EEUU veta de nuevo una resolución en la ONU que exige un alto el fuego en Gaza
El proyecto de resolución, presentado por los diez miembros no permanentes del Consejo, recibió 14 votos a favor y solamente el de Estados Unidos en contra, el primero de la Administración de Donald Trump. La propuesta no exigía la liberación de rehenes en poder de Hamás ni condenaba el ataque masivo del 7 de octubre de 2023.
Estados Unidos vetó el miércoles una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU que exigía un alto el fuego inmediato y permanente en la Franja de Gaza porque no estaba vinculada a la liberación de rehenes. El proyecto de resolución, presentado por los diez miembros no permanentes del Consejo, recibió 14 votos a favor y solamente el de Estados Unidos en contra, el primero de la Administración de Donald Trump.
La resolución ante el órgano más poderoso de la ONU no estaba ligada a la liberación de rehenes aún en poder del grupo islamista palestino Hamás. Tampoco condenaba el mortífero ataque de Hamás en Israel del 7 de octubre de 2023, que desencadenó la guerra, ni decía que el grupo militante debía desarmarse y retirarse de Gaza, otras dos exigencias de Estados Unidos.
Los otros 14 miembros del Consejo de 15 naciones votaron a favor de la resolución, que calificaba de «catastrófica» la situación humanitaria en Gaza y pedía a Israel que levantara todas las restricciones a la entrega de ayuda a los 2,1 millones de palestinos del territorio.
Estados Unidos vetó la última resolución sobre la guerra en Gaza en noviembre, bajo la Administración Biden, también porque la exigencia de alto el fuego no estaba directamente vinculada a la liberación inmediata e incondicional de todos los rehenes. Del mismo modo, la resolución actual pide que se libere a los secuestrados por Hamás y otros grupos, pero no lo pone como condición para una tregua.
La administración del presidente Donald Trump ha intentado redoblar sus esfuerzos para negociar la paz en Gaza tras 20 meses de guerra. Sin embargo, Hamás ha buscado enmiendas a una propuesta estadounidense que el enviado especial Steve Witkoff ha calificado de «totalmente inaceptable».
Sin tregua y sin ayuda humanitaria
La votación se produjo tras la decisión de la Fundación Humanitaria de Gaza (GHF), una organización privada y recién creada con respaldo de Israel y Estados Unidos, de interrumpir la entrega de alimentos en sus tres centros de distribución en la Franja de Gaza, después de que decenas de palestinos fuesen asesinados esta semana en una serie de tiroteos cerca de los centros.
Israel y Estados Unidos afirman que apoyaron el establecimiento del nuevo sistema de ayuda para evitar que Hamás robara la ayuda distribuida anteriormente por la ONU. Pero la ONU ha objetado a la organización y se negó a participar en el mecanismo argumentando principios de imparcialidad que deben regir el reparto de ayuda humanitaria.
La resolución presentada el miércoles exigía el restablecimiento de todos los servicios esenciales de acuerdo con los principios humanitarios, el derecho internacional humanitario y las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU.
Al menos 2 millones de habitantes de la Franja de Gaza dependen casi por completo de la ayuda internacional. La ofensiva del Ejército israelí ha destruido casi toda la capacidad de producción de alimentos. Además, Israel impuso un bloqueo de los suministros al enclave desde 2 de marzo, y a finales del mes pasado comenzó a entrar de nuevo una ayuda limitada tras la presión de los aliados y las reiteradas advertencias de hambruna.
Durante las deliberaciones, la embajadora británica, Barbara Woodward, empleó un lenguaje inusualmente duro con Israel por restringir la entrega de ayuda humanitaria, y dijo que disparar a población vulnerable que espera junto a sus familiares recolectar ayuda esencial «es inhumano».
Al menos 102 personas fueron asesinadas por fuego israelí en los últimos ocho días mientras intentaban conseguir un poco de comida en los centros de distribución, luego de que Israel permitiera la entrada de ayuda, aunque a cuenta gotas. Mientras tanto, las autoridades locales denuncian una práctica que parece sistemática contra los más vulnerables.
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El Ejército israelí ha ofrecido diversas explicaciones: en ocasiones ha negado que dispare contra civiles y afirmado que se trata de rumores difundidos por Hamás; otras veces ha reconocido que sus tropas abrieron fuego contra grupos de personas que se desviaron de las rutas autorizadas; y, también, ha admitido que ha disparado porque los soldados se han sentido «amenazados» ante multitudes que se acercaron a sus posiciones.
El embajador de Pakistán ante la ONU, Asim Iftikhar Ahmad, que recogió la opinión de buena parte de los países de mayoría musulmana, resumió así lo que está sucediendo en Gaza: «Esto ya no es una crisis humanitaria, es el colapso de la humanidad».