Detrás de la crisis energética de Cuba está el bloqueo – Por Gabriel Vera Lopes

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Detrás de la crisis energética de Cuba está el bloqueo

Los conceptos vertidos en esta sección no reflejan necesariamente la línea editorial de NODAL. Consideramos importante que se conozcan porque contribuyen a tener una visión integral de la región.

Por Gabriel Vera Lopes, desde La Habana

El pasado domingo se realizaron distintas protestas en la provincia oriental de Santiago de Cuba. Las mismas tuvieron lugar en medio de un contexto marcado por la severa crisis económica y energética que atraviesa la isla.

Los manifestantes protestaron contra los prolongados y reiterados cortes de luz que por momentos llegan a superar las 6 horas diarias. Situación que se ha visto agravada por las temperaturas récord que atraviesa la isla, lo que provoca un incremento en la demanda energética.

Así mismo, varios manifestantes reclamaban por la escasez o demoras en la distribución de los alimentos de la “canasta familiar normada”. Se trata de un sistema de distribución de alimentos que el estado garantiza a precios fuertemente subsidiados, muy por debajo del precio de mercado, y cuyo objetivo es garantizar un piso mínimo en la alimentación.

La canasta familiar normada viene atravesando demoras en la entrega de varios de sus productos, muchos de los cuales el país debe importar. Los reclamos del domingo en Santiago de Cuba estuvieron vinculados principalmente a las demoras en las entregas de leche.

Diálogo con los manifestantes

Durante las protestas, varias autoridades provinciales acudieron a escuchar las reivindicaciones y a dialogar con los manifestantes. Beatriz Jhonson Urrutia, ex gobernadora y actual secretaria del Partido Comunista de Cuba en la provincia, fue una de ellas.

En un vídeo publicado en sus redes sociales, Urrutia aseguró que el diálogo se desarrolló de «manera respetuosa» y que se “escuchó de manera atenta la información que se le brindó”. También destacó que las autoridades son conscientes de las “las afectaciones que tiene el sistema eléctrico nacional motivado por las problemáticas que tienen las centrales termoeléctricas y la disponibilidad del combustible”.

En el mismo sentido, el presidente Miguel Díaz-Canel publicó una serie de mensajes en su cuenta X (antes Twitter), en los que afirmó que la disposición del Gobierno «es atender las demandas de nuestro pueblo, escuchar, dialogar, explicar las numerosas medidas que se están tomando para mejorar la situación».

«En medio de las condiciones de un bloqueo norteamericano que busca asfixiarnos, seguiremos trabajando en paz para salir de esta situación», concluyó el mandatario.

Tres veces más caro

Alejandro Lopéz, ingeniero eléctrico y experto de la estatal Unión Eléctrica, sostiene que los problemas de Cuba en el sector energético «no pueden entenderse sin tener en cuenta el bloqueo ilegal que Washington mantiene contra la isla desde hace décadas».

«Una parte muy importante del combustible que consume el país es importado. Hablamos de suministros esenciales para la producción de energía, pero también para el transporte y la agricultura. Es realmente muy difícil para el Estado importar este combustible. Como el bloqueo significa que todo barco que entra en un puerto cubano es sancionado por el gobierno de Estados Unidos, las compañías navieras generalmente no pueden operar con Cuba. Y si lo hacen, siempre es a costes muy superiores al precio internacional», explica.

Se calcula que las importaciones de energía cuestan al Estado cubano hasta tres veces por encima del precio internacional promedio. Así que, por un lado, la economía del país se ve directamente afectada, haciendo que el Estado cubano pierda cuantiosos recursos. Por otro lado, las sanciones impuestas a las compañías navieras hacen muy difícil garantizar un flujo constante de mercancías. Como resultado, existen continuos problemas de abastecimiento.

Además de estos problemas, todas las centrales térmicas del país tienen maquinaria muy vieja, algunas de las cuales tienen más de 30 años. Por ello, es relativamente fácil que se averíen y se reduzca la distribución de energía al país.

