Petro explora “huelga general” buscando aire en las calles tras fracaso de su consulta
Por Laura C. Peralta Giraldo
La Casa de Nariño, con todo su equipo de ministros y el presidente Gustavo Petro siguiendo la situación casi que en directo desde China, está alistando una nueva estrategia para responder al hundimiento de la consulta popular en la plenaria del Senado y agitar a sus bases para la reelección de la izquierda: una “huelga general”.
Así se lee en un mensaje que el jefe de Estado le envió a su ministro del Interior, Armando Benedetti, a través de Line, la red social que utiliza el alto Gobierno para comunicarse con Petro. Como lo reveló El Espectador, siendo las 4:17 de la tarde en Bogotá y las 5:17 de la mañana en Beijing, el funcionario le preguntó al presidente quién convocaría a la huelga después del hundimiento de la consulta, cuya votación fue reñida con 49 votos por el “no” y 47 por el “sí”.
Estos son los mensajes entre el presidente Petro y el ministro Benedetti tras el hundimiento de la consulta popular.
En el chat se ve que previamente el mandatario fue quien le dejó claro a Benedetti que si la medida que quería llevar a las urnas no recibía luz verde, la Casa de Nariño tenía la obligación de irse a las calles para rechazar la nueva negativa del Legislativo, que viene de pelea tras pelea con el Ejecutivo y que, a pesar de que en marzo pasado le dijo no a la reforma laboral, este miércoles la revivió luego de aprobar el informe positivo sobre la apelación con 68 votos contra 3. Se definió que el proyecto llegará a la Comisión Cuarta del Senado.
Todo se da en momentos en que la izquierda busca recuperar el escenario en el que mejor sabe moverse: las calles, esperando que esta movilización generalizada de ministros, funcionarios, congresistas, centrales obreras, sindicatos y comunidades indígenas y campesinas tengan la gasolina suficiente para que aguante hasta el año electoral y se traduzca en votos.
El oficialismo sostiene que si el país entra en un nuevo posible estallido social como el de 2021, no será por decisión del Ejecutivo, sino porque el Congreso no supo escuchar y representar a los ciudadanos, que según mediciones como Cifras y Conceptos, querían la realización de la medida en más de un 50%.
Fueron dos días de debate intenso, el primero de siete horas continuas y el último de seis, en los que las movidas políticas, las negociaciones y también los incumplimientos a supuestos acuerdos pactados no se hicieron esperar de lado y lado. La discusión fue tan acalorado que los saltos y aplausos de la oposición estuvieron en la sesión, así como los reproches y gritos del oficialismo ante el veredicto legislativo.
El mismo Benedetti no contuvo su malestar y fue hasta al atril para reclamarle al secretario de la corporación, Diego González -con golpes en la mesa incluidos- por las dudas en torno a varios votos. Estos interrogantes no han sido despejadas en su totalidad y por lo mismo, el Gobierno habla abiertamente de un fraude, premisa que desmiente el mismo presidente del Senado, Efraín Cepeda.
El funcionario argumentó que su airada reacción fue por la presunta falta y “robo” del secretario González, contra quien presentará una denuncia penal. El Pacto Histórico también prepara medidas legales contra Cepeda, a quien intentaron recusar horas antes para que no pudiera dirigir la sesión.
La votación de la consulta se dio en menos de cinco minutos y justo segundos después de que se aprobara el informe positivo de la apelación por el que muchos congresistas se retiraron del salón por las dudas que este les generaba. El Gobierno dijo en un principio que no apoyaría la medida al estar como primer punto en el orden del día, pero finalmente se resignó y anunció que votaría favorablemente.
Esta corta diferencia de tiempo entre el cierre y apertura de las dos votaciones habría ocasionado que algunos legisladores no alcanzaran a llegar al salón para votar, como lo asegura la senadora del Pacto Martha Peralta, quien despertó una ardua molestia en sus compañeros de coalición y en los mismos ministros, los cuales fueron escuchados discutiendo en tono acalorado por esta silla vacía.
El tema fue igualmente discutido y rechazado en la reunión a puerta cerrada que se realizó en la Casa de Nariño entre legisladores y funcionarios para delinear estrategias y acordar detalles para la movilización en la que entrará el país próximamente. Ya el presidente hizo su llamado y le pidió a la Fuerza Pública no irse contra el pueblo ante las marchas que dice que se tomarán las calles.
