Se cae el relato de la anticasta, la libertad y el modelo económico del gobierno en la previa electoral
Por Emilia Trabucco *
El gobierno de Javier Milei llegó al poder con un mantra repetido hasta el cansancio, “terminar con la casta política corrupta”. Esa promesa se convirtió en el núcleo discursivo de su campaña y en una de las razones principales de su meteórico ascenso. Sin embargo, la retórica libertaria se estrella contra la realidad. Un escándalo de presuntas coimas en la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS) golpea de lleno al corazón de la administración y expone la contradicción de un gobierno que se decía ajeno a las viejas prácticas, pero que hoy tiene en su mesa chica a históricos exponentes de la política tradicional como Patricia Bullrich, Luis “Toto” Caputo y numerosos miembros de la familia Menem (más de una docena).
El escándalo estalló en medio de una profunda crisis del sistema monetario y cambiario de la que pocos hablan, producida por las decisiones del ministro de Economía, que arroja luz sobre un modelo inviable, del que desconfían hasta los sectores especulativos que se vienen enriqueciendo con el saqueo. El 2 de septiembre se operó una nueva intervención del Estado a través del Banco Central en el mercado cambiario para intentar controlar el precio del dólar, con lo que el gobierno terminó de “quemar los libritos de la Escuela Austríaca”, como señaló Cristina Kirchner en la red social X.
“Así estamos, “economista con y sin dinero”…SIN PESOS Y SIN DÓLARES”, señaló la ex presidenta. Tambalea la ilusión de estabilidad económica con la que el gobierno intenta atravesar la previa electoral: van a devaluar, el problema en el que se debate es si pueden realizarlo después de las elecciones, para sostener el relato frente al electorado. La administración Milei enfrenta la tormenta mediática con un gran problema de fondo, que ahuyenta a los capitales extranjeros y, en combinación con el escándalo de las coimas, le paraliza -al menos, temporalmente- el apoyo absoluto de las “Fuerzas del Norte”:
El Departamento de Estado de los Estados Unidos, a cargo de Marco Rubio, paralizó el acuerdo de la exención de las visas norteamericanas para argentinos, y se negó a recibir a Pazo, titular de ARCA, que quedó esperando dos días en Miami y volvería a Argentina “humillado” y con las manos vacías, según el medio Axios.
Mientras tanto, Milei canceló su viaje a Las Vegas para asistir al show de Fátima Flores, pero decidió sostener un viaje relámpago de 24 horas el 4 de septiembre a Los Ángeles junto a Luis Caputo y sin su hermana Karina, la principal involucrada en las supuestas coimas. Viaja a cumplir “un compromiso” con el multimillonario Michael Milken, y a encontrarse con empresarios en búsqueda de inversiones, que no llegan. Milken, conocido como el “Rey de los bonos basura” en Wall Street, estuvo preso dos años en la década de los 90 por tráfico de información privilegiada; dato de color.
El presidente viajó horas después de participar en el acto de cierre de campaña en provincia de Buenos Aires, con intentos desesperados de construir un relato de victimización, inventando intentos de magnicidio en su contra, por parte de “comandos kirchneristas y chavistas”. Una farsa que contrasta con el intento de magnicidio contra Cristina Kirchner: a tres años de aquel 1 de septiembre de 2022, no solo los responsables intelectuales siguen impunes por el “doble estándar” de la mafia judicial, sino que la principal lideresa popular está presa de manera ilegal y proscripta, sin elementos probatorios en su contra.
El caso de las coimas se suma a la impunidad oficial, que tuvo su pico con la criptoestafa LIBRA en febrero. El escándalo estalló a mediados de agosto, y desde entonces, escaló a una velocidad vertiginosa en los medios internacionales como The Washington Post y El País que se hicieron eco de las denuncias, marcando que la “motosierra” de Milei no solo corta jubilaciones y programas sociales, sino que también convive con viejos mecanismos de corrupción. La trama se desarrolla en medio de lo que parece ser una interna de los círculos económicos (el llamado “Círculo Rojo”) por el control del Ejecutivo y con reveses legislativos como el rechazo al veto presidencial sobre la Ley de Emergencia en Discapacidad.
