1º de Mayo: el pueblo trabajador sale a la calle en todo el mundo
Por Diego Lorca*
El 1º de mayo, conocido mundialmente como el Día Internacional del Trabajador y la Trabajadora, conmemora la lucha de las y los trabajadores por sus derechos laborales, políticos y sociales. Su origen se remonta a 1886 en Chicago, donde una huelga por la jornada laboral de ocho horas culminó en la trágica revuelta de Haymarket.
En 2025, las calles de diversas ciudades se llenaron de manifestantes que, a través de distintas consignas, expresaron sus demandas y preocupaciones frente a un escenario global de creciente desigualdad, precarización laboral y concentración de la riqueza.
En el marco de la nueva fase del capitalismo financiero y digitalizado, ésta fecha se configuró como una jornada de lucha desplegada en múltiples dimensiones: no solo en la protesta callejera, sino también en el territorio virtual, donde la clase trabajadora puede disputar el sentido, irradiar consignas, organizarse en redes globales, solidarizarse internacionalmente, denunciar globalmente situaciones locales, y distintas formas de organización frente al avance del poder corporativo y la captura algorítmica del sentido común.
A continuación, se presenta un recorrido por algunas de las principales movilizaciones que tuvieron lugar este año, que demuestran que la clase trabajadora es el actor fundamental y protagonista en la disputa por un proyecto político basado en la justicia social y la distribución de la riqueza.
México: masiva participación en la Ciudad de México
En la capital mexicana, alrededor de 35.000 personas marcharon desde el Ángel de la Independencia hasta el Zócalo. Las demandas incluyeron incrementos salariales y mejores condiciones laborales. Ante el reporte de hechos vandálicos protagonizados por minorías aisladas en algunas de las manifestaciones pacíficas, el Gobierno capitalino reiteró su compromiso con la protección de los derechos humanos, el respeto al derecho a la libre manifestación y la promoción de condiciones laborales dignas para todas y todos los trabajadores.
Colombia: apoyo a la consulta popular de Petro
Miles de personas se congregaron en la Plaza de Bolívar de Bogotá en respaldo a la consulta popular propuesta por el presidente Gustavo Petro, que busca reivindicar derechos laborales como pagos adicionales por trabajo en días festivos al 100%, licencias por menstruación incapacitante y cupo por discapacidad, entre otras cuestiones. Petro, al final de su discurso, empuñó la espada de Simón Bolívar, enfatizando la soberanía del pueblo en la toma de decisiones políticas
El presidente demostró el apoyo de su pueblo y su capacidad de movilización. Además de contar con el apoyo de la central sindical más grande del país, la Central Unitaria de Trabajadores de Colombia (CUT), contó con una destacada participación indígena: más de 25.000 personas de aproximadamente 115 pueblos indígenas se trasladaron a Bogotá, muchos de ellos alojándose de la Universidad Nacional. Si bien no se visualizaron pancartas, se mostraron escritos en apoyo a Petro, en contra de opositores, y sobre todo banderas de Colombia y algunas indígenas, palestinas y de la guerrilla del M-19, a la que perteneció el presidente hasta su desmovilización en 1990.
Cuba: rechazo a las sanciones de EE.UU.
En Cuba, más de 5,3 millones de personas participaron en la marcha del 1º de mayo, expresando su rechazo a las sanciones impuestas por Estados Unidos. Con consignas como «¡Abajo el bloqueo!» y «¡Viva Cuba libre!», los manifestantes mostraron su apoyo al gobierno y su resistencia frente a las presiones externas.
En un desfile multitudinario frente al palacio de la Revolución reafirmaron su rechazo al bloqueo estadounidense, el primer contingente, integrado por médicos y enfermeros, avanzó ante el monumento José Martí, donde el líder revolucionario Raúl Castro, de 93 años, y el presidente, Miguel Díaz-Canel, saludaban a los participantes.
El líder del gremio de los trabajadores en Cuba, Ulises Guilarte, dijo que, con el recrudecimiento de sanciones, Washington pretende «provocar carencias, desestabilizar el país» y denunció «la perversa campaña estadounidense contra los programas de la colaboración médica» de Cuba.
