Perú y EEUU: los Acuerdos Estratégicos

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Los conceptos vertidos en esta sección no reflejan necesariamente la línea editorial de NODAL. Consideramos importante que se conozcan porque contribuyen a tener una visión integral de la región.

Alberto Adrianzén M.*

No es la primera vez que esto sucede. Tampoco será la última. Cada vez que Laura Richardson, jefa del Comando Sur de Estados Unidos desde octubre de 2021 hasta noviembre de 2024, visitaba el Perú u otro país de la región, nos recordaba casi como una letanía lo peligroso que era para nosotros nuestra “sociedad” con la República Popular China y en especial el mega Puerto Chancay, el más grande de Sudamérica, construido justamente por los chinos.

Sin embargo, esta vez con el gobierno de Donad Trump las cosas han comenzado a cambiar para mal. Si antes bajo el gobierno de Biden, podría decirse que los llamados sobre lo peligroso que era la China, eran más o menos diplomáticos, hoy son directos. La fuerza y la matonería comienzan a reemplazar a la diplomacia. En el gobierno de Trump algunos de sus funcionarios proponen volver a los tiempos cuando América Latina era “el patio trasero” de los EEUU.

La estrategia norteamericana para ello es la firma de los llamados “acuerdos estratégicos” con los países de región para promover un frente anti China ya que este país constituye una verdadera amenaza a la seguridad de la región. El reciente tratado firmado entre Panamá y EEUU, luego que este último, Donald Trump, amenazara al primero con “recuperar el Canal”, es buen ejemplo.

También lo que afirmó Scott Bessent, secretario del Tesoro de EEU en abril pasado durante un viaje a la Argentina que acusó a China de firmar “acuerdos abusivos etiquetados como ayuda” con algunos países de África y de endeudarlos y se mostró preocupado porque el gigante asiático repita esa estrategia en Latinoamérica” (El País: 04/16/15).

Por ello, es preocupante el reciente encuentro en Washington entre el secretario de Defensa, Pete Hegseth, y el Canciller peruano Elmer Schialer. Según el diario La República: “Durante una reunión crucial en el Pentágono, el secretario de Defensa de Estados Unidos, Pete Hegseth, subrayó la necesidad de una colaboración estrecha entre Estados Unidos y Perú para enfrentar las amenazas que representa China en América Latina.

Junto al canciller peruano, Elmer Schialer, Hegseth advirtió que las crecientes inversiones de Pekín en la región constituyen un reto significativo para la seguridad y estabilidad de las naciones del hemisferio… Pete Hegseth dejó claro que, para contrarrestar la influencia de China en América Latina, es fundamental una alianza estratégica con Perú.

Según Hegseth, Pekín aumentó su presencia económica en la región a través de inversiones masivas, y esta tendencia podría convertirse en una amenaza para los intereses de Estados Unidos si no se toman medidas para frenar su expansión. Además, la cooperación con el país costero podría crear una base sólida para una respuesta conjunta a este desafío” (08/05/25).

En este contexto, sería bueno no solo saber qué conversaron ambas personas sino también cuál fue la posición del Canciller peruano frente a los requerimientos del jefe del Pentágono, como también: ¿Qué propone EE.UU. a Perú para frenar el avance de China en la región? Responder a estas preguntas no implica violar la seguridad del país sino más bien abrir un debate público sobre las consecuencias de estas posibles alianzas que propone EEUU.

Discutir la política exterior de un país es una suerte de urgencia política. Basta ver el mundo y hacia dónde va para concluir que la relación con cualquier potencia, sobre todo aquella que añora su “patio trasero” es fundamental. Más aún cuando la llamada crisis mundial es sobre todo la crisis de EEUU hoy desplazado en varias áreas por la China.

Como afirma Manolo Monereo, “conviene no dejarse confundir desde el principio. No, no es verdad que ahora se esté poniendo fin al orden internacional instaurado después de la Segunda Guerra Mundial. Esto terminó con la desintegración /derrota de la Unión Soviética y la disolución del Pacto de Varsovia.

Lo que ahora se pone fin es al Orden Internacional proclamado e impuesto por los EEUU desde, al menos, 1991. Lo que se quiere esconder es que ese orden institucionalizaba una determinada correlación de fuerzas (de dominio y control) bajo hegemonía unipolar norteamericana basada en unas “normas” singulares; definidas, interpretadas y aplicadas por el “soberano” victorioso sobre el “imperio del mal”

*Sociólogo de la Universidad Católica.. Estudió Ciencias Políticas en el Colegio de México. Fue asesor del presidente Valentín Paniagua y de la Secretaría General de la CAN. Columnista, entre otros medios, de La Otra Mirada

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