Argentina: mentiras, dependencia y subordinación
Horacio Rovelli *
No importan las remanidas frases del gobierno en las que manifiestan que están cumpliendo todas las etapas y que, al tener superávit fiscal, garantizan contar con recursos para comprar las divisas que sean necesarias para cumplir con los pagos de los servicios de la deuda. Y no solamente porque son mentiras, sino porque no tienen fundamentos teóricos ni evidencia empírica de que alguna vez haya pasado.
Milei (cuyas facultades extraordinarias vencieron esta semana) anunció que vetará e impugnará lo votado por el Senado, que aprobó un aumento a las pensiones, leyes de emergencia de discapacidad, la creación de un fondo para responder a las inundaciones en Bahía Blanca –que él había dispuesto y luego anuló– y la prórroga de la moratoria previsional, que permite acceder a la jubilación a personas que no reúnen 30 años de aportaciones.
En una de las sesiones más calientes del año, atravesada por bochornos, maniobras e internas del oficialismo, el gobierno ultraderechista argentino sufrió un importante revés político que se entrecruza con incertidumbre económica, escándalos, mientras de corrupción, luchas contra el ajuste y el calendario electoral. Se aprobaron proyectos por aumento de jubilaciones, reponer la moratoria y emergencia en discapacidad. Javier Milei ya anunció que vetará la la votación, pero hay dudas de que pueda imponer el tercio que necesita en el Congreso para sostener el veto.
El gobierno libertario argentino de Milei trata de llegar como sea al domingo 26 de octubre de 2025, día en que se realizarán las elecciones de legisladores nacionales; pretende que la población se desanime y no vaya a votar y que los que sí lo hagan, lo hagan por ellos. Y van a usar esos votos para profundizar el ajuste fiscal y económico en desmedro de la mayoría de la población, como lo realizan desde el 10 de diciembre de 2023.
El camino no parece fácil. Por un lado, a fines del mes de junio, el JP Morgan (banco donde los principales accionistas son Vanguard Group y BlackRock y donde trabajaron muchos años Luis Caputo y Santiago Bausili) aconsejó esperar antes de seguir comprando títulos de deuda argentinos, esencialmente por las mismas condiciones que afirmó BlackRock en septiembre de 2024, que el tipo de cambio estaba sobrevaluado y reflejaba mal el valor de los activos argentinos. Otro fondo, PIMCO (Pacific Investment Management Company), que es un fondo estadounidense con base en Manhattan, informó que se va a ir desprendiendo de títulos de deuda del país.
En el frente interno, la situación es crítica: el constante cierre de empresas y la suspensión de trabajo, más el ajuste y cierre de importantes entidades públicas, la falta de inversión en la obra pública —demostrada palpablemente en el corte del suministro de gas en Mar del Plata y en otras localidades de la Argentina en pleno invierno, cuando han fijado las tarifas que quisieron—, dejar a las grandes empresas establecer los precios de los alimentos, ropa, combustibles, transporte, medicamentos, etc.
Además, permitir que los bancos determinen tasas del 50% anual de interés para los descubiertos en cuenta corriente y del 85% y más para financiar los saldos de las tarjetas de créditos, mientras abonan por sus depósitos a plazo fijo tasas del 30% nominal anual. Los que fijan precios y tasas han acumulado una fortuna y se pasan a divisas y fugan el capital, máxime con la falta de controles vigentes.
Las provincias que, salvo honrosas excepciones, se subordinaron desde el 10 de diciembre de 2023 al gobierno central, en la sesión del jueves 10 de julio de 2025, exigieron (con la sanción del Senado de la Nación) el reparto automático de los ATN (Aportes del Tesoro de la Nación), que se conforma con el 1% del total de los impuestos coparticipables, más el 2% de la distribución del impuesto a las ganancias. Fondo que se debe destinar a atender situaciones de emergencia y desequilibrios financieros de los distintos gobiernos provinciales.
Bien, durante todo el año 2024 se le giró al conjunto de las provincias sólo el 7,3% de dicha recaudación (por ejemplo, no se apoyó con los ATN las inundaciones en Bahía Blanca), y en los primeros seis meses de 2025, el 11,4% de lo recaudado.
La teoría y la práctica
La necesidad de dólares en los próximos años será muy alta, con lo cual el ingreso de capitales debería ser notable, no solo por lo que se demandará vía cuenta capital, sino también por cuenta financiera (grandes vencimientos de deuda pública y privada en moneda extranjera). El gobierno, en lugar de priorizar el ajuste fiscal, que reduce aún más la economía nacional, debe apuntalar el ingreso de divisas por inversión y por exportaciones, y debería tomar todas las medidas necesarias para ese fin. La primera es investigar cómo se conforma la deuda, y la segunda, controlar estrictamente la salida de capitales.
Los grandes grupos financieros lo saben, solo que quieren hacerlo ellos, una vez que la deuda pública colapse, y exigir a cambio de sus tenencias nuestros activos y recursos naturales.
El fuerte ajuste fiscal sobre los salarios de la Administración nacional, salud, educación, obra pública, subsidio a la energía, al transporte y sobre las transferencias a las provincias implicó una menor erogación y con ello menor emisión de dinero frente a un menor gasto.
Sin embargo, esto fue contrarrestado por una política monetaria expansiva, que aumenta la base monetaria y las distintas ofertas de dinero por el carry trade (bicicleta financiera). Detrás del relato de disciplina fiscal se esconde, en realidad, una redistribución regresiva del ingreso: menos pesos en los bolsillos de los sectores populares producto del ajuste y más pesos para quienes apuestan a la renta financiera.