El modelo energético de Milei – Por Nicolás Malinovsky

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El modelo energético de Milei

Por Nicolás Malinovsky 

En su reciente paso por Beverly Hills, ante líderes empresariales en Los Ángeles, Javier Milei declaró: “Argentina presenta un potencial incalculable en el sector de Inteligencia Artificial, estamos con todas las ventajas comparativas para convertirnos en punta de lanza en lo que muchos consideramos la nueva revolución industrial. Tenemos tierras desérticas extensas con un clima frío, tenemos energía barata y además estamos en proceso de desarrollar nuevamente la energía nuclear en nuestras tierras”.

Lejos de una expresión ingenua, estas palabras revelan el sentido profundo de la política energética del gobierno: ofrecer al capital transnacional un país como una economía de enclave de corte extractivista. La llamada “nueva revolución industrial”, que se expresa en lo que Aguilera (2023) denomina como nueva fase del sistema capitalista, y tiene como actores principales a los gigantes tecnológicos −Google, Amazon, Facebook, Apple y Microsoft−, demandará cantidades colosales de electricidad, minerales críticos y agua. La inteligencia artificial y la movilidad eléctrica requieren de energía barata, litio y metales estratégicos. En ese contexto, el presidente Milei ofrece al país como un simple hub energético subordinado a la reindustrialización de Estados Unidos y a las corporaciones que concentran la riqueza global.

La reindustrialización norteamericana se apoya, por un lado, en una política proteccionista delineada por Donal Trump, y, por otro lado, en la apertura de fronteras del Sur Global para garantizar insumos a bajo costo. Argentina es hoy laboratorio de ese modelo: energía barata para exportar y tarifas para el mercado interno cada vez más elevadas. No es casual la recesión económica y que el consumo de los grandes usuarios industriales se haya desplomado un 7,7% respecto a agosto del año 2024 (CAMMESA, 2025). Milei promociona la Patagonia como polo energético global alimentado con energía nuclear, pero al mismo tiempo ha desfinanciado el sector y cancelado proyectos como el CAREM y las nuevas centrales (Malinovsky, 2025), hipotecando el futuro científico y tecnológico. La contracara de las promesas de ser un “hub energético mundial” es un país sin industria, condenado a la dependencia tecnológica.

En este sentido, las presiones persistentes del Fondo Monetario Internacional (FMI) que exige la privatización de las empresas energéticas estatales refuerza este camino, debilitando la capacidad del país para definir una estrategia soberana. En la misma línea, las declaraciones del embajador Lamelas de Estados Unidos, refuerza la injerencia estadounidense en nuestro país (Infobae, 2025).

Un mundo en disputa

El modelo económico y político de Milei, no puede leerse por fuera de la coyuntura internacional. La guerra arancelaria de Donald Trump contra China, la guerra en Ucrania, el genocidio en Palestina perpetrado por Israel, la reciente cumbre entre Trump y Putin en Alaska y, en contrapeso, la reunión de la Organización de Cooperación de Shanghái (OCS) liderada por China, Rusia e India, son expresiones de un mundo en disputa. En ese tablero, la energía se ha convertido en un sector estratégico, y el gobierno argentino ha elegido el rol de mero proveedor de materias primas sin valor agregado.

En mi reciente libro Crítica de la energía política sustento que la energía es un terreno en disputa. Por un lado, puede orientarse a la construcción de soberanía industrial, tecnológica y social, bajo un modelo de país con soberanía económica y política, o puede reducirse a engranaje de la dependencia. Lo que hoy ofrece Milei es lo segundo: energía barata al mundo y cara para puertas adentro, ciencia desfinanciada y un horizonte de subordinación frente a las corporaciones globales.

En síntesis, lo que está en juego no es solo la política energética, sino la posibilidad misma de que Argentina imagine un futuro de desarrollo autónomo en medio de una crisis sistémica mundial.

 

 * Nicolás Malinovsky es autor del libro “Critica de la energía política”, Doctorando en Economía Política Mundial (UFABC, Brasil), Magíster en Gestión de la Energía (UNLa), Ingeniero Electricista (UNRC), Especialista en el sector Nuclear, Diplomado en Anticipación Estratégica y Gestión de Riesgo (UNDEF), Analista de Nodal. Docente en UNPAZ. Redes: @nicomalinovsky.

 

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