Ecuador: en defensa del empleo y la seguridad social
En ciudades como Quito, Guayaquil y Cuenca, los sindicatos y organizaciones sociales se movilizaron para reclamar por sus derechos laborales. Las marchas se centraron en demandas relacionadas con el empleo, la seguridad social y la jubilación. En Guayaquil, más de 10.000 trabajadores participaron en la movilización. La edad de jubilación, así como los aportes para la jubilación patronal, estuvieron entre los principales reclamos de los grupos laborales.
Cabe destacar que la movilización se da en el marco de una tensa situación política luego de que el electo presidente Daniel Noboa fuera denunciado de megafraude electoral por el partido opositor, encabezado por Luisa Gonzalez, en las últimas elecciones.
España: defensa de los derechos laborales
En 80 ciudades españolas, miles de trabajadores se manifestaron bajo el lema «Proteger lo conquistado, ganar en derechos». Las protestas reflejaron una amplia variedad de demandas laborales, incluyendo la reducción de la jornada laboral a 37,5 horas semanales sin pérdida salarial, además reclamaron una Europa más fuerte ante las decisiones de Trump. Los organizadores han calculado la presencia de 50.000 personas.
Miles de personas han marchado también este jueves en Barcelona, donde los ejes centrales de la movilización han sido la defensa de la paz, las pensiones, la mejora de las condiciones salariales, y la lucha contra el auge de la extrema derecha, y a favor de la bajada de los precios del alquiler, uno de los problemas principales que afectan actualmente a los ciudadanos. Mientras que, en Valencia, más de 3.000 personas según cálculos de la Delegación del Gobierno, se han manifestado ante el avance de la ultraderecha.
Francia: tensiones y represión en París
Las movilizaciones fueron convocadas por la Confederación General del Trabajo (CGT) de Francia y demás federaciones sindicales, en denuncia de la pérdida del poder adquisitivo, la suba de la inflación, la reforma previsional impulsada por el gobierno, el ascenso de la extrema derecha y condenaron la “trumpización” de la política mundial.
Según cifras oficiales, unas 157.000 personas se movilizaron en todo el país, incluyendo 32.000 en París, donde se desplegaron más de 2.000 agentes policiales. La Confederación General del Trabajo (CGT) de Francia elevó esa cifra a 300.000 manifestantes en 270 puntos del país, calificando la jornada como «un gran éxito».
Si bien la mayoría de las protestas fueron pacíficas, algunas de ellas con represión y enfrentamientos entre los manifestantes y las fuerzas del orden. En Lyon, la Policía lanzó gases lacrimógenos para dispersar a los participantes. En París, se vivió persecución y represión policial, uso de fuerza desmedida, bombas lacrimógenas y hasta agresiones a la prensa.
La jornada dejó un saldo de 72 detenidos, 52 de ellos en la capital. De ese total, al menos 28 personas fueron procesadas, 19 en París. La jornada también fue un espacio de crítica al presidente de Estados Unidos, Donald Trump. La Secretaria General de la CGT, Sophie Binet, declaró: “Estamos movilizados por la paz y la justicia social. Desde la llegada de Trump, se nos habla de guerra, deuda e inmigración, mientras los temas sociales quedan ocultos”.
Estados Unidos: Chicago recuerda sus orígenes
En Estados Unidos, el lema se centró en la lucha contra las políticas de Trump dirigidas a los inmigrantes, los trabajadores federales y las iniciativas de diversidad. Algunas de las consignas que pudieron observarse fueron: “Arriba, abajo, ¡la Migra pal carajo!”. “Alza la mano y apoya al inmigrante!”. “Trump escucha, ¡estamos en la lucha!”.
Chicago, ciudad emblemática por ser el origen del Día del Trabajador, conmemoró la jornada movilizando más de 25.000 personas, que con bombos y tambores, coreaban: “¡No hay justicia, no hay paz!”. En la multitud había trabajadores sindicales, defensores de los derechos de los inmigrantes, activistas propalestinos y estudiantes que pedían escuelas públicas mejor financiadas.
