Comercio electrónico: panacea de la OMC o distracción burocrática de los ricos – Por Eduardo Camin

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Comercio electrónico: panacea de la OMC o distracción burocrática de los ricos

Eduardo Camin *

La introducción y la rápida difusión de Internet ha convertido al comercio electrónico en un medio importante de realización de transacciones comerciales. En este sentido, el comercio electrónico es resultado de los grandes avances tecnológicos que, durante el último decenio aproximadamente, han facilitado las telecomunicaciones y la transmisión de información.

Como se señalará más adelante, el acceso a sistemas modernos de telecomunicaciones es, por lo tanto, uno de los elementos que definen el comercio electrónico (o quizá el elemento definitorio del mismo). Aunque en realidad, no existe una definición universalmente convenida del comercio electrónico.

No obstante, en el Programa de Trabajo sobre el comercio electrónico de la OMC, (1998) se señalaba que el «comercio electrónico» es la producción, distribución, comercialización, venta o entrega de bienes y servicios por medios electrónicos.

En estos momentos la Organización Mundial del Comercio (OMC) se propone organizar, un curso (noviembre 2024) que familiarizará a los participantes con los vínculos entre el comercio electrónico, el comercio de servicios y las disciplinas del Acuerdo General sobre el Comercio de Servicios de la OMC, centrándose en sectores de servicios específicos.

La moratoria sobre el comercio electrónico, así como otros debates sobre el comercio electrónico en la OMC, formarán parte del orden del día. El objetivo del curso es aumentar la autonomía de los participantes en la elaboración de políticas comerciales de servicios y tratar de integrar el comercio electrónico en sus planes nacionales de política comercial.

¿A quién va dirigido la solicitud? el taller está dirigido a funcionarios de los países Miembros de la OMC y observadores que reúnan las condiciones necesarias para beneficiarse de las actividades de formación de la OMC, que tengan responsabilidad política directa en esta esfera, y/o que tengan experiencia demostrada, un conocimiento profundo de las cuestiones relacionadas con el comercio de servicios y el comercio electrónico, y por supuesto que hablen Ingles.

El marco general del comercio mundial y el comercio electrónico en particular 

A grandes rasgos podemos definir que el comercio se genera en gran parte a partir de la dispareja distribución geográfica de la demanda y oferta de los recursos naturales, y de las tareas de procesamiento y distribución que se generan en los distintos eslabones de la cadena globales de valor (CGV). Por lo tanto, la mayoría de las empresas se insertan en estas cadenas según sus propias ventajas comparativas y competitivas.

De esa forma el comercio internacional, que conecta los polos de la producción y el consumo genera un impacto en la sociedad y el medio ambiente. A su vez se sostiene que bajo ciertas condiciones e incentivado por determinadas políticas públicas e iniciativas privadas se puede generar mejoras en la sostenibilidad social y ambiental entre países, criterios estos lejos de la realidad.

No obstante, con el correr del tiempo el comercio adquiere otra dimensión bajo el influjo de las nuevas tecnologías, apareciendo el comercio electrónico como sustituto o complemento de las corrientes comerciales tradicionales. Sosteniendo que, en cierta medida, los medios electrónicos de entrega pueden sustituir a otros medios. En ese caso, el aumento del valor del comercio electrónico será compensado por una disminución del valor de otras actividades rivales: por ejemplo, un aumento del valor de las transacciones comerciales internacionales realizadas a través de Internet puede hacer que descienda el valor de las realizadas por medio del correo, del movimiento de proveedores o consumidores de servicios a través de las fronteras o de la expedición material de mercancías, poco o nada de eso sucede en la realidad.

