Israel amenaza con prohibir la actividad de importantes organizaciones humanitarias mientras el hambre se agrava en Gaza
Más de 100 ONG denuncian que nuevas reglas de registro les exigen suministrar información confidencial sobre donantes y trabajadores. Negarse ya está impidiéndoles repartir sus cargamentos de ayuda humanitaria en la Franja.
Más de 100 organizaciones internacionales denunciaron este jueves que Israel no les está permitiendo entregar sus cargamentos de ayuda humanitaria en Gaza, escudándose en unas nuevas normas de registro aprobadas este año que exigen a las ONG que compartan información considerada sensible. Mientras, toneladas de comida, medicamentos y suministros vitales se almacenan al otro lado de la frontera, a pocos kilómetros donde dos millones de palestinos se ven castigados por el hambre.
Desde principios de marzo, las autoridades israelíes han rechazado decenas solicitudes de diferentes ONG alegando que “no están autorizadas a entregar ayuda”. La negativa puede basarse “en criterios vagos y politizados, como la supuesta ‘deslegitimación’ del Estado de Israel”, afirman las organizaciones.
Solo en julio, “se denegaron más de 60 con esta justificación”, agrega este comunicado firmado, entre otros, por Acción contra el Hambre, ActionAid International, Anera, Asamblea de Cooperación por la Paz, Care, Cáritas, Médicos del Mundo, Médicos Sin Fronteras, Oxfam, Plan International y Save the Children.
En marzo, Israel aprobó nuevas normas de registro que exigen a estas organizaciones que suministren datos de sus donantes privados, listas de su personal palestino y otras informaciones confidenciales. Las organizaciones creen que tras este proceso burocrático está el deseo de controlarlas y temen que se les prohíba seguir trabajando en Gaza, Cisjordania y Jerusalén-Este. Algunas incluso han recibido un ultimátum de siete días para que proporcionen listas de sus trabajadores palestinos.
Las ONG han dejado claro que compartir dichos datos es ilegal, incompatible con los principios humanitarios y pone en peligro a su personal. Según la ONU, más de 500 trabajadores humanitarios han perdido la vida violentamente en Gaza desde octubre de 2023. Por otra parte, señalan que estas nuevas reglas son “incompatibles con el derecho internacional establecido”, ya que consolidan el control por parte de Israel del territorio palestino ocupado.
“Este proceso de registro indica a las ONG internacionales que su capacidad para operar podría verse condicionada a perder su independencia y su capacidad de expresarse”, declara Bushra Khalidi, un responsable de Oxfam Intermón en Palestina.
Esta organización tiene bienes por un valor de 2,5 millones de dólares (2,1 millones de euros) cuya entrada en Gaza se ha visto bloqueada por Israel. Otra de las firmantes, la estadounidense Anera, calcula que tiene cargamentos por valor de siete millones de dólares esperando a las puertas de Gaza.
Bloquear esta ayuda deja a “hospitales sin suministros básicos, a niños, niñas, personas con discapacidad y mayores muriendo de hambre y enfermedades prevenibles, y al mismo personal humanitario yendo a trabajar con el estómago vacío”, denuncian las ONG.
El pasado domingo, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, negó que su país esté queriendo matar de hambre a los dos millones de habitantes de Gaza, aunque sí admitió que había habido una política de “privación” de comida. Por ello, anunció que el volumen de ayuda humanitaria que entra en la Franja iba a aumentar, sobre todo gracias a los vuelos humanitarios y a nuevos puntos de distribución de la controvertida Fundación Humanitaria para Gaza (GHF, según sus siglas en inglés), impulsada por Israel con el apoyo de Estados Unidos para repartir comida en Gaza.
Las entidades sospechan que estas trabas a su trabajo forman parte de una estrategia más amplia que quiere fortalecer esta Fundación. Según la ONU, al menos 859 personas han muerto desde finales de mayo cerca de sus cuatro puntos de reparto de comida en la Franja, la mayoría de ellos tiroteados por soldados israelíes o agentes de seguridad que les apoyan.
“El programa militarizado de distribución de alimentos ha convertido la hambruna en un arma y ha incrementado el sufrimiento”, denuncia Aitor Zabalgogeazkoa, coordinador de emergencias de Médicos Sin Fronteras (MSF) en Gaza.
Según la ONU, prácticamente toda la población en la Franja pasa hambre desde hace meses y más de un tercio no come durante días. En este momento serían necesarias más de 62.000 toneladas de ayuda vital por mes, según el Programa Mundial de Alimentos (PMA).
Las ONG internacionales que firman este comunicado instan a la comunidad internacional a “presionar a Israel para que ponga fin al uso de la ayuda” como una herramienta más en esta guerra, no les obligue a compartir información sensible y abra de forma inmediata todos los cruces fronterizos.
