El juego de Trump: La persecución de Nicolás Maduro y el Cártel de los Soles – Por Valeria Silva Guzmán

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El juego de Trump: La persecución de Nicolás Maduro y el Cártel de los Soles

Por Valeria Silva Guzmán*

La ofensiva contra Nicolás Maduro esconde una narrativa geopolítica. La DEA, el petróleo y el caso Epstein juegan un papel central en la estrategia del líder estadunidense.

Como afiche de película del viejo oeste, una foto de Nicolás Maduro se difunde en las oficinas de Seguridad de Estados Unidos. No es la primera vez que se encuentra en la mira y se ofrecen fuertes cantidades de dinero por el presidente de Venezuela. Pero Nicolás Maduro no está escondido ni en la clandestinidad, está en Miraflores, el Palacio de Gobierno en Caracas.

El acervo mexicano, muy acostumbrado a las denominaciones de este tipo, no conoce al Cártel de los Soles. Pero, según Estados Unidos, es liderado por el presidente de Venezuela y tiene vínculos y operaciones también en México. Tras esa acusación, la administración Trump ha instruido una operación de gran magnitud contra el mandatario.

Incluye una recompensa de cincuenta millones de dólares, operaciones militares extraterritoriales y cuantiosas confiscaciones de activos, entre otras cosas. Día con día esta historia se alimenta de nuevos elementos, algunos novedosos y otros muy parecidos a lo que ya se ha visto antes entre Venezuela y Estados Unidos.

Hay quienes afirman que es una crispación más y que es poco posible un desenlace fatal. Del otro lado, están quienes hacen una especie de cuenta regresiva a la espera del fin del chavismo. El tratamiento de este ensayo no es en materia de seguridad, si no que aborda desde un enfoque geopolítico, con elementos de historia contemporánea, algunas aristas de las tensiones en el entramado.

​¿Qué se sabe de El Cártel de Los Soles?

Las referencias más antiguas se remontan a 1993. En ese año, dos generales de la Guardia Nacional venezolana fueron investigados por narcotráfico y delitos conexos. Para entonces, el chavismo no gobernaba Venezuela. Se hablaba de un supuesto grupo militar en actividades criminales, como el contrabando de gasolina, la minería ilegal y otros esquemas de corrupción.

Los uniformes militares llevan una pieza en los hombros denominada ‘charretera’. Dependiendo del tipo de uniforme, ésta puede ser de tela bordada, de cuero o metal y casi siempre viene decorada con flecos, galones u otros elementos. La charretera cumple una función, según el país, la institución y la época.

Un ícono que hace referencia al sol es el elemento que usan las fuerzas armadas de Venezuela para atribuir rangos. Cuando se denunció la participación de generales, llevaban “soles” dobles por su rango. De ahí la denominación: “El Cártel de los Soles”.

Estados Unidos volvió a poner sobre la mesa a este cártel después de que no estuviera en debate por algunos años. La tesis de la administración Trump es que Los Soles es una organización delictiva narcoterrorista liderada por altas autoridades venezolanas, con el presidente Maduro a la cabeza. Sostienen, además, que tienen operaciones en diversos países, incluyendo a México y Colombia.

Sin embargo, el investigador Fernando Casado viene realizando desde hace ya varios años estudios en torno a este grupo. En El mito del “Cártel de los Soles” (2020) sostiene que:

“El ‘Cártel de los Soles’ sería una construcción cuyo objetivo fue, y sigue siendo, retratar a Venezuela como un narcoestado, es decir, un Estado canalla con el que ni se puede ni se debe negociar nada”.

Consultado para DOMINGA, el periodista Alejandro Almazán, plantea una perspectiva crítica sobre “los cárteles”:

“Estados Unidos fue quien bautizó, a quien se le ocurrió decir que las organizaciones criminales eran cárteles y eso lo hizo con el Cártel de Medellín, con el Cártel de Cali […] Estados Unidos terminó poniendo el término primero hacia el interior de su país con las mafias italianas para ubicarlos en una especie de spotlight (reflector) e ir a cacharlos, pero ellos controlándolos. El Cártel de Guadalajara, que fue el primero en México, también fue bautizado por la Administración para el Control de Drogas (DEA, en inglés)”.

