La educación como derecho social: las políticas educativas del Kirchnerismo
*Por Mariano Yedro y Noelia Naranjo
En los inicios del siglo XXI Latinoamérica fue una región caracterizada por la emergencia de gobiernos populares que cuestionaron los proyectos educativos neoliberales dominantes en los ´90. En la Argentina, desde el 2003 y hasta el 2015, el kirchnerismo buscó revertir algunos rasgos del proyecto educativo neoliberal, herencia del menemismo. Una nueva legalidad y distintas políticas educativas replantearon a la educación como un bien público, un derecho social y una responsabilidad del Estado a la vez que incrementaron el financiamiento educativo a través de una política redistributiva, de justicia social. Este proyecto forma parte de una herencia a la cual no podemos ni debemos renunciar.
Las políticas educativas del kirchnerismo
El proyecto educativo neoliberal de los´90 tuvo tres leyes educativas fundamentales: la Ley de Transferencia de 1991, que descentralizó hacia las provincias, y desfinanció, los niveles secundario y superior no universitario; la Ley Federal de Educación de 1993 que cambió la estructura, de nivel primario y secundario a EGB y polimodal aunque amplió la obligatoriedad escolar a diez años, de nivel inicial (1 año) a EGB (9 años). No obstante concibió a la educación como un servicio y eliminó la educación técnica; finalmente la Ley de Educación Superior posibilitó el arancelamiento y el ingreso restringido (Filmus, 2017) (1). De este modo el Estado aparecía en un lugar subsidiario en materia educativa a la vez que la desfinanciaba.
El kirchnerismo intentó revertir algunos rasgos del proyecto educativo neoliberal. Entre el 2003 y el 2007 “la legislación constituyó el instrumento privilegiado para orientar las políticas educativas” (Feldfeber y Gluz, 2011) (2). Mencionamos algunas de las leyes más importantes:
- La Ley de Financiamiento Educativo (2005): estableció un incremento del porcentaje del PBI destinado a educación que pasó del 3 % en el 2003 al 6 % en el 2010. La ley creó también el Programa Nacional de Compensación Salarial Docente que buscó achicar la brecha salarial entre provincias. Hasta el 2003 esa brecha era de cinco veces entre algunas provincias. Las más perjudicadas eran las provincias del norte. Con el kirchnerismo la brecha se achicó a 1.8.
- La Ley Nacional de Educación Sexual Integral (2006), estableció que todos los y las estudiantes del sistema educativo debían recibir educación sexual integral.
- La Ley de Educación Nacional (2006), acaso el corazón del proyecto educativo kirchnerista. Suplantó a la Ley Federal de Educación del ´93. Concibió a la educación como un bien público, un derecho social y una responsabilidad del Estado; amplió la obligatoriedad del nivel inicial a la sala de 4 años, volvió a la estructura del nivel primario y nivel secundario y amplió la obligatoriedad a este último; creó el Consejo Federal de Educación que buscó “nacionalizar” las currículas que habían quedado muy fragmentadas por la provincialización de la LFE; también creó el Instituto Nacional de Formación Docente, que llevó adelante un intenso proceso de capacitación y formación docente, gratuito y desde la concepción de derecho.
- En el 2015 se realizó una modificación a la Ley de Educación Superior, conocida como Reforma Puigrós, que concibió a la educación superior como un bien público y un derecho humano personal y social y una responsabilidad del Estado, a la par que prohibió el arancelamiento del grado y el ingreso restringido.
Ya durante los gobiernos de Cristina Fernández y con la estructura legal establecida se llevó adelante una serie de iniciativas políticas en el ámbito de la educación:
- Se construyeron 2100 escuelas, 4 mil salas de 4 años y 9 mil salas de tres años.
- Se crearon 19 Universidades Nacionales, 18 en el período 2007-2015.
- Respecto a la tasa de matriculación: en el nivel preescolar se pasó del 55 % en el 2000 a 72 % en el 2014; la tasa en el nivel primario se mantuvo alta, es una constante histórica; el nivel secundario también mantuvo su tasa, alrededor del 85 %, quizás creció un poco; el nivel superior tuvo un crecimiento significativo, pasó del 16 al 50% en el período que va del 2000 al 2013.
