Brasil | Lula propone una reunión con “presidentes democráticos para enfrentar el crecimiento de la extrema derecha”

1.387

Lula llama a la unidad de gobiernos democráticos; anuncia viaje a Chile

El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, afirmó este martes que quiere organizar un encuentro con jefes de gobierno «democráticos» para definir una estrategia coordinada ante el avance de lo que llamó «extrema derecha».

En declaraciones a periodistas en el palacio de Planalto, Lula expresó que los sectores de izquierda, progresistas y democráticos tienen que organizarse a nivel internacional para abordar esa tendencia política, a la vez que reafirmó su llamado a impulsar la integración sudamericana.

«Estoy queriendo organizar (una reunión), con los llamados presidentes democráticos, para definir una estrategia para enfrentar el crecimiento de la extrema derecha», declaró Lula.

El presidente brasileño anunció además que viajará a Chile en mayo y que espera que su par Gabriel Boric convoque a una reunión a quienes participaron el año pasado en una cumbre en Brasilia en la que el gigante sudamericano buscaba recuperar su papel activo en los asuntos regionales.

«Necesitamos discutir cómo actúa América del Sur como bloque», dijo Lula. «Si hacemos política de alianza respetemos las diferencias, pero hagamos crecer la economía de la región».

Una docena de presidentes de los países sudamericanos se reunió el año pasado, a excepción de Perú, en una cumbre que buscaba reactivar el diálogo regional tras el colapso de Unasur. Entre los participantes figuraron Boric y el venezolano Nicolás Maduro.

Lula dijo también que espera que «las cosas vuelvan a la normalidad» en Venezuela tras las elecciones de julio para que «Estados Unidos pueda retirar las sanciones» energéticas impuestas por el incumplimiento de ciertos compromisos electorales.

El presidente chileno, Gabriel Boric, afirmó en un posterior encuentro con corresponsales extranjeros que no conocía las declaraciones de Lula para comentarlas en profundidad.

«Pero la posibilidad de tener un diálogo con todos los mandatarios de América del Sur para mí siempre está abierta. No es algo que descarte (…) (pero) no está dentro de la planificación que tenemos hoy día», aseguró.

Boric informó que tampoco había visto la propuesta de su par colombiano Gustavo Petro para establecer garantías a los perdedores de las elecciones en Venezuela. «Seguro eso va a ser parte de las conversaciones que tenga con el presidente Lula en su visita a Chile», dijo.

La Jornada


Lula sobre la carta de Milei: “Todavía no la leí”

El presidente, Javier Milei, todavía tendrá que esperar para encontrarse con su colega brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva. Según contó el mandatario del gigante sudamericano aún no tuvo oportunidad de leer la carta que fue enviada vía la canciller, Diana Mondino, en la que solicitó una reunión. “No sé lo que dice, así que no puedo responder”, dijo en el Planalto. Además, se refirió a las elecciones en Venezuela, el encuentro con Gustavo Petro la semana pasada y sobre la intención de llevar a cabo una reunión de “presidentes demócratas” para discutir como enfrentar el crecimiento de la ultraderecha.

“Yo sé que mi canciller recibió una carta del presidente Milei, pero sucede que viajó y todavía no vi la carta”, dijo Lula ante la consulta de una periodista que catalogó al mandatario argentino como parte del grupo de dirigentes internacionales de “extrema derecha”. Ante esa situación, el brasileño sostuvo que no sabe lo que “Milei dice en la carta”, pero adelantó que en cuanto la lea tiene interés en que “la prensa sepa qué es lo que pretende Argentina y qué quiere conversar con Brasil”.

La misiva fue entregada la semana pasada durante la primera visita oficial que Mondino llevó adelante con su par, Mauro Vieira, en un paso por intentar mediar en el turbulento vínculo entre los mandatarios que están al frente de los dos mayores socios comerciales del Mercosur y, sin embargo, hasta ahora nunca se encontraron. La distancia entre ambos la puso el argentino cuando desde antes de asumir catalogó al exdirigente metalúrgico como “comunista” y manifestó que no tendría relación con ese tipo de países.