Japón, Tokio, y la consigna de “trabajadores del mundo uníos”
En la capital japonesa, miles de personas se congregaron en el parque Yoyogi convocadas por la principal confederación sindical del país Confederación Sindical Rengo, para exigir aumentos salariales, igualdad de género, atención médica, reducción del gasto militar, el fin de la precarización laboral, con énfasis en la necesidad de redistribuir los beneficios de las grandes empresas y apoyo a las víctimas del terremoto, un alto el fuego en Gaza y el fin de la invasión rusa de Ucrania.
En la marcha de Tokio, un camión llevaba un muñeco que se parecía a Trump, simbolizando el rechazo a sus políticas, y los temores de inestabilidad económica mundial. Además, las consignas que resonaron más fuertes fueron: “¡Trabajadores uníos! ¡Trabajadores del mundo! ¡Primero de Mayo!”, gritaban puntuando cada exclamación con la palabra “¡banzai!” o “larga vida”.
Taiwán contra los aranceles de Trump
Trabajadores taiwaneses marcharon contra los aranceles de Trump, y su consecuencia en la pérdida de empleos. El líder sindical Carlos Wang expresó: “Por eso esperamos que el gobierno pueda proponer planes para proteger los derechos de los trabajadores”. El presidente Lai Ching-te mencionó los nuevos aranceles estadounidenses y promovió un proyecto de ley para estabilizar el mercado laboral y apoyar los medios de vida.
En Taipéi, capital taiwanesa, 2.500 afiliados a diversos sindicatos desde la pesca hasta las telecomunicaciones, iniciaron su marcha desde la oficina presidencial, advirtiendo que los aranceles de Trump podrían generar pérdidas de fuentes de trabajo en sus sectores.
Corea del Sur por los derechos laborales y la solidaridad entre trabajadores
Miembros de la Confederación Coreana de Sindicatos se reunieron en la capital surcoreana para conmemorar el Día del Trabajo, destacando la importancia de los derechos laborales y la solidaridad entre los trabajadores.
Más de 30.000 personas marcharon en Seúl exigiendo la eliminación del trabajo irregular, una de las formas más precarias de empleo en el país. Los sindicatos también exigieron el aumento del salario mínimo y mejores condiciones para los trabajadores de plataformas.
Indonesia: protestas frente al Parlamento
En Indonesia, su presidente, Prabowo Subianto, salió a las calles de la capital, Yakarta, para saludar a miles de trabajadores que lo vitorearon en medio de una estricta seguridad policial y militar en el Parque del Monumento Nacional. Said Iqbal, Presidente de la Confederación de Sindicatos del país, exigió la eliminación de las normas de subcontratación, aumentos salariales y protección para trabajadores domésticos y trabajadores migrantes. Además, miles de trabajadores se concentraron frente al Parlamento para exigir la derogación de la ley laboral «ómnibus», que consideran una amenaza a sus derechos.
Filipinas: rechazo a la militarización de los lugares de trabajo
En Manila, miles de trabajadores filipinos marcharon cerca del Palacio Presidencial, donde la policía bloqueó el acceso con barricadas. Los manifestantes exigieron salarios más altos, seguridad laboral, justicia económica, el fin de los contratos temporales y mayor protección para los empleos y negocios locales. Además, sindicatos y organizaciones de izquierda protestaron contra la «militarización de los lugares de trabajo», la creciente represión sindical y la falta de protección a trabajadores migrantes.
En Filipinas, el líder de la protesta, Mong Palatino, advirtió que las “guerras arancelarias y las políticas de Trump” amenazaban a las industrias locales.
Grecia: fuerte presencia sindical
En Grecia, se llevaron a cabo importantes movilizaciones en el Día del Trabajo, con sindicatos y trabajadores exigiendo mejores condiciones laborales y salarios justos. Miles de personas se manifestaron en Atenas, convocadas por los principales sindicatos del país. Las consignas se centraron en la protección de los convenios colectivos, el aumento de los salarios y el rechazo a las políticas de ajuste que afectan a sectores del empleo público y privado.
Cabe destacar que en Grecia, la jornada laboral para ciertos sectores se ha ampliado a seis días y hasta 48 horas semanales. Esta medida fue aprobada por el Parlamento griego en septiembre de 2023 y entró en vigor el 1 de julio de 2024, lo que se vivió como un gran retroceso para la clase trabajadora del país.
