Argentina | Elecciones legislativas en la provincia de Buenos Aires: amplia victoria del peronismo sobre el programa antipopular de Milei

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Elecciones legislativas en la provincia de Buenos Aires: amplia victoria del peronismo sobre el programa antipopular de Milei

 

El domingo electoral en la provincia de Buenos Aires dejó un mensaje directo al presidente Javier Milei. El peronismo, reunido en la alianza Fuerza Patria, se impuso por trece puntos y recuperó la iniciativa política en el distrito que concentra casi el 40% del padrón electoral argentino. El resultado golpea el corazón del oficialismo y abre un nuevo escenario en la disputa por el rumbo económico y social del país, con Cristina Kirchner, la principal líder popular presa ilegalmente y proscripta, y en pleno escándalo de corrupción por las supuestas coimas en la Agencia de Discapacidad protagonizado por Karina Milei, la hermana del presidente. El “doble estándar” de la justicia argentina.

La derrota de La Libertad Avanza en seis de las ocho secciones electorales bonaerenses fue un plebiscito al ajuste aplicado en estos veinte meses de gestión. Los actos de las dos principales fuerzas en la noche electoral lo muestran con crudeza. Mientras Milei reconocía el revés, rodeado de un gabinete incompleto y con la ausencia notoria del ministro de Economía Luis Caputo, Axel Kicillof celebraba en La Plata junto a intendentes, referentes sindicales y la militancia, y Cristina Fernández de Kirchner, acompañada por Máximo Kirchner en su casa, saludaba desde su balcón a quienes se acercaron a San José 1111, y se hacía presente en el acto del gobernador con un mensaje grabado.

Los números son contundentes. Fuerza Patria alcanzó el 47,1%, contra el 33,8% de La Libertad Avanza. Es la primera vez en 15 años que el oficialismo provincial gana unas elecciones de medio término. El Frente de Izquierda y de los Trabajadores sumó el 4,3% y la fuerza Somos Buenos Aires, el 5,3%. De los 135 municipios, en 99 triunfó el peronismo. En términos de participación, votó el 63% del padrón, contrastando con los bajos índices de asistencia a las urnas observados en elecciones provinciales anteriores.

El trasfondo económico explica buena parte de este resultado. En menos de dos años, la inflación acumulada trepó al 221%. La pérdida de empleos fue masiva, más de 104 mil puestos en el sector privado, con especial impacto en la construcción, que perdió casi 60 mil  empleos por la paralización de la obra pública y más de 55 mil en el sector público. Nueve de cada diez hogares están endeudados y más de la mitad destina entre el cuarenta y el sesenta por ciento de sus ingresos a pagar deudas. Para visualizarlo de una manera clara, una familia de clase media consume cada mes lo equivalente a media canasta alimentaria solo para cubrir tarjetas de crédito.

En ese contexto, el mensaje presidencial de que “no se retrocede ni un milímetro” en el plan de ajuste contrasta con el humor social reflejado en las urnas. El propio Caputo reafirmó por redes sociales que “nada va a cambiar en lo fiscal, monetario ni cambiario”. Esa rigidez, en medio de una derrota clara, plantea un interrogante sobre la capacidad del gobierno de sostener la gobernabilidad en los próximos meses.

Mientras, Cristina Fernández de Kirchner volvió a marcar agenda con un mensaje directo en redes sociales, donde apuntó contra el deterioro de las condiciones de vida, endeudamiento por alimentos, medicamentos y alquileres, marcando claramente el contraste con la narrativa oficial de que el sacrificio traerá crecimiento futuro.

Buenos Aires es mucho más que una provincia, es el termómetro político del país. Con catorce millones de votantes habilitados, concentra más de la tercera parte de los electores nacionales. Lo que ocurre allí nunca queda encerrado en sus límites. El freno al oficialismo nacional en este territorio clave obliga a un reacomodamiento de fuerzas hacia las presidenciales de 2027.

Los grandes perdedores de la obligada reconfiguración son, en el plano político, Karina Milei en alianza con el clan Menem y Sebastian Pareja (los armadores de la lista provincial), el “círculo mafioso”. Los ganadores, verdaderos orquestadores del golpe al interior de La Libertad Avanza, son los grupos económicos del Círculo Rojo: Santiago Caputo, el asesor plenipotenciario sin cargo oficial, representante del Círculo Rojo Digital, y armador de las milicias digitales del gobierno, y Guillermo Francos, jefe de gabinete, representante del Círculo Rojo Analógico.

El oficialismo intenta una solución, y en dicha estrategia parece enmarcarse la mesa política recientemente anunciada por Manuel Adorni, el vocero presidencial, tras dos reuniones del gabinete en Casa Rosada el día posterior a las elecciones: “La misma será presidida por Milei y estará conformada por: Karina Milei, Guillermo Francos, Patricia Bullrich, Santiago Caputo, Martín Menem y yo», y la apertura de una mesa de diálogo federal con los gobernadores, que tomaron nota del resultado.

El triunfo peronista también reposiciona liderazgos. La elección bonaerense dejó a Axel Kicillof como el ganador más claro, con capacidad de disputar la conducción interna y proyectarse como candidato presidencial hacia 2027. Ello después de tensionar una estrategia propia, respaldado por intendentes, sindicatos y organizaciones sociales, que lo llevó a desdoblar por primera vez, las elecciones provinciales de las nacionales, que profundizó las tensiones con La Cámpora y la propia Cristina Kirchner, que fue proscripta días después de anunciar su candidatura a diputada provincial en la Tercera Sección. De todas maneras, y a pesar de las internas en las que se debate el proyecto nacional y popular, se logró una lista única para las elecciones de octubre y la estrategia se estaría encaminando a construir una fuerza política con capacidad de representar a las mayorías trabajadoras y enfrentar al proyecto antipopular y autoritario en posición de gobierno, no sin desafíos ni contradicciones. El pueblo le ha dado nuevamente un voto de confianza, un mensaje a los y las dirigentes que tienen en sus manos asumir con responsabilidad dicho mandato popular.

La disputa está planteada en términos claros, ajuste o resistencia, concentración de poder o despliegue político territorial, mercado o pueblo. Se podría decir que el resultado bonaerense fue la segunda gran derrota de Milei desde su llegada al poder posterior a los resultados de la provincia de Corrientes, que posicionó a La Libertad Avanza en cuarto lugar. El peronismo mostró que conserva base social, organización y capacidad de respuesta. Las urnas hablaron, y ahora el desafío es ver si el gobierno escucha o insiste en profundizar un camino que ya encontró un límite político. Y el peronismo deberá debatirse si está en condiciones de aprovechar esta oportunidad para profundizar un proyecto verdaderamente nacional y popular, capaz de garantizar dignidad y felicidad a las y los argentinos.


 

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