Los medios hegemónicos locales, comandados por el Grupo Clarín, reproducen el caso y remarcan la gravedad del momento. Clarín subraya que el escándalo ya tiene repercusión internacional. La Nación da cuenta de los avances judiciales y señala que la gestión luce paralizada. Infobae refleja la tensión política y muestra a un Milei condicionado electoralmente por el caso. Algunos medios ponen el foco en la contradicción del discurso libertario y describen un “fin de la magia” similar al desgaste de Mauricio Macri. Ámbito Financiero detalla las maniobras empresariales para buscar nulidades y las presentaciones de ONGs que piden ser querellantes en la causa.
La reacción oficial fue errática. En un primer momento, el gobierno buscó minimizar el caso, luego, Milei salió a acusar a Spagnuolo (ex titular de la Agencia de Discapacidad-ANDIS) de mentiroso, calificando el episodio como una “opereta” y una “nueva mentira” orquestada contra su gestión. En paralelo, la Casa Rosada apuntó contra la oposición y habló de una maniobra de “espionaje ilegal”, tras la difusión de audios de Karina Milei, hermana del Presidente y pieza clave del dispositivo político libertario.
La denuncia oficial permitió al gobierno conseguir un bozal judicial que prohíbe nuevas publicaciones de grabaciones, un hecho inédito que derivó en críticas de organismos de prensa y organizaciones de derechos civiles, que advirtieron sobre un clima de censura y persecución. Paradójicamente, el gobierno de la “libertad” se erigió en ejecutor de la censura previa. La presentación fue realizada por el Ministerio de Seguridad, a cargo de Patricia Bullrich, y apunta a un conjunto de personas y actores que van desde políticos kirchneristas, periodistas y dirigentes de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) hasta un presunto grupo de inteligencia ruso y comandos venezolanos chavistas.
La estrategia defensiva revela un gobierno atrapado en su propio discurso. Mientras Milei insiste en que es víctima de conspiraciones, los hechos demuestran que la corrupción no le es ajena a su administración. La presencia de la vieja guardia política en el gabinete – desde la ministra Patricia Bullrich, referente del PRO y habitué de varias gestiones, hasta el ministro Caputo, recordado por el endeudamiento macrista, y los Menem, símbolo de los años noventa – evidencia que el experimento libertario no logró desmontar a la “casta”, sino integrarla en su proyecto.
El timing no podría ser peor. El caso ANDIS irrumpe en medio de una crisis económica profunda, inflación persistente, recesión en sectores industriales, desplome del consumo y un frente social cada vez más tenso. Lejos de consolidar confianza, la denuncia de coimas erosiona aún más la credibilidad del Presidente, que apostaba a mostrar un rumbo claro de cara a las elecciones legislativas de la provincia de Buenos Aires y las nacionales de octubre. En vez de relanzamiento, el oficialismo quedó entrampado en explicaciones, desmentidas y denuncias cruzadas.
La foto es clara, un presidente que llegó con la promesa de dinamitar la corrupción de la “casta”, hoy está cercado por denuncias de sobornos, audios comprometedores, medidas judiciales de censura y la incomodidad de tener a su lado a los mismos nombres que juró combatir. La motosierra no pasó por la política tradicional, sino por los derechos sociales. Y en ese vacío, las viejas prácticas encontraron terreno fértil para reproducirse.
El desenlace judicial está abierto, el escenario económico está en crisis y el político-institucional parece estar pendiendo de un hilo, o de un audio. Lo que ya se consolidó es un daño político mayúsculo, Milei y su gobierno libertario, que buscaban presentarse como el sepulturero del viejo régimen, se desnuda y aparece en la gama de los gobiernos que prometió enterrar. La “casta” no se fue, volvió al poder con un nuevo discurso, pero con los mismos negocios de siempre.
*Psicóloga, Magíster en Seguridad. Analista de la Agencia NODAL y del Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE) en Argentina. Directora del Área de Universidad, Género y Trabajo del IEC-CONADU.