El voto de Peralta fue más que necesario, pues esta batalla en el Capitolio estuvo tan reñida que entre el “no” y el “sí” hay apenas dos votos de diferencia que le dieron el triunfo a partidos como el Centro Democrático, Cambio Radical, Partido Conservador, MIRA, Colombia Justa Libres y ASI.
La votación estuvo dividida en el liberalismo y el Partido de la U. Y aunque la Alianza Verde votó en su mayoría a favor de la consulta, el Ejecutivo está sintiendo un gran malestar contra la colectividad, pues la apelación que se sobrepuso ante la consulta fue radicada por el senador Fabián Díaz, a quien venían pidiéndole desde hace al menos dos semanas que retirara la medida por temores de que se dibujara el resultado de este miércoles.
Fabián Díaz, senador Alianza Verde
Tras el hundimiento se vio a Díaz sentado en su puesto con su cabeza entre las manos, pues aunque sí intentó retirar su solicitud, lo hizo tarde. Además, por decisión del secretario González, su proposición se sometió a consideración de los senadores, otro asunto que el Pacto pretende demandar, pues considera que el senador tenía todo el derecho a retractarse sin necesidad de tener el visto bueno de la plenaria.
Varias veces, Díaz y su compañero Ariel Ávila fueron a hablar con los ministros Benedetti, Antonio Sanguino (Trabajo) y Guillermo Alfonso Jaramillo (Salud), pero la escena denotaba disgustos y dejó ver que hubo regaños de por medio.
Los legisladores verdes y del Pacto buscaron fallidamente romper el quórum, pero no lograron sumar a varios colegas de la U y del Partido Liberal. También quisieron aplazar la discusión de la apelación con una proposición que radicó la senadora Esmeralda Hernández, pero fue una movida en vano.
Y si bien Benedetti, Sanguino y el oficialismo en general tardaron extensos minutos en pararse de las sillas tras la derrota para entregar declaraciones oficiales, en el fondo reconocieron que no todo estaba perdido, aunque la oposición se echara al hombro un triunfo y expusiera que el país se ahorró los $700.000 millones que costaría la medida.
El Pacto Histórico anunció que se saldría de la votación de la apelación
Es cierto que no se esperaban el veredicto del Senado, pues luego de diálogos, mensajes y supuestos acuerdos contabilizaban los votos suficientes para llevar a las urnas la consulta popular. En las hojas y documentos que sus equipos les pasaron estaba estipulado que el mecanismo superaba el trámite de manera apretada.
En todo caso, fueron varios los ministros que le dijeron a este diario, previo y posterior a la votación, que fuera cual fuera el resultado ganaban “con sello o con cara”, pues acomodarían la votación a favor de su proyecto y de la meta que el presidente Petro les encomendó: la reelección del progresismo en 2026.
Por ello, el asunto no es visto como un simple triunfo o una derrota, sino como un momento que el el Gobierno debe saber capitalizar para incluirlo en su discurso y su estrategia electoral. Las calles son quizá el escenario favorito del jefe de Estado y según sus funcionarios está listo para regresar a estas a través del huelga general.
Desde China, donde adelanta agenda diplomática, el presidente Petro dio una alocución presidencial para rechazar con fuerza el no que le entregó el Senado, al que le pidió repetir la votación por el supuesto “fraude”.
“Es la hora del pueblo. Ordeno como jefe de las fuerzas militares y policiales de Colombia, no levantar una solo arma contra el pueblo. Convoco a reunirnos en cabildo abierto en todos los municipios”, indicó el jefe de Estado.
Y aunque queda pendiente por definirse a qué se refiere Petro cuando habla de huelga generalizada, ya son numerosas las llamadas entre funcionarios, sindicatos, líderes indígenas y militantes de la izquierda para acordar fechas y movidas para la movilización. A pesar de cierto disgusto y sorpresa, el oficialismo cree que igualmente ganó a largo plazo.
Ahora con tranquilidad, pero sabiendo que los derechos no se mendigan, le corresponde al pueblo reunirse en cabildo en todos los municipios de Colombia, y tomar la decisión que corresponde a la respuesta del senado de la República.
Personalmente me reuniré con el cabildo popular… pic.twitter.com/8gCMeffczI
— Gustavo Petro (@petrogustavo) May 14, 2025