«Tanto el mantenimiento como la renovación de piezas o maquinaria son procesos muy costosos. Por un lado, el bloqueo restringe enormemente las posibilidades de acceso a financiación para estas inversiones. Por ejemplo, Cuba no puede acceder a los mercados financieros internacionales. Al mismo tiempo, la importación de piezas de repuesto, que de por sí implica grandes inversiones, es aún más cara debido al bloqueo.»

Apagones solidarios

Debido al déficit energético del país, el gobierno cubano programa una serie de «apagones solidarios» para ahorrar energía. Estos cortes los establece cada provincia, que divide la región en «bloques» donde los «apagones solidarios» se alternan durante las semanas. Estos cortes de energía son más largos fuera de La Habana, donde llegan a ser de más de seis horas. Esta situación viene provocando varios malestares y son el origen de las protestas.

Alejandro Lopéz explica que cada provincia traza un mapa de lugares prioritarios -hospitales u hogares donde hay personas vulnerables por enfermedad o edad que no pueden estar sin electricidad- que no se ven afectados por los cortes de luz.

Al mismo tiempo, Cuba mantiene un sistema de fuertes subsidios a la energía, tanto para las empresas (incluidas las privadas) como para el consumo doméstico, que representa alrededor del 65% del total. En 2023, el coste de la energía para el Estado era casi 8 veces superior al que pagaban los consumidores.

Dada la situación económica del país, este año el gobierno anunció a fin del 2023 que aplicará un plan de «estabilización económica» con el que busca ordenar la macroeconomía. Entre las medidas, se anunció que se reducirá la «excesiva» subvención de tarifas como el agua, la electricidad, el transporte y el combustible. Aumentando las tarifas eléctricas en un 25% para aquellos con altos niveles de consumo, aquellos que superen los 500 kWh, lo que se estima en aproximadamente el 6% del sector residencial. Aunque la medida no posee fines recaudatorios si pretende contener la demanda.

Injerencia extranjera

Al momento en que se registraron las manifestaciones, la Embajada de Estados Unidos en La Habana emitió un comunicado en el que “instaba” a las autoridades cubanas a “respetar los derechos humanos” de quienes protestaban.

Como respuesta, durante la mañana del lunes (18), el Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba convocó a una reunión a las autoridades de la Embajada de los EE.UU para trasladar su “firme rechazo a la conducta injerencista” debido a los mensajes “calumniosos del Gobierno estadounidense y su embajada en Cuba ante asuntos internos de la realidad cubana”.

Las autoridades cubanas recordaron que, según las normas de la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas, las misiones diplomáticas no deben emitir opiniones sobre la política interna del país en el que se encuentren. Algo que la Embajada de Estados Unidos en Cuba viola de manera sistemática.

Así mismo, las autoridades cubanas aprovecharon la ocasión para remarcar que “la responsabilidad directa” de las “carencias y dificultades que enfrenta la población de manera cotidiana” recae principalmente en el ilegal bloqueo económico que mantiene Estados Unidos contra Cuba. De esta forma, el estado caribeño acusa a Washington de “limitar y obstaculizar cada esfuerzo del Estado cubano por encontrar soluciones y dar respuestas a las necesidades económicas y sociales del país”.

El bloqueo que sufre Cuba por parte de los Estados Unidos fue tratado por primera vez en la Asamblea General de Naciones Unidas en 1992. Desde entonces, de manera invariable todos los años, la Asamblea General ha votado por abrumadora mayoría poner fin a la serie de medidas que perturban fuertemente el normal desarrollo de la economía local y condicionan directamente la vida cotidiana de los cubanos. Sin embargo, año tras año, Washington ha desconocido esta exigencia de la comunidad internacional.

De acuerdo con el último documento aprobado en la Asamblea General por 187 votos a favor, con abstención de Ucrania y tan solo el voto negativo de Estados Unidos e Israel, el bloqueo generó una pérdida de US$ 13 millones por día para el Estado Cubano tan solo en el último año.

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