Como escribe Casado: “Aparejada a esta narrativa, Nicolás Maduro no sería un presidente sino el capo […] y por lo tanto estaría desposeído del poder y legitimidad que tienen los jefes de Estado […], un delincuente que, junto a su camarilla de secuaces, estaría enriqueciéndose gracias al negocio de la droga. En consecuencia, cualquier intervención para derrocar a un gobernante convertido en narco […] estaría justificada”.

Desde el punto de vista geopolítico, diversos analistas coinciden en que uno de los objetivos de Estados Unidos es frenar la influencia de Rusia y China en América Latina, además de mostrar fuerza ante el resto de los países de la región.

El Cártel de Los Soles en la agenda mexicana

En México, algunos artículos de noticias y algunas piezas de opinión dijeron recientemente que el Cártel de los Soles tiene nexos con el Cártel de Sinaloa. A esta afirmación, generalmente la acompañan referencias a los informes de la DEA y, específicamente citas a Mike Vigil, ex director de Operaciones Internacionales.

En esta línea, sostienen que Los Soles operan rutas desde los noventa, para internar cocaína y recientemente otras drogas sintéticas a Estados Unidos.

Al iniciarse este momento noticioso en México, el 8 de agosto, la presidenta Claudia Sheinbaum fue consultada en su conferencia de prensa sobre las acusaciones de Estados Unidos contra Maduro.

La mandataria contestó: “Es la primera vez que oímos ese tema. No hay ninguna, por parte de México, ninguna investigación que tenga que ver con eso […]. Como siempre decimos, si tienen una prueba que la muestren, nosotros no tenemos ninguna prueba relacionada con ello”.
En el último mes una serie de filtraciones y declaraciones por parte de funcionarios de la administración de Trump han apuntado a una orden secreta que habría emitido el presidente estadunidense. Esta orden otorgaría permisos a las fuerzas armadas para operar extraterritorialmente, es decir, más allá de sus fronteras.

El objetivo de esta línea de acción sería combatir de manera efectiva al narcotráfico y específicamente a los cárteles.

Este tema no es de poca importancia en México. Una de las principales facetas de diálogo y negociación de la administración Sheinbaum es la agenda de seguridad. De cualquier modo, la sombra de las invasiones extranjeras resonaron en la prensa que se mostró atenta al acontecer.

Pero la presidenta fue categórica al afirmar que a México no ingresarán militares estadunidenses y que no habría ninguna invasión:

“Estados Unidos no va a venir a México con los militares, no va a haber invasión, eso está descartado absolutamente», dijo.
Específicamente sobre las tensiones entre Venezuela y Estados Unidos, luego del movimiento de tropas marinas por el Mar Caribe, Sheinbaum reafirmó el 19 de agosto: “No al intervencionismo”.

Almazán, respecto al desconocimiento generalizado en México sobre el Cártel de los Soles, sostiene que luego de las recientes noticias hay cierta sorpresa en el gremio de la información.

“Y de pronto te dicen que lo comanda Maduro y te sorprendes mucho más porque no lo teníamos en el radar encabezando un cártel […]. Yo sí creo que esto es más político, de los gringos que quieren estar más sobre Venezuela. Pero le siguen comprando petróleo, entonces es muy tramposo lo que están haciendo”.

¿Cuál ha sido la reacción de Venezuela y Maduro?

Venezuela a través de su Cancillería ha manifestado que la agresión de Estados Unidos constituye una violación al derecho internacional, siendo éste el argumento más fuerte en el ámbito institucional. Adicionalmente, el canciller Yvan Gil calificó el anuncio de la recompensa por Maduro de “distractivo” frente al escándalo en torno al caso de abuso sexual de menores de Jeffrey Epstein, vinculado a Trump.