Turquía: el 1 de mayo se tiñó de lucha democrática en Estambul
En Turquía, la jornada sirvió como plataforma no solo para los derechos laborales, sino también para llamados más amplios a defender los valores democráticos, mientras los manifestantes planeaban protestar por el encarcelamiento del alcalde de Estambul, el político opositor Ekrem Imamoglu.
Mientras que decenas de miles de personas se reunieron en la costa asiática de Estambul, en Kadikoy, para una marcha, las autoridades bloquearon el acceso al centro de Estambul y cerraron líneas de transporte público. Los manifestantes intentaron llegar a la simbólica Plaza Taksim, pero fueron bloqueados por la policía. Se registraron detenidos, represión, y el uso excesivo de la fuerza por parte de las autoridades. La represión contrastó con las demandas pacíficas de libertad sindical y democracia, y fueron detenidos más de 350 manifestantes, incluídos abogados que intentaban parar los arrestos.
Italia: unidad de las tres principales centrales obreras
En Roma y Milán, decenas de miles de personas marcharon convocadas por los tres grandes sindicatos del país, Confederación General Italiana del Trabajo (CGIL) Confederación Italiana de Sindicatos de Trabajadores (CISL) y Unión Italiana del Trabajo (UIL). Las consignas se centraron en la lucha contra la precariedad y el desempleo juvenil.
Unas 20.000 personas protestaron por mejores salarios y seguridad laboral. Algunos manifestantes quemaron banderas de EE.UU. e Israel, expresando su rechazo a las políticas internacionales percibidas como perjudiciales para los trabajadores.
Alemania: clamor por la justicia social
En Alemania, líderes sindicales advirtieron que las jornadas laborales extendidas y el creciente sentimiento anti inmigrante estaban desmantelando las protecciones laborales. Asimismo, criticaron los planes del nuevo gobierno que podrían permitir hasta 13 horas de trabajo diario. Las marchas también expresaron oposición a las políticas arancelarias de Donald Trump. En Berlín y Hamburgo, más de 50.000 personas participaron en manifestaciones centradas en la lucha contra la desigualdad económica, el racismo y la discriminación laboral.
La Confederación Alemana de Sindicatos (GB) llamó a construir una economía más solidaria. Según un estudio del Instituto de la Economía Alemana (IW) Alemanía perdería 49.000 millones de euros en 2025 debido a la escasez de mano de obra cualificada, gran parte de ella pudiendo ser cubierta por trabajadores migrantes.
Entre las calles y las redes sociales: las nuevas formas de organización
Las masivas movilizaciones que tuvieron lugar en todo el mundo, confirman que la clase trabajadora es un actor fundamental y protagonista en la disputa por la justicia social y la distribución de la riqueza.
Tal como señala Paula Giménez, Magister en Seguridad y Defensa de la Nación y en Seguridad Internacional y Estudios Estratégicos, la cuarta revolución industrial, acelerada por la digitalización de las relaciones sociales de producción, ha profundizado la desigualdad: los cambios en los modos de producir y circular bienes han beneficiado a sectores cada vez más concentrados de capital, dejando a las grandes mayorías al margen de la distribución de la riqueza.
Esta tendencia, transforma la superestructura política y las formas de organización social, y plantea desafíos y oportunidades para la clase trabajadora. En este contexto, señala Giménez, las movilizaciones asumen un rol clave no solo en el espacio público tradicional, sino también en el virtual, donde se libran batallas simbólicas y comunicacionales decisivas, y donde es posible amplificar las demandas, visibilizar conflictos y articular estrategias de lucha y propuesta.
En un mundo donde el trabajo se encuentra atravesando una profunda transformación, la clase trabajadora tiene la oportunidad de disputar un programa con iniciativa popular que defienda la vida, la dignidad del trabajo y la distribución equitativa de la riqueza socialmente generada.
*Diego Lorca, Licenciado en Psicología, Director del Observatorio Internacional Del Trabajo (OITRAF) asociado a Nodal.