Por otra parte, el comercio electrónico puede crear también la posibilidad de transacciones comercialesinternacionales adicionales. En la medida en que disminuya los costos de las transacciones y aumente la eficiencia y la competencia, el comercio electrónico puede contribuir a la reducción de los precios y al aumento de la demanda internacional. Según los expertos de ese modo, quizás que se creen nuevas corrientes comerciales que de otro modo no se habrían considerado comercialmente viables debido al costo prohibitivo o a las dificultades materiales con que tropezarían las transacciones correspondientes si no existiera la transmisión electrónica: algunos ejemplos de esto pueden ser los servicios de enseñanza, médicos o de consultoría en línea y la recuperación de información de las bases de datos. Aquí también la evidencia no corresponde a los deseos expresados.

Comercio electrónico para los consumidores de los países en desarrollo

Diversos expertos en el marco de la OMC, sostienen que comercio electrónico puede ser de especial interés para los países en desarrollo, si puede ayudar a los consumidores y productores de esos países, y en particular a las pequeñas y medianas empresas (PYME), a superar algunos de los factores que tradicionalmente los han colocado en una situación de desventaja en el campo del comercio, como la distancia que los separa de los mercados y la falta de información acerca de las oportunidades de ventas y la oferta disponible.

Sin embargo, el comercio electrónico no puede resolver todos los problemas relacionados con el comercio de los países en desarrollo, en particular los que tienen que ver con la capacidad de oferta interna. Algunos países en desarrollo quizá tienen ya la capacidad de producir artículos que puedan entregarse electrónicamente mientras que otros, en una primera fase, quizá sólo utilicen Internet como un instrumento de publicidad y para la búsqueda o compra de productos en el extranjero.

En su sentido más amplio, las consecuencias del comercio electrónico para el desarrollo proceden tanto de las ventajas que los países en desarrollo pueden obtener del uso de esas nuevas tecnologías, como de las limitaciones materiales, económicas, jurídicas y de política que quizás les impidan hacerlo.

La ampliación de la oferta de productos puede tener especial importancia para los consumidores de los países en desarrollo, en los que la oferta local es más limitada que en la mayor parte de los países desarrollados. Los precios más bajos de artículos de mejor calidad han de ser también especialmente importantes para los consumidores de los países endesarrollo que, como promedio, disponen de ingresos más bajos que los de los países desarrollados.

Cabe prever que el comercio electrónico ampliará la oferta de productos, hará descender los precios, mejorará la calidad y hará más rápidas las entregas. Los medios electrónicos facilitan a los posibles consumidores la obtención de información acerca de la oferta de un producto en todo el mundo; y pueden permitir también a nuevos proveedores penetrar en el mercado. El aumento de la competencia entre los proveedores y la reducción de los costos de entrega y los costos generales de las transacciones han de resultar normalmente en precios más bajos y en productos de mejor calidad

¿Ofrece interés el comercio electrónico?

Una transacción comercial puede dividirse en tres fases principales: la fase depublicidad y búsqueda, la fase de pedido y pago y la fase de entrega. Cualquiera de estas fases o todas ellas pueden realizarse electrónicamente y, por lo tanto, quedar incluidas en el concepto de»comercio electrónico».

Cualquier producto que pueda adoptar una forma digital puede entregarse por medios electrónicos.Éste es el caso en la actualidad de la música, los libros, las películas, los programas deordenador, los dibujos y modelos, muchos servicios financieros, los planos arquitectónicos, etc. Esosproductos también pueden entregarse por medios no electrónicos (es decir, mediante el transportematerial de los libros o las cintas y disquetes de ordenador que contienen la información, o por uno uotro de los modos de suministro utilizados por los proveedores de servicios); es asimismo posibledesde hace algún tiempo comerciar en muchos de ellos electrónicamente utilizando medios como elteléfono o el fax.

Los conocimientos y la información son factores de producción esenciales y bienesvaliosos por sí mismos en muchas esferas de la política de desarrollo. Por lo tanto, para aumentar laparticipación de los países en desarrollo en el comercio electrónico, es necesario invertir eninfraestructura humana y técnica; por otra parte, esa inversión puede producir externalidadesimportantes, no sólo en el campo del comercio electrónico sino también en otras esferas deldesarrollo.