“La respuesta, para salvar vidas y salvar a la humanidad de la complicidad en una hambruna masiva orquestada, es abrir todas las fronteras, de forma permanente, a los miles de camiones, millones de comidas y suministros médicos, listos y esperando”, pide Sean Carroll presidente de la ONG estadounidense Anera.
Macron pide una coalición internacional para estabilizar Gaza y condena la estrategia israelí para controlar el enclave
El presidente francés considera que los planes del Gobierno de Netanyahu constituyen “un desastre sin precedentes”.
El presidente francés, Emmanuel Macron, volvió a endurecer el tono contra el Gobierno israelí por la grave situación humanitaria en Gaza y este lunes advirtió de que los planes del primer ministro, Benjamín Netanyahu, de tomar el control total del enclave suponen “un desastre sin precedentes”. Macron, que hace un mes anunció que Francia reconocerá el Estado palestino el septiembre próximo, pidió una coalición internacional respaldada por Naciones Unidas “para estabilizar el enclave, luchar contra el terrorismo y establecer un Gobierno de paz”.
“Esa es la prioridad” y no “una operación militar israelí”, consideró el mandatario, según apuntaron ayer fuentes de la Presidencia francesa. Es la primera vez que Macron reacciona al anuncio hecho el jueves por Netanyahu de ocupar totalmente la franja de Gaza. Lo justificó en que es la manera más rápida de eliminar a Hamás. Estos planes han sido condenados por la comunidad internacional e incluso Alemania anunció la suspensión del suministro de armas a Israel. De la parte francesa, la única reacción hasta ahora había llegado del ministro de Exteriores, Jean-Noël Barrot, que el viernes lo calificó de inaceptable.
Macron consideró este lunes que la extensión de las operaciones militares israelíes en la zona para lograr la toma total es un desastre “ya anunciado, y una huida hacia la guerra permanente”. Según el presidente francés, los rehenes israelíes que aún están en manos de Hamás y la población de Gaza “seguirán siendo las principales víctimas” de la estrategia del Gobierno israelí.
“Francia quiere actuar por la seguridad de Israel, la liberación de los rehenes, la vuelta de la actividad humanitaria y el apoyo a los palestinos”, dijo. Exigió “un alto el fuego permanente” y la creación de una “misión de estabilización” en la zona, bajo el mandato de la ONU, para “combatir el terrorismo y estabilizar Gaza”, que permita proteger a la población y también que brinde apoyo al Gobierno palestino, “el único que puede satisfacer las necesidades de la población y desarmar a Hamás”.
El presidente francés pidió a sus equipos “que trabajen sin demora con los socios europeos” para poder establecer esta misión de paz. “Pusimos las bases, junto con Arabia Saudí, en Nueva York”, el pasado junio, señaló Macron, en referencia a la última asamblea de la ONU, en la que se avanzó la idea de crear esta coalición.
Durante mucho tiempo, el mandatario ha sido muy prudente en su posicionamiento sobre el conflicto, pues se trata de un tema muy espinoso en el país, que tiene la mayor comunidad judía de Europa, aunque también cuenta con la mayor musulmana. Sin embargo, en las últimas semanas, y ante la grave situación humanitaria en la Franja, Macron ha ido escalando el tono.
A finales de julio aseguró que Francia reconocerá el Estado palestino en la Asamblea de la ONU que tendrá lugar el próximo mes de septiembre, un giro de guion en su postura y una decisión que fue criticada tanto por la comunidad judía en Francia, como por la extrema derecha, que le acusa de darle alas a Hamás cuando aún hay rehenes israelíes cautivos.
Su anuncio, sin embargo, ha sido un revulsivo y algunos países como el Reino Unido, Canadá o Australia —este mismo lunes— anunciaron que seguirán los pasos. Hasta ahora, un total de 148 Gobiernos han reconocido al Estado palestino, entre ellos España, aunque Francia sería la primera gran potencia occidental en hacerlo y el primer miembro del G-7, junto a Canadá y previsiblemente, el Reino Unido.
El paso se hará oficial durante la Asamblea de la ONU que está prevista para el 21 de septiembre. La decisión se había tomado antes. Macron iba a formalizarla en la cumbre del pasado junio, pero finalmente tuvo que suspenderse tras la ofensiva israelí en Irán.
Como explicó entonces el ministro de Exteriores francés, esta decisión se inscribe dentro del plan de Francia para reconocer a los dos Estados, la posición que siempre ha defendido Macron, como vía para poner fin al conflicto y alcanzar la paz. “La perspectiva de la existencia de un Estado palestino nunca ha estado tan amenazada ni ha sido tan necesaria”, afirmó Barrot.