Pero Maduro no se ha quedado callado y más de una vez se ha referido a las nuevas acusaciones que se plantean en su contra. Por ejemplo, el 10 de agosto desde una cancha deportiva barrial, en La Guaira, cerca de Caracas, el presidente en un tono sereno y rodeado de jóvenes dijo:

“La vida no puede ser para estar amenazando a los demás, para estar amenazando a los países, para estar creando guerras en todo lado, la vida tiene que ser para el bien […], está comprobado: el que se mete con Maduro y el que se mete con Venezuela se seca, a la corta o a la larga”
Hace pocos días Maduro, en una reunión de autoridades nacionales y locales, flanqueado por sus más cercanos colaboradores y operadores, emitió un mensaje dirigido al público presente y a los millones de televidentes que seguían la transmisión en vivo desde sus hogares.

En el presídium de lo que parecía ser una gran asamblea estaba su esposa, la abogada Cilia Flores. También ocupaba una silla cerca de él, Delcy Rodríguez, actual vicepresidenta ejecutiva de Venezuela. No podía faltar Diosdado Cabello, quien posee un poder específico en los mandos militares, es secretario general del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) y Ministro de Relaciones Interiores, Justicia y Paz.

En el país sudamericano la comunicación política suele ser muy efusiva. Las alocuciones encendidas de Hugo Chávez han marcado un tipo discursivo muy característico de Venezuela en la actualidad. En las formas se deja entrever una influencia de Fidel Castro y en el lenguaje hay mucho del estilo de José Martí y Simón Bolívar. Maduro, el sucesor de Chávez, conserva este legado y lo pone en práctica:

“El imperio se volvió loco y ha renovado como un refrito, podrido, sus amenazas a la paz y la tranquilidad […]. A prepararnos para ganar la soberanía y la paz […] porque nuestros mares, nuestro cielo y nuestras tierras las defendemos nosotros, las liberamos nosotros, las vigilamos […]. Ningún imperio va a venir a tocar suelo sagrado de Venezuela ni debería tocar sagrado suelo de América”.

La DEA fue expulsada de Venezuela en 2005 por Hugo Chávez. Este hecho fue recordado por Maduro en una reunión con policías y militares el 12 de agosto, transmitida en cadena nacional, a la vez que citó el último informe emitido por la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito que confirma que el suyo es un territorio libre de cultivos ilícitos desde hace 15 años.

Además, señala que 87 por ciento de la droga producida en Colombia utiliza puertos de Perú y Ecuador para llegar a Estados Unidos, y sólo 5 por ciento usa el territorio venezolano. La institución aseguró que para 2026 ese 5 por ciento será erradicado.

Para Alejandro Almazán no hay dudas sobre la corrupción gubernamental, pero no suscribe la hipótesis de Maduro liderando un cártel:

“Yo no dudo que haya una corrupción gubernamental, porque en todos los países existe esa corrupción gubernamental, pero que Nicolás Maduro es el ‘jefe del cartel’, la verdad es que a mí me parece más un tema político que una cuestión real”, expresó.
Mientras, el gobierno venezolano mantiene operaciones militares y policiales dentro de su territorio ante la amenaza que significa que las tropas estadunidenses naveguen por el Mar Caribe.

EU sube recompensa y “confisca” mdd a Maduro

No es la primera vez que aparecen los afiches con el nombre de Nicolás Maduro. De hecho, de 2020 a hoy el monto ofrecido para quien dé pistas sobre el presidente de Venezuela va in crescendo.

En 2020, durante el primer mandato de Trump, Estados Unidos ya ofreció una recompensa de 15 millones de dólares a quien condujera al arresto del mandatario. En el contexto de la pandemia, el entonces secretario de Justicia, William Barr, anunció los cargos impuestos sobre Nicolás Maduro: narcoterrorismo y corrupción.

