Plan ENIA, una política pública que amplió oportunidades en la vida de adolescentes de Argentina

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Plan ENIA, una política pública que amplió oportunidades en la vida de adolescentes de Argentina

Mientras se debate en el Congreso de la Nación un proyecto de ley para reactivar la política de prevención del embarazo no intencional en la adolescencia, el Centro de Estudio de Estado y Sociedad (CEDES) presenta la publicación Plan ENIA 2017–2023. Oportunidades de vida para adolescentes en la Argentina. En ella se describen su diseño e implementación y se da cuenta de los resultados, impacto y  aprendizajes del Plan de Prevención del Embarazo No Intencional en la Adolescencia (Plan ENIA). Desde 2017 al 2023, Argentina implementó esta  política pública que logró reducir la tasa de fecundidad adolescente a la mitad y ampliar el acceso a los derechos sexuales y reproductivos de las personas adolescentes.

El Plan ENIA fue una experiencia inédita en el país, de carácter intersectorial e interjurisdiccional que articuló servicios de salud, educación y protección social con intervenciones basadas en evidencia y apoyándose en los programas preexistentes en las áreas de salud en la adolescencia, educación sexual y salud sexual y reproductiva.

La publicación cuenta con el apoyo de UNFPA Argentina y UNFPA LACRO, y fue elaborada por Silvina Ramos, Federico Tobar, Valeria Isla, Natalia Gualdoni y Tamar Finzi Warszawski, quienes participaron de la experiencia del Plan. Esta publicación es un insumo clave en el debate acerca de cómo prevenir el embarazo no intencional en la adolescencia desde un enfoque de derechos, género y equidad social.

“Desde el Plan ENIA, logramos lo que muchas veces parece imposible: articular sectores y niveles de gobierno en una estrategia concreta, con resultados medibles, que transformó la vida de muchas adolescentes. Lamentamos el desmantelamiento del Plan porque con ello la población adolescente pierde oportunidades y el país se perjudica”, señaló Silvina Ramos, coordinadora técnica del Plan ENIA 2017-2019, socióloga e investigadora del CEDES.

Datos que interpelan

Durante los años de implementación, el programa funcionó en 36 departamentos de 12 provincias priorizadas por sus altas tasas de fecundidad adolescente y la alta prevalencia de embarazos no intencionales: Buenos Aires, Entre Ríos, Corrientes, Misiones, Chaco, Formosa, Santiago del Estero, Salta, Jujuy, Tucumán, Catamarca y La Rioja. El resultado más destacado fue la reducción del 50% en la tasa específica de fecundidad adolescente entre 2018 y 2023. Además, se evitaron aproximadamente 94.000 embarazos no intencionales y se redujo un 52% la brecha en la fecundidad adolescente entre las provincias que participaron del Plan y las que no lo hicieron, mejorando la equidad en el acceso a los derechos de la población adolescente. Además, el Plan ENIA incorporó acciones específicas para prevenir, detectar tempranamente y abordar situaciones de abuso sexual y embarazo forzado, y garantizar el acceso a la interrupción del embarazo.

Para lograr estos resultados, más de 260.000 asesorías en salud integral fueron brindadas en escuelas, centros de salud y espacios comunitarios, y cerca de 250.000 adolescentes accedieron a métodos anticonceptivos de larga duración que son los más costo-efectivos para la prevención de un embarazo.

Esta política pública también fortaleció la formación de equipos: se capacitaron más de 20.000 docentes y 23.000 profesionales de salud. Según las estimaciones realizadas con el apoyo de UNFPA LACRO, por cada dólar invertido en el Plan ENIA se generaron 4,3 dólares de retorno social.

“La publicación permite dimensionar el impacto real que tuvo el Plan ENIA, y aporta evidencia técnica clave para recuperar esta experiencia a futuro y ofrecer lecciones a otros países de la región”, afirmó Federico Tobar, economista de la salud y asesor internacional de UNFPA.

Una estrategia integral y replicable

El Plan recuperó algunas experiencias que el país había desarrollado y puso en marcha otros dispositivos con eficacia demostrada: asesorías en salud integral para adolescentes en las escuelas y la comunidad, educación sexual integral con información sobre anticoncepción con acompañamiento institucional para el desarrollo de planes específicos en cada escuela, y acceso gratuito a consejerías y métodos anticonceptivos, con foco en los de larga duración. Además, acciones comunitarias para llegar a las adolescencias que no estaban en la escuela, y estrategias para la prevención, detección temprana y abordaje intersectorial del abuso sexual.

“El ENIA no sólo redujo la tasa de fecundidad en la adolescencia sino que también achicó desigualdades entre provincias. El embarazo en esa etapa de la vida se asocia con mayores riesgos de complicaciones de la salud, e impacta negativamente sobre las oportunidades de desarrollo personal e inserción social a través de la educación y el trabajo y, con ello, contribuye a reproducir el ciclo intergeneracional de la pobreza”, explicó Valeria Isla, especialista en gestión pública, ex Directora Nacional de Salud Sexual y Reproductiva, y ex coordinadora general del Plan ENIA 2019-2023.

Uno de los factores más valorados del Plan fue el compromiso sostenido de sus equipos. Profesionales del sistema de salud, educación, niñez y programas sociales trabajaron de forma coordinada para garantizar la implementación en cada territorio. Así, construyeron una comunidad de prácticas que dejó instalada una cultura institucional con foco en el compromiso por los resultados, la calidad de los servicios, la planificación conjunta y la rendición de cuentas. “El corazón del Plan fueron sus equipos. Esta publicación también es un reconocimiento a quienes hicieron posible que miles de adolescentes accedieran a derechos antes vulnerados”, subrayó Natalia Gualdoni, integrante del equipo de la coordinación técnica del Plan ENIA 2017-2019.

Una publicación necesaria

A pocos meses de su desmantelamiento, el Plan ENIA vuelve a estar en agenda. Actualmente existen proyectos de ley que resaltan la importancia de contar con una política pública de estas características, y distintos sectores sociales reclaman la continuidad de esta política para garantizar el ejercicio de los derechos sexuales y reproductivos de la población adolescente. “Frente al retroceso en las políticas de género, salud sexual y reproductiva, y violencia contra las mujeres, esta sistematización de la experiencia del Plan ENIA es también una invitación para recuperar el camino recorrido y los logros alcanzados, y garantizar que ninguna adolescencia quede atrás”, concluyó Tamar Finzi Warszawski, integrante del equipo de la coordinación técnica del Plan ENIA 2017-2019.

La publicación llega en un momento clave, no solo para visibilizar lo que Argentina fue capaz de lograr en 6 años, sino también, para ofrecer evidencia concreta y herramientas para sostener la garantía de los derechos de las adolescencias.

 


 

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