Además, el comercio electrónico puede ser un complemento de los medios por los que se realiza tradicionalmente el comercio. Ocupa un lugar al lado del transporte material de las mercancías, por ejemplo, ya que proporciona medios complementarios para el estudio de los mercados internacionales, la publicidad y la comercialización, la compra de insumos intermedios y larealización de pagos por medios electrónicos.

La OMC entre paradojas de la productividad o explotación 

El neoliberalismo como doctrina y como política en las múltiples formas que ha adquirido desarrolla como mínimo cierta perplejidad, en el dogmatismo de los economistas, que descansan sus dudas en una montaña de problemas irresueltos, bajo los mitos de una economía o mejor dicho al amparo de un capitalismo digital, compartido y difundido por muchos actores.

Y nos llama profundamente la atención en primer lugar algunos aspectos de esta tecnología, ya que la digitalización no es gratis, ni es un regalo de la naturaleza. Mas bien todo lo contrario, los bienes digitales, no actúan como la nube compartida en el ordenador, su generación, tratamiento, almacenamiento y difusión requieren energía.

Es decir, los medios de comunicación electro digitales, tal y como los conocemos y utilizamos actualmente, necesitan y generan una masa gigantesca de millones de toneladas de basura electrónica, y que crece rápidamente, cuyo transporte, almacenamiento y tratamiento posterior tiene enormes consecuencias para la economía mundial, y su medio ambiente.

Por otra parte, se necesitan un sin número de materias primas, minerales que pueden ser encontrados en todo lo que nos rodea, el cobalto, el cobre, el litio, el níquel y las tierras raras, que desempeñan un papel fundamental en la producción de tecnologías hasta todos los componentes electrónicos de los teléfonos inteligentes y pantallas planas entre otros.

Por lo tanto, una economía capitalista digital tampoco es ingrávida y sin consecuencias para el medio ambiente ya que choca con los bienes materiales.

Hace mucho tiempo que estos talleres o cursos nos resultan lamentables ya que la pobre presencia de trabajos teóricos, que aborden proyectos alternativos o que se hagan las preguntas necesarias y vitales como, por ejemplo,cómo emplean su capital las empresas de alta tecnología actualmente líderes que dependen totalmente de tecnología digital. ¿Qué producen, qué venden los capos del Silicon Valley”? ¿Cómo y con qué obtienen dinero y ganancias? La OMC y sus protagonistas no nos van a decir, pero sabemos que, en primer lugar, bloqueando el acceso general a Internet o a plataformas especiales, abiertas a cambio de una cuota para usuarios de pago, se genera rentabilidad; un negocio que tiene poco que ver con técnica digital, comercio electrónico pero mucho con poder político y acceso de facto a bienes semipúblicos, esto es, con una privatización de la infraestructura digital políticamente autorizada y buscada, con el beneplácito de los organismos reguladores.

En segundo lugar, se trata de la recopilación de datos, revendiéndolos y haciendo propaganda de ellos. Entonces pueden como Facebook y Google, renunciar al cobro de tarifas para el acceso a sus plataformas. Sus clientes, habitualmente otras empresas capitalistas de todas las ramas posibles compran un sitio en la plataforma y pagan por él una parte anticipada del beneficio extra que obtienen gracias a su acción publicitaria. El valor añadido real es sólo marginal, en algunas agencias de publicidad, que, efectivamente, prestan un servicio o bien crean un producto.

Una vez más nos vemos abocados a tratar de leer la letra chica de los informes, no sobre lo que dicen sino sobre lo que no se dice y se oculta en el contexto de dependencia y dominación política ostentado por las grandes agencias onusianas al servicio del capital. Pero sigamos jugando a la democracia ingenuos pensantes.

*Periodista uruguayo residente en Ginebra, exmiembro de la Asociación de Corresponsales de Prensa de Naciones Unidas en Ginebra. Analista Asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la)

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