económica que favorecen determinada forma de vida pública, y favorecen determinado clima de negociado.

Hay instituciones que estudian esto a escala internacional, como el Grupo de Ayuda Financiera Internacional (GAFI), que se dedica a estudiar todos los temas que tienen que ver con este “clima de negocios” favorables al lavado de dinero, la corrupción financiera, etc.; o la OCDE, que regula este tipo de materias para permitir o no el ingreso de los países al club. Esos organismos hablan de una categoría: redes de profesionales facilitadores. Dicen: “Los clientes cambian, los Insaurraldes van y vienen”. Un día es Insaurralde y otro día es Boudou, pero hay financistas, cuevas, abogados, asesores contables que permanecen. A esos hay que investigar.

Nos encontramos con curiosidades interesantísimas. En el caso conocido como “La ruta del dinero K” el juez Sebastián Casanello mandó en 2019 todo a juicio oral. Lázaro Báez, Elaskar, Juan Carlos Molinari, Leonardo Fariña fueron a juicio oral. En la elevación de juicio oral había otro grupo de personas: José Alex Ariel Fallas, José Sebastián Jabbaz, Mariano Andrés Rubinowicz y Jorge Horacio Ruiz, los directivos de lo que en aquel momento se llamaba Provalor Sociedad de Bolsa, hoy se llama Prosecurities. Dieron mil vueltas en el ritual procesal, chicanas, cambio de jueces. Todavía no fueron a juicio oral, ni parece que estén en problemas. Unos, los más ligados a la política, juzgados; los que facilitan el negocio financiero, no. Es importante este tema, porque no vaya a ser que Prosecurities siga prestando servicios para los funcionarios actuales. En un gobierno donde las versiones insistentes, repetitivas, ya agotadoras, de que se mueven miles de millones de pesos, casi imposibles de mover físicamente, en el negocio de la importación a través de la Aduana o de la Secretaría de Comercio, se necesita de este sistema. Sería interesante que la Aduana que revisa cuevas revise también las oficinas de los que aparentemente están haciendo algún negocio con las importaciones. Ya hubo unas denuncias hechas por la propia Aduana, pero quedó en una vía muerta.

Hoy todavía no se realizó el juicio oral de estos financistas. Jorge Gorini, Gabriela López Iñiguez y Enrique Méndez Signori son los jueces que todavía no empezaron el juicio. Procrastinando, como Alberto.

Es un clima de impunidad. Genera negocios e inclusive hasta un alineamiento internacional. Porque los estados se van volviendo opacos y solo pueden tratar con otros estados opacos. En esta atmósfera, vamos hacia lo desconocido el próximo domingo 22 de octubre.

La Nación

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