En aquella ocasión se sumaron otros diez millones de dólares por la captura de otros altos funcionarios chavistas, entre ellos, Diosdado Cabello. La orquesta previa a este anuncio estuvo marcada por el desconocimiento del gobierno de Maduro por parte de más de cincuenta países, en 2019, al ritmo de la efervescencia internacional del autonombrado presidente, Juan Guaidó, quien por cierto, ya no gravita en la política venezolana.

Para enero de 2025, pocos días antes del cierre de la administración Biden, la recompensa por Maduro subió a 25 millones de dólares. Para entonces el presidente acababa de tomar posesión en la primera magistratura del país sudamericano. La nueva gestión que asumió para muchas instancias internacionales está marcada por la polémica en torno al mal manejo institucional de las elecciones presidenciales de 2024.

El nuevo afiche Reward con la suma engordada estuvo acompañado por otras medidas. La Oficina de Control de Activos Extranjeros del Departamento del Tesoro de Estados Unidos anunció un nuevo paquete de sanciones en su contra. Y la DEA volvió a poner la  oferta de recompensa en la agenda mediática.

En julio de este año, la agencia publicó en sus redes sociales el afiche con la foto del venezolano. Se leen algunos de los cargos en su contra:

“Conspiración narcoterrorista, conspiración para importación de cocaína y conspiración para usar y portar ametralladoras y dispositivos destructivos en apoyo a un delito de drogas”.

La administración Trump, no conforme con lo heredado de Biden, duplicó la apuesta. A unos días, el 8 de agosto, la fiscal general Pam Bondi marcó la posición oficial del gobierno estadunidense. Resulta al menos curioso que la DEA haya quedado en lo que el fútbol define como posición adelantada.

Bondi demostró que el gobierno de Donald Trump no está dispuesto a detenerse. La fiscal anunció que más de 700 millones de dólares en activos vinculados a Nicolás Maduro fueron confiscados por Estados Unidos. Dos aviones, varias casas, una mansión en República Dominicana, varias mansiones en Florida, una granja de caballos, nueve vehículos, millones de dólares en joyas y dinero en efectivo.

“Esto es crimen organizado, no es diferente a la mafia y a los presuntos crímenes relacionados con Maduro. Los activos superan los 700 millones de dólares que ya hemos confiscado, pero su régimen de terror continúa”, dijo Bondi.
Cabello, ironizando, contestó en su programa televisivo semanal:

“Que sancionan, que le están quitando, que si le quitaron bienes y casas y aviones a Nicolás en Estados Unidos. Ellos dicen que a mí también me bloquearon las cuentas, ¿qué cuentas? cuentas por pagar será que tengo yo. La cuenta de YouTube, ah sí, la cuenta de YouTube me la bloquearon, es verdad”.

¿Demostración de fuerza o escenario bélico?

En la última semana Estados Unidos incautó 600 toneladas de cocaína en el Pacífico, amparado en los acuerdos bilaterales con Ecuador. Los buques ‘destructores’ tendrían que llegar, según los planes, en estos días a Venezuela. A esto, el gobierno de Venezuela ha respondido con una operación militar, policial y miliciana con más de cinco millones de enfilados, según ha hecho conocer el país caribeño.

La secretaria de prensa, Karoline Claire Leavitt, dijo el miércoles que: “El régimen de Maduro no es el gobierno legítimo de Venezuela, sino un narco cártel terrorista y Maduro, según la visión de esta administración, no es el presidente legítimo, es el jefe fugitivo de ese cártel”.
Tres buques de guerra, cada uno con 96 misiles al interior y cuatro mil soldados están ahora mismo en el Mar Caribe. Eduardo Grautoff, experto en inteligencia militar, explicó recientemente que “eso no es un combate al narcotráfico, es un combate ofensivo militar”.

Las conclusiones sobre este episodio no se pueden plantear aún. En los próximos días se sabrá si se trata de una demostración de fuerza o se desata algún escenario bélico. Por ahora, es un hecho que el petróleo venezolano se sigue comerciando con la estadunidense Chevron. El verdadero poder de Venezuela radica en ser la mayor reserva de petróleo del mundo.

*Analista internacional y ex diputada boliviana (@ValeQinaya)

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