Perú: Ley de amnistía o ley de la infamia – Por Vicente Otta R.

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Los conceptos vertidos en esta sección no reflejan necesariamente la línea editorial de NODAL. Consideramos importante que se conozcan porque contribuyen a tener una visión integral de la región.

Vicente Otta R. *

Un día antes de que se cumplan 40 años de la masacre de más de 60 personas en Accomarca, Ayacucho, (14 de agosto de 1985) por la patrulla militar encabezada por el teniente Telmo Hurtado, se acaba de promulgar la Ley de Amnistía (32419), que constituye uno de las mayores aberraciones contra la justicia y la legalidad.

Es un acto de la mayor perversidad pues consagra la impunidad y legaliza y legitima los asesinatos, violaciones y masacres por parte de los organismos del Estado en la fecha que se recuerda y condena sus actos de violación de los derechos humanos.

En este aciago periodo uno de los más nefastos de esos luctuosos años se produjo una mortal y feroz competencia entre Sendero Luminoso y las Fuerzas Armadas por aterrorizar al campesinado, para lograr su adhesión y alejarlo del adversario.

Arrasar el campo le llamó uno, batir el campo le denominó el otro. Al final el sacrificado y gran perdedor fue el campesino inocente.

Se consuma una vez más, la desigualdad racial y social ante la ley. Los masacrados, torturados y violados son campesinos e indígenas. Los amnistiados altos oficiales de las fuerzas armadas y Policía Nacional del Perú. Es decir, mistis, blancos o mestizos protegidos por el poder y los galones.

Expresión flagrante del pacto corrupto y criminal de las fuerzas más oscuras del país: narcotráfico, y todo tipo de riqueza ilegal, hoy presentes en el Congreso y en el gobierno.

El informe de la CVR uno de los pocos esfuerzos serios y honestos de edificar peruanidad con justicia, paz y reconciliación ha sido silenciado y sepultado por los poderes facticos que están detrás de esta ley infame.

Entre tanto, condenan a muerte a los que purgan cárcel por sentencia de terrorismo. Osmán Morote dirigente senderista que cumplió su condena el año 2023 y debería ser puesto en libertad ha recibido una condena adicional de 20 años por un nuevo juicio, para que muera en prisión; de modo similar preparan un nuevo juicio contra Víctor Polay, dirigente del MRTA próximo a cumplir su condena.

Para unos la muerte legalizada para otros la impunidad total.

¿Es posible construir una sociedad con justicia y paz de esta manera?

*Sociólogo de la Universidad Mayor de San Marcos, analista en diversos medios peruanos e internacionales. Publicado en otramirada.pe

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