- Se desarrolló un extenso plan de becas: Becas Pro.Gre.Sar (1.5 millón), Programa Nacional de Becas Universitarias y Programa Bicentenario, Plan Fines (4 millones).
- Se crearon los canales de televisión educativa Paka Paka y Encuentro.
- Se repartieron 57 millones de libros.
- Entre el 2010 y el 2015 se desarrolló el Programa Conectar Igualdad que distribuyó 5.5 millones de netbooks a estudiantes del nivel secundario y superior no universitario. Resulta importante destacar este programa, porque de alguna manera pensó la inclusión digital como derecho. Qué distinto hubiéramos transitado la pandemia, a la vez que esta nueva fase digital, si este programa hubiera estado vigente. Jóvenes artistas actuales como Nicki Nicole, L Gante y Trueno comenzaron sus carreras con las netbooks del Conectar Igualdad.
Problemas y desafíos
No obstante, aún con el desarrollo de las políticas públicas educativas mencionadas, existían problemas y desafíos a los cuáles había que dar respuesta, fortaleciéndolas. Al respecto señala Tedesco (Tedesco, 2017) (3) por ejemplo que: sólo el 5 % de los niños entre 45 días y 2 años iban a establecimientos preescolares, en gran parte por la infraestructura innecesaria, la universalización de la escuela primaria fue un logro alcanzado pero los resultados de aprendizaje no fueron suficiente. Así también en el nivel secundario se anotaban un 85 % de quienes terminaban la escuela primaria pero sólo el 50-60 % terminaba en tiempo y forma mientras que en el nivel universitario el porcentaje de fracaso en el primer año oscilaba entre el 50 y el 70 %.
Disputas por el sentido de la educación
La historiadora de la educación Adriana Puiggrós, concibe que las políticas educativas del kirchnerismo lo inscriben en las grandes tradiciones de la pedagogía emancipadora latinoamericana, federal y popular, cuyos nombres remiten a un Simón Rodríguez, un Carlos Vergara, un Saúl Taborda o un Paulo Freire, entre otros. Ésta, en sus distintas expresiones y matices, concibió a la educación como un derecho social contrariando los proyectos que la conciben desde una matriz mercado céntrica, meritocrática, emprendedora. Podemos traer aquí a cita lo señalado por la pedagoga norteamericana Martha Nussbaum en su libro Sin fines de lucro. Por qué la democracia necesita de las humanidades, donde señala que la educación no puede reducirse a ser concebida solamente desde variables económicas. Sin dudas, ésta debe servir al crecimiento económico de los pueblos pero ello debe ir de la mano con una educación que piense qué es la democracia, qué es la ciudadanía, qué son los derechos, qué son las identidades sociales y nacionales, entre otras cuestiones. En una sociedad como la actual, donde los proyectos neoliberales, de ultraderecha o neofascistas plantean una educación en manos de cada quien, se torna necesario volver a rememorar proyectos educativos para todos y reabrir la disputa por los sentidos de la educación.
(1) Filmus, Daniel (2017) Educar para el mercado. Octubre.(2) Feldfeber, Myriam y Nora Gluz 2011 Las políticas educativas en Argentina: herencias de los ’90, contradicciones y tendencias de “nuevo signo”. En Educ. Soc. Vol. 32, Nº 115, pp. 339-356. Campinas.(3) Tedesco, Juan Carlos “La educación en el centro del debate” En Filmus, Daniel (2015) Pensar el kirchnerismo. Siglo XXI.
*Mariano Yedro es Profesor y Licenciado en Historia (UNRC) y Magister en Comunicacion y Cultura contemporánea (UNC). Docente en la UNRC. Noelia Naranjo es Licenciada en Ciencia Política y Administración Pública (UNCUYO) Especialista en Docencia Universitaria (UNLP). Docente en UNCuyo. Ambos miembros del Centro de Estudios y Formación en Política Educativa (CEFOPED), asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE)
