Argentina | “La patria agroexportadora: un modelo sin pueblo” – Por Fernando Rizza y Adrián Testore

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“La patria agroexportadora: un modelo sin pueblo”

 

              Por Fernando Rizza y  Adrián Testore *

 

En su paso por la Exposición Rural, el presidente Javier Milei celebró al campo como “el sector más dinámico y productivo del país” y anunció una reducción permanente de los derechos de exportación para granos y carnes.

A su alrededor, dirigentes rurales, gobernadores aliados y empresarios del agro celebraban la medida como una victoria largamente esperada. La soja pasará de tributar un 33 % a 26 %; el maíz y el sorgo, del 12 % al 9,5 %; el girasol en grano, del 7 % al 5,5 %; sus derivados, del 5 % al 4 %; y la carne aviar y vacuna, del 6,75 % al 5 %.

Paradójicamente, estas medidas de reducción de retenciones se asemejan a las que el gobierno había suspendido a principios de año con el objetivo de aumentar la recaudación de divisas y fortalecer las reservas del Banco Central. Dicho esquema finalizó el 30 de junio, pero Milei no logró sostener su continuidad ante la presión del sector agropecuario, que denuncia márgenes negativos en distintos segmentos de la cadena.

A contramano de esto, Milei sostuvo en su discurso que su gobierno ya ha tomado varias decisiones favorables al sector: la apertura a la importación de maquinaria usada, el ingreso de vacunas contra la fiebre aftosa, la eliminación del Impuesto PAIS, y el desmantelamiento de funciones del SENASA en la cadena productiva, entre otras. Según él, estas medidas implican una mejora de rentabilidad del 30 %, aunque dicha mejora difícilmente se ve reflejada en la práctica. La “casta del campo” sentada en las gradas de la Sociedad Rural Argentina aplaudió fervorosamente cada medida, evidenciando beneficios que sólo llegan a un reducido sector de la sociedad.

Además, anunció que habrá créditos en kilogramos de carne, y anticipó nuevas medidas que serán comunicadas por el ministro de Relaciones Exteriores, Gerardo Werthein.

Un discurso excluyente, dirigido a un único sector

El discurso de Milei volvió a dejar en evidencia su estrategia política de confrontación y exclusión. La “casta política” fue otra vez su blanco principal, pero esta vez con un giro: el Estado no sólo fue acusado de corrupto, sino por representar a los que no producen.

“Para los liberales, el rol del Estado es defender y preservar la propiedad privada”, afirmó, y agregó que “hacer patria” implica “desendeudarse, valorizar la moneda argentina y abrirse al mundo”.

“Los que viven del campo son los que sostienen al país. Los demás han vivido de ellos”, sentenció.

Con esta frase, Milei consolidó su visión de país: los únicos actores legítimos son quienes generan divisas. El resto ,pequeños y medianos productores, trabajadores, consumidores, jubilados, cooperativas, pymes, el conjunto de quienes producen y trabajan quedan fuera del plano político y económico. Las economías regionales están en rojo, y los pequeños y medianos productores haciendo malabares para poder seguir siendo competitivos frente a un gobierno que beneficia a lo que viene de afuera.

El pueblo, ausente en el discurso

No hubo una sola mención a cómo estas medidas beneficiarían al conjunto del pueblo Argentino.  No se explicó cómo la baja de retenciones generaría más inversión, empleo o bienestar. Tampoco se habló de su impacto en la recaudación fiscal ni en el financiamiento de políticas públicas esenciales.

Por si esto era poco, reafirmó que realizará el veto al aumento de jubilaciones, de la moratoria jubilatoria y a la emergencia en discapacidad, y los aplausos del obsecuente público no tardaron en llegar.

Fue un discurso orientado exclusivamente al sector agroexportador. El campo fue presentado como sinónimo de libertad, eficiencia y producción; el Estado, como símbolo de opresión, regulación y freno.

Un modelo sin Estado ni equidad

El discurso de Milei deja al descubierto su estrategia de fondo: construir poder apoyándose en los sectores que concentran riqueza y exportaciones, mientras expulsa del centro de la escena a todo lo que no encaja en esa lógica.

Abandona así el ideal de una Argentina integrada, donde la producción se articula con el consumo, la industria, el trabajo y la equidad territorial. En su lugar, propone una visión fragmentada y excluyente, donde el mérito económico sustituye a la justicia social.

Con esta postal, el gobierno ratifica su rumbo: menos impuestos para quienes exportan, menos Estado para quienes producen y trabajan, y más relato para quienes aplauden, mientras se profundiza una lógica que privilegia la concentración, y la explotación de nuestros recursos naturales, mientras el hambre y la desigualdad pasa a ser el paisaje de una Argentina arrasada.

*Fernando Rizza es Médico Veterinario. Columnista de NODAL, integrante del Centro de Estudios Agrarios (CEA) y Docente en la Universidad Nacional de Hurlingham,  Adrián Testore. Ing. Agrónomo, Especialista en Agricultura Regenerativa, integrante del Centro de Estudios Agrarios (CEA), asesor en producción agropecuaria.


 

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