En esa línea, fuentes del Gobierno argentino dijeron ante El Destape que no se trató de un pedido de audiencia, sino que la intención es “generar un cruce en algún foro internacional” como en G20, que se realizará en Brasil; o del Mercosur.

La consulta sobre el vínculo con Argentina, en tanto, fue realizada una vez que el mandatario aportó una lectura sobre la coyuntura internacional actual en la que consideró que “hacía muchas décadas en los que no se veía un sufrimiento del extremismo”.

“Mi compromiso es con la izquierda, con un Estado socialmente justo. Hoy si miran a America del Sur perciben que hay un retroceso por el crecimiento de la extrema derecha, de la xenofobia, del racismo y la persecución a las minorías con asuntos retrógrados”, dijo e hizo un llamado para que “los sectores demócratas” se organicen. En ese sentido, contó que habló con sus pares de España y Francia, Pedro Sánchez y Emmanuel Macron, para hacer una reunión con los que llamó “presidentes demócratas” que., vaticinó, puede ser en la Asamblea General de las Naciones Unidas.

Elecciones en Venezuela

Durante el café con periodistas -que fue el primero que realizó este año- Lula también fue consultado sobre las elecciones que se deben llevar adelante este 28 de julio en Venezuela y donde la oposición encontró más de un escollo para inscribir sus candidaturas. “Está sucediendo algo extraordinario, toda la oposición se unió. Está lanzando un candidato único, habrá elecciones, habrá seguimiento internacional, hay mucho interés de querer acompañar y si Brasil es invitado, participará”, dijo.

Además, manifestó que la expectativa es que una vez que termine el proceso electoral el país “regrese a la normalidad”. Y por “normal” entendió que “quien ganó toma pose del Gobierno, quien perdió se prepara para otras elecciones, como yo me preparé después de tres derrotas acá en Brasil”, aclaró, sobre el proceso que Brasil mira y acompaña de cerca para que se cumpla lo establecido en el Acuerdo de Barbados entre el Gobierno del presidente, Nicolás Maduro; y un sector importante de la oposición nucleada en la Plataforma de Unidad Democrática (PUD).

“Espero que Venezuela vuelva a la normalidad, para que Estados Unidos levante las sanciones y que Venezuela pueda volver a acoger a las personas que están saliendo del país por la situación económica”, manifestó.

El Destape


Além da economia, cautela com o Congresso e desafio à extrema-direita marcam café de Lula com jornalistas

Seis meses depois, o presidente Lula voltou a receber jornalistas em um café da manhã no Palácio do Planalto. A realização do encontro havia sido comunicada à mídia durante o fim de semana. Uma semana que tinha terminado com sinais de vida difícil para o governo no Congresso, em razão, por exemplo, de gestos do comandante da Câmara dos Deputados, Arthur Lira (PP-AL).

Diante dos jornalistas nesta terça-feira 23, Lula mostrou tranquilidade com a situação, sem externar queixas com o Parlamento. Na declaração inicial, antes de responder a dez perguntas, priorizou a economia, sobre o qual vestiu o figurino otimista. Na fase das perguntas, exibiu disposição particular para analisar a extrema-direita global.

Para Lula, “o Brasil é um polo de resistência” a bandeiras e atitudes da extrema-direita, como racismo, perseguição a minorias, xenofobia, conservadorismo nos usos e costumes. Ele defende uma articulação internacional ampla contra esse extremismo, da mesma forma que os próprios extremistas têm agido, vide a aliança de Jair Bolsonaro e Elon Musk, o dono do ex-Twitter.
Jornalismo crítico e inteligente. Todos os dias, no seu e-mail

“Os setores de esquerda, os setores progressistas, os setores democráticos têm que se organizar, têm que se preparar. Já falei com o Pedro Sánchez [primeiro-ministro espanhol], falei com o [presidente francês Emmanuel] Macron, eu estou tentando ver se a gente consegue fazer uma reunião com os chamados presidentes democratas, por ocasião da Assembleia Geral das Nações Unidas [em setembro], para a gente definir uma estratégia, a nível internacional, para enfrentar o crescimento da extrema-direita e suas matizes. É um problema novo na política.”

O que não é novo na política, e neste caso Lula referia-se à política doméstica, são os atritos governamentais com o Legislativo. “De todos os projetos que o governo mandou para o Congresso Nacional, todos foram aprovados. Todos. Então, qual é a briga como Congresso? A briga é o normal da divergência política num Congresso que tem vários partidos políticos que têm programa diferente.”

A “briga normal” levou Lula a ter uma conversa com Arthur Lira nos últimos dias. Foi depois de o deputado ter avisado a interlocutores a portas fechadas que instalaria várias CPIs existentes na gaveta dele e de atacar publicamente, e com contundência, o chefe da articulação política lulista, o ministro Alexandre Padilha. O teor exato do tête-à-tête? Lula preferiu não falar.

Nos próximos dias, deverá encontrar-se também com o presidente do Senado, Rodrigo Pacheco (PSD-MG). Tentou em 19 de abril, mas o senador não podia, por ter tomado vacina. Cabe a Pacheco logo pôr em votação, na qualidade de chefe do Congresso, alguns vetos feitos por Lula a leis aprovadas pelos parlamentares. Promessa de derrota à vista para o Planalto.

Um exemplo é o veto que liberou presidiário que não cumpre pena por crime hediondo da proibição de visitar a família de vez em quando, a chamada “saidinha”. A proibição foi proposta pelo bolsonarismo no Senado.

O que Lula quer que o Congresso vote é um pacote econômico complementar à reforma tributária de 2023. A reforma mudou parte da cobrança dos impostos indiretos, incidentes no consumo (comércio de bens e serviços). Entre os complementos, está a forma de tributar a cesta básica. Sobre cesta básica, Lula bateu o martelo com o ministro da Fazenda, Fernando Haddad, na segunda-feira 22.

“Estamos muito certos de que é preciso facilitar a vida do povo, e facilitar a vida do povo é a gente cobrar nada [de impostos] da cesta básica”, declarou. “Ou você abaixa o preço da comida ou aumenta o salário o povo.” Salário que tem estado igual há dez anos, de 2,9 mil a 3 mil por mês, conforme divulgação periódica do IBGE. Empobrecimento das pessoas, portanto, dada a inflação acumulada em uma década (de 76% entre 2014 e 2023).

A reforma tinha como outra ação complementar alterações no Imposto de Renda. O Brasil tem um sistema tributário injusto, que pune mais os pobres (através dos impostos indiretos e das alíquotas e faixas do IR). Desde a eleição, Lula promete mexer no vespeiro. Mas, sobre isso não falou, nem foi perguntado.

O que ele falou espontaneamente, mesmo sem indagações, foi sobre seu “otimismo” com a economia: “Vai crescer mais do que todos os chamados especialistas falaram até agora”. Em 2023 o PIB avançou 2,9%. As previsões iniciais do dito “mercado” apontavam menos de 1%. Para 2024, o mesmo “mercado” vê algo abaixo de 2% e, neste caso, o time de Haddad acredita que será menos do que no ano passado, algo em torno de 2,2%.

O crescimento em 2023 concentrou-se no primeiro semestre, o segundo foi de estagnação. Não por acaso, o ibope de Lula e seu governo recuou entre o fim de 2023 e o início de 2024. Lula é aprovado por 50% dos brasileiros e reprovado por 45%, conforme a média de duas pesquisas de março, a Genial/Quaest e a Ipec, o ex-Ibope. Entre agosto e setembro de 2023, os números eram 58% e 37%, respectivamente. Em dezembro passado, eram 52% a 43%.

“Um político que tiver preocupação com pesquisa no começo do seu mandato não está preparado para ser político”, disse o presidente. “Você sai de uma campanha, e eu tenho clareza de todas as coisas que prometi ao povo brasileiro (…), e é normal que a expectativa que não foi atendida gere mau humor na sociedade (…). A mim não me incomoda, porque eu sei o que estamos fazendo e o que estamos plantando.”

Carta Capital

 